CAÍDAS MORALES

CAÍDAS MORALES

Al enviar   este mensaje, nos informa Chico Xavier que el fue psicografiado en la reunión de estudios en Uberaba, en el cual participaron numerosos visitantes de otras ciudades. Y esclarece: 
“Antes de las tareas habituales, el problema de las caídas morales fue el tema dominante en las conversaciones de nuestros visitantes. Algunos casos de suicidio  y la criminalidad preocupaban a gran parte de amigos y diversas preguntas surgían sobre el asunto. 
¿Por qué el abandono de compromisos solemnemente asumido por personas claramente instruidas o claramente normales desde el punto de vista humano? ¿Por qué existen  hijos que huyen de los padres y viceversa? ¿Por qué ciertas criaturas comienzan con tanto entusiasmo el servicio del bien y de un momento para otro dejan la obra iniciada, sin mayor consideración para con los otros? ¿Por qué el suicidio de personas indiscutiblemente respetables.
Después de abierto el horario para nuestros estudios y después de la oración inicial, el Libro de los Espíritus, consultado al caso, nos ofreció la cuestión nº 171, en conexión con el asunto dominante, titulada por el, que paso a las suyas, pues muchos de nuestros compañeros exteriorizaron el deseo de verla con su comentarios.”

NO SOPORTARON· Emmanuel

El mal –será siempre el engaño, el error, el desequilibrio, el desajuste. Y para recuperar convenientemente a las víctimas, la primera actitud es la del entendimiento que nace de la compasión.
Así sucede porque la caída moral, en el fondo, significa traspasamiento de la carga de emociones e ideas negativas que creamos en nosotros.
Cuando notes la presencia de compañeros caídos en perturbación, reflexiona, sobretodo, en el esfuerzo inmenso del que dependerán para soportar la presión de los propios conflictos en la intimidad de la cela carnal en la que provisoriamente residen.
Este reencarno para rescatar antiguos débitos ante los enemigos de otras épocas, cuya convivencia le cabe tolerar por algunos decenios. Entretanto, por algún tiempo, aguanto en si el impacto de vibraciones contrarias que el contacto difícil le causaba y, aunque sin razón, volvió al campo de defensa, reincidiendo en la culpa.
Aquel torno a la Tierra a fin de reajustarse en ambiente de penuria material, de modo para corregir tendencias a la disipación y la indignación. Todavía, aunque corrigió el fardo de obstáculos en cierto trecho del camino, hasta que, sin motivo justo para la rebeldía, derivó para la deserción y los consecuentes remordimientos.
Otro vino de nuevo al plano físico a fin de operar la propia desvinculación, de hábitos infelices, después de solicitar situaciones regenerativas en auxilio de si mismo. Sin embargo, después de algún trabajo en la auto reeducación, se consideró portador de imaginario cansancio y retornó a las costumbres lastimables de otros tiempos, adquiriendo arrepentimiento a largo plazo.
Otros aun pidieron las pruebas en la Tierra para apartarse de las inducciones al suicidio, en cuyas sombras se demoraron en estancias del pasado. Más, terminada cierta cuota de aflicciones, se impacientan con el peso de los problemas con los que se oprimen y destruyen el propio cuerpo inútilmente, retomando pruebas y lágrimas de las que muy difícilmente lograran deshacerse.
Cuando observes el mal, compadécete de aquellos que aguantan sus envestidas. Mientras tanto, compadécete más aun de todos aquellos que lo practican.
Los que sufren de conciencia tranquila están ampliando el campo de la alegría y de la bendición en los dominios de la propia alma. Los que hacen el mal, sin embargo, no se soportaran a si mismos. Y, como expanden los conflictos que acumularon por dentro de ellos mismos, aniquilan las benditas posibilidades de la vida para cuyo reajustamiento serán necesariamente compelidos a luchar y recomenzar.

