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domingo, 6 de diciembre de 2015

A camino de la luz/ Historia de la civilización a la luz del Espiritismo.

 
A camino de la luz


Historia de la civilización a la luz del Espiritismo.

                    LA VENIDA DE JESÚS
                         EL PESEBRE

El pesebre señalaba el punto inicial de las enseñanzas salvadoras de Cristo, como expresando que la humildad representa la llave de todas las virtudes. Comenzaba la era definitiva de la mayoría de edad espiritual de la humanidad terrestre, al tiempo que Jesús, con Su ejemplo divino, entregaría el código de fraternidad y amor a todos los corazones.
Inútilmente los escritores materialistas de todos los tiempos habían vulgarizado el gran acontecimiento, ironizando sobre los altos fenómenos mediúmnicos que le prece-dieron. Las figuras de Simeón, Ana Isabel, Juan Bautista, José, así como la sublime persona de María, han sido muchas veces objeto de observaciones injustas y malicio-sas. Pero la realidad es que sólo con la ayuda de aquellos mensajeros de la Buena Nueva, portadores de la contribución de fervor, creencia y vida, podría Jesús lanzar en la Tierra los fundamentos de la verdad inamovible.

                                                          CRISTO Y LOS ESENIOS
Muchos siglos después de Su ejemplo incomprendido, hay quien Le ve entre los esenios, aprendiendo sus doctrinas, antes de su labor mesiánica de amor y redención. Las mismas esferas más próximas a la Tierra, que por fuerza de las circunstancias se acercan más a las controversias de los hombres que al sincero aprendizaje de los espíritus estudiosos y desprendidos del orbe, reflejan las opiniones contradictorias de la humanidad, con respecto al Salvador de todas las criaturas.
El Maestro, sin embargo, a pesar de la elevada cultura de las escuelas esenias, no necesitó de su contribución. Desde sus primeros días en la Tierra, se mostró tal cual era, con la superioridad que el planeta Le conocía desde los lejanos tiempos de su principio.


           CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS DE ISRAEL
Nada podemos decir de más de Su divino apostolado de lo que la cultura evan-gélica presentó en todos los siglos posteriores a Su venida a la Tierra, reafirmando que Su enseñanza de amor y humildad fue única en todos los tiempos de la humanidad.
De Él afirmaron los profetas de Israel, mucho tiempo antes del pesebre y del calvario: “Se levantará como un arbusto verde, viviendo en la ingratitud de un suelo árido, donde no habrá gracia ni belleza. Cargado de oprobios y despreciado por loshombres, todos le volverán la cara. Cubierto de ignominia, no merecerá ninguna consideración. Él cargará el fardo pesado de nuestras culpas y sufrimientos, tomando sobre sí todos nuestros dolores. Creeréis ver en Su figura un hombre doblado por el peso de la cólera de Dios, pero serán nuestro s pecados los que Le cubrirán de llagas sangrantes y Sus heridas serán nuestra redención. Somos un inmenso rebaño desgarra-do, pero para reunirnos en el camino de Dios, Él sufrirá el peso de nuestras iniqui-dades. Humillado y herido, no expresará la menor queja, dejándose conducir como un cordero al sacrificio. Su tumba será como la de un malvado y su muerte como la de un impío. Pero, desde el momento en que ofrezca Su vida, verá nacer la posteridad y los intereses de Dios han de prosperar en Sus manos”.

                                                                           LA GRAN ENSEÑANZA
Sí, el mundo era un inmenso rebaño desgarrado. Cada pueblo hacía de la religión una nueva fuente de vanidad, resaltando que muchos cultos religiosos de Oriente derivaban hacia el terreno disoluto de la inmoralidad, pero Cristo venía a traer al mundo los fundamentos eternos de la verdad y el amor. Su palabra, mansa y generosa, reunía a todos los infortunados y a todos los pecadores. Escogió los ambientes más pobres y humildes para vivir la intensidad de sus enseñanzas sublimes, mostrando a los hombres que la verdad no necesitaba el escenario suntuoso de los areópagos, los foros o los templos para hacerse oír en su misteriosa belleza.
Sus sermones, en la plaza pública, se dirigían a los seres más desprotegidos y abandonados, como para demostrar que Su palabra venía a reunir a todas las criaturas en la misma vibración de fraternidad y en el mismo camino luminoso del amor. Com-batió pacíficamente todas las violencias oficiales del judaísmo, renovando la ley anti-gua con la doctrina del esclarecimiento, la tolerancia y el perdón.


