EL PERIESPIRITU
La naturaleza del Periespiritu es formada por la fluidez de la envoltura que siempre va de acuerdo con el nivel de progreso de cada individuo. Haciendo que cada Periespiritu sea como huellas digitales que nunca son iguales. Hasta hoy en día no existe ninguna materia orgánica que pueda definir su origen vital. Su densidad y luminosidad o frecuencia vibratoria mental, están individualmente relacionados con la evolución de cada persona. El Periespiritu nunca se separa del espíritu, actuando como el conductor de los pensamientos que recibimos de el (ya que el Periespiritu no tiene la facultad de pensar por sí mismo). Esta formado por el entorno en el que se encuentra, poseyendo ciertas características de la materia, siendo también, la fotocopia de todas las sensaciones y experiencias de vidas anteriores. Aunque normalmente es invisible para las personas, hay veces que si se puede percibir a través de apariciones, ya que su forma es moldeable y metamorfosica y puede cambiar sus fluidos de invisible a una constancia semimaterial.
En el momento de la reencarnación, va lentamente creando raíces en el feto, al igual que una planta se arraiga a la tierra. El periespíritu es el vínculo que une el espíritu con el cuerpo material, que es el principio o comienzo de la vida orgánica, pero no de la vida intelectual, ya que esta pertenece exclusivamente al espíritu. Estas sensaciones se localizan en el cuerpo terrestre y cuando se destruye el cuerpo, las sensaciones se generalizan en el mundo espiritual. En el momento de la muerte el periespíritu se desprende lentamente de cada molécula del cuerpo, (de la misma forma que fue uniendose a el cuando se preparaba para reencarnar), hasta que logra liberar al espíritu. La partida del espíritu no es la causa de la muerte corporal; más bien, la muerte del cuerpo es lo que causa la partida del espíritu. Por esta causa es que se recomienda el esperar lo mínimo de 72 horas después de la muerte corporal para iniciar la cremación del cuerpo corporal.
- Mercy Íngaro -
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"Para mi, las diferentes religiones son lindas flores, provenientes del mismo jardín. O son ramas del mismo árbol majestuoso. Por lo tanto, son todas verdaderas".
La frase que acabaste de leer ha sido dicha por una de las más importantes personalidades del siglo veinte: Mahatma Gandhi.
¡Mira cuanta sabiduría en las palabras del hombre que lideró la independencia de la India sin jamás recorrer a la violencia!
En los tiempos actuales, son raros los que realmente tienen una posición como la de Gandhi, que manifestaba un profundo respeto por la opción religiosa de los demás.
Muchas personas creen que su religión es superior a las demás. Creen firmemente que solamente ellas están salvas, mientras todos los demás están condenados.
Poquísimas piensan en la esencia del mensaje que abrazan, ya que están muy preocupadas por convertir almas que consideran perdidas.
Y, entretanto, Dios es Padre de toda Humanidad. Todos nosotros tenemos la felicidad de traer, en nuestra consciencia, el sol de la Ley Divina. Nadie está desamparado.
¿De dónde viene, entonces, esa actitud de prejuicio, exclusivista, que nos aleja de nuestros hermanos?
Viene de nuestro pensamiento limitado y todavía egoísta. Casi siempre el hombre cree que lleva razón.
Imagina que sus opiniones, creencias y opciones son las mejores. ¿Ya notaste que la mayor parte de las personas cree que tiene mucho que enseñar a los demás?
Es que, por general, las personas casi no se disponen a escuchar el otro: hablan sin parar, dan opiniones sobre todo, imponen su propia opinión.
Son almas por veces muy alegres, expansivas, que les encanta jugar. Llaman a la atención por su vivacidad, por los ademanes ostentosos, por las risas contagiantes y por las conversaciones en voz alta.
Pero son raras las veces en que paran para escuchar lo que el otro tiene para decir.
Son como niños un tanto egoístas, para quien el Mundo está centrado en si o en la satisfacción de sus intereses.
Es una actitud mucho semejante a la que tenemos cuando creemos que el otro está equivocado, simplemente por ser de una religión diferente. Es que no conseguimos parar de pensar en nuestras propias escojas.
No estudiamos la religión ajena, no nos informamos sobre lo que aquella religión enseña, que beneficios nos trae, cuanto consuelo esparce.
Si estuviéramos envueltos por el sentimiento de amor incondicional por el próximo, seríamos más complacientes y más atentos a las necesidades del otro.
Y entonces veríamos que, en la mayoría de los casos, las personas están muy felices con su opción religiosa.