LA EXPLOSIÓN DE LA CALDERA· j Herculano Pires (Hermano Saulo)
Nótese la estructura didáctica de este mensaje. Primero, la colocación del problema del mal y de cómo debemos vencerlo. Después, la definición de la responsabilidad de los culpados y la advertencia de que ellos caerán bajo la explosión de la caldera interna de los conflictos psíquicos, vencidos en la batalla moral para sofocarlos, mereciendo por tanto nuestra compasión y nuestra ayuda. Para seguir, los ejemplos concretos que nos ayudan a mejor comprender el problema. Y, por fin, el recuerdo de que debemos compadecernos de los que practican el mal, pues son las victimas de sí mismos, destructores de las oportunidades que la vida les ofrece en cada existencia.
Si acrecentásemos las escuelas de psicoterapia de nuestros días la dimensión espirita – como ya lo están haciendo algunos especialistas eminentes -, la causa de los desequilibrios mentales y pasionales se tornaría más accesible a los métodos de cura. El concepto espirita del cuerpo carnal como verdadera celda en la que el espíritu se halla encerrado, según vemos en este mensaje, implica naturalmente el concepto de la reencarnación. Más la limitación existencial de las escuelas psicológicas, agravadas por los preconceptos y por la vanidad profesional, impide esa penetración en las profundidades del espíritu.
Los traumas y los recalques del alma, presentes y actuantes hasta aun mismo en las personas aparentemente más equilibradas, son comprimidos en el interior de la celda del cuerpo que se transforma en una caldera peligrosamente explosiva. Si no colocamos en esa caldera la válvula de la humildad, para que ella pueda aliviar su presión a través de una visión más amplia de la vida, la explosión ocurrirá, fatalmente, más tarde o más temprano. El intelectualismo vanidoso es una especie de residuo que entorpece la válvula natural de la intuición espiritual y apresura el momento fatal. Nuestros instintos animales, nuestras ambiciones desmedidas, nuestro orgullo herido, nuestras pretensiones de supremacía aceleran día a día el ritmo de la presión interna.
Y cuando caemos ante la explosión que debíamos evitar, no somos nada más que victimas de nosotros mismos. Los que culpan a Dios, al destino, a la mala suerte, son victimas temerosas, renitentes, que aun mismo después del desastre rehúsan reconocer las causas reales. Pobres seres amargados bajo el peso del propio orgullo, de los cuales debemos compadecernos por los cuales precisamos hacer oración.

Artículo publicado , en la década de 1970. originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo.
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DALE TIEMPO A DIOS

Si estas angustiado, preocupado, agotado y tal vez desesperado por uno o varios problemas y ves que tu única salida, es que Dios intervenga. Ten cuidado de no ser demasiado insistente, porque a veces en nuestra insistencia no nos damos cuenta de que Él nos esta respondiendo pero de una manera distinta a la que esperábamos.

Algunos creen que orar significa pedir y pedir, seguir insistiendo, rezando y rogándole al Señor con infinidad de palabras, como si tratáramos de convencer a Dios. Otros levantan la voz, como si Dios fuera sordo y como si ante su gran determinación evidenciada por el volumen y el tono de su voz, Dios estuviera obligado a responderles.

Este tipo de oración no demuestra que tengamos mucha fe, ni confianza en que Él va a respondernos. Al contrario, pone de manifiesto nuestra incredulidad.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es creer, y esperar con fe.

¡Espera que Dios te responda! La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o exigirle a Dios?

Es estar en comunión con Él, esperando con fe, que Su respuesta en algún momento llegará.

Una vez que hayas hecho tu petición tomate el tiempo necesario para escuchar. Quédate en silencio y deja que Él te hable.

Aquellas cosas que consideras tus propios pensamientos, quizás sean la suave voz de Dios. Si es Su voz, lo sabrás rápidamente porque vendrán a tu mente soluciones e ideas que jamás hubieras imaginado.

A veces no oro con palabras. Tomo mi corazón con mis dos manos y lo elevo hacia el Señor. Yo se que Él me entiende.