                            LA PALABRA DIVINA
No nos compete proporcionar una nueva interpretación de las palabras eternas de Cristo, en los Evangelios. Dicha interpretación está realizada por casi todas las escue-las religiosas del mundo, debiendo sólo sus comunidades y adeptos observar la ense-ñanza inmortal, aplicándola a sí mismos en el mecanismo de la vida de relación, de manera que se produzca la renovación general siguiendo el sublime ejemplo, ya que si el pesebre y la cruz constituyen una enseñanza inolvidable, mucho más deben repre-sentar para nosotros, los ejemplos del Divino Maestro, en Su trato con las vicisitudes de la vida terrestre.
De sus enseñanzas inolvidables se desprenden consecuencias para todas las áreas de la existencia planetaria, en el sentido de renovar los elementos sociales y políticos de la humanidad, mediante la transformación moral de los hombres dentro de una nueva era de justicia económica y concordia universal. Puede parecer que las conquis-tas del verdadero Cristianismo todavía sean remotas, observando las doctrinas imperialistas de la actualidad, pero hay que reconocer que han transcurrido dos mil años desde la palabra divina.
Dos mil años en que los hombres se han destrozado en Su nombre, inventando banderas de separación y destrucción. Han incendiado y se han aniquilado en el nombre de Sus enseñanzas de perdón y amor, masacrando esperanzas en todos los corazones. De todas formas, el siglo presente7 debe señalar una transformación visceral en la vida humana. El dolor completará las obras generosas de la verdad cristiana, porque los hombres han rechazado el amor en su marcha hacia el progreso.


            EL CREPÚSCULO DE UNA CIVILIZACIÓN
Se viene formando, hace mucho tiempo, una nube de humos, en los horizontes de la Tierra, llena de industrias de muerte y destrucción. Todos los países están convo-cados a conferir los valores de la madurez espiritual de la humanidad, vertidos en el planeta hace dos milenios. El progreso científico de los pueblos y sus más nobles y generosas conquistas están llamados al banquete de la matanza y la ambición, mientras la política del mundo se siente maniatada ante los dolorosos fenómenos del siglo actual, se realizan en el espacio nuevas actividades de trabajo, porque la dirección de la Tierra está en las manos misericordiosas y augustas del  Cordero.


                       EL EJEMPLO DE CRISTO
Sin referirnos a los problemas de la política transitoria del mundo, acordémonos que la enseñanza de Cristo quedó para siempre en la Tierra, como un tesoro para todos los infortunados y desvalidos. Su palabra construyó la fe en las almas humanas, haciéndolas   entrever sus gloriosos destinos. Es necesario volver a ver la creencia y la esperanza reuniéndose en nuevas catacumbas romanas para levantar el sentido cris-tiano de la civilización de la humanidad.
Muchas veces vamos a encontrar la divina palabra en los corazones humildes y afligidos, cantando el himno maravilloso de los bienaventurados. Y, para cerrar este capítulo, recordando la influencia del Divino Maestro en todos los corazones sufridores de la Tierra, recordemos el episodio del monje de Manila que, acusado de intentar la libertad de su patria contra el yugo de los españoles, es condenado a muerte y conducido al cadalso.
En el instante del suplicio, dice sollozando desesperadamente el pobre condenado:
–¿Cómo es posible que muera así, siendo inocente? ¿Dónde está la justicia? ¿Qué hice para merecer tan horrendo suplicio?
Pero un compañero corre a su lado y le dice al oído:
–¡Jesús también era inocente!...
Ante los ojos de la víctima pasa entonces una claridad de misteriosa belleza. Se secan sus lágrimas y la serenidad vuelve a su semblante pálido, y cuando el verdugo le pide perdón, antes de apretar el siniestro tornillo, le responde resignado:
–Hijo mío, no sólo te perdono sino que te ruego que cumplas con tu deber.

A camino de la luz
Historia de la civilización a la luz del Espiritismo.
Francisco Cândido Xavier. Por el espíritu Emmanuel.


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Cualquier vicio esclaviza y mata. 

No te vincules a los llamados “aperitivos sociales”, que dan margen a lamentables procesos de alcoholismo, ni adoptes la posición de fumador, por parecerte una postura distinta y de elegancia, pero que conduce a las esposas del tabaquismo asesino. 

Juego, sexo, gula, anecdotario servil, para citar solamente algunos, se inician en pequeñas dosis, para culminar en presión moral cuando no en penitenciaria común. 

Una vida saludable, se torna dichosa y prolongada, a beneficio de aquel que así la preserva. 

- Aportación de Jacob C. Sanchez-

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¿Pueden coincidir juntos en varias vidas, los mismos Espíritus?

