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miércoles, 1 de octubre de 2014

El Magnetismo y los Pases

Gina de Rezkalah
EL MAGNETISMO EN LOS TIEMPOS MODERNOS – EL PASE

En la medida que el hombre se intelectualiza, su vanidad por el mucho saber lo torna orgulloso de si mismo; entonces pasa a negar todo y, de la misma forma ciega con que antes aceptaba las creencias más absurdas, lo hace repeler ahora ideas sin examen y sin criterios.
Pase es el nombre dado al procedimiento de transición energética, que bajo el nombre de magnetismo, fue estudiado por el eminente científico Mesmer, cuyos efectos son conocidos desde tiempos remotos por varias creencias. Es conocido en otras corrientes espiritualistas, no necesariamente obedeciendo a las mismas dinámicas, se dice que el pase es un poderoso método terapéutico.
Esta transmisión energética se da a través de lo que Kardec llamó magnetismo común, donde tanto puede ocurrir un efecto rápido como lento exigiendo algunas aplicaciones durante sesiones continuadas. Esta es la manera comúnmente empleada en las salas de pases. En las entrelineas, Kardec dice  que todos tienen el poder, llamado magnetismo  humano cuya acción depende de la potencia y de la calidad imprimida a los fluidos del magnetizador, o en lenguaje generalmente  utilizado del médium pasista, o simplemente pasista.
La segunda descrita por Kardec es magnetismo espiritual, o sea, fluido de los Espíritus, cuya actuación es “directa y sin intermediarios sobre un encarnado, sea para  curar o calmar un sufrimiento, sea para provocar el sueño sonambúlica espontaneo, sea para ejercer sobre el individuo una influencia física o moral cualquiera”, y las cualidades de estos fluidos dependen de las del Espíritu actuante.
El magnetismo mixto, o semi espiritual se trata de la mezcla de los fluidos de los Espíritus con los de la persona que hace las veces de magnetizador.
Kardec aun esclarece que es posible desenvolver la facultad de curar por la influencia fluídica; y aun acentúa ”que estas especies de curas reposan sobre un principio natural”(ítem 34 – cap.XIV)

En el capitulo siguiente el insigne Maestro lionés trata de los milagros descritos en los Evangelios, y el subtitulo –Curas – se repite, esta vez para ilustrar con ejemplos prácticos que anteriormente describiera teóricamente.
 Sobre la cura de la mujer hemorroisa el concluye:
“La Irradiación fluídica normal fue suficiente para operar la cura “no habiendo ocurrido magnetización, ni imposición  de manos, ósea, la energía no fue conscientemente  dirigida para aquella mujer, más ella misma la atrajo. “El fluido, siendo dado como materia terapéutica, debe atender al desorden orgánico para reparar, puede ser dirigido sobre el mal por la voluntad del curador o atraído por el deseo ardiente, la confianza, en una palabra, por la fe del enfermo.(…) la fe es una virtud mística, como ciertas personas entienden, más es una verdadera fuerza atractiva…
En otras palabras, el enfermo deseoso de recobrar la salud, crea para sí un campo receptivo para fluidos que lo puedan beneficiar. Los mecanismos por los que esto se opera huyen a la observación, una vez que nos e tiene  una conciencia espirita. Los equipamientos actuales de diagnostico por imagen tal vez pudiesen auxiliar si hubiese grupos interesados en captar procesos como el que se describió, ahí se podría comprobar científicamente lo que apenas por deducciones más o menos  lógicas se arriesga afirmar.
La visión del ciego de Betsaida fue restituida gradualmente, no porque Jesús no pudiese hacerla espontanea, más si tal vez por causa de las circunstancias o porque quisiese hacer observar que no todo ocurre en el tiempo que la criatura quiere, pues precisa aprender a esperar y esperar con paciencia y la misma fe ardiente, sin esmorecer.
Las curas existen, es un hecho comprobado por la Doctrina Espirita en las sabias palabras de su Codificador. Si la Medicina  no reúne objetos que puedan corroborar  con la teoría Espírita, es necesario aguardar que el tiempo  madure las simientes.
Bien, decir que es posible realizar curas a través de las acciones magnéticas es diferente de acreditar que ellas puedan ocurrir en todo momento y con todas las personas.  Si fuese así, la justicia Divina estaría impedida de actuar, ya que independientemente  de las circunstancias, siempre habría cura para cualquier mal físico, desde el resfriado hasta el sida. Solo la ingenuidad  y la superstición, sumadas al desconocimiento del Espiritismo, depositan fe en este frenesí.
Procedimientos como: pedir que la persona que va a recibir el pase extienda las manos (generalmente sobre los ojos); pedir que fije los ojos o que se concentre, o que piense en Jesús; ofrecer indiscriminadamente el agua fluidificada después del pase; realizar maniobras extravagantes como crepitar de dedos; excesivo sincronismo entre los pasistas, solo tornan una medida que es toda natural, en un espectáculo perfectamente dispensable.
Se analiza: las personas que se someten a entrar en la sala de pase deben ser previamente advertidas que el barullo interfiere en la concentración. Se presupone que los que quieran recibir algún beneficio ciertamente van a pensar en Jesús y pedir íntimamente con fervor. Beneficio que vendrá independientemente de la posición en que estén las manos; si no viniera será por otras razones. El hecho de los pasistas iniciar al mismo tiempo hace que algunos de ellos quede esperando que los otros terminen; el objetivo es que las personas sean al mismo tiempo disminuyendo el tumulto.(¿) sacudir los dedos como si expulsase los “malos Fluidos” o “fluidos pesados” es materializar demasiado las cosas. Ofrecer agua fluidificada a todo el mundo después del pase, más allá de banalizar algo muy serio, evidencia que no todos consiguen liberarse fácilmente de los ritualismos.
Se acrecienta a esto, la recomendación de la abstención de alimento animal, con énfasis para la carne, pues, dicen, ella interfiere negativamente en los fluidos del donador. Bien, por ser un entendido en la cuestión del Magnetismo, Kardec reveló más interés en ocuparse con detalles realmente importantes, prefirió optar por la lógica – el fluido es fluido, materia es materia, y dejo  para los Espíritus burlones la tarea de brincar con la fe deslumbrada de los incautos.
Ante lo expuesto, se percibe que el estudio serio  y continuado de la Doctrina de los Espíritus  ha estado ausente en el movimiento espirita. Es posible constatar que pretensiosos estudiosos incurren en errores primarios sobre muchos puntos, inclusive sobre este, y terminan en querer imponer la visión particular desprovista de respaldo  doctrinario, lo que acaba haciendo que adquieran discípulos, tan mal informados como ellos mismos.
Gina de Rezkalah 
BLOG DE LOS ESPIRITAS  Por Maria Ribeiro
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LA TERAPIA
DEL ABRAZO


