Aquellos comienzos espíritas

     Albacete, como todos saben, es una ciudad pequeña que siempre se ha caracterizado por tener ciertas inquietudes culturales , expresadas en exposiciones, conferencias diversas, etc.  El ansia de saber y de conocer y hasta a veces, de experimentar, siempre fué una constante. Así , por Albacete han pasado los Gnósticos, los Brama Kumaris, los Rosacruces, etc, habiendo sido el Ateneo de Albacete el aglutinador y el punto de encuentro de estas inquietudes culturales y espirituales de tanta gente en esta ciudad.
    En la década de los años 80 también pasó  por Albacete el Espiritismo, mal representado en una asociación de la que fuí miembro fundador y que bajo el nombre de “Parapsicología”,  ( este nombre creaba más curiosidad entre la gente y no parecía tener la mala reputación que ha tenido y aun tiene la palabra Espiritismo),  se escondía la realidad simple y sencilla: eramos espíritas, o tratabamos de serlo.
     Con ayuda de la “Asociación Parapsicológica de Villena”, con la que nos unió una estrecha relación, así como con la de Valencia, la de Bocairente, y la más desapercibida de todas: una de Fuente Vaqueros (Granada), que en realidad era una cooperativa agrícola cuyas raices estuvieron en gente esencialmente buena y altruista, con gran y sencilla filosofía de la vida.  Gente que practicaba  la esencia del verdadero espiritismo, en medio de una estrecha convivencia y colaboración entre sus mienbros, dedicados a hacer una silenciosa y grandiosa obra continuada de caridad con el producto de su trabajo y su cooperación  trabajando todos sus miembros unidos codo con codo ante una labor común y cotidiana que alcanzó, no solo a esa localidad, sino también a ciertos países empobrecidos de sudamérica.
        Tal vez ante el ejemplo de los de Fuente Vaqueros, el grupo de Villena  pocos años adelante dió un radical giro a sus actividades, pues tras más de veinticinco años de formación y cohesión, se transformaron en una ONG dedicada a socorrer a los mendigos que pasaban por ese pueblo, dando ejemplo práctico de la caridad que debe caracterizar a los verdaderos espíritas….., pero eso… es otra historia.
    El grupo de Albacete terminó finalmente  por desaparecer, pero la semilla espírita quedó en los corazones de algunas personas, entre las que me incluí desde el principio, y a partir de aquella experiencia ,  y en solitario ya no dejé nunca de formarme y de profundizar estudiando la “doctrina espírita” por mi cuenta en un principio y más tarde con el apoyo de  personas y grupos con los que contacté a través de esta maravillosa herramienta que es internet, divulgando a su vez en la medida de lo que pude, lo que para mí ha sido un gran tesoro en mi vida; un tesoro íntimo y valioso que ha sido el motor que ha ido moldeando mi vida entera, a nivel  social y familiar.
   Para finalizar solo añadiré, que el Espiritismo nada tiene que ver con, brujerías, hechizos, conjuros, pactos diabólicos, magias,  adivinaciones, ni nada que se le parezca. Es una doctrina filosófica con base en  un método científico de observación, y con unas consecuencias morales profundas que se desprenden de su filosofía y que son  coincidentes con las mas puras y  esenciales  enseñanzas del Maestro Jesús de Nazaret. 
    Y ya por último, espero y deseo que este blog sirva para disipar tantos prejuicios y desinformación que lleva a asociar al Espiritismo con todo aquello que no lo es, denigrando la bondad y las enseñanzas filosóficas y morales que le son propias junto a los mas puros y elevados conceptos del  Cristianismo.
    El Espiritismo  fué codificado por el pedagogo francés Hipolite Lión Denizart Rivail, quien  a mediados del siglo IXX, en  su país de nacimiento, Francia, se interesó por el entonces de moda en muchos salones sociales de París por el   fenómeno de las mesas danzantes, que  como todos los fenómenos vinieron a ser una llamada de atención para  investigar su realidad y que esta  investigación aclarara la mediumnidad y tantos y tantos conceptos  y temas que  escribió y codificó a partir de  la  transmisión de los Espíritus Superiores  que recibió a través de varias personas que tenían en alto grado las facultades mediúmnicas necesarias para que el fenómeno de transmisión se produjese.
   El Espiritismo, en definitiva, es un factor que puede cambiar y mejorar nuestras vidas, al comprender mejor quienes somos los seres humanos, de donde venimos y hacia donde vamos o cual es nuestro destino, así como el qué y el para qué estamos en este mundo. Y sobre todo confirma y demuestra  el maravilloso mensaje de que la vida no se nos termina con la muerte del cuerpo y que realmente todos somos eternos…. pero eso… será historia para otro momento.
Jose Luis