¿Nuestra religión es la mejor? Sí, es la mejor. Pero es la mejor para nosotros.
Es obvio que nos gusta compartir lo que nos hace bien. Ofertar a los demás nuestra experiencia positiva es una actitud laudable y natural.
Pero esta actitud de generosidad puede tornarse inconveniente cuando exageramos.
Una cosa es ofertar algo con espíritu fraternal, visando el bien. Pero diferente cuando deseamos imponer a los demás nuestra convicción particular.
¡Si el otro piensa diferente, respetémoslo! Él tiene todo el derecho de hacer escojas. ¿Quién de nosotros le conoce el alma? ¿O el equipaje espiritual, moral e intelectual que carga?
Dios nos dio nuestro libre albedrío y nos lo respeta. ¿Por qué no imitarlo?
Mientras no sepamos amar profundamente el próximo, respetándole las escojas, no tendremos actitud de amor enseñada por todas las religiones y por los grandes Maestros de la Humanidad.
Redacción del Momento Espírita.
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EL MEJOR MAESTRO
¿Cuantas veces nos hemos preguntado quien es nuestro mejor maestro?
Nuestro mejor y verdadero maestro, siempre aparecerá en nuestras vidas como un “aparente enemigo”, o como el mas provocador, es ese ser que nos pone a prueba todo el día y todos los días, el que nos lleva a conocer nuestros limites de la tolerancia y la paciencia, es todo personaje al cual nuestro ego no acepta y choca. Estamos hablando por lo general de ese compañero de trabajo con el que tenemos que convivir todos los días, o ese jefe insoportable, esa cuñada, ese vecino, etc.
Estos son los parámetros, en líneas generales, para considerar si una persona es nuestro verdadero maestro o no lo es.
El verdadero maestro provocador siempre te molesta, te cuestiona, te desafía, te provoca, te pelea, te critica, te corrige, te exige, muchas veces también te miente, te maltrata, te engaña, te estafa tanto en lo emocional como en lo económico.
Pero también debemos destacar que ese mismo maestro provocador nos lleva inexorablemente a sacar lo mejor o lo peor de nosotros mismos. Nos lleva inevitablemente a vernos tal cual somos. Porque inevitablemente veríamos reflejados en sus actitudes cosas nuestras muy encerradas y escondidas que, aunque nos cueste reconocer, nos hace brotar, porque algo nuestro vemos en ese personaje que tanto nos molesta.
¿Penetraste alguna vez en el mecanismo del agrado y desagrado? Decimos por lo general: “a mí me gusta esta persona y esta otra no”. Pero ¿Por qué?
Y, de repente un día ya no te gusta más y te empieza a gustar la otra...
¿Por qué? ¿Cuál es el mecanismo? ¿Por qué te gusta una persona?
Y la respuesta inevitable y conveniente es la siguiente:
Te simpatiza solo quien que te ayuda a fortalecer tu ego, cada vez que se convierte en una falsa ilusión y te incentiva a soñar tus falsos sueños. Pero si por el contrario, no se hace complice tuyo y NO se ajusta a tu sueño, te caerá totalmente desagradable porque simplemente te molesta, no te hace de espejo. No te simpatiza, porque sencillamente no te lleva la corriente. Vos solo necesitas que se convierta en un espejo pasivo, para que cooperes con lo que soñas, sea lo que sea.
Hay una definición de persona difícil que explica el Dr. Carlos Lozano, que ayuda mucho a comprender mas el tema:
“ Es una persona con muchos complejos y necesidades sin resolver que los lleva a agrandar su imagen a costa de humillar a los demás.”
Ouspensky, el principal discípulo de Gurdieff, dedicó su libro, "En búsqueda de lo milagroso" a su maestro, con estas palabras: "A la persona que destruyó todos mis sueños" antes de morir. No es pasiva, es activa, por eso te desagrada una persona que destruya todos tus sueños.
Ouspensky rompió su amistad con Gurdjieff en los últimos años de vida y nunca mas volvieron a verse. Empezó a trabajar por su cuenta y murió enojado con su maestro, porque en un punto percibió que trataba de destruirle sus sueños.
Y cuando alguien intenta destruir lo que soñamos, lo sentimos e identificamos como un enemigo.
Un falso maestro te ayudará siempre a soñar, mejor dicho, te ayudara a que permanezcas profundamente dormido. Nunca perturbará tus sueños.
Por el contrario, te consolará, te dará tranquilizantes, te aliviará. Sus enseñanzas serán como una hermosa canción de cuna, Te cantará para que puedas dormir bien... eso es todo, no hará nada mas.
