El problema de las drogas, afecta a la armonía social y moral de las criaturas, sobretodo a los jóvenes, por todo el mundo.
Las causas básicas de las deserciones humanas a la responsabilidad yacen en los conflictos espirituales del
ser que aun transita por las manifestaciones primitivas de la razón.
Espiritualmente atrasado y sin fijaciones de los valores morales que son los que
dan resistencia para la lucha, el hombre moderno, que a obtenido tantas
conquistas, no consiguió aun conquistarse a si mismo. Logró grandes victorias sin
alcanzar la paz intima, padeciendo los efectos de los intentos tecnológicos sin los
correspondientes valores del respaldo moral. Creció horizontalmente de la
inteligencia sin desarrollar la verticalidad del sentimiento elevado. Como
resultado, no resiste a las presiones, se desequilibra con facilidad y huye en la
búsqueda del alcohol, del tabaco, las drogas alucinógenas de naturaleza tóxica…
“Atado al ambiente de donde precede, se mantiene psíquicamente en sintonía
con los sitios, no siempre felices, donde residió en el Más Allá antes de ser
enviado a la reencarnación compulsiva.
Para promover el progreso moral del planeta, millones de Espíritus han sido
transferidos de las regiones atormentadas, donde permanecían, para la
improrrogable reencarnación, a través de la cual pueden regenerarse y cambiar
el paisaje mental, aprendiendo con la convivencia social, los procesos que los
pueden llevar a situaciones menos torpes. Entre tanto esclavitudes viciosas,
resultantes de la situación en que vivían les dan la firmeza que asumen, cayendo
en la trampa de la toxicomanía.
El uso de las drogas es muy antiguo, variando los motivos de acuerdo con el
estado evolutivo de cada pueblo, no obstante, siempre de resultados negativos.
Religiosos y anacoretas, guerreros y filósofos, pobres y ricos en diferentes
periodos de la Historia se valieron de las sustancias vegetales y emanaciones
químicas, de resinas y de raíces para alcanzar los deseos emocionales que no
conseguían por los métodos normales, o para abrir las puertas del entendimiento
para los viajes místicos, el aumento del valor, el olvido…
En el mundo occidental es indiscriminado el uso de sustancias y vegetales
tóxicos, en una forma casi generalizada.
El desprecio por la vida, la búsqueda del aniquilamiento resultante de filosofías
apresuradas, sin estructura lógica ni ética, son responsables por el progresivo
consumo de tóxicos de cualquier naturaleza.
El egoísmo es responsable por la inconformidad y por la prepotencia, por la
voluptuosidad de los sentidos y por la indiferencia hacia el prójimo. El hombre
sufre de perplejidades que lo atemorizan, desconfiando de todo y de todos, se
entrega a los excesos, huyendo de la responsabilidad a través de las drogas.
A falta de líderes nobles, con significativas excepciones, caen en las redes bien
urdidas por los falsos lideres carismáticos de naturaleza meramente personal.
Son escasas las inteligencias inclinadas hacia el bien común y dedicadas a los
valores más nobles de la vida, que atraigan la atención haciéndose ejemplos
dignos de ser imitados, frente a las justas alegrías y venturas que propicien y
disfruten.
sociales, ennobleciendo a la entidades educacionales y domésticas responsables
por la preparación y cultivo de mentes en formación.
El progreso tecnológico se convierte, a menudo, en una amenaza, en un
monstruo devorador, si no es moderado en sus limites y en el tiempo apropiado.
La automatización sustituye al hombre en muchos menesteres y la ociosidad y el
desempleo enferma el sistema nervoso de los que se detienen y atormentan a
quienes se esfuerzan en el trabajo.
“Los hombres se separan, distanciados por la lucha que emprenden; se unen por
la necesidad del juego de los placeres y en esa dualidad de la conducta, la
carencia afectiva y la soledad, instalan sus arsenales de miedo, de rebeldía y
dolor, que propician la fuga hacia las drogas. Huyen de un estado o situación,
buscando inconscientemente alguna cosa; algo; seguridad, auxilio, amistad, cosa
que los tóxicos no le pueden dar.
Es imprescindible que el hombre se valorice, extrayendo de el los valores que
yacen en su interior, manifestación de Dios que el no ha sabido extraer ni buscar,
por estar guardados muy íntimamente, como desafió final para su salvación del
cáos.
Es necesaria una vida sana, conforme la moral de Cristo. , la educación en
libertad con responsabilidad; la valoración del trabajo como método digno de
afirmación de la criatura humana; la orientación moral más segura en el hogar
en la escuela, mediante los ejemplos de los educadores y de los padres; la
necesidad de vivir con moderación, enseñar que nadie se encuentra en plenitud y demostrar esa verdad a través de los hechos diarios con los que se evitaran
sueños y curiosidades, lujo y ansia de disipaciones por parte de los niños y
jóvenes; la orientación adecuada a las personalidades psicópatas desde
temprano; los ambientes sanos y las lecturas edificantes, considerándose que no
toda la humanidad puede ser encuadrada en la literatura sórdida de la “contra
cultura”, de los libros groseros, violentos y escritos con fines mercenarios, en
razón de las altas dosis de extravagancia y vulgaridad de los que son portadores.
Junto a estas terapias básicas, añadir el ejercicio de la disciplina de los hábitos,
mejor entendimiento entre los padres y maestros, una mayor convivencia de estos
con los hijos y alumnos, el despertar y cultivo de ideales entre los jóvenes…
“Y el despertar espiritual de la vida, que demuestra la preexistencia del alma al
cuerpo y su supervivencia después de la muerte. Cuanto más materialista sea la
comunidad, mas se manifiesta extenuada, desequilibrada y sus miembros
consumidores de drogas y sexo negligente, sufren más altas cargas de violencia,
de agresividad, que conducen a elevados índices de homicidio, de suicidio y de
corrupción.
El Espiritismo posee recursos psicoterapéuticos valiosos como medio preventivo
y tratamiento en el uso de las drogas y otros vicios. Con su filosofía estructurada
en la realidad del espíritu, la educación tiene primacía en todos los intentos y
las técnicas del conocimiento de las causas de la vida ofrecen resistencia y dan .
fuerza para una conducta sana.
La oración, el pase, la magnetización del agua, la adoctrinación del individuo
son medicina muy saludable para obtener la desobsesión y el socorro espiritual a a estos enfermos, que no debemos olvidar , merecen todo nuestro respeto,
atendiéndoles con cariño y tratando de dignificarlos, instalándolos para su
recuperación, al mismo tiempo que le apliquemos los recursos espiritas y
evangélicos de resultados saludables.
Visitar el Blog: inquietudesespiritas.blogspot.com
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