En el año 1972, el día 15 de febrero, desencarno en Salvador la Sra. Ana Alves Franco ( Madre de Divaldo Pereira Franco )
Diez años después, estando su hijo, Divaldo Franco, en visita a Francisco Cándido Xavier, en Uberaba, Chico Xavier confió al médium y tribuno bahiano que la Sra. Ana Franco le gustaría transmitirle, en aquel momento, un mensaje dictado por su corazón nostálgico de madre abnegada.
A Divaldo le extrañó, pues su madre era analfabeta, y, cuando el le leía el “Evangelio Según el Espiritismo”, en el culto familiar, ella revelaba mucha dificultad en comprender las palabras que no fuesen de su vocabulario habitual.
Los dos médiums entraron a un recinto, llevando dos señoras para hacer de secretarias en el intento.
Divaldo psicografió un mensaje del Dr. Bezerra de Menezes.
Chico psicografió, en 42 páginas, el mensaje de Ana Franco que comenzaba más o menos así:
- Hijo mío, usted siempre me decía que le gustaría enseñarme a leer y a escribir más yo siempre le decía que no quería esa ocupación en mi cabeza. Volví para decirle que aquí en el Plano Espiritual, descubrí que ya era alfabetizada, y voy a narrarle como ocurrió mi desencarnación.”
ANA franco discurrió sobre detalles de su desencarnación, citó los trece hijos en orden decreciente de edad, y, en un cierto trecho narró:
“-Vino a recibirme D. María Domingas Bispo, amiga con la cual yo conversaba tanto!... Esa amiga desencarnó en 1932, en Feira de Santana.”
Al llevar la misiva para Bahía, Divaldo, como es obvio, la mostró radiante, a sus familiares, a un hermano mayor, una que otra hermana y a algunos parientes. Ellos fueron unánimes en afirmarle que D, Ana jamás había tenido esa amiga!
Por supuesto, Divaldo debería creer en los familiares, ya que era el último hijo, el más pequeño de todos.
No se podía acordar de la señora citada en la carta. Sus hermanos negaban el hecho narrado.
No en tanto Divaldo decía:
“¿Chico? ¡Él no se engaña!
Investigaciones fueron hechas con la ayuda de Prefecto, que había sido contemporáneo del médium en el grupo escolar. No había registro de ninguna D. María Domingas Bispo en ningún cementerio local.
Divaldo pidió auxilio a un amigo, Lauritz Bastos, que después de una oración, en un día de inspiración y optimismo, después de innumerables intentos encontró el registro del óbito, con la misma fecha y detalles del mensaje de Chico. En un cementerio bien apartado del centro de la ciudad en una localidad llamada San José de las Pororocas. ¿Porque había sido su cuerpo enterrado en San José de Pororocas?
D. María Domingas Bispo, por haber sido protestante, fue inhumada en un cementerio propio ya que los evangélicos, en aquel tiempo, no tenían permiso para ser enterrados a través de las Santas Casas Locales; debido a un atavismo religioso, se acreditaba que ellos serian castigados por Dios, por no ser bautizados!
Este hecho sencillo en el que un corazón de madre viene a hablar de sus ansias, se torno así, en un atestado de la inmortalidad del alma, pues no se puede negar la autenticidad científica que por las investigaciones, no podría haber, como fue citado, ni hiperestesia de la mente, ni transmisión de pensamiento de médium a médium, ni sugestión, ni telepatía! Ya que en 1975 todos los que conocían el hecho se encontraban desencarnados…
“¡El alma es inmortal y reencarna tantas veces como precisa para su ascensión espiritual. “La vida es única como decía Pablo de Tarso, más con varias etapas – las reencarnaciones!”
Nosotros que somos imperfectos, si nuestro hijo nos pide un pan, jamás le daremos una serpiente en el lugar del pan, imagínese lo que el Padre hace por nosotros…
El infierno es el de nuestra conciencia que al tornarse consciente de las equivocaciones, queda deseosa de liberarse de los mismos. ¡Se arrepiente, y procura liberarse a través de la reparación necesaria! ¡Las reencarnaciones son oportunidades benditas para nuestro erguimiento espiritual, ya que Dios es Amor! ¡No castiga ni perdona…Ama!
-Ana María Spränger Luiz- Libro: EL PABLO DE TARSO DE NUESTROS DÍAS O - Ed. Leal Publicado en el Reformador
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-"Usa la verdad con el objetivo de ayudar y jamás como un arma de agresión o venganza.
La verdad es cual diamante que exige adecuado envoltorio para mantenerse seguro, y no herir cuando es lanzado contra alguien.
Tu verdad tal vez no sea la legitima o por lo menos no será la completa.
Presérvala para el momento adecuado, en el cual puedas dignificar y erguir a quien caiga o se esté precipitando abismos de locura e ilusión."
(Vida Feliz -- Joanna de Angelis)
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