Pasan sobre los corazones atribulados de la Tierra amargas aprensiones con respecto al fatalismo de la guerra.
E infelizmente, nadie podrá calcular la extensión de los movimientos que se preparan objetivando la lucha del porvenir.
La Europa actual parece guardar “el liderazgo” de la cultura de los pueblos.
Todavía, es fácil establecer un estudio analítico de su situación moderna, de pura decadencia intelectual después de las catástrofes de 1914 – 1918.
Las dictaduras europeas reviven en la actualidad la época napolitana en la patria francesa cuando, según Chateaubriand, todo respiraba el señor, homenajeaba al señor y vivía para el señor.
En el Viejo Mundo, en todos los países que lo constituyen, se vive por el gobiernos y por más nada.
El libro, la escuela, la oficina, el club son los núcleos de recepción del pensamiento de los mayores dictadores que el mundo ha conocido.
La prensa maniatada por las medidas diacónanos no puede crear el cooperativismo intelectual de las clases y de las administraciones, obligada a vivir la fase absoluta de la unión a lo programas que sobrevivieron a la gran guerra; no puede producir la gran guerra; no puede producir expresiones que cubren la solución de los enigmas de estos nuevos tiempos, cohibidos o trabajados por leyes vejatorias y humillantes y vemos por el mundo entero la invasión de las fuerza perversas de la conciencia humana.
Jornales integrados de las doctrinas más absurdas, falsa educación por la radio que complica sobremanera la situación y los libros de la guerra, la literatura belica, inflada de demagogias y de estandartes, de símbolos y de banderas incentivando el separatismo.
Cualquier etudio de esos asuntos podrá verificar la verdad de nuestras afirmaciones.
Los hombres, en esta fase de preparaciones armamentistas viven una época de profunda pobreza intelectual.
El porvenir ha de hablar a la posteridad de esas cosas, sin necesitar que encarezcamos esas realidades a vuestros ojos.
El mundo llego a una fase evolutiva en la que es preciso encarar de frente la cuestión de la fraternidad humana para resolverla con justicia.
Los gobiernos fuertes, factores de la decadencia espiritual de los pueblos que guardaban consigo la vanguardia evolutiva del mundo, no pueden traer una solución satisfactoria a los problemas profundos que os interesan.
Se nos figura que la función de las dictaduras e preparar las reacciones incendiarias de las colectividades.
Lo que el planeta necesita es crearse una nueva forma de justicia económica entre los pueblos.
Que se adopten medidas conciliadoras para esa situación de pauperismo y de alto imperialismo de las naciones.
Los que estudian la política internacional pueden resolver en gran parte de los fenómenos que convulsionan todos los países, analizando la llamada cuestión de las materias primas.
Materias primas quiere decir colonias.
Colonias quiere decir – posibilidades de vida y de expansión.
Es verdad que en la España actual, ante todo, reside el imperativo del dolor, redimiendo grandes culpables de antaño, constituyendo esa dolorosa situación, uno de los cuadros más terribles de las pruebas colectivas, más no solo de las ideologías extremistas allí se combaten, presagiando un nuevo organismo político para el mundo.
Uno de los directores de un manicomio español aseveraba hace poco tiempo que más de 400 personas en un año habían procurado refugio, como locos, en ese sitio de locos, en virtud de las necesidades imperiosas del hambre.
España es pobre en tierras.
De cien hectáreas de terreno, tal vez solamente treinta podran ofrecer campo propicio a la agricultura.
No solo la vieja península se debate en esas necesidades tan duras.
China no está soportando el aumento continuo de su población.
Japón viene fortificándose para poder nutrir a su pueblo.
Alemania reclama sus antiguas posesiones.
Polonia estudia un proyecto para colocar en África o en América más de 10.000.000 de criaturas que sus posibilidades económicas no está comportando-.
En esos aluviones de protestas se oyen los jingles de las armas y mejor seria que el hombre volviese su mirada para el campo fraterno, antes de la destrucción que se fuera a consumar.
Sería mucho mejor estudiar la cuestión cariñosamente, analizándose los códigos de las medidas inmigratorias que las naciones no se dejasen dominar tanto por los erupciones del nacionalismo, intentando establecer un plano de concesiones racionales y resolviendo la cuestión del troca de productos entre los países, solucionando el enigma de la repartición que la economía política no pudo conseguir hasta hoy, no obstante su perfección técnica en el circulo de la dirección de las posibilidades productoras.
Lo que verificamos es que sin la práctica de la fraternidad verdadera todos esos movimientos pro-paz son escenarios diplomáticos sin un fondo práctico a pesar de sus intenciones respetables. Más… el mundo no se halla para la rebelión de las leyes misericordiosas de lo Alto y estas, en el momento oportuno, sabrán oponer un dique a la chacina y al arrasamiento.
Confiemos en ellas, porque los códigos humanos serán siempre documentos transitorios como el papel en el que son archivados, mientras no se asocien parágrafo por parágrafo el Evangelio de Jesús
Fco. Cándido Xavier.- ( Acción Vida y Luz )
"La verdad no se deja engañar; conoce perfectamente a los que de ella se vuelven dignos. No juzga por las apariencias; sondea lo íntimo penetra en el fondo de los corazones, revelándose a los de de hecho la buscan y quieren."
-Regina Lucía de Souza-
( Visitar el blog elespiritadealbacete.blogspot.com )
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