¿ En qué sentido actúa siempre la Evolución?
En la Naturaleza todos los seres en alguna forma se relacionan evolutivamente, de modo que cada ser individual depende del conjunto de los demás seres para su propia evolución. Todos cumplen una función dentro de los ecosistemas y dentro de cada ambiente ecológico, y todos colaboran en la marcha ascendente y global de la Vida en su más amplio concepto.
La Evolución hasta llegar a alcanzar y aún sobrepasar la etapa humana, supone un proceso gradual y lento de progresiva perfección de todo lo creado. Esto se inicia partiendo desde las energías cósmicas o psíquicas de la Mente Creadora que actúan como energías potenciales de la Naturaleza inorgánica o mineral. Estas energías, posteriormente, de modo gradual y a lo largo de muchos millones de años se van haciendo más dinámicas, dando vida a los otros reinos de la Naturaleza, el vegetal y animal sucesivamente en sus diversas especies, repitiendo casi infinitas veces las mismas experiencias dentro de cada etapa, a cada paso, a fin de que queden bien asimiladas por el ser que conforma el alma primaria animal, que en el comienzo de su desenvolvimiento, actúa solo e instintivamente , sin consciencia alguna de individualidad, y sí en modo grupal por especies, se va poco a poco concretando en unidades espirituales individuales e independientes entre sí con mayor consciencia gradualmente de su individualidad y de su Ser, lo cual supone haber alcanzado el primer escalón del ser espiritual dentro de la etapa humana. . En este proceso de perfeccionamiento contínuo que puede suponer, tal vez, miles de millones de los años de nuestro tiempo físico, finalmente terminan alcanzando una perfección que llega mucho mas allá de la alcanzada por el Ser humano actual, de modo que el proceso de su evolución lo realizan bajo unas formas corporales mucho más sutíles que la nuestra, e incluso finalmente sin las formas corporales que ya no aportan nada nuevo al Espíritu que en esencia es Luz Divina.
Debemos comprender que en cuanto a nuestra alma o Ser espiritual encarnado, bajo nuestra apariencia física, todos somos energía individualizada procedente de un mismo origen y desde nuestra casi infinita pequeñez, formamos parte del Universo y de la Naturaleza, por lo cual todos los seres estamos inmersos en una misma dinámica evolutiva universal que camina siempre hacia delante a lo largo de los tiempos y las edades.
¿ En que sentido evoluciona el Ser espiritual ?
La evolución global del Ser espiritual humano, se realiza en tres aspectos: en el aspecto intelectual, en el volitivo y en el moral.
El progreso intelectual supone un desarrollo de la inteligencia y lo aplicamos al propio bienestar y mejora material y social.
El progreso moral es aplicado al particular progreso espiritual y también repercute en el progreso social del ser humano, al que la convivencia en sociedades a lo largo de los tiempos siempre le ha sido necesaria como algo intrínseco en su naturaleza y esta necesidad le es cada vez mas fácil de relizar gracias a su mayor nivel ético y moral. En este progreso han tenido mucho que ver las religiones, o mejor dicho , los códigos éticos y morales que han dejado los Mensajeros y Profetas alrededor de cuyas enseñanzas, estas se han forjado.
Por último el aspecto volitivo desarrolla nuestra fuerza de voluntad que actúa como el necesario motor impulsor de los otros dos aspectos del progreso evolutivo.
¿ La evolución afecta solo a la parte material?
La evolución como ya hemos visto, se puede reflejar o manifestarse en en la parte material de los seres, en cuanto a belleza y perfección, pero antes se realiza en las formas psíquicas o espirituales del Ser y desde esa realidad se ve reflejada en las formas materiales que las contienen, por lo que se podría afirmar que la evolución real es la del Espíritu , pero que también afecta a las formas materiales con las que se relaciona.
Conforme evoluciona el Ser espiritual , el Cuerpo Astral con el que forma una Unidad, también evoluciona transformándose de modo progresivo en un cuerpo de energía psíquica, que va evolucionando y perfeccionándose cada vez más en una forma más sutil y etérea, hasta el extremo de llegar a perder su capacidad de unión con el cuerpo vital de energía física , mas densa, que rodea al cuerpo físico y que a su vez le servía para mantenerlo unido a él, llegando finalmente por mecanismos evolutivos a quedar libre del proceso reencarnatorio humano, porque ha de llegar el momento en que al espíritu ya no le es necesario el cuerpo físico para continuar en su periplo evolutivo por otros mundos más sutiles que el nuestro.