Pero un verdadero maestro, el genuino, el autentico, es peligroso. Acercarse a él es un peligro porque te hace ver la realidad. Te acercas bajo tu propio riesgo, porque no te puede permitir soñar, no te puede ayudar a soñar, porque entonces se pierde todo el propósito.
Osho nos explica que ese maestro destruirá los sueños están muy cerca de tu corazón; entonces, crees que tus sueños son tu corazón y cuando destruyen los sueños, sentís que te quieren destruir a vos, como si alguien te estuviera matando.
Por eso los hindúes dicen que "un verdadero maestro es como la muerte". Cuando te acercas a un verdadero maestro vas hacia la muerte. Tendrás que morir porque, a no ser que mueras no podrás renacer del agua y del espíritu, Cuando se rompen los sueños la verdad llega a la existencia, la verdad se manifiesta, Osho
Hay que dejar de ser la víctima permanente, ¿por qué me han hecho eso? ¿Por qué mis padres? ¿Por qué la adopción? ¿Por qué la enfermedad? ¿Por qué mis ex parejas? ¿Por qué repito la historia y ahora veo que mi hijo también la repite?
Esa es la victima eterna.
Tenés que lograr ser el rey y no el mendigo de tu vida.
Ser el protagonista de la película, el héroe de tu historia de amor, y dejar de ser actor secundario y triste de la película ajena.
Ya basta de “lo que me hizo y lo que no me hizo, lo que me pudo haber hecho y finalmente no fue”. Esa es la mente que nos sigue haciendo estar pendiente de lo que los demás decidan hacer según su evolución espiritual que además puede ser muy poca.
Lo que me molesta del otro es lo que no puedo resolver en mí. El otro es un maestro divino, extraordinario, que me muestra mis asignaturas pendientes.
Sumergite en el vacío, el que da un salto cuántico en el vacio parece que cae y en realidad una vez que está cayendo y se suelta de todo aquello que lo aferraba en el mundo, de golpe va a volar y logrará ser libre.
Sai Baba decía una y otra vez en sus mensajes sublimes:“Aprovechen esta oportunidad sagrada de haber nacido en un cuerpo humano, para no hacerlo de nuevo. Corten esa rueda del nacimiento y la muerte. Uno nace para no tener que nacer de nuevo. Uno muere para no tener que morir de nuevo. Corten la rueda ilusoria de la mentira y sepan quienes son, de una vez por todas.”
Lo que uno es realmente, eso que somos, no podemos perderlo jamás, no se gana ni se pierde, simplemente ES. No puede haber miedo a perder, lo que NO podemos perder.
El alma no gana ni pierde, no nace ni muere, no negocia ni manipula, no tiene miedo, no siente dolor o placer.
El cuerpo si, el ego, la mente, están sujetas a esas características ajenas al alma.
La persona que vive sin indagar en el para qué del cuerpo, en el para qué de estar viviendo, sin hacer contacto con el capitán interno; es como un barco a la deriva, se aleja tanto del puerto del corazón, surcando los mares de la ignorancia externa, que no sabe hacia dónde va, no tiene un destino a dónde llegar y ha olvidado quién es.
Mientras estamos en este cuerpo, mientras estamos viviendo la experiencia de ser humanos, yo les pregunto: ¿cuál es la responsabilidad que tenemos como seres humanos mientras estamos en nuestro cuerpo?
La única verdadera responsabilidad para todo ser humano que respira, que está, que existe, en el análisis final extremo, es encontrar y descubrir quiénes somos realmente, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Conocernos a nosotros mismos, esa es la primera y básica responsabilidad como seres humanos.
Opinamos, juzgamos, creemos que nuestra mente que se nos ha hecho real, sabe lo que piensa y sobre quien lo piensa, y así en ese juego adormecido, se nos va la vida, vida tras vida, seguimos prisioneros de la irrealidad, sufriendo además la irrealidad mental de las otras partes de nosotros mismos, que también han caído prisioneras de algunas reglas del juego, y no logran recordar eso, que es solo un juego, para ir superando las etapas de lo que no somos y después entrar de pleno en el deleite de volver a recordar lo que somos, lo que siempre fuimos, lo que no podemos no ser, lo que es nuestra única realidad, y naturaleza: el alma divina, el alma universal, la energía universal, el amor.
Miren el planeta, la gente no se ama, no lo sabe, no puede, cuando cree que se ama lo hace desde la mente, desde el ego, y son amores efímeros, con su consiguiente dosis de auto-destrucción, porque cuando uno daña al otro, eso sólo vuelve sobre uno mismo, porque somos ese otro, el otro es nosotros..
