DESLIGAMIENTO DEL MAL
Antes de la reencarnación, en el balance de las responsabilidades que competen, la mente, despierta ente la Ley, y no solo ve apenas los resultados de sus propias culpas. Reconoce, también, el imperativo de liberarse de los compromisos asumidos en los sindicatos de las tinieblas.
Para eso efectúa estudios y hace planes referentes a la estructura del nuevo cuerpo físico
que le servirá para el paso decisivo en el reajusta, y coopera, cuanto le es posible, para que sea efectivo el tallado de la cámara correctiva, en la cual se regenere y, al mismo tiempo, se aislé de las sugestiones infelices, capaces de arruinar sus buenos propósitos.
Patronos de guerra y del desorden, que expoliaban la confianza del pueblo, escogen el propio encarcelamiento de la idiotez, en las que se hagan desapercibidos de las antiguas comparsas de las orgias de sangre y locura, por ellos mismos transformados en lobos inteligentes, espías que tejieron intrigas de muerte y artistas que envilecieron las energías del amor, imploran ojos ciegos y estrechez de raciocinio, recelosos de volver a la convivencia con los malhechores que, un día eligieron por asociados y hermanos de lucha más intima. Criaturas insensatas, que no vacilaban en hacer la infelicidad de los otros, solicitan nervios paralíticos o troncos mutilados, que los aparten de las bandas de las sombras, con las cuales cultivaban rebeldía e ingratitud; el hombre y las mujeres, que se embrutecieron en el vicio, ruegan la frustración genésica y, aun, el suplicio de la epidermis deformada o purulenta, que provoquen repugnancia y consecuente desinterés de los vampiros, en cuyos fluidos degradados y vómitos repelentes se complacían en los placeres inferiores.
Si alguna enfermedad irreversible te señala la vestimenta física, no pierdas la paciencia y aguarda el futuro. Y si traes alguien contigo, portando esa o aquella inhibición, ayuda a ese alguien a aceptar semejante dificultad, como siendo la luz de una bendición.
Para todos nosotros, que hemos errado infinitamente, en el largo camino de los siglos, llega siempre un minuto en el que aspiramos, ansiosos, por el cambio de vida, fatigados de nuestras propias obsesiones.
Por el espíritu EMMANUEL – Del libro: Justicia Divina, Médium. Francisco Cándido Xavier
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MIEDOS
INFANTILES
Existen
criaturas que tienen miedos inexplicables.
Sin
que nadie las haya amedrentado con figuras monstruosas, con la
oscuridad o ahogamientos, ellas demuestran temer a la oscuridad, al
mar, el rio, a las armas.
Se
atemorizan y corren asustadas para el cuello de los padres, o quedan
paradas, llorando escandalosamente, frente a determinadas
situaciones.
Hay
hasta incluso bebes que duermen tranquilos en el regazo materno. La
madre les deja dormiditos, los besa con dulzura y los cubre, llena de
cariño.
Mientras
tanto, en cuanto ella sale del cuarto y apaga la luz, ellos
despiertan en gritos, con tremendo temor, demorando para calmarse, en
la secuencia.
Algunas
criaturas tienen dificultad con la oscuridad. No consiguen entrar en
un local a oscuras, aun mismo que estén acompañadas. Registran su
descontrol agarrándose a las manos de quien están con ellas y aun
mismo así, lloran, piden con insistencia que se encienda la luz.
Algunos
padres, deseosos de que sus hijos crezcan sin miedo, los obligan a
enfrentar tales situaciones, llamándolos maricas, bobos, y otros
adjetivos aun más infelices.
Obligan
al hijo a entrar en una sala oscura y tomar algún objeto, a
propósito, enojándose si la criatura llora, grita o no hace lo que
le piden.
Para
vencer el miedo al agua, se adentran en el mar, en el rio, o en la
piscina con el hijo en los brazos, obligándolo a quedar allí. La
criatura llega a la desesperación, arañando y gritando asustada.
Los
miedos infantiles de ese orden no son fruto de esta vida, en vidas
anteriores, es que son registrados desde los primeros meses, sin
ninguna explicación razonable del ahora.