A veces no oro con palabras. Mi espíritu se postra a Sus pies, y con Su mano sobre mi cabeza, nos comunicamos en dulce silencio.

A veces no oro con palabras. Estoy cansado, y mi corazón encuentra todo lo que anhela, reposando y descansando en Su presencia.

Si has orado por mucho tiempo y no has recibido respuesta a tus peticiones. Si sientes que los cielos están cerrados y que Dios no te escucha, tengo una buena noticia para ti: Todo ruego, toda petición realizada con sinceridad y con fe a nuestro Padre Celestial no será ignorada y a Su tiempo, será respondida. Es en estas situaciones donde debemos confiar en que Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a su tiempo sabremos y entenderemos.

Merche

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 “Si se te confía el cargo de educar a una persona, será tu deber hacerle notar con dulzura sus defectos. Exceptuando tales casos, ocúpate de tus propios asuntos y cultiva la virtud del silencio”.

- Krishnamurti-

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Krishnamurti

FACTORES QUE DIFICULTAN LA EVOLUCIÓN DEL SER

 “Si se te confía el cargo de educar a una persona, será tu deber hacerle notar con dulzura sus defectos. Exceptuando tales casos, ocúpate de tus propios asuntos y cultiva la virtud del silencio”.

- Krishnamurti-

Cuando se llega a abordar este tema, se comprende que es el que más necesita ser meditado y asumido, porque a todos nos afecta en mayor o menor medida, y como ya sabemos, nuestra misión en este mundo es en definitiva el impulsar nuestra evolución y mejora espiritual, por tanto debemos saber identificar aquellos factores que nos lo impiden o dificultan.

Sin duda alguna son los defectos morales, que son defectos del Espíritu. Para poder eliminarlos, lo primero que es necesario, es saber identificarlos y conocerlos para poder lograr superarlos, porque precisamente estos defectos morales que todos tenemos aún en mayor o menor medida ,son nuestros principales enemigos espirituales debido a que atrasan el progreso evolutivo de nuestro Ser.

Estos defectos son muchas veces un tormento para el que los tiene, y otras para quienes conviven con quien los tiene. Todos hemos oído alguna vez hablar del orgullo lastimado, la ambición frustrada, la ansiedad de la avaricia, el sufrimiento de la envidia y de los celos, etc....Cada uno de estos defectos espirituales son como grilletes y cadenas que lastran el alma y le impiden su vuelo hacia las alturas de lo Divino.

Como Seres espirituales que somos, tenemos la obligación de analizar y controlar que clase de energías existen en nosotros. Hay unas que salen de la fibra sentimental del alma, otras de la parte mental del espíritu y otras del cuerpo físico. Las que salen del alma son causadas por el Amor, por lo que son siempre positivas. Las que produce la mente pueden ser positivas o negativas, según estén armonizadas con el alma o con el cuerpo cuyas energías de carácter vital y animalizado son siempre negativas porque no las produce el Amor.

Al estar acostumbrados a movernos como seres humanos en vez de cómo seres espirituales, nos suele parecer correcto o justificado cuando actuamos impulsados por un defecto, porque en nuestra valoración interna no lo vemos como tal. La vara de medir si estas energías son mas o menos positivas, es el grado de Amor que contengan. Consecuentemente debemos intentar dominar y anular toda energía que salga de nosotros que no contenga Amor, con el fin de no estancarnos en nuestra evolución.

El gran fallo que hemos cometido desde siempre los humanos, es que la vida social y de relación fue asentada sobre la base del egoísmo y de la ambición ,en vez de apoyarse en principios de Solidaridad y de Caridad; de ahí que las relaciones sociales y humanas entre gentes y pueblos, siempre hayan sido siempre tan tormentosas y difíciles .

- José Luis Martín-

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“Los estorbos mas grandes de la felicidad pueden ser los apegos”

-Toni de Mello- Testigo de la Luz -

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