“La verdadera religión será aquella que más
hombres de bien hiciera.”
-
Allan Kardec-
¿ Qué significa la
palabra “Religión”?.-
Esta
palabra procede del vocablo “Religare”,
que significa religar o volver a unir el Espíritu humano con Dios.
Esto parece estar de acuerdo con la idea de que somos Seres que
partimos de Dios, nuestra Fuente de Origen por quien fuimos creados,
y hacia El aspiramos finalmente regresar “religándonos” o
uniéndonos a El..
Este regreso o acercamiento a Dios, Fuente de Origen
que es Perfección Infinita, a la vista de lo imperfectos que aún
somos los seres humanos, jamás se podría lograr en una sola
existencia en la Tierra, por larga y fructífera que esta fuera, por
lo que necesariamente deberá continuar en su aspiración a lograrlo
en otras existencias humanas , a través de una larga evolución
espiritual conquistada mediante las propias obras y esfuerzos, pero
no por medio de credos religiosos,o por participar en ceremonias ni
en liturgias de carácter mas o menos oculto, sobrenatural o
misterioso, sino adaptando en su vida las sencillas enseñanzas
morales que ciertos Espíritus de elevada categoría evolutiva
han legado a la Humanidad en diversas épocas y lugares con el
propósito de señalar el camino adecuado de su evolución
espiritual.
Religión , Religiosidad y
Espiritualidad .-
El
conocimiento espiritual y los postulados religiosos a veces
coinciden en algunos puntos esenciales o básicos, pero no son
exactamente lo mismo, porque una cosa es la religión interpretada
como la inquietud por el conocimiento y cumplimiento dogmático de
ciertos rituales y preceptos determinados y otra bien distinta es
la Espiritualidad que conlleva solamente la aspiración por vivir
conforme a unos conocimientos espirituales y morales para un
crecimiento del alma, íntimo y personalizado,
coincidiendo mas o menos con determinados postulados religiosos.
El
conocimiento espiritual es cubierto solo parcialmente por algunas
religiones, pero estas no siempre cumplen fielmente con el propósito
para el que fueron creadas por los hombres intentando agrupar a los
adeptos a determinado Maestro, Enviado o Profeta. Esto ha dado motivo
para que en el seno de las mismas hayan habido numerosas escisiones
y enfrentamientos que las han dividido, habiendo surgido tantas
sectas, escuelas esotéricas y filosofías que en lugar de las
religiones ofrecen una amplia gama de enseñanzas y conceptos de
todas clases y colores, pero a veces mas acordes con las inquietudes
espirituales y con el intelecto del ser humano actual.
La
religión propiamente dicha, se refiere a aspectos de culto y
ceremonias, mientras que la religiosidad o espiritualidad, es un
sentimiento íntimo y natural con
el que muchos nacen como una vocación innata que les lleva a
identificarse con el sentido del bien y con la justicia; como una
necesidad o aspiración innata de orden espiritual . Este sentimiento
es algo que cada persona debe experimentar de modo personal e íntimo
desde el fondo de su Ser. Para que llegue al corazón ,la
espiritualidad tiene que ser un sentimiento vivido y no aprendido.
Sería
deseable que la religión siempre estuviese impregnada de
religiosidad, como un sentimiento nacido del corazón de cada
persona, que es donde se encuentra a Dios, y El no necesita de
ceremonias, templos de piedra, ni sacerdotes que pretenden erigirse
en sus ministros e intermediarios exclusivos entre El y nosotros.
Cada cual debiera ser sacerdote de sí mismo, para comunicar con la
parte íntima de Dios que todos llevamos en el corazón.
La
religiosidad se debe expresar y resumir en las diversas religiones
como la expresión de las mas altas aspiraciones espirituales. No
obstante hay que considerar que la
religiosidad no se debe confundir con la Verdad, pues es entonces
cuando por este motivo el ser humano puede llegar a caer en el
fanatismo y hasta la en la crueldad para imponer sus ideas sobre los
demás.
Así podría considerarse que la religiosidad es un camino hacia la
Verdad que solo parcialmente cada persona puede encontrar en su
interior.
- José Luis Martín-
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“ El
único bien es el Conocimiento y el único mal es la ignorancia”
-Diógenes -
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Si hay quienes discurren acerca del descanso improductivo después de la muerte, piensa en los que sufren por amor durante la experiencia terrestre. Indaga a las madres devotas sobre si tendrían coraje de relegar a sus hijos delincuentes a la soledad de una mazmorra…
Prefieren llorar dentro de la pocilga de una cárcel y trabajar por ellos, en lugar de residir en el paraíso con el pecho desbordante de lágrimas.
Pregunta a los padres afectuosos si pedirían la horca para los retoños de su propia sangre comprometidos en débitos insolubles…
Escogen la condena a trabajos forzados a fin de llegar a verlos recuperados, sin importarles tener que renunciar a los premios que la soledad tuviera destinados a su honradez.
