En los últimos años, la neurociencia sufrió una explosión en el campo de la investigación. Cada día, surgen nuevas técnicas, como escáneres cerebrales, que pueden fotografiar instantáneamente el flujo sanguíneo del órgano. “Todas las innovaciones ayudaran a revelar la organización del cerebro con detalles.” (1) Nuestro cerebro representa apenas el 2% del peso total del cuerpo más posee según investigaciones actuales, aproximadamente, 100 billones de neuronas [células nerviosas cerebrales]. Siendo que, alguna de sus partes, para realizar sus funciones, aglomera hasta 5 millones de neuronas de una sola vez y es capaz de producir cerca de 1.000 trillones de conexiones. Como las neuronas están en actividad permanente, el consumo de energía es grande, motivo por el cual consume 20% de oxigeno diario, necesario para el cuerpo físico. Se sabe, hoy, que el cerebro contiene 78% de agua, 10% de gordura, 8% de proteína, 1% de carbohidratos, 1% de sal y 2% de otros componentes. En el cerebro, en el cortex, “los centros de visión, de audición, del tacto, del olfato, del gusto, de la palabra hablada y escrita, de la memoria y de los múltiples automatismos en conexión con los mecanismos de la mente, configurando los poderes de la memoria profunda, del discernimiento, del análisis, de la reflexión, del entendimiento y de los múltiples valores morales de que el ser se enriquece en el trabajo de la propia sublimación.” (2)
Los neurocientíficos no tienen más miedo de hablar, públicamente, sobre la conciencia y como el cerebro produce la mente. Según investigadores, la experiencia espiritual de las personas puede ser explicada por la “ausencia” de actividad en una de las regiones del cerebro, más especialmente en el lóbulo parietal derecho, donde se procesa las preferencias y gustos personales y donde se “reconocen las habilidades y los intereses amorosos de la persona, por tanto, responsable por la afirmación de la identidad individual, según Brick Johnstone, de la Universidad de Misuri – EUA.” (3)
Cameron Mott, de nueve años de edad, pasó a ser sometida a compleja cirugía del cerebro, obtuvo el alta un mes después de la internación en el hospital de la Universidad Johns Hopkins. La niña tuvo casi el 50% del cerebro removido por orden médica (4). Las únicas secuelas fueron una “pequeña debilidad” en los movimientos y la pérdida de la visión periférica. Su recuperación sorprendió a los médicos y familiares y contrarió a la literatura médica. Actualmente la niña ya consiguió correr y brincar e hizo planes para el futuro. ¡Quiere ser bailarina!
Mott era portadora de síndrome de Rosmasen, dolencia que venía ocurriendo en el lado derecho de su cerebro hacia seis años, causando convulsiones violentas. En la opinión médica, solo podrían ser evitadas las secuelas más agudas por la eliminación de la mitad del cerebro de la paciente. Según los cirujanos, la recuperación de Cameron ilustra una situación rarísima en la que el cerebro promueve una “configuración” . Tal como ocurrió con Michelle Mack, de 37 años. Nacida con la mitad del cerebro, Michelle habla normalmente. El lado derecho de su cerebro se “reconfiguró” para asumir las funciones típicas del lado izquierdo. Sin embargo, en su caso las secuelas fueron más acentuadas. Mack tiene dificultades en la comprensión de conceptos abstractos y se pierde fácilmente en lugares con los cuales no tiene ninguna familiaridad. Sin embargo nuestra experiencia en el mundo nos condiciona de muchas maneras, el cerebro, sin duda, posee una capacidad espantosa para configurarse de acuerdo con la información que recibe de fuera.
