Francisco Cándido Xavier
Ante los accidentes ocurridos en los últimos tiempos, comentábamos diversos asuntos que nos venían a la palabra en forma de preguntas, antes de nuestra reunión pública.
¿El progreso, creando tantas facilidades para la vida física, será un mal? ¿Cómo definir la posición de la maquina ante el hombre? ¿Los accidentes son inevitables? ¿Un hombre conduciendo un coche, por ejemplo, en el caso esté conduciendo el vehículo con respeto y comprensión para con los otros, acatando con sinceridad las determinaciones del tránsito, podría evitar un desastre, alterando los principios cósmicos? ¿O aquellos que conducen coches están fatalmente presos a los accidentes, sin ningún medio de evitarlos? ¿La bondad de Dios, que dirige la vida, no conseguirá librar a los hombres de esas pruebas?
Reunidos para las tareas de la noche, el Libro de los Espíritus nos dio para estudio la cuestión 793. Después de diversos comentarios de los hermanos, nuestro querido Emmanuel nos trajo el mensaje que a continuación aquí se expone:
Francisco Cándido Xavier (Emmanuel)
De vez en cuando, somos interpelados por amigos domiciliados en la Tierra que preguntan si será realmente valido el crecimiento de la civilización. Y acentúan que los engranajes del progreso material pasan en el mundo a recordar a mandíbulas de gigantes triturando existencias y dejando vasto surco de lágrimas.
Considerando, sin embargo, el progreso por ley de la vida, es más razonable ponderar en cuanto al imperativo de nuestra habilitación espiritual para recibirlo.
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Ninguna forma de vida permanece estática en los dominios del Universo.
Todo vibra y todo se transforma con vistas al perfeccionamiento incesante.
La ley de la evolución es irreversible.
Entretanto, es justo observar que no surgen ventajas sin precio.
El Creador determina facilidades para la vida y elevación de las criaturas, más no exime esas mismas criaturas del deber de utilizarlas con responsabilidad para el propio bien.
El automóvil es concesión divina, a través de la creatividad humana, para abreviar providencias, acortando las distancias.
Es imposible, sin embargo, que la dadiva no esté controlada por los reglamentos de la circulación, en cuyo irrespeto el espíritu de los beneficiarios es corregido por los resultados de la propia imprudencia.
La fuerza eléctrica elimina numerosos problemas, relacionados con el rendimiento del trabajo, preservación, eficiencia, salud y bienestar, más no puede ser culpada por los accidentes en que se envuelve, cuando no sea protegida y manejada con el respeto de cuantos se favorecen de ella.
Los electrodomésticos economizan el esfuerzo de los brazos; entretanto, reclaman esfuerzo más amplio del cerebro en los dominios de la atención, evitándose calamidades dentro de la casa.
Computadores ganan tiempo, más exigen estudios complejos, para no perturbar las operaciones de la inteligencia perjudicando la comunidad.
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El conflicto entre el progreso y la seguridad no discurre de la maquina y si del hombre que la moviliza, toda vez que se muestre la necesaria concientización para el trabajo.
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No acuses al cielo porque el cielo te beneficia en la Tierra.
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Recibe los recursos de la civilización con el aprecio que se debe a la Providencia Divina que los promueve en auxilio a la Humanidad.
En los eventos difíciles, reverenciamos los principios de causa y efecto que rigen los destinos, más no nos olvidamos de la ley de renovación, en base del amor a los semejantes, capaz de superarlos.
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Y cuando el desastre inesperado aparezca, examina criteriosamente el mecanismo de las circunstancias que lo produjeron, y muy raramente no encontrarás la imprudencia o desequilibrio de propio hombre por detrás de él.
EL PRECIO DEL PROGRESOJ. Herculano Pires (Hermano Saulo)
Todos quieren progresar, más se olvidan de que el progreso tiene su precio. El operario que asciende a un cargo de jefe para esa elevación con el aumento de su cuota de responsabilidad. El hombre ignorante que adquiere saber asume nuevos compromisos ante la colectividad. La civilización que se desenvuelve crea nuevos necesidades para sí misma y ha de suplirlas con redoblado esfuerzo. La evolución humana es acompañada del desenvolvimiento técnico y exige del hombre mayor control de sí mismo.
La habilitación espiritual del hombre para enfrentar el progreso fue propuesta por Jesús en los principios evangélicos. Desde el inicio del impulso del progreso que el cristianismo dio a nuestro mundo, la carta de habilitación nos fue puesta en las manos. En ella aprendemos la necesidad básica del amor al prójimo, del desapego a los bienes terrenales, el de orar y vigilar para que las tentaciones no nos envuelvan; la de tomar conciencia de la fragilidad humana y de la responsabilidad del espíritu, como ser inmortal, ante las leyes de Dios.
La ley de causa y efecto actúa en nuestro destino como exigencia de nuestra propia evolución. Más la ley de amor está en nosotros como providencia divina, que nos permitirá superar los efectos negativos. El amor disuelve el mal. Quien ama repara voluntariamente las faltas del pasado. Si la ley de renovación nos impele al pagamiento de pesados compromisos, el amor es el tesoro de que disponemos para adelantar esos rescates. Podemos pagar con amor el precio del progreso, en vez de someternos por negligencia al cobro compulsorio.
