Personas sin escrúpulos

Alipio Gonzalez

En la historia de los pueblos, llamados civilizados, siempre hubo personas oportunistas y, en nuestros días, la realidad no es diferente.

Hay criaturas que, más allá de oportunistas, son también inescrupulosas.


No es raro, en casos de secuestro, por ejemplo, ver personas aprovechándose del momento difícil por que pasan los familiares del secuestrado, para sacar ventajas financieras de la desgracia ajena, dando informaciones falsas sobre el paradero de la victima.

También en los casos de desaparición de las personas,cuando se publica un teléfono para el contacto,no faltan los oportunistas intentando dar golpes bajos e inconvenientes.

Personas que dicen haber encontrado documentos y otros objetos perdidos y se aprovechan del acto de conseguir dinero, como si no fuese una obligación devolver lo que no le pertenece.

Más, de entre las personas sin escrúpulos,hay algunas que superan los límites de la crueldad. Hablamos de los oportunistas de la desgracia ajena que surgen en los más difíciles momentos de la criatura humana, cual es la de la separación por la muerte.

Es común observar esos especuladores del dolor, principalmente cuando la persona que partió es famosa. Eso ya ocurrió en varias circunstancias de género,y lamentablemente, continúa ocurriendo.

Y el hecho se repite cuando se trata de la desencarnación de un cantante de country, que era parte de un dúo muy querido de la población brasileña.

Pocos días después a su desenlace no faltaron personas para afirmar, delante de las cámaras, sin escrúpulo alguno, que están viendo al muerto, que hablan con él, y, traen noticias para los familiares.

Infelizmente, esos falsos videntes encuentran espacio en los medios de comunicación para intentar lo que desean.

No se piensa,en momento alguno,en el dolor de los familiares y amigos, que tienen que someterse al ridículo de tales ocurrencias.

  Que la persona sale del cuerpo sin dejar la vida, eso es una realidad. Más de ahí a entrar en contacto con los vivos, inmediatamente después del desenlace va gran distancia.

Los Espíritus superiores esclarecen que la persona que deja el cuerpo físico necesita de un tiempo, más o menos largo, para recuperarse, en el mundo de los espíritus, según sea su grado evolutivo.

La gran mayoría de los seres que parten diariamente para el mundo espiritual, pasa por un periodo de perturbación, como quien despierta de un largo sueño.

Generalmente, las personas que desencarnan victimas de enfermedades dolorosas,son recibidas por familiares y amigos 

en el plano invisible,y no es raro,que continúen siendo medicadas en hospitales especializados.

Siendo así, la persona que muere no tiene la lucidez necesaria para comunicarse inmediatamente. A menos que sea un espíritu muy desenvuelto, como fue el caso de  Jesús,que apareció 

inmediatamente después de su muerte.

Es importante que atendamos ese aspecto y no nos dejemos enredar por personas sin escrúpulos que desean auto promoverse,sin preocuparles el dolor del prójimo.

Cuando el ser que partió este en condiciones para manifestarse, y Dios lo permita, el vendrá espontáneamente, pues el teléfono llama siempre de allá para acá, y nunca a la inversa.

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Los seres humanos parten, diariamente, a millares, para el mundo espiritual.

Así, no podemos esperar que todos manden noticias para los que quedaron, pues eso seria imposible.

   El buen sentido nos dice que debemos aprender con los variados mensajes dictados,  que constan en libros y más libros, y no esperar, de forma egoísta, que recibamos un mensaje particular para después creer.

Momento espírita


( Ver inquietudesespíritas.blogspot.com )