Son
registros que el espíritu trae, de vidas anteriores, por haber
sufrido algún mal, tal vez hasta la muerte, en lugares oscuros o en
el agua. Quién sabe si sufrió algún derrumbamiento, quedando a
oscuras por algún tiempo hasta consumar la muerte física.
O
tuvo la muerte por agotamiento, algunas veces por imprudencia propia.
Es
porque tales miedos infantiles nos merecen todo respeto y cuidado.
La
criatura deberá ser llevada, poco a poco, con extremado cuidado, a
entender que ahora está segura.
Los
padres podrán asegurarle esto, muchas y muchas veces, diciendo que
la amana y la protegerán. Que el no precisa temer la oscuridad, que
ella desaparece cuando encendemos la luz.
Llevarla
al mar, para para mojar los pies descalzos, saltar en la arena, y
poco a poco, ir hablándole de la necesidad de la prudencia más,
también, que no hay motivo para tanto miedo.
Quizás
llevar al hijo a la piscina muy rasas y quedar con el, incentivándolo
asaltar en el agua.
Jamás,
en ninguna circunstancia, reírse de sus temores o calificarlos de
forma negativa.
Son
problemas muy profundos del espíritu y de forma delicada, cuidadosa
y profunda deben ser trabajados.
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El
hijo que nos llega es siempre un espíritu pidiendo ayuda para su
crecimiento interior. Confía en nosotros y por esto nos toma por
padres.
No
le faltemos en los momentos más importantes. Ayudémoslo a superar
sus dificultades, con calma.
No
nos importe el aplauso del mundo, ni si el no ostentara jamás las
medallas del hombre corajoso o del mejor nadador. Lo importante es
que se torne un hombre equilibrado superando las dificultades una a
una, seguro y feliz.
Redacción do Momento Espírita
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A LOS ESPÍRITAS QUE LO SON O LO
SERÁN : EL ESPIRITISMO EXIGE RESPONSABILIDAD.
SERÁN : EL ESPIRITISMO EXIGE RESPONSABILIDAD.
De entre las principales finalidades de un centro Espirita, se destacan, el amparo, el esclarecimiento y el consuelo, la luz de la Doctrina Espirita, que se ofrecen a todos los hermanos necesitados que la procuran. En primer lugar es obvio que si algún espirita pretende ayudar a alguien, a la luz del Espiritismo, es necesario que el conozca sus fundamentos básicos. En este punto que verificamos surgen muchos problemas, de forma muy común, en diversos centros Espiritas de todo Brasil. Infelizmente, muchos dirigentes y trabajadores de la saga Espirita no la conocen a fondo (a veces, ni superficialmente) las obras básicas del Espiritismo codificadas por Alan Kardec y por eso mismo se tornan inaptos para orientar a algún necesitado, o aun mismo para proferir una charla sobre el Espiritismo. Nos parece que muchos aun no conocen aquellas viejas frases: “Hemos de comenzar por el principio” o “No se inicia la construcción de una casa por el tejado, y si por los cimientos”. Es común constatar que diversos Centros Espiritas y Federaciones de algunos Estados, en sus cursos básicos de Espiritismo, o aun mismo en charlas abiertas al publico en general, releguen las obras de Kardec a un segundo plano, dando franca preferencia a otros libros psicografiados. Y orientan a personas iniciadas en la Doctrina a comenzar a leer ese tipo de literatura que, queremos dejar bien claro, son importantes, favorables y de inestimable valor, sin embargo, para aquellos que ya poseen conocimientos de los elemento básicos de la Doctrina Espirita. No es raro escuchar charolas publicas , donde muchas personas se encuentran allí por primera vez, y vemos que el expositor espirita, después de esclarecer que aquel local es una “Casa Kardecista”, se pone a hablar sobre los bonos hora, de ministerios existentes en las colonias, “espirituales” ., de los vehículos de locomoción existentes allá etc.… Ahora, si es alguien de buen sentido, nulo en conocimientos espiritas, quien asiste a ese tipo de charlas, luego dudará de la seriedad del Espiritismo y de los espiritas, pues, con razón, hallará que todo aquello es ilógico o se trata de un cuento de ficción. No debemos olvidarnos de que todos los días llegan a los Centros Espiritas personas oriundas de otras religiones, que nada conocen del Espiritismo y por eso es que en materia de charlas, como en relación a orientar sobre lecturas, es de suma importancia que se de énfasis a las obras básicas de la Doctrina, que son: “El Libro de los Espíritus”, “El Evangelio Según el Espiritismo”, “El Espiritismo en su más simple expresión”, “Lo que es el Espiritismo”, para que esas personas no se confundan, y , si, sean esclarecidas. Después de esos conocimientos bien asumidos en nuestras mentes, es que podremos pensar en dar continuidad, en cursos separados del curso básico, el estudio regular y metódico de “El Libro de los Mediums” y demás obras de Kardec. Solamente hay es que estaremos realmente en condiciones de estudiar las importantes y verdaderas obras subsidiarias de la Doctrina Espirita. Como dijimos en relación a esas últimas nada tenemos en contra, todo lo contrario, , sin embargo, reafirmamos que solamente aquellos que ya adquirieron conocimientos de las obras de Kardec serán capaces de absorber esas instrucciones. En el caso contrario, estaremos orientando a esas criaturas de forma equivocada y eso es una irresponsabilidad.