¿Qué hace usted, por ejemplo, cuando está con dolor de cabeza? ¿O cuando está chateando? ¿Será que existe algún medicamento para aliviar la mayoría de los problemas físicos y emocionales?

Pues sí, durante mucho tiempo estuvimos a la búsqueda de alguna cosa que nos rejuveneciese, que prolongase nuestro buen humor, que nos protegiese contra las dolencias, que curase nuestra depresión y que nos aliviase del estrés.

Sí, alguna cosa que fortaleciese nuestros lazos conyugales y que, inclusive nos ayudase a dormirnos tranquilos.

¡Lo encontramos!... ¡el medicamento ya había sido descubierto y ya estaba a nuestra disposición, y continúa al alcance de nuestras manos!

Lo más impresionante de todo es que, encima, no cuesta nada.

Aunque, cuesta sí, cuesta un poco de orgullo, un poco de pretensión de ser auto-suficientes, un poco de voluntad de vivir del modo que queremos, sin depender de los otros.

Es el abrazo.

El abrazo es milagroso.

Es una medicina muy fuerte.

El abrazo, como señal de afectividad y de cariño, puede ayudarnos a vivir más tiempo, a protegernos contra la enfermedad, curar la depresión y fortalecer los lazos conyugales y familiares.

El abrazo es un excelente tónico.

Hoy sabemos que la persona deprimida es más susceptible para las dolencias.

El abrazo disminuye la depresión y revitaliza el sistema inmunológico de la persona.

El abrazo inyecta nueva vida en los cuerpos cansados y fatigados, y la persona abrazada se siente mucho más joven y vibrante.

El abrazo aumenta significativamente la hemoglobina en la persona abrazada.

Para recordar, la hemoglobina es aquella parte de la sangre que trasporta el oxigeno para los órganos más vitales de nuestro cuerpo, inclusive el cerebro y el corazón.

El uso regular del abrazo, por tanto, prolonga la vida, cura la depresión y estimula la voluntad de vivir y crecer en la vida.

¿Sabe cuántos abrazos necesita usted por día?

¡Cuatro...para sobrevivir!
¡Ocho... para mantenerse vivo!
¡Doce... para prosperar!