         Con frecuencia,  sucede así, pues siempre durante la vida con “diversos compañeros de viaje”  se crean lazos de Amor o de odio, o cualquier otra pasión, que perduran después de  la muerte del cuerpo, y  por igualdad de sintonía, atraen y  unen a esos Seres que se buscan en el Mas Allá y después también aquí, en donde regresan de nuevo al mismo escenario físico en donde ya estuvieron juntos anteriormente. Así  puede suceder porque la Ley de Causa y Efecto y  la de Afinidad, funcionan inexorablemente como toda ley moral establecida.
 En estos casos es muy frecuente que cada uno venga con otro papel que representar en este escenario de la vida, lo que significa que  muchas veces  la  relación personal o familiar entre ellos cambia de una vida a otra, así  por ejemplo, quienes tuvieron en una vida pasada una relación de amigos, ahora  podrían  coincidir de nuevo juntos pero como esposos;  otras veces volverán como padre e hijo, otras  lo serán  como  jefe y subordinado, etc.
    En cada vida humana, el Ser espiritual va jugando papeles o roles diferentes, con el fin de reafirmar mejor  los valores y aspectos positivos que haya entre él y quienes le rodean, así como para  pulir y superar otros aspectos negativos que también nos ligan con otros Espíritus. Somos semejantes a los  actores que van representando una tras otra, diferentes obras, con diferentes papeles en cada una de ellas, y así vamos  perfeccionando nuestras representaciones con arreglo a las experiencias que vamos acumulando.
Existen karmas colectivos en los que los Espíritus antes de reencarnar se ven abocados a hacerlo juntos en una misma vida, inducidos por la Ley de Causa y Efecto. Esta experiencia a la que se sienten impulsados, es llevada a cabo de este modo porque les es necesaria precisamente para que se realice entre ellos otra Ley Divina inexorable: La Ley de Justicia.
Para poder realizar este vasto plan de reencarnación conjunta y en un mismo escenario físico, se comprende la tremenda dificultad que existe en el plano físico para llevar a cabo esta clase de acuerdo , pues para un grupo de seres espirituales, el poder elegir la reencarnación en el mismo escenario terrestre y en en momento adecuado, de modo casi simultáneo, como resulta obvio , es extremadamente difícil y complejo pues aun con la ayuda de sus mentores espirituales, tienen que esperar a que converjan en el escenario terrestre, variadas y específicas circunstancias. Todo este proceso no se lleva a cabo sin una meticulosa planificación previa, en la que todos los detalles son estudiados, coordinados y concretados desde el plano espiritual, desde donde sutilmente y de modo desapercibido para nosotros, no dejan de mover los hilos necesarios para que las circunstancias materiales se concreten y realicen.
    Ciertamente se pueden poner de acuerdo desde el plano espiritual y planificarlo con ayuda de sus mentores espirituales, aunque a veces la aparición en el mismo escenario de la vida no depende de su aprobación o deseo, sino de que sea lo adecuado para proseguir su evolución según lo estipulado por las variadas leyes cósmicas, pero en cualquier caso para lograrlo, a veces deben de esperar durante mucho tiempo las circunstancias adecuadas que les propicie esta existencia en común.


- Jose Luis Martín -
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 “La doctrina espírita nos muestra el verdadero significado de la vida social, especie   de    terreno espiritual en que plantamos y cosechamos, e igualmente la escuela   donde debemos  aprender la ciencia del bien.

-Chico Xavier-

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DISTINCIÓN  ENTRE EL BIEN Y EL 

MAL

Estudio con base en el  libro tercero, cap. I de El Libro de los Espíritus (Allan Kardec)

Investigación: ClaudiaC y Elio Mollo


  Todas las leyes de la Naturaleza son leyes divinas, pues Dios es el autor de todas las cosas, siendo así, la ley natural es la ley de Dios y está escrita en la conciencia del hombre. Es la única ley que conduce al hombre a la felicidad, indicándole lo que debe o no hacer. El hombre solo se torna infeliz cuando se aparta de esa ley. Estando las leyes divinas escritas en el libro de la Naturaleza, el hombre podrá conocerlas siempre que desee buscarlas, pues ellas están escritas por todas partes. Es la ley natural que traza para el hombre el límite de sus necesidades.

La moral es la regla de buena conducta, es por medio de ella que hacemos la distinción entre el bien y el mal, pues se funda en la observación de la ley de Dios. Podemos decir que el hombre se conduce bien cuando objetiva el bien de si mismo y de sus semejantes, siendo así, el bien es todo lo que está de acuerdo con la ley Divina y el mal es todo lo que se aparta de ella, todo lo que la contraría.
El hombre tiene medios para distinguir por si mismo el bien y el mal, pues Dios le dió la inteligencia para distinguir el uno del otro. En el evangelio de Lucas 6:31, encontramos: "Tratad a todos los hombres como querais que ellos os tratasen". Observando esta enseñanza el hombre no se engañará.