La parte material o física del ser humano ha evolucionado en la medida que lo ha hecho el
motor y esencia que mueve su físico, o sea su espíritu o parte material.
¿ Para evolucionar pasamos todos las mismas clases de pruebas?
Es de meridiana claridad y lógica, admitir que esto no es así necesariamente, porque el ser humano a cada paso es libre para seguir el camino correcto que le indica la ley del Amor impresa en su Conciencia, o de no seguirla, y de ello depende el que cada uno tenga que experimentar o sufrir, tal vez muchas veces, unas pruebas u otras.
Se dice que cada persona es un mundo, queriendo indicar la diversidad por la que todos nos diferenciamos unos de otros. Y es que cada uno está aprendiendo lecciones programadas para esa vida, o bien está purgando una deuda con la ley de Consecuencias, etc. No hay dos espíritus iguales como no hay dos personas iguales, por tanto aunque el destino de todos los espíritus es la perfección, en cada momento las lecciones que cada uno experimenta y aprende en la vida, son precisamente las que particularmente cada uno necesita, por lo que no hay dos iguales en ese aspecto.
¿Nos podemos estancar evolutivamente ?
Desgraciadamente somos bastante propensos a ello, precisamente por el bajo nivel evolutivo que todavía tenemos por el apego a las cosas materiales y por los defectos y vicios humanos que a veces nos esclavizan durante muchas existencias humanas, pero cuando se produce un estancamiento evolutivo del espíritu, finalmente, la indolencia que a veces no nos deja avanzar, termina siendo rota por la propia ley evolutiva que impulsa al Ser espiritual a reaccionar ante el dolor .
El proceso de evolución espiritual humana supone un cambio lento e ininterrumpido, pero cuando se relentiza y atrasa demasiado , o se estanca, nos vemos finalmente abocados a continuar lo que quedó pendiente de asimilar en una vida humana, más tarde en otra nueva existencia que puede suponer un acoplamiento en lo personal y social , como por ejemplo podría ser el acicate de una desgracia o una enfermedad que aunque humanamente hablando sean temibles, a fin de cuentas, puede ayudar a la superación de esos aspectos espirituales pendientes que se le resistían.
Cuando el Ser comienza un nuevo ciclo evolutivo, a veces lleva en sí mismo a modo de asignatura pendiente algo del ciclo evolutivo anterior que tal vez no ha aprendido o asimilado todavía, y esto lo deberá afrontar en una nueva vida a veces difícil o dolorosa, por lo que así se siente empujado a la superación y asimilación definitiva de lo que quedó pendiente. Esto traducido en tiempo humano a veces puede suponer largos siglos y muchas existencias humanas encaminadas a su corrección.
¿Cual es la meta evolutiva hacia la que nos dirigimos?
Esta meta es la de alcanzar finalmente , tras las necesarias existencias en el plano material, de un grado de Perfección ilimitado e infinito , siempre inalcanzable en plena totalidad, pues consiste en llegar a aproximarnos a Dios que es infinito en su Perfección Absoluta y en la medida que lo vayamos logrando, evolucionando a lo largo de tantas vidas en la carne mediante la ley realizadora de la Reencarnación, ascendiendo cada vez a mayores niveles de perfección moral y de sabiduría, iremos así obteniendo el premio de una absoluta e infinita felicidad y dicha basadas en la sintonía con la Fuente Infinita del Amor, Causa Primera de la Creación, al adquirir un mayor Conocimiento, Comprensión y Perfección que en este momento evolutivo que atravesamos, nos son por ahora inimaginables a los seres humanos..
Esta felicidad suprema, es una dicha que viene dada y agrandada por la conquista de los valores y facultades Divinos que nos capaciten para poder aproximarnos a la Fuente de Origen y gozar de esta Perfección participando en la Mente Divina.
( Extraído del Libro de la Curiosidad, de José Luis Martín )
“La perfección en el amor, porque es infinita, tan solo en el Padre es comprendida, no siendo la creación otra cosa que el reflejo de Su Amor”.
Frase de Jesús nº 429 (Según el Centro de Estudios de Ciencias Universales)
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