Inquiere a la esposa abnegada si abandonaría al compañero en la locura para ir a lucirse en un desfile de santidad…
Insistirá por las vigilias en el manicomio para servirlo, a cambio de los laureles en la plaza pública.
Interroga al amigo sincero si se despreocupará de su amigo y confidente cuando está sumido en dificultades…
Aceptará compartir sus pruebas, aunque para ello debiera rehusar a los privilegios con que el mundo pudiera galardonarlo.
Eso es lo que sucede en la Tierra donde el amor está todavía mezclado con el egoísmo, del mismo modo que el oro se confunde entre la ganga del suelo.
Más allá de las cenizas de la tumba existe la paz de conciencia y la alegría profunda por el deber noblemente cumplido, y si eres afecto a la bondad y la renuncia podrás continuar cuanto quisieres en el auxilio a los seres amados que aprendiste a venerar y querer, o bien proseguir con la exaltación de los ideales y las tareas edificantes que abrazas.
A medida que develamos los secretos del amor puro, reconocemos que nadie puede ser en verdad feliz si no promueve la felicidad de los otros, mientras avanza por su propio camino.
El Creador determinó que la noche se cubriera de estrellas y que el espino creciera recamado de rosas.
Por nuestra parte, trabajaremos y sufriremos por amor en los siglos venideros, para ayudarnos unos a otros a erigir la felicidad de nuestro nivel, hasta que todos podamos acceder a la suprema felicidad de la unión con Dios, para siempre.
JUSTICIA DIVINA (obra dictada por Emmanuel y psicografiado por Chico Xavier)
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Rui Barbosa |
LA VERGUENZA DE SER HONESTO
El brasileño Rui Barbosa, gran jurista y diplomático, notable escritor, además de un extraordinario orador, dejó un escrito que nos hace reflexionar sobre la actual situación de nuestra sociedad.
Él escribió: “de tanto ver triunfar las insignificancias, de tanto ver prosperar la deshonra, de tanto ver crecer la injusticia, de tanto ver agigantase los poderes en las manos de los malos, el hombre llega a desanimarse de la virtud, a reírse de la honra, a tener vergüenza de ser honesto…”
La indignación de Rui Barbosa, aunque haya sido hace mucho tiempo, tiene sentido y es digna de nuestras reflexiones.
Personas que se dejan llevar por la opinión de la mayoría, fácilmente se enredan en la falta de honestidad con la justificación de que “todo el mundo lo hace”.
Ese es un lamentable equívoco, fácil de percibir con algunas reflexiones.
Considere que usted es un espíritu libre e independiente, que sobrevive a la muerte del cuerpo físico, y que recibirá de las ideas de la vida, conforme sus obras.
Considere, aun, que usted llegó al mundo solo, y solo volverá, cuando llegue su hora.
Usted, es solamente usted, responderá por sus acciones, nadie más.
Incluso que “todo el mundo lo haga”, cada uno será responsable, individualmente, delante de la propia conciencia.
De esa forma, no permita que esa onda de falta de honestidad y corrupción, que asola gran parte de la población, arrastre con usted también para el lodazal.
Acuérdese de que delante de su conciencia usted estará siempre solo, sin testimonio de defensa, a no ser sus actos nobles.
No vale la pena abrir la mano del único patrimonio que realmente le pertenece, que es la honradez, por algún dinero o beneficio oscuro, que tendrá que dejar en la aduana del túmulo.
La dignidad es el patrimonio más valioso que alguien puede tener. No lo desperdicie con cosas efímeras que pertenecen a la tierra.
Y lo que es más interesante, es que hasta las personas deshonestas cuentan con personas dignas, en quien puedan confiar... ¡Extraña paradoja!
Por más que se diga que la falta de honestidad está en alza, hemos visto verdaderos imperios desmoronarse por causa de la falta de ética.
Hemos visto empresas e instituciones de prestigio, bancos sólidos, viniéndose abajo por forjar resultados, defraudar documentos, engañar, extorsionar...
Empresas que no trabajaban con la transparencia están perdiendo a sus inversores, que prefieren apostar en una relación de confianza.
Se puede percibir que en el medio económico la confianza aun es el capital que más atrae y multiplica el dinero.
Nadie, en sana conciencia, invierte en instituciones o empresas en las cuales no confía.
Y es importante recordar que las empresas son dirigidas por personas. Y son las personas las que dan fiabilidad o no a los negocios.
Por tanto, es siempre el individuo el portador de los valores morales capaces de generar confianza, la única base capaz de sustentar tanto los negocios como la amistad.
Sin duda esas reflexiones son oportunas y deben hacernos pensar al respecto.
Al final, si la falta de honestidad se vuelve regla general de conducta, ¿qué será de nuestra sociedad?
Por tanto, vergüenza de ser honestos: ¡jamás!
Piense en eso, y no contribuya para turbar el lago de la esperanza con el detritus de la falta de honestidad.
Rui Barbosa
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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