Los Espíritus son creados simples e ignorantes. Por la ley natural y de acuerdo con su capacidad evolutiva el Espíritu posee el grado de libertad para elegir su camino, si escoge un camino que no este solidario con la ley natural, estará practicando el mal, así su peregrinación será más larga para alcanzar la perfección. Pero que no piense que será suficiente no practicar el mal para ser agradable a Dios, para asegurar una situación mejor en el futuro, es preciso hacdr el bien, en el límite de las propias fuerzas, pues cada uno responderá por todo el mal que hubiese ocurrido por causa del bien que dejó de hacer.

En esa peregrinación, existe la necesidad del apprendizaje, por tanto, pruebas naturales se presentarán en el camino. Es necesario que el Espíritu adquiera la experiencia, y para eso es preciso que él conozca el bien y el mal. No hay mérito sin lucha. Como el hombre necesita progresar, las pruebas a que está expuesto son un estimulante al ejercicio de su inteligencia, de todas las facultades físicas y morales, por ser llevado a buscar las formas de vencer estas pruebas, razón por la cual, existe la necesidad de la reencarnación. Es la urgencia de la misión que le cabe, en los más diferentes grados. Esas diferentes posiciones sociales existen en la Naturaleza y están de acuerdo con la ley del progreso y tienen en vista la armonía del Universo. Desde que esa diversidad está en el órden de las cosas es conforme a la ley de Dios, cabe a la razón distinguir las necesidades reales de las necesidades ilusorias.

Dios creó leyes repletas de sabiduría que no poseen otra finalidad sino el bien, de esta forma el hombre encontrará en sí mismo todo aquello que es necesario para seguir estas leyes, pues su camino será trazado por su propia conciencia que las contiene y, además de esto, Dios las recuerda siempre por medio de sus mesías, profetas y espíritus encarnados que tienen por misión esclarecerlo, moralizarlo y perfeccionarlo.

Donde no existe el bien, solo puede existir el mal, ya que este es definido como la ausencia del bien y siendo así, podemos afirmar que dejar de hacer el mal ya es el comienzo del bién.

No hay nadie que no pueda hacer el bien. Solamente el egoísta no encuentra ocasión para practicarlo. Cada día de la vida ofrece la posibilidad de ser útil en la relación social, en la medida de lo posible y siempre que el auxilio se hiciese necesario, pues el Espíritu, sea cual fuese su grado de adelantamiento, en la situación de reencarnado o en la erraticidad, está siempre colocado entre un superior que lo guía y perfecciona y un inferior ante el cual tiene los mismos deberes que cumplir.

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¿Podemos aprovechar  en esta vida, lo aprendido en el pasado ?

Todas las experiencias del ser humano van dejando como un poso de conocimiento en lo mas profundo de su Ser, y este conocimiento lo acumula el Ser espiritual  durante sus vidas en este mundo que son  como  peldaños subidos en su escalera evolutiva. Estas necesarias experiencias y aprendizajes necesarios, a cada uno de nosotros nos sirven, siempre que sepamos escuchar la voz de la conciencia, que es la memoria del alma.  Si  esto no fuese así  porque  el olvido del pasado fuese total y no quedase de él ningún residuo de lo aprendido en el fondo de la conciencia espiritual del ser humano, la reencarnación carecería de sentido, y sin embargo la reencarnación es una realidad demostrada y plena de sentido. Tantos casos de los llamados “niños prodigio, así lo demuestran a diario, pues las habilidades y conocimientos  innatos demostrados prematuramente, nos hablan de la evidencia de que han venido a este mundo con un bagaje de ciencia, moral y aptitudes  artísticas o de otra índole, que solamente pudieron ser adquiridos en el pasado.
Nacemos con un nivel de conciencia humana pendiente de desarrollarse  manifestándose en un cerebro físico  virgen, pero con un subconsciente que no está grabado en el cerebro físico, sino en el psíquico o espiritual, y en el que se guardan los recuerdos y experiencias importantes o traumáticas vividas en existencias anteriores. Este  archivo almacenado en nuestra parte subconsciente, conforma nuestro almacén de conciencia humana  y supone un vasto archivo  de conocimientos y experiencias que a veces se manifiestan en forma de reacciones personales ante lo imprevisto, así como las ideas innatas.
- Jose Luis Martín-
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“Se valora el contenido de una idea por los rechazos que produce cuando es   presentada en    comunidad.”
                                                           Hessen- (Filósofo Alemán)

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