¡Y lo más bonito es que este medicamento no tiene contraindicaciones y no hay manera de darlo sin recibirlo de vuelta!

¡No lo deje para después!
¡No pierda la oportunidad!
                                                   ¡ ABRACE !
¡El mejor tiempo es hoy, y el mejor momento ahora!
¡¡¡ Abrace… Abrace… Abrace !!!
Mensaje Esparsa
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VISIÓN CORRECTA DEL ESPIRITISMO



     Es innegable que el Espiritismo, esencialmente, como hecho natural, como ley de vida, es de todos los tiempos, se encuentra aunque de un modo difuso o velado en el aliciente de todas las creencias inmortales, razón por lo que debe ser concebido no como una secta particular y si como elementos capaz de fortalecer las diversas religiones y abrir camino para que ellas se encuentren con las variadas ciencias, llevando al hombre a cumplir de manera integral su destino en este mundo, a través del desenvolvimiento tanto de las potencialidades sentimentales como intelectivas. Siendo así, nada impide que un católico, un teósofo, un amante de la Umbanda o del esoterismo sea también espirita, cara al carácter universalista, cósmico, del Espiritismo, y quien quisiera defender esta posición ciertamente descubrirá algunas frases de Allan Kardec para apoyarse. Con todo, solamente será espirita en parte, y no de un modo completo, pues es igualmente indiscutible que la verdadera Doctrina Espirita está en la enseñanza que los Espíritus dieron (“El Libro de los Espíritus”, introducción, ítem XVIII), y tal enseñanza es suficientemente clara cuando establece los fundamentos de una filosofía racional (ídem, Prolegómenos) que incompatibiliza la teoría y práctica del Espiritismo con todo aquello que tiene sabor a místico y es destituido de contenido lógico. De ahí porque nadie puede ser fiel a la causa espirita si dejará de actuar con buen sentido.


No basta obtener la tarjeta en el Club de la Pureza Doctrinaria para servir con eficiencia en el espiritismo. Lo importante es tener una visión correcta y el buen sentido indica que, para eso, el primer cuidado es no ser radicales. En la historia de todos los movimientos que han surgido para alargar los horizontes mentales del ser humano siempre fueron las concepciones extremistas las que estragaron todas… Son ellas las fuentes generadoras de la ortodoxia y toda ortodoxia es fechadura dogmatica atrancando las ventanas del libre análisis, sin el cual se torna imposible el progreso. Acontece que tanto hay una ortodoxia excesivamente conservadora, dedicada para sustentar el tradicionalismo, como hay una ortodoxia exageradamente renovadora, que nada respeta, ni aun mismo los valores fundamentales e imprescindibles para la identidad de un pensamiento filosófico. La primera produce la inmovilidad por la fe ciega y la segunda va tan lejos que destruye cualquier fe, aunque nazca del conocimiento bien construido. Es lamentable, más aun no aprendimos una gran lección de la Antigüedad clásica: la Virtud esta en el medio…

Con el debido aprecio a los que luchan por fijar el espiritismo únicamente en el plano científico o exclusivamente en la esfera religiosa, y aun con la justa consideración a aquellos que desean conservarlo en su rasgo primitivo o modernizarlo por completo, osamos afirmar que la providencia básica para tener una óptica sino perfecta, por lo menos razonable, del Espiritismo, consiste en abandonar la presunción de sabiduría infusa y estudiar con inteligente humildad la obra de Kardec, donde son límpidamente expuestos los principios incuestionables de nuestra Doctrina y los puntos sobre los cuales ella misma recomienda reflexión, pesquisa y debate para la madurez de las ideas.

Lo malo es que, en vez de examinar sin premeditación los libros del maestro lionés, recurrimos a ellos con el deliberado ánimo de captar escasos argumentos alimentadores de nuestras tendencias ideológicas, sin admitir que, como las demás personas, estamos sujetos a limitaciones perceptivas. Ora, como todos nos situamos en grados de evolución diferenciados, cada uno ve el Espiritismo de una forma distinta, resultando de ahí las insanas divergencias de opinión. Si sabemos administrarlas, cultivándolas con equilibrio y moderación, todavía podremos convivir en régimen de trabajo solidaridad y tolerancia, en consonancia a la divisa, o lema, de la Codificación. Si caemos en el radicalismo, terminamos siendo nocivos y no útiles al ideal común. Es lo que parece, salvo mejor juicio…

Por Nazareno Tourinho

Fuente: Reformador nº 2000 de Noviembre de 1995

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