No seamos nunca más parte de ese juego amnésico del planeta que sigue sin comprender la verdad, viviendo distintos estadíos de mentira y sufrimiento.
Cada vez que venga un pequeño sufrimiento a nuestras vidas es sólo la falta del amor que somos, si nos ponemos a amar enseguida, se va el sufrimiento y entra la dicha, la dicha mayor que todo lo que el mundo en su irrealidad promete.
La dicha del ser, y del amor no se compara nada, todo es pálido ante ella, todo es un mero reflejo de la plenitud que ya hay en nosotros como nuestro derecho y esencia natural.
El mundo es una proyección de la mente, entonces nuestros mundos son tan feos o tan bellos como nuestra mente.
Vas a tener que reconocerte y recordarte como el ser de luz de vuelo infinito que eres y que siempre has sido. Todo lo que siempre creíste que eras hasta ahora, eso es lo que no eres, y todo lo que nunca te atreviste a soñar que eras, eso es lo que siempre fuiste.
Es hora de vivir..!
¡ Eres un ser de luz, un tesorito en la vida, naciste para ser feliz..! Es hora de que te des cuenta de eso y que lo apliques..!
- Mónica -
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El debate sobre la eutanasia ha resurgido recientemente gracias a una excelente película que refleja la historia de un hombre que tras muchos años de sufrir una invalidez extrema, pero en plena posesión de sus facultades mentales, reclamó públicamente su derecho de escoger una muerte digna,ya que creía que su vida no lo era.
El Espiritismo nos enseña y explica que no se trata de si una vida es o no es digna (nosotros, los espiritistas, defendemos que todas lo son sin excepción),sino de comprender y asumir que la actual existencia no es más que la consecuencia y continuación de las anteriores, un eslabón más en la inmensa trayectoria del espíritu inmortal, donde el pasado siempre está presente en cada uno de nosotros.
Un hombre que sufre una enfermedad grave y penosa o una restricción severa de sus capacidades, es un espíritu que viene arrastrando de sus vidas anteriores una serie de débitos y compromisos que necesitan ser regularizados, donde muchas veces, la única forma de finiquitar esas cuentas, es a través de estas situaciones extremas que ahora la Contabilidad Divina presenta, y que no son sino como un proceso de drenaje y de limpieza a través del cual el espíritu pueda eliminar esas impurezas y lacras que arrastra de su pasado.
Pero si la vida es cortada antes del tiempo planificado por el mundo espiritual y, por tanto, antes de finalizar correctamente dicha desintoxicación, el espíritu retorna a la espiritualidad impregnado aún por residuos nocivos, que le exigirán una nueva reencarnación a fin de completar la expurgación interrumpida por la eutanasia.
Es decir, la práctica de la eutanasia nunca es una solución, por el contrario, siempre empeora la situación del espíritu, porque lo único que realmente logra es transferir para otra vida futura el proceso depurador que fue cortado antes del tiempo previsto, teniendo en cuenta que muchas veces, el propio espíritu ahora perjudicado por la eutanasia, era consciente en el mundo espiritual de la prueba por la que iría a pasar, admitiéndola con el afán y esperanza de rescatar más rápidamente esos errores cometidos en su pasado.
Pero el ser humano, al contemplar esta existencia como la única, adquiere un punto de vista desvirtuado e incompleto, que le lleva a considerar como negativo y perjudicial todo aquello que vaya contra sus intereses más cómodos e inmediatos, demostrando un profundo desconocimiento sobre la realidad que envuelve al espíritu inmortal y los verdaderos intereses para su evolución.
Tengamos una fe absoluta en Dios y en sus designios, porque todo lo que nos ocurre es con miras a favorecer nuestro progreso. Aceptemos con una actitud dinámica y positiva los reveses que se nos puedan presentar que, con toda certeza, cuando dispongamos de la visión completa de todos los hechos, reconoceremos la Justicia y Bondad de Dios que, con tan poco de nuestra parte, nos permite redimir tantas faltas cometidas.
Nadie de nosotros está capacitado para decidir cuándo una vida es apta para seguir o es apta para morir. Sólo Dios sabe cuándo es el momento más adecuado para que un espíritu regrese al mundo espiritual, y que cuando ello tenga que ocurrir, ocurrirá, sin que haga falta que la mano del hombre se convierta voluntariamente en ejecutora.
Alfredo Tabueña
Centro Espírita Amalia Domingo Soler, en Barcelona
F. E. E. 3 N º 11
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