¿Cómo nos podemos considerar espiritas sin el conocimiento de las obras de Allan Kardec?
¿Cómo ingresar en una facultad de medicina, por ejemplo, en el cuarto año de graduación, sin tener conocimiento de los tres primeros básicos? Ciertamente, no entenderemos muchas cosas del resto del curso, sentiríamos la falta de conocimientos para comprender nuevas lecciones, y, si siguiéramos, sin duda, no volveríamos un mal profesional, poniendo en riesgo la salud de los pacientes, desprestigiando la medicina y a los colegas de profesión. . Ese simple ejemplo sirve como termino de comparación con el del Centro Espirita. Si alguna persona tuviera acceso a una Casa Espirita y no le fuera presentada correctamente la Doctrina Espirita, esta persona, en el caso que continué frecuentando ese local, continuará con falta de conocimiento y coraje para solucionar esos problemas y, en el futuro, será un médium o trabajador inseguro, lleno de dudas, e ignorante de los conocimientos que necesita para si y también para poder ayudar a los otros.
No hayamos valida la justificativa que muchos hermanos utilizan de que “Kardec es difícil de entender” o que “Las obras de Kardec son aburridas”. Recordemos textualmente las palabras del codificador en la instrucción de El Libro de los Espíritu”: “Más jamás dijimos que esta ciencia sea fácil ni que pueda aprenderla saltando, como tampoco se da con otras ciencias. Nunca será demás repetir que ella exige estudio constante y casi siempre prolongado.
Si observamos con profundidad las obras de Kardec llegaremos a la conclusión de que el siempre uso el buen sentido y para no crear dudas procuró ser objetivo simple durante la codificación. Debemos alertar de que muchas obras de otros autores que son consideradas “fáciles e entender”, más allá de muchas veces contar con errores doctrinarios, no nos tornan aptos para comprender correcta y profundamente la Doctrina Espirita, generando, más tarde o más temprano, dudas y confusiones dentro de nosotros mismos que preferimos el camino “más fácil”. De ahí la importancia de tener dirigentes espiritas conscientes y responsables para esa difícil tarea de conducir la Doctrina Espirita con el máximo de pureza doctrinaria, de saber crear cursos regulares de Espiritismo de manera adecuada y lógica, siempre a la luz de las obras de Kardec en primer lugar. Que nuestros dirigentes respeten el Espiritismo divulgándolo como él es en la realidad y no injiriendo opiniones personales como verdaderas. De ahí también surge la necesidad alarmante de capacitarse mejor, profundizándose en las obras de Kardec, de actualizarse a través del intercambio de experiencias con otros dirigentes de otras Casas Espiritas, de la lectura y divulgación de los revistas espiritas, en fin, de estudiar a Kardec para vivir con Jesús.
Pensemos en nuestra responsabilidad.
Con mis mejores deseos de orientar y ayudar, vuestra siempre amiga (Merchita)
Extraido del Blog RINCON ESPIRITA
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