La palabra homosexual viene del griego homo + sexual.
El Sexo es una definición simple, es el conjunto de caracteres anatómicos, fisiológicos y funcionales que establece la diferencia entre el cuerpo de hombre y de mujer.
La sexualidad es un sentimiento “misterioso” que trasciende a la razón.
El Diccionario Brasileño de la Lengua Portuguesa, Mirador, define:
Homosexual: “actos sensuales entre individuos del mismo sexo o persona que tiene afinidad sexual, solamente, para individuos del mismo sexo.
Homosexualidad: “cualidad de homosexualidad”. Se observa que se trata de la individualidad y personalidad humanas.
Homosexualismo: “practica de actos homosexuales”. Es, por tanto, la exteriorización del sentimiento sensual por las afinidades sexuales entre personas del mismo sexo denominado pederastia entre hombres y lesbianismo entre mujeres.
Como ven, el homosexualismo es una actitud individual y personalísima que no cabe censura o condenación una vez que el libre albedrío es Ley Natural.
Otro factor complicado es el desconocimiento de la causa.
La Ciencia, hasta el presente momento no llegó a la conclusión de que se trata apenas de sentimiento, desvío de personalidad o dolencia. Todo lo que se ha propagado al respecto se basa en el camino de la hipótesis. Se ha atribuido la causa del homosexualismo al “Karma”, esto es, Ley de acción y reacción o de Causa y Efecto, exacerbado por la vía de la reencarnación, lo que no es de descartar, sin embargo, carece de prueba científica. El Espiritismo no se vale de una hipótesis para probar algo o alguna cosa. Sigue la Ciencia.
Delante de lo expuesto, la Doctrina Espírita, basada en sus postulados axiomáticos, respeta el libre albedrío de las personas, sin embargo, no está de acuerdo con cualquier tipo de promiscuidad, depravación, libertinaje, atentado al pudor, a las buenas costumbres, al orden público y a la Ley Objetiva.
En las Casas de oración espírita no hay discriminación. Todos somos hijos del mismo Padre que es Dios. Ese Ser soberanamente amoroso, bueno, justo y verdadero. Omnisciente, omnipresente y omnipotente.
Según Juan el Evangelista, Dios es Amor. Por tanto es inconcebible en una Casa de Dios discriminar a uno de Sus hijos, en cualquier situación en que él se encuentre.
La Doctrina Espírita preconiza que Dios es la Inteligencia Suprema del Universo, Causa primera de todas las cosas. Como tal no es creíble aceptar a Dios aconsejando cualquier tipo de discriminación, mucho menos a homosexuales.
"Es mejor encender una vela que maldecid la oscuridad." Confucio
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