Actualmente es consenso que la función cerebral más básica es mantener el resto del cuerpo físico vivo. Los procesos envueltos en esa tarea, entretanto, son extremamente complejos. El cerebro presenta 38 tipos de enzimas (neurotransmisores) tales como: dopamina, serotonina, endorfina, no adrenalina etc., además de tantas otras funciones vitales. El cerebro humano se constituye en un verdadero marco complejo de innumerables reacciones de variada naturaleza bioquímicas, electroquímicas y magnéticas. Y por eso tan complejo y tan importante, muchos materialistas del pasado defendían la tesis de que los pensamientos venían del cerebro. Si preguntásemos a un materialista lo que es la mente, el respondería ciertamente que la mente es responsable por los pensamientos. ¿Más será solo eso? vamos a razonar como nos sugiere el buen sentido espirita. Si los pensamientos vienen de la mente, luego la mente piensa! Si la mente piensa, la mente es pensante. Si es pensante, ella razona, o sea, es inteligente. Ahora, “la inteligencia es un atributo del Espíritu.” (5)
Mientras intentan explicar (solo por los fenómenos físicos), por la práctica de los Neurologista, toda clase de fenómenos intelectuales y hasta “espirituales” , a través de las acciones combinadas del sistema nervioso; y, en que pese a la Ciencia haber atendido certezas irrefutables, como, por ejemplo, la de que una lesión orgánica hace cesar la manifestación que le corresponde, y que la destrucción de una red nerviosa hace desaparecer una facultad, ella, sin embargo, está infinitamente limitada para explicar los fenómenos del espíritu. En razón de semejante situación, no podemos apartar la verdad de la influencia de orden espiritual e invisible en el cerebro.
El cerebro es el medio que expresa la inteligencia en el mundo material. Por eso, la mayoría de los estudiosos de la mente hacen de la inteligencia un atributo del cerebro. Hay una diferenciación, significativa entre la investigación académica nítidamente mecanicista, y la ciencia espirita, pues, mientras la ciencia humana hace del cerebro el excretor de la inteligencia, la ciencia espirita hace del cerebro un instrumento del espíritu, que es el ser inteligente individualizado. El cerebro se asemeja a un complicado laboratorio “donde el espíritu, prodigioso alquimista efectúa inimaginables asociaciones atómicas y moleculares, necesarias para las exteriorizaciones inteligentes.” (6)
Los Nervios, en la zona motora y lobos frontales, en el cuerpo carnal, traducen impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyendo campos de fijación de la mente encarnada o desencarnada. “Para que nuestra mente prosiga en la dirección de lo alto, es indispensable se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente, ella puede captar, del plano divino, las energías restauradoras, construyendo así el futuro santificante.” (7)
“Los órganos son los instrumentos de la manifestación, de las facultades del alma, manifestación que se halla subordinada al desenvolvimiento y al grado de perfección de los órganos, como la excelencia de un trabajo o está la herramienta propia a su ejecución.” (8)
“Encarnado, el Espíritu trae ciertas predisposiciones y, si se admite que a cada uno corresponde en el cerebro un órgano, el desenvolvimiento de esos órganos será efecto y no causa. Si en los órganos estuviese el principio de las facultades, el hombre seria una maquina sin libre albedrío y sin responsabilidad de sus actos”. (9) se percibe por las instrucciones de los espíritus que la causa de los impulsos cerebrales que llevan al individuo a realizar un acto o pensamiento reside en el espíritu. El periespiritu, en interacción con el cerebro y el sistema nervioso, esencia de la vida, y su manifestación en el mundo material, o cuerpo físico.
El Codificador busca de los Espíritus la justificación de la relación entre los órganos cerebrales y las facultades morales e intelectuales (del espíritu), y de ellos recibe esta magnífica explicación: “No confundáis el efecto con la causa. El Espíritu dispone siempre de las facultades que le son propias. Ora, no son los órganos los que dan las facultades, y si estas las que impulsan el desenvolvimiento de los órganos”. (10)
Cuando sean descubiertas tecnologías mucho más sofisticadas, que nos posibiliten un examen profundo de la estructura funcional del periespiritu, la medicina se transformara radicalmente. Los hospitales, poseyendo instrumentos de altísima resolución, mucho más allá de aquellos que existen hoy, los diagnósticos serán, inequívocamente, precisos , lo que posibilitará la cura real de las dolencias. Los profesionales de la salud trabajaran mucho más de forma preventiva, evitando, así, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas alargadas, invasivas, realizadas, abusivamente, en los actuales días. Los médicos tendrán la oportunidad de conocer, con detalles, la estructura tridimensional del cuerpo periespiritual, comprendiendo mejor el modo como se imbrican las complejas estructuras del psicosoma, en las llamadas sinergias, para mejor auxiliar en la terapia y manutención del psicosoma, en las llamadas sinergias, para auxiliar mejor en la terapia y manutención de la salud mentó-física-espiritu al de sus pacientes.
Jorge Hessen
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