La crisis financiera que viene avalando a algunos países de Europa con consecuencias en los Estados Unidos y en Brasil viene siendo anunciada hace mucho tiempo. Los Espíritus en sus más diversos comunicados vienen, a lo largo de los años, advirtiendo a la humanidad al respecto de sus desobediencias. La consecuencia de tanto egoísmo y ambición, evidentemente, no podría ser otra. ¡La crisis es de valores morales!
Ojalá, pero, que ella no se extienda con mayor agresividad, desencadenando, por ejemplo, una crisis de escasez de alimentos, lo que, inevitablemente, llevará al hombre hacia una guerra de exterminio de proporciones ¡ inimaginables !
Chico Xavier, en varias oportunidades, elucidaba: - “La Tierra es un gran organismo que también se enferma... Y, cuando se enferma, el ‘alma del mundo’ solicita una especie de sangría, para que todo vuelva a la normalidad...”
Una nueva orden económica mundial se torna necesaria. Los países ricos no pueden continuar oprimiendo a los países pobres. Nuestra civilización es apenas de superficie. El mundo es un barril de pólvora, prestes a explotar. No es necesario ser profeta para efectuar tales vaticinios.
Infelizmente, de manera general, las religiones tradicionales fallaron en la conducción de las almas, continúan a existir por tradición o mera formalidad. No acompañaron el progreso de la inteligencia y yacen estancadas. Es cosa que no puede suceder con el Espiritismo, cuya función precipua es la de revitalizar el Evangelio de Jesús.
Así que, no esperemos solución para los problemas espirituales de la humanidad con base en la inyección de dólares en el mercado. En alabanza de un futuro mejor y que todo puede ser revisto. Las bolsas entran en crisis, es necesario, pues¡que suceda! Nos dijo Jesús... Es necesario que vengan los escándalos...”
Veamos la sabiduría de la espiritualidad conforme consta en el libro “Nuestro Hogar” del Espíritu André Luiz, psicografiado en 1943, por lo tanto, hace 68 años, que nos muestra otra especie de cambio imperando más allá de la muerte: ¡el bonos-hora! Es la moneda que jamás pierde su valor, no creando una economía ficticia, porque basada en el esfuerzo individual e intransferible.
No nos olvidemos de que el dinero en el mundo es una convención que apuntala con base en la capacidad del hombre ilusionar al propio hombre. En el mundo en que vivimos impera el retrato de la injusticia social generando la crisis de valores morales. Pero, el dinero puede ser aplicado y distribuido con Amor generando el progreso de la humanidad.
En fin, sembrando la Esperanza y la Caridad vivenciando la Justicia para que todos podremos, así, mejorar los días del mañana.
¡Piense en Esto!
-Redacción Momento Espírita-
( ver inquietudesespiritas.blogspot.com )
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