Artículo publicado en la columna dominical “Chico Xavier pide Licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de los 1970
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Perseverar con Dios
Cuando estés a punto de sucumbir, concédete otra oportunidad y pide por Dios.
En el momento amargo de la deserción, concédete la esperanza y ora a Dios.
Con el acicate de la rebeldía, cuando te encuentres a punto de estallar, posterga el gesto absurdo y confía en Dios.
- Joana de Ángelis -
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Queridos amigos, hola buenos días, la vida es un poema de belleza, cuyos versos están constituidos de propuestas de luz, escritas en la partitura de la Naturaleza, que exalta su presencia en todas partes.
La existencia física es un cuadro aparte de conquistas y encantamiento, mediante cuyo aprendizaje el espíritu se embellece y alcanza los páramos de la realidad. En todas partes hay sol y armonía invitando a la paz y a la participación en su conjunto feliz. Sin embargo, solamente la criatura humana se presenta triste, marcada por las zarzas morales que carga de las actitudes pasadas, de los compromisos mal vividos, de las realizaciones desastrosas, transfiriendo de una etapa a otra lo que podría lograr de una vez, en el caso que resolviera por la solución de las dificultades de dentro para fuera, que es la contribución del esfuerzo bien dirigido.
La alegría de vivir, pues, debe ser parte activa del programa de construcción personal de la criatura inteligente. Disfrutar de toda la magia existente en el panel universal, sacando las maravillosas concepciones de plenitud que está al alcance de todo aquel que desea elevarse, libre de tormentos y de amarras con el pasado.
El destino de la criatura es la libertad, hacia donde sigue con los ojos puestos en el futuro. Ser libre significa no depender, optando por lo que constituye estimulo para la victoria; no tener pasado ni inquietarse por el futuro, viviendo ampliamente el presente en transportes de paz y alegría.
A medida que se madura psicológicamente, la alegría de vivir constituye una razón poderosa para la prosecución de la actividad de iluminación. Tal alegría, ciertamente, no impide episodios de reflexión por el dolor, de ansiedad, por amor, de espera por la salud, de presencia de la enfermedad, de angustias momentáneas, de inquietud delante de lo que esté ocurriendo. Esos fenómenos, que forman parte del curso existencial, no eliminaba la alegría, más bien le dan motivo de presencia, porque a cada desafió sigue una victoria; después de cada testimonio viene una conquista; a cada emprendimiento de dolor se presenta un nuevo peldaño de equilibrio, haciendo que la alegría sea constante y motivadora para la producción de nuevos valores.
La alegría proporciona al cerebro una mayor contribución de enzimas especiales, encargadas de producir la salud, posibilitando la risa que es un estimulante poderoso para la fabricación de inmunoglobulina salivar (siga), portadora de factores inmunizantes, que propician el constante equilibrio orgánico, evitando la invasión de varios virus y bacterias perniciosas.
Reír es una forma de expresar la alegría sin que la carcajada estridente, nerviosa, descontrolada, tome parte en su exteriorización. Cuando reímos, estimulamos preciosos músculos faciales y generales, eliminamos toxinas perjudiciales acumuladas, que terminan por intoxicar al individuo.
La risoterapia significa un recurso valioso para evitar determinadas contaminaciones, pero también para auxiliar en el restablecimiento de patologías graves, principalmente infecciosas mutiladoras, las degenerativas de la máquina orgánica y varios disturbios en las áreas emocional y psíquica.
Asevera el Evangelio que raramente Jesús sonreía. Normalmente era visto llorar y casi nunca sonreír. Sus lágrimas no eran de sufrimiento, pero sí de compasión, ese sentimiento superior y elevado de coparticipación que dirigía a las criaturas, que preferían permanecer en la ignorancia en vez de aprovechar Sus lecciones libertadoras.
Era una forma de expresar ternura por los enfermos voluntarios, que en El tendrían la terapéutica eficaz para librarse de los males que los amargaban y no obstante, relegaban a plano secundario, aturdidos por la búsqueda del casi nada inmediato y fugaz.
La criatura humana es lo que es su psiquismo, conforme el actúa, así se presentan las manifestaciones del mundo de su yo y del Self.
Por tanto el pensamiento bien construido, actúa en el mecanismo del sistema nerviosos, en el cerebro y estos conjugados, producen enzimas protectoras que tornan inmune el organismo a muchas invasiones de agentes destructivos, propiciando la salud.
La alegría de vivir es una invitación para una existencia rica en producciones morales, espirituales, artísticas, culturales, estéticas, y nobles.
El destino existencial deja de ser vivir bien, que es una de las metas humanas, para bien vivir, que es una conquista personal intransferible, especial, que jamás se altera o se pierde, fomentando la felicidad y trabajando por la paz que todos aspiran.
