|
************************
Regina Lucia de Souza *********************** CONSEJOS PARA UN ALMA NECESITADA DE HUMILDAD Pasar desapercibido, no llamar la atención sobre si mismo, ni siquiera sobre lo que se hace, pues toda obra pertenece al Señor. Por tanto ser humilde es estar ajenos a todo mérito o reconocimiento que prodigue el amor propio. Se buscará la entrega total de vida y obra, de resultados y triunfos que no son nuestros. Al alcanzar esta manera superior de vivir, en que la entrega absoluta de los resultados y de la vida misma en lo que tiene de bueno y aprovechable alcanzaremos a escalar los primeros peldaños de la humildad. El olvido de si mismo. El reconocimiento de nuestra desvalía frente a la importancia de la Obra Divina y de la Divinidad misma. El despertar de la conciencia considerando nuestra insignificancia y la grandiosidad de la naturaleza. Ser capaz de engranarse en la obra que se desarrolla, sin buscar ventaja, con absoluto desinterés, sin aprovecharse de nadie… Vivir la vida entera sin percibir siquiera que podamos tener algún valor, mas, considerando lo valiosa que puede ser nuestra entrega para ayudar el destino de otros… Saber que la grandeza esta en el conjunto de la obra, donde participamos de una manera imperceptible, sin despertar envidias, ni admiraciones innecesarias. Buscar la felicidad en la conciencia tranquila, en la conciencia feliz por el bien hecho. Estos consejos no pretenden agotar un tema por sí extenso y profundo, sin crear sensibilidad sobre el rumbo de los caminos que han de ser abiertos y transitados por todo aquél que quiera llegar a ser humilde. Como ocurre con todos los asunto grave mientras más se le estudie mayores serán los horizontes que se extiendan ante nuestra vista asombrada ante la grandeza de la Obra Divina y la conciencia de nuestra propia precariedad. Nada lograremos sin esfuerzos. Si queremos alcanzar valores superiores debemos luchar para moldear nuestra naturaleza material, pero más que nada la disciplina del carácter, la transformación del hombre animal en el ser angelical. Visión acabada de una entidad que viene por siglos construyéndose así misma, a veces sin quererlo, dejándose arrastrar por la fuerza de las cosas. Otras empujando el rastro de la existencia, por el sendero apropiado, impulsándolos con la voluntad – esa fuerza superior del alma – en el sentido correcto. ¡Nada podrá impedir que alcancemos las metas anheladas! ¡Luchemos pues con valor y denuedo seguros de eliminar de nuestra alma, toda sombra, toda mácula, todo rastro de negatividad para que podamos reflejar el brillo de la luz que emerge de nuestro yo, deliberado ahora de todo el peso, de toda opresión que por siglos hemos cargado: El orgullo y el egoísmo, que venceremos para alcanzar la ansiada humildad siguiendo las huellas de Aquél que lavó los pies a sus discípulos y que siendo grande, no dudó en compartir la vida con los pequeños y necesitados! Todo camino tiene su comienzo, generalmente suele ser una nueva vereda o una senda que luego se amplía. “Buscad y encontraréis” nos aconseja el Señor. Busquemos, pues, todo lo necesario para cultivar la humildad, hoy y siempre. Olegario. Comunicación recibida en la sociedade Beneficente Bezerra de Menezes, en campiñas, SP, Brasil, en la noche del 28/04/99, durante una reunión de psicopictografía o pintura mediúmnica. *************************
PREGUNTAS FRECUENTES. A,B,C, DEL ESPIRITISMO KARDECIANO
· ¿Qué diferentes tipos de mediumnidad existen? Existen más de sesenta tipos de mediumnidad conocidos, encuadrados en distintas categorías en función de la clase de mediumnidad. Pero los médiums más comunes son los de psicofonía (cuando el espíritu utiliza los órganos vocales del médium) y los de psicografía (cuando los espíritus se valen de la escritura para manifestar su pensamiento).
******************************
¿POR QUÉ AUTO DESCUBRIRNOS?
Perturbada por las preocupaciones a las que presta demasiada importancia - la opinión de otros, la apariencia, la conquista de las cosas externas, la convivencia social y disputas insignificantes - la persona se descuida a sí misma y permanece ignorando su realidad profunda, sus potencialidades latentes.