Amigos os deseo un lindo martes con mucho amor y mucho cariño. Merchita
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PENSAMIENTO POSITIVO
¿Cuando piensas sobre el planeta Tierra, como lo imaginas?¿Lo visualizas como un lugar lleno de conflictos y maldad, o tal vez lo visualizas como un planeta con un potencial infinito para el amor, la abundancia y el bienestar?
Por favor, créanme cuando les digo que:
Nuestros pensamientos crean nuestro entorno.
Nuestros pensamientos afectan a todo y a todos.
Nuestros pensamientos son paquetes de energía que constantemente enviamos al Universo.
Cuando muchas personas tienen los mismos pensamientos de agitación, miedo e ira, estos hacen un eco en el Universo. Cuando decimos frases como "El mundo esta hecho una basura" le estamos proporcionando a todo lo negativo que está ocurriendo mas fuerza, haciendo que nuestras palabras se conviertan en nuestra propia realidad. Al compartir con otras personas todo lo negativo que sucede en el mundo, estamos multiplicando la fuerza negativa de lo que estamos hablando, creando lo que es nuestra vida en general.
Debemos tomar consciencia que nuestras palabras y pensamientos afectan a todo el planeta y a todos sus habitantes. Seguramente te preguntaras:
¿Cómo es esto posible?
Simplemente porque todos estamos conectados los unos a los otros, por la misma fuente de energía que llamamos Dios. No hay separación entre la nada y nosotros. Nada ni nadie es independiente y todos estamos conectados entre sí.
Meditamos y limpiamos nuestro campo de energía a través de las enseñanzas de todos aquellos que han recorrido el camino delante de nosotros y los consejos dados por nuestros guías y espíritus de luz. También tenemos que mantener nuestras palabras y pensamientos positivos, tratando de sentir mas compasión y comprensión hacia nuestros semejantes, tratando de perdonar de corazón lo mas que podamos.
Haciendo esto empezaremos a cambiar lo negativo en positivo. Cuando nos encontramos en un estado positivo, nos envolvemos de una vibración superior. Mientras mas alta sea la vibración, mas atraerá lo que buscamos, como el amor, la salud, la abundancia y las relaciones saludables. Por lo menos estén seguros que si no podemos cambiar a todo el planeta, por lo menos si podremos cambiar nuestro entorno. Cuesta trabajo, lo se, pero mientras mas practiquemos y vivamos dentro de esta vibración, más fácil se ira haciendo.
Eventualmente dejaremos de ver a el mundo como un lugar de lucha y desilusión. Volviéndolo en un lugar de belleza, gracia y facilidad.
La fuerza esta en la unidad, por eso es importante que todos tratemos de vibrar lo mas alto posible.
Por favor, créanme cuando les digo que:
Nuestros pensamientos crean nuestro entorno.
Nuestros pensamientos afectan a todo y a todos.
Nuestros pensamientos son paquetes de energía que constantemente enviamos al Universo.
Cuando muchas personas tienen los mismos pensamientos de agitación, miedo e ira, estos hacen un eco en el Universo. Cuando decimos frases como "El mundo esta hecho una basura" le estamos proporcionando a todo lo negativo que está ocurriendo mas fuerza, haciendo que nuestras palabras se conviertan en nuestra propia realidad. Al compartir con otras personas todo lo negativo que sucede en el mundo, estamos multiplicando la fuerza negativa de lo que estamos hablando, creando lo que es nuestra vida en general.
Debemos tomar consciencia que nuestras palabras y pensamientos afectan a todo el planeta y a todos sus habitantes. Seguramente te preguntaras:
¿Cómo es esto posible?
Simplemente porque todos estamos conectados los unos a los otros, por la misma fuente de energía que llamamos Dios. No hay separación entre la nada y nosotros. Nada ni nadie es independiente y todos estamos conectados entre sí.
Meditamos y limpiamos nuestro campo de energía a través de las enseñanzas de todos aquellos que han recorrido el camino delante de nosotros y los consejos dados por nuestros guías y espíritus de luz. También tenemos que mantener nuestras palabras y pensamientos positivos, tratando de sentir mas compasión y comprensión hacia nuestros semejantes, tratando de perdonar de corazón lo mas que podamos.
Haciendo esto empezaremos a cambiar lo negativo en positivo. Cuando nos encontramos en un estado positivo, nos envolvemos de una vibración superior. Mientras mas alta sea la vibración, mas atraerá lo que buscamos, como el amor, la salud, la abundancia y las relaciones saludables. Por lo menos estén seguros que si no podemos cambiar a todo el planeta, por lo menos si podremos cambiar nuestro entorno. Cuesta trabajo, lo se, pero mientras mas practiquemos y vivamos dentro de esta vibración, más fácil se ira haciendo.
Eventualmente dejaremos de ver a el mundo como un lugar de lucha y desilusión. Volviéndolo en un lugar de belleza, gracia y facilidad.
La fuerza esta en la unidad, por eso es importante que todos tratemos de vibrar lo mas alto posible.
- Mercy Íngaro -
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