Como considera con óptica pesimista que sólo la suya es una existencia laboriosa y difícil, pierde los parámetros del equilibrio para un análisis correcto sobre los acontecimientos y resbala en el abismo de la autocompasión, de las depresiones, de la desdicha.
Su autoestima se desvanece y vaticina la ruina de la jornada. Es por eso que no se esfuerza por revertir el orden de los pasatiempos pesimistas que vitaliza durante largos períodos de ocio físico y mental.
La vida se presenta con las mismas características para todos los seres vivos. Las ocasiones son más severas, las circunstancias surgen penosas, las enfermedades se manifiestan desgastantes, los problemas caracterizan períodos que deben ser enfrentados con naturalidad y valor, como si fueran impuestos que se deben rescatar por el honor de existir.
Con excepción de coyunturas expiatorias de la miseria socioeconómica, de las enfermedades congénitas y degenerativas, de los comportamientos físicos, mentales y morales consecuentes de las reencarnaciones marcadas por la locura, los acontecimientos aflictivos se convierten en experiencias iluminadoras para el crecimiento interior. Esas pruebas constituyen recursos que impulsan la evolución. Si no fuera así, la Tierra sería el paraíso anhelado, y la vida física se tornaría de naturaleza eterna. Su fragilidad e impermanencia, las transformaciones biológicas a las que está sujeta, dan testimonio de la limitación de su curso y de la finalidad educativa para el yo superior que la organiza.
Es necesario efectuar un examen profundo, serio, constante del Sí, de su constitución, de los objetivos que debe perseguir, de los medios a utilizar, de cómo encontrar los recursos para lograrlo. Ese análisis tiene como meta lograr la auto concienciación, mediante la cual se liman las aristas y el curso del río existencial se desliza hacia el mar de la paz. Para ello, es imprescindible el autoexamen de los comportamientos mentales, emocionales y físico-sociales.
Todo comienza en la mente, y ahí están las matrices de las próximas acciones. El ejercicio de pensar bien, eliminando las ideas perniciosas con las que se está viciado, constituye el paso decisivo para el autodescubrimiento. Interrogarse con más asiduidad respecto de quién se es y de cuáles son las posibilidades de las que se puede valer para el desarrollo interior, significa un medio adecuado para inter penetrarse. Sistemáticamente, se debe estar atento contra los hábitos perjudiciales de la autocompasión, de la censura del comportamiento de los otros, del castigarse y desvalorizarse a sí mismo, de la envidia y de los otros componentes del grupo de las pasiones que corrompen e insensibilizan. Llenar los lugares que quedarán vacíos con la eliminación de esos sórdidos cómplices mentales, con la presencia del altruísmo, de la fraternidad, del amor a sí mismo.
Reconocerse destinado al triunfo y avanzar en su búsqueda sin afectación o presunción, es la próxima etapa del programa de autodescubrimiento. Reaccionar insistentemente contra los pensamientos que producen inquietud y establecer la confianza en el Poder del Creador, del cual procede, y en sí mismo, generará armonía y valor para los enfrentamientos, ante la convicción de que está destinado a la gloria estelar que logrará con el esfuerzo personal.
Aquel que se conoce, sabe cuáles son los recursos que puede utilizar para cumplir con las tareas y funciones que le cabe ejecutar, y las acepta como parte del proceso existencial en el cual está insertado. Esa comprensión le da dignidad y lo enriquece de entusiasmo ante cada conquista, como perspectiva para la próxima victoria.
Si identifica fragilidad en este o en aquel ángulo del carácter y de la personalidad, dirige sus resistencias morales hacia ese rumbo y se fortalece. Si se equivoca, no se lamenta, porque aprendió cómo hacerlo en otra oportunidad. Como no acepta el desequilibrio, no se culpa a sí mismo ni a nadie, porque descubre el valor del aprendizaje que inicia. Si acierta, no se jacta, pues sabe que largo es el camino a recorrer.
El autodescubrimiento facilita la humildad ante la vida sin una postura humillante, porque permite la irradiación del amor dentro del Sí, consciente de su realidad y de origen divino.
Juana de Angelis - Divaldo Franco
Libro: Autodescubrimiento
"Desconocimiento de sí mismo"
************************
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario