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domingo, 29 de mayo de 2016

El hombre de dos caras


Visitas espiritas entre personas vivas

413 – Del principio de la emancipación del alma durante el sueño, parece resultar que tenemos una doble y simultánea existencia: la del cuerpo que nos da la vida de relación exterior y la del alma que nos da la vida de relación oculta. ¿Es exacto esto?
– En el estado de emancipación, la vida del cuerpo cede lugar a la vida del alma; pero propiamente hablando, no son dos existencias: más bien, son dos fases de la misma existencia, porque el hombre no vive doblemente.


414 – Dos personas que se conocen, ¿pueden visitarse durante el sueño?
– Sí, y muchas otras que creen no conocerse se reúnen y conversan. Sin sospecharlo, puedes tener amigos en otros países. El hecho de visitar, durante el sueño, a personas que pueden seros útiles, amigos, parientes y conocidos es tan frecuente, que casi todas las noches lo verificáis.


415 – ¿Cuál puede ser la utilidad de esas visitas nocturnas, puesto que no las recordamos?
– Generalmente al despertar se conserva la intuición, y con frecuencia origina ciertas ideas espontáneas que no se explican y son las mismas que se han adquirido durante aquellas conversaciones.


416 – ¿Puede el hombre por medio de su voluntad provocar las visitas espíritas? ¿Puede, por ejemplo, decir al dormirse: Quiero encontrarme esta noche en Espíritu con tal persona, hablarle y decirle tal cosa?
– He aquí lo que ocurre. Al adormecerse el hombre, se despierta su Espíritu, y con frecuencia, lo que ha resuelto el hombre, está muy lejos de seguirlo el Espíritu, porque la vida del hombre interesa poco al Espíritu, cuando está desprendido de la materia. Esto se aplica a los hombres ya bastante elevados; pues los otros pasan de muy distinto modo su existencia espiritual, se entregan a sus pasiones o permanecen inactivos. Puede suceder, pues, que según el motivo que se propuso, el Espíritu vaya a visitar a las personas que se desea; pero aunque tenga esa voluntad estando despierto, no es una razón para que así suceda.
417 – Un cierto número de Espíritus encarnados, ¿pueden reunirse en asambleas?
– Sin ninguna duda. Los lazos de amistad antiguos o recientes, reúnen con frecuencia de este modo a diversos Espíritus que son felices estando juntos.
Por la palabra antiguo es preciso entender los lazos de amistad contraídos en otras existencias anteriores. Traemos, al despertar, una intuición de las ideas que adquirimos en esas conversaciones ocultas, pero ignoramos su origen.


418 – Una persona que creyese muerto a uno de sus amigos, no estándolo, ¿podría encontrarse con él en Espíritu y saber así que está vivo? ¿Podría en ese caso, tener la intuición al despertar?
– Como Espíritu puede, ciertamente, verlo y conocer su suerte; si la creencia de que está muerto su amigo, no la tiene impuesta como una prueba, tendrá un presentimiento de su existencia, como podrá tenerlo de su muerte.

Transmisión oculta del pensamiento


419 – ¿Por qué la misma idea, la de un descubrimiento, por ejemplo, se produce en varios puntos al mismo tiempo?
– Ya dijimos que durante el sueño los Espíritus se comunican entre sí. Pues bien, cuando el cuerpo despierta, el Espíritu se recuerda de lo que aprendió y el hombre cree haberlo inventado. Así es como muchos pueden encontrar la misma cosa a la vez. Cuando decís que una idea está en el aire, usáis una figura más exacta de lo que creéis y cada uno contribuye a propagarla sin sospecharlo.
De este modo nuestro Espíritu revela con frecuencia y sin nuestro conocimiento, a otros Espíritus, el objeto de nuestras preocupaciones durante la vigilia.


420 – ¿Pueden comunicarse los Espíritus, estando el cuerpo completamente despierto?
– El Espíritu no está encerrado en el cuerpo como en una caja, pues irradia por todos los lados. Por eso puede comunicarse con otros Espíritus aun en estado de vigilia, aunque en ese caso lo haga con mayor dificultad.


421 – ¿Por qué dos personas, perfectamente despiertas, tienen en el mismo instante, una misma idea?
– Son dos Espíritus simpáticos que se comunican y ven recíprocamente, sus pensamientos, aun cuando no duerma el cuerpo.
Hay entre los Espíritus que se encuentran una comunicación que hace que dos personas se vean y se comprendan sin acudir a los signos externos del lenguaje. Podría decirse que se hablan en el lenguaje de los Espíritus.

Letargo, catalepsia y muertes aparentes

422 – Los letárgicos y catalépticos ven y oyen generalmente lo que pasa alrededor de ellos, pero no pueden manifestarlo. ¿Ven y oyen con los ojos y oídos del cuerpo?
– No, por el Espíritu, que se reconoce, pero no puede comunicarse.


– ¿Por qué no puede comunicarse?
– El estado del cuerpo se opone a ello. Este estado particular de los órganos os da la prueba de que hay en el hombre algo más que el cuerpo, puesto que al no funcionar el cuerpo, actúa el Espíritu.


423 – En el letargo, ¿puede el Espíritu separarse enteramente del cuerpo, de modo, que dé a éste todas las apariencias de la muerte y volver a él enseguida?
– En el letargo no está muerto el cuerpo, puesto que hay funciones que permanecen. La vitalidad está en estado latente, como en la crisálida, pero no está aniquilada. Pues, el Espíritu está tan unido al cuerpo, que vive. Una vez rotos los lazos por la muerte real y la disgregación de los órganos, la separación es completa y no vuelve más el Espíritu. Cuando un hombre que tiene las apariencias de la muerte regresa a la vida, es porque la muerte no era completa.


424 – Por medio de cuidados prestados a tiempo, ¿se pueden reanudar los lazos que están a punto de romperse y volver a la vida a un ser que moriría definitivamente por falta de auxilios?
– Sin duda que sí, y cada día tenéis la prueba de ello. Con frecuencia el magnetismo es en este caso un poderoso remedio; porque restituye al cuerpo el fluido vital que le falta y que no era suficiente para mantener el funcionamiento de los órganos.
El letargo y la catalepsia tienen el mismo principio, que es la pérdida momentánea de la sensibilidad y del movimiento por una causa fisiológica inexplicada aún. Se diferencian en que en el letargo la suspensión de las fuerzas vitales es general y da al cuerpo todas las apariencias de la muerte. En la catalepsia está localizada y puede afectar una parte más o menos extensa del cuerpo, de modo que deje a la inteligencia en libertad de manifestarse, lo que impide que se la confunda con la muerte. El letargo siempre es natural; la catalepsia a veces es espontánea, pero puede ser provocada y destruida artificialmente por la acción magnética.

Sonambulismo

425 – ¿El sonambulismo natural, tiene relación con los sueños? ¿Cómo puede explicarse?
– Es una independencia del alma más completa que la del sueño y entonces están más desarrolladas las facultades. Tiene el alma percepciones que no tenía en el sueño, que es un estado incompleto de sonambulismo.
En el sonambulismo el Espíritu es completamente él mismo. Estando hasta cierto punto los órganos materiales en estado cataléptico, no reciben las impresiones exteriores. Este estado se manifiesta especialmente durante el sueño, momento en que puede el Espíritu abandonar provisionalmente el cuerpo, quedando éste entregado al descanso indispensable a la materia. Cuando se producen los hechos sonambúlicos, es que el Espíritu preocupado por una cosa o por otra, se entrega a alguna acción que requiere el uso del cuerpo, del cual se sirve entonces de un modo análogo al uso que se hace de una mesa o cualquier otro objeto material en los fenómenos de manifestación física, o de la mano en las comunicaciones escritas. En los sueños de que se tiene conciencia, los órganos, incluso los de la memoria, comienzan a despertarse; reciben imperfectamente las impresiones producidas por los objetos o causas externas y las comunican al Espíritu que, reposando también entonces, no recibe más que sensaciones confusas e incoherentes con frecuencia y sin ninguna razón aparente de ser, mezcladas como están de vagos recuerdos, ya de esta existencia, ya de las anteriores. Fácil es entonces comprender por qué los sonámbulos no tienen ningún recuerdo y por qué los sueños cuyo recuerdo conservamos, no tienen sentido alguno las más de las veces. Digo frecuentemente porque sucede que son consecuencia de un recuerdo exacto de acontecimientos de una vida anterior y algunas veces hasta una especie de intuición del futuro.

426 – El llamado sonambulismo magnético, ¿tiene relación con el sonambulismo natural?
– Es la misma cosa, excepto que el primero es provocado.


427 – ¿Cuál es la naturaleza del agente llamado fluido magnético?
– Fluido vital, electricidad animalizada, que son modificaciones del fluido universal.


428 – ¿Cuál es la causa de la clarividencia sonambúlica?
– Ya lo hemos dicho: es el alma que ve.


429 – ¿Por qué razón el sonámbulo puede ver a través de los cuerpos opacos?
– No hay cuerpos opacos sino para vuestros órganos groseros. ¿Acaso no hemos dicho que para el Espíritu no es un obstáculo la materia, puesto que libremente la penetra? Con frecuencia os dice que ve con la frente, con la rodilla, etc., porque sujetos vosotros completamente a la materia, no comprendéis que pueda ver sin auxilio de los órganos, y hasta él mismo en virtud de vuestro deseo, cree tener necesidad de esos órganos. Pero si le dejaseis en libertad, comprendería que ve por todas las partes de su cuerpo, o por mejor decir, ve fuera de su cuerpo.


430 – Puesto que la clarividencia del sonámbulo es la de su alma o Espíritu, ¿por qué no lo ve todo y por qué se equivoca con frecuencia?
– Ante todo no es dado a los Espíritus imperfectos verlo y conocerlo todo. Bien sabes que participan aún de vuestros errores y prejuicios, y además, cuando están ligados a la materia no gozan de todas las facultades del Espíritu. Dios ha dado al hombre esta facultad con un fin útil y grave, y no para enseñarle lo que no debe saber. He aquí por qué los sonámbulos no pueden decirlo todo.


431 – ¿Cuál es el origen de las ideas innatas del sonámbulo y como puede hablar con exactitud de cosas que ignora, estando despierto y que son hasta superiores a su capacidad intelectual?
– Sucede que el sonámbulo posee más conocimientos de los que le supones, pero ellos dormitan; porque su envoltura es demasiado imperfecta para que pueda recordarlos. Pero, ¿qué es en definitiva? Como nosotros, un Espíritu encarnado en la materia para cumplir su misión, y el estado en que entra le despierta de su letargo. Te hemos dicho con frecuencia que revivimos muchas veces, y este cambio es el que te hace perder materialmente lo que ha podido aprender en una existencia precedente. Cuando se encuentra en un estado que tú llamas crisis, lo recuerda; pero no siempre de un modo completo. Sabe, pero no podría decir dónde ha aprendido, ni cómo posee los conocimientos. Pasada la crisis, desaparece todo recuerdo, y el sonámbulo vuelve a la oscuridad.
La experiencia demuestra que los sonámbulos reciben también comunicaciones de otros Espíritus que le transmiten lo que debe decir, y suplen su insuficiencia. Eso se ve, sobre todo en las prescripciones médicas: el Espíritu del sonámbulo ve el mal, y otro le indica el remedio. Esta doble acción es patente a veces y se revela además por estas expresiones bastante frecuentes: se me dice que diga, o se me prohibe que diga tal cosa. En este último caso siempre es peligroso insistir en obtener una revelación que se niega; porque entonces, son atrapados por los Espíritus ligeros que hablan de todo sin escrúpulos y sin preocuparse con la verdad.

432 – ¿De que modo se explica la vista a distancia de ciertos sonámbulos?
– ¿No se transporta el alma durante el sueño? Pues, es la misma cosa en el sonambulismo.


433 – El desarrollo mayor o menor de la clarividencia sonambúlica, ¿depende de la organización física, o de la naturaleza del Espíritu encarnado?
– De la una y de la otra, puesto que hay disposiciones físicas que permiten al Espíritu desprenderse más o menos fácilmente de la materia.


434 – Las facultades de que gozan los sonámbulos, ¿son las mismas del Espíritu después de la muerte?
– Hasta cierto punto, porque es preciso tener en cuenta la influencia de la materia a que está aún sujeto.


435 – ¿Puede ver el sonámbulo a otros Espíritus?
– La mayoría los ve muy bien; esto depende del grado y la naturaleza de su lucidez. Pero, algunas veces, no perciben todo al principio y los toman por seres corporales; eso ocurre, sobre todo a los que ningún conocimiento tienen del Espiritismo. No comprenden aún la esencia de los Espíritus, les asombra su presencia y por esta razón creen ver personas vivas.
El mismo efecto se produce en el momento de la muerte, en los que aún se creen vivos. Pues, les parece que nada ha cambiado a su alrededor, paréceles que los Espíritus tienen cuerpos semejantes a los nuestros, y toman la apariencia del suyo por un cuerpo real.


436 – El sonámbulo que ve a distancia, ¿ve desde el punto en que está su cuerpo, o desde aquel donde está su alma?
– ¿A qué esta pregunta, siendo el alma la que ve y no el cuerpo?


437 – Puesto que es el alma la que se transporta, ¿cómo puede el sonámbulo experimentar en su cuerpo las sensaciones de calor o frío del lugar donde se encuentra su alma y que está a veces muy lejos de su cuerpo?
– El alma no deja completamente el cuerpo al cual está siempre ligada por un lazo que es el conductor de las sensaciones. Cuando dos personas se comunican de una a otra ciudad por medio de la electricidad, ésta es el lazo de los pensamientos de aquéllas. Por esta razón se comunican como si estuviesen una al lado de la otra.


438 – El uso que hace un sonámbulo de su facultad, ¿influye en el estado de su Espíritu después de la muerte?
– Mucho, como el buen y el mal uso de todas las facultades que Dios ha dado al hombre.


Éxtasis


439 – ¿ Qué diferencia existe entre el éxtasis y el sonambulismo?
– El éxtasis es un sonambulismo más depurado; el alma del extático es más independiente aún.


440 – El Espíritu del extático, ¿penetra realmente en los mundos superiores?
– Sí, los ve y comprende la felicidad de los que habitan allí y por eso le gustaría quedarse allá. Pero hay mundos inaccesibles a los Espíritus que no están purificados.


441 – Cuándo el extático expresa el deseo de dejar la Tierra, ¿habla sinceramente sin que le detenga el instinto de conservación?
– Eso depende del grado de evolución del Espíritu; si ve que su posición futura es mejor que la vida presente, se esfuerza en romper los lazos que le sujetan a la Tierra.


442 – ¿Si se abandonase el extático a sí mismo, su alma podría dejar definitivamente el cuerpo?
– Sí, puede morir y por esto es necesario atraerlo con todo aquello que pueda ligarlo a este mundo, sobre todo haciéndole comprender que si rompiese la cadena que le sujeta, eso sería suficiente motivo para que no permaneciese donde él ve que sería feliz.


443 – Existen cosas que el extático pretende ver y que evidentemente son producto de una imaginación impresionada por las creencias y prejuicios terrestres. ¿Entonces, todo lo que ve no es real?
– Todo lo que ve es real para él; pero como su Espíritu está siempre bajo la influencia de las ideas terrestres, puede verlo a su modo, o por mejor decirlo, expresarlo en un lenguaje apropiado a sus prejuicios y a las ideas en que se ha educado, o a las vuestras, a fin de darse a comprender mejor. Sobre todo en este sentido puede equivocarse.


444 – ¿Con qué grado de confianza se pueden valorar las revelaciones de los extáticos?
– El extático puede equivocarse con mucha frecuencia, sobre todo cuando quiere penetrar lo que debe ser un misterio para el hombre; porque entonces se entrega a sus propias ideas o se torna un juguete de Espíritus mentirosos que aprovechan su entusiasmo para fascinarlo.


445 – ¿Qué consecuencias pueden sacarse de los fenómenos de sonambulismo y del éxtasis? ¿No serían una especie de iniciación a la vida futura?
– Mejor dicho, es la vida pasada y la vida futura lo que el hombre entrevé. Que estudie esos fenómenos y encontrará allí la solución a más de un misterio que su razón procura inútilmente penetrar.


446 – ¿Los fenómenos del sonambulismo y del éxtasis pueden conciliarse con el materialismo?
– El que los estudia de buena fe y sin prevención, no puede ser ni materialista ni ateo.
Segunda vista


447 – Los fenómenos designados con el nombre de segunda vista, ¿tienen alguna relación con el sueño y el sonambulismo?
– Todo eso es una misma cosa. Lo que llamas segunda vista es también el Espíritu gozando de mayor libertad, aunque no esté adormecido el cuerpo. La segunda vista es la vista del alma.
448 – ¿Es permanente la segunda vista?
– La facultad, sí; el ejercicio, no. En los mundos menos materiales que el vuestro, los Espíritus se desprenden más fácilmente y se comunican sólo por el pensamiento sin excluir, empero, el lenguaje articulado. También la doble vista, es allí, para la mayoría una facultad permanente. Su estado normal puede ser comparado al de vuestros sonámbulos lúcidos y es también la razón de que se os manifiesten más fácilmente que los que están encarnados en cuerpos groseros.


449 – ¿La segunda vista se desarrolla espontáneamente o a voluntad del que está de ella dotado?
– Lo más frecuente es que sea espontánea, pero, muchas veces, también la voluntad ejerce un gran papel. Toma por ejemplo a ciertas personas llamadas adivinos entre las que hay algunas que tienen un cierto poder y verás que es la voluntad la que les ayuda a desarrollar la segunda vista, la que llamas videncia.


450 – ¿La segunda vista es susceptible de desarrollo por medio del ejercicio?
– Sí, el trabajo conduce siempre al progreso y el velo que cubre las cosas se hace menos compacto.

– ¿Depende esta facultad de la organización física?
– Ciertamente, la organización desempeña un papel, aunque, existen organizaciones que son refractarias.


451 – ¿Por qué la segunda vista parece hereditaria en ciertas familias?
– Semejanza de organización que se trasmite como las otras cualidades físicas y después, desarrollo de la facultad por una especie de educación, que se transmite también de uno a otro.
452 – ¿Es verdad que ciertas circunstancias desarrollan la segunda vista?
– La enfermedad, la proximidad de un peligro y de una gran conmoción pueden desarrollarla. El cuerpo está a veces en un estado particular que permite ver al Espíritu lo que no podéis ver con los ojos del cuerpo.
Las épocas de crisis y de calamidades, las grandes emociones, todas las causas que sobreexcitan la parte moral, provocan a veces el desarrollo de la segunda vista. Parece que la Providencia, frente a un peligro, nos da el modo de conjurarlo. Todas las sectas y partidos perseguidos ofrecen numerosos ejemplos.


453 – Las personas dotadas de segunda vista, ¿tienen siempre conciencia de ella?
– No siempre. Para ellas es una cosa natural y muchos creen que si todo el mundo se observase, cada uno debería ser lo mismo.


454 – ¿Podría atribuirse a una especie de segunda vista la perspicacia de ciertas personas que sin tener nada de extraordinario, juzgan las cosas con más precisión que otras?
– Siempre es el alma que irradia más libremente y que juzga mejor que bajo el velo de la materia.
– ¿Puede esta facultad dar en ciertos casos el conocimiento previo de las cosas?
– Sí, y da también los presentimientos, porque existen varios grados en esa facultad y la misma persona puede tenerlos todos, o tan solo algunos.

Extraído del libro "El libro de los espíritus"
Allan Kardec

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Los espiritas y la biblia 

Los espiritas no consideran  la Biblia como “la palabra de Dios”, sino como el punto de inicio de la Civilización Cristiana que aún se encuentra en fase de desarrollo en la Tierra. La Biblia representa la Codificación de la I Revelación del ciclo de las revelaciones cristianas. Tras ella viene El Evangelio, que es la Codificación de la II Revelación, hecha por el propio Cristo. Y tras el Evangelio tenemos El Libro de los Espíritus, seguido de los demás libros de la Codificación Espirita. En la Biblia, que es el Viejo Testamento, codificación de los libros sagrados del Judaísmo, hecha bajo la orientación de Esdras después del exilio de Babilonia, encontramos la revelación del plan de Dios para la Humanidad Terrena. Como parte central de ese plan vemos el anuncio del Mesías, que los judíos esperaban pero que no fueron capaces de reconocer cuando llegó. 

En el Evangelio, codificación de las enseñanzas de Jesús por los apóstoles y evangelistas, encontramos el anuncio del Espíritu de la Verdad – aquel que restablecería la verdad cristiana en la Tierra y prepararía nuestro planeta para el milenio de luz, o sea, el inicio de una nueva era en que el Reino de Dios vendría entre los hombres. En el Espiritismo tenemos las voces del más allá instaurando el Reino en los corazones y en las conciencias esclarecidas. Cada uno de esos libros se compone, en verdad, de muchos libros. Y cada una de esas colecciones de libros corresponde a una fase del largo y doloroso proceso de ascenso de los hombres hacia la divinidad. 

Ni la Biblia, ni los Evangelios, ni la Codificación Espírita merecen ser desconocidos y ninguno de esos códigos puede ser depreciado en su valor histórico, profético y divino por aquellos que realmente comprenden la grandeza del Plan de Dios. No es posible oponer el Evangelio a la Biblia u oponer el Espiritismo al Cristianismo, a menos que encaremos la obra de Dios a través de las lentes deformantes del sectarismo religioso. La palabra de Dios, como expresión simbólica, no se restringe a ninguno de esos conjuntos de libros en particular, pero impregna a todos ellos. Cuando aprendemos a leerlos según el espíritu que vivifica, y no según la letra que mata – como advirtió el apóstol Pablo – percibimos la armoniosa secuencia que ellos representan, en el desarrollo del Plan de Dios en la Tierra. 

Todos ellos fueron escritos bajo la inspiración de los poderes superiores del Cielo, cada cual destinado a una época, a un tipo de civilización, a un grado específico de evolución espiritual alcanzado por los hombres. La palabra de Dios pasa por todas esas páginas como el fuego entre las zarzas. En las viejas páginas de la Biblia ella arde y quema como el fuego del Sinaí, luchando para destruir la ignorancia humana. En las páginas estelares del Evangelio ella brilla como las estrellas, indicando a los hombres el guión del Infinito. En las páginas mediúmnicas de la Codificación Espírita la palabra de Dios se irradia en la Tierra como las luminarias nocturnas, que permiten la lectura comprensiva de los textos anteriores y ahuyentan las tinieblas de la superstición, del misticismo fanático, del sectarismo ciego. 

Emmanuel en uno de sus mensajes, comparó a la Biblia con el esfuerzo desesperado de los hombres clamando a los cielos por socorro y el Evangelio como la respuesta del Cielo a los hombres. Pero la Codificación Espírita, como señaló Kardec, es la llave que nos permite comprender esa respuesta en la plenitud de su significado espiritual. Sin la llave del Espiritismo, la Biblia y el Evangelio dan motivos a muchas incomprensiones y divisionismos. Fue por eso que las guerras religiosas ensangrentaron los caminos del Cristianismo y las hogueras fratricidas transformaron en negro humo los divinos preceptos evangélicos. 

Además, es por eso que los cristianos se matan en nombre de Dios en la propia Europa de nuestros días, incapaces de percibir el crimen hediondo que practican. De lado a lado los cristianos formalistas, apegados a sus interpretaciones particulares de las escrituras, se dicen apoyados en la palabra de Dios para practicar de nuevo el crimen de Caín. Les falta la llave de luz del Espiritismo, que les daría, por encima de las trincheras arrogantes del sectarismo, la visión global de la Revelación Cristiana que es la revelación de la paternidad universal de Dios, de la fraternidad universal de los hombres y de la inmortalidad universal de las almas. Sin comprender esa trilogía divina, que el Evangelio nos ofrece en sus páginas y la Codificación Espírita esclarece en definitiva, a la luz de la razón y de la fe, jamás seremos cristianos y jamás sabremos definir la palabra salvación. 

J Herculano Pires 
Extraído del libro “El hombre nuevo”


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    Encarnación de los espíritus 

. El Espiritismo nos enseña la manera en que se opera la unión entre el espíritu y el cuerpo en la encarnación. 
Por su esencia espiritual, el espíritu es un ser indefinido y abstracto que no puede ejercer una acción directa sobre la materia. Necesitaba, pues, de un intermediario, y este intermediario es la envoltura fluídica que, en cierta forma, es parte integrante del espíritu y oficia de eslabón. Esta envoltura es semimaterial, porque debe a la materia su origen y a la espiritualidad su naturaleza etérea. Como toda materia, es extraída del fluido cósmico universal, sufriendo en esta circunstancia una modificación especial. Esta envoltura, llamada periespíritu, transforma al espíritu en un ser concreto, definible y comprensible para el pensamiento; lo faculta para actuar sobre la materia tangible, al igual que todos los fluidos imponderables, que son los motores más poderosos. 
El fluido periespiritual es el lazo que une al espíritu con la materia. Durante su unión con el 
cuerpo, oficia de vehículo del pensamiento, transmitiendo el movimiento a las diferentes partes del organismo que actúan bajo la influencia de la voluntad y haciendo repercutir en el espíritu las sensaciones producidas por los agentes exteriores. Los nervios sirven de hilos conductores, así como en el telégrafo el hilo metálico conduce al fluido eléctrico. 
*. Cuando un espíritu debe encarnar en un cuerpo humano en vías de formación, un lazo fluídico, mera extensión de su periespíritu, lo une al germen hacia el cual se siente atraído por una fuerza irresistible, desde el momento mismo de la concepción. A medida que el germen se desarrolla, la unión se intensifica. Y es bajo la influencia del principio vital material del germen que el periespíritu, poseedor de ciertas propiedades de la materia, se une, molécula a molécula, al cuerpo en formación: podríamos decir que el espíritu, por intermedio del periespíritu, crea raíces en ese germen como una planta lo hace en la tierra. Cuando el germen está enteramente desarrollado la unión es completa, siendo ese el momento en que el espíritu resurge ante la vida exterior.

EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC

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¿SUBYUGACIÓN ININTERRUMPIDA BAJO EL GUANTE DE UNA REENCARNACIÓN?

                                      , El hombre de dos caras. 
 Jorge Hessen Mordake

Por efecto de las bulliciosas narrativas sobre las deformaciones físicas, deparamos con eventos deslumbrantes, y al mismo tiempo melancólicos, de personas que (re) nacieron con los más singulares tipos de aberraciones. Edward Mordake  sufría de una anomalía conocida como Craniopagus Parasiticus. El poseía otro “rostro parasito” acoplado a su nuca. En su caso, podría parecer apenas un caso de “gemelo chupín” , más para muchas personas y para el mismo, lo que existía en su nuca era algo más sombrío.
Se cuenta que la cara gemela presentaba algunos indicios de inteligencia, sin embargo no ingería alimentos e increíblemente era capaz de hacer una mueca, reír, y llorar. El “rostro parasito” era flácido y desfigurado, algo amenazador y tétrico. Se narra que los ojos de la “faz intrusa” expresaban malicia y furia y seguían a las personas pausadamente como si estuviese estudiando a aquellos que visualizaban, sus labios invariablemente hacían ruidos exóticos. Aunque su voz fuese ininteligible, Edward declaró que muchas veces se mantuvo despierto durante la noche a causa de los murmullos de odio de su “cara gemela diabólica” (como paso a llamarla) y por los zumbidos lúgubres. Mientras su caso sea concretamente citado en los primeros informes médicos, en verdad su historia es misteriosa, y fue analizada como caso irreal durante algún tiempo, por ser demasiadamente delirante para creerse y, obviamente, por no tener mucho sentido desde el punto de vista Medico, en algunos momentos. La única cosa que persiste de esa historia es la existencia de una foto de Edward, que comprueba que el realmente existió, más exactamente cuándo, no se sabe. Hay un libro titulado Anomalías y Curiosidades de la Medicina por George M. Gould y Walter L. Pyle, haciendo referencia a Edward Mordake, dice que gran parte de lo que se conoce de su vida se basa en relatos orales. Muchos componentes de su trayectoria fueron perdidos en el transcurrir del tiempo y no hay fuentes considerables para los pesquisidores actuales, excepto. Se sabe que  vivió en completo aislamiento, rehusándose a las visitas, hasta incluso de los familiares. Se dice que Edward había pedido a los médicos que eliminasen su “cara diabólica” con todo ningún clínico fue favorable a hacerlo, porque la cirugía sería fatal. Las personas comenzaron a apartarse de el y eso potencializaba su depresión. Se cuanta que en los momentos de tristeza su “cara extra” permanecía gracejando como si estuviese ridicularizando sus dolores. Por tanto, padeciendo con la intimidación que ejercía del “rostro intruso”, Mordake resolvió acabar con aquello y se mató a los veintitrés años. Se dice que después de que el suicidio ocurrió sus médicos rechazaron hacer la extirpación de aquel “suplemento facial, en la nuca. Edward había dejado una carta solicitando que la “cara satánica” fuese destruida de su cabeza antes de que lediesen sepultura, a fin de que el no continuase oyendo sus terribles susurros más allá del túmulo. Se describe que le gustaría de ser enterrado en un lugar desierto, sin piedra o cartel para marcar su túmulo. Su pedido había sido atendido por los médicos Manvers e Treadwell, que cuidaban del caso. Edward fue enterrado en una cueva de tierra barata y sin cualquier tipo de lapida o escultura, también pedido por el. En el mundo somos enfrentados con innumerables casos teratológicos que asombran y dejan embarazados a los más experimentados analistas. Será admisible que junto con alguien que (re) nace, reencarnar concomitantemente con otro Espíritu colado en su tejido periespiritual (molde del cuerpo físico), ocasionando pánico, como en el episodio narrado, tanto para el anfitrión como también para quien lo visualiza? ¿Qué misterios existirían tras del rostro “demoniaco” de Edward Mordake? Por las leyes reencarnatorios teóricamente, en un cuerpo no puede reencarnar nada más que un Espíritu. en el caso de los seres siameses, por ejemplo, existen dos espíritus en cuerpos unidos biológicamente (pegados) con dos cerebros (dicéfalos), dos individuos, dos mentes. Aunque el caso de Edward no sea un fenómeno de siameses, es manifiesto que exista un espíritu pegado (no sabemos cómo) en aquella bizarra (cara trasera). Hay casos teratológicos en el que las reencarnaciones de los Espíritus simpáticos se aproximan por analogía de sentimientos se sienten felices por estar pegados biológicamente. Sin embargo, los seres que no se toleran se repelen y son extremadamente infelices en la convivencia. ¡Es de ley! ¿En el caso de Edward, desde el punto de vista reencarnatorio, que razones llevarían a la justicia divina permitir tal anomalía física? ¿Por qué algunos espíritus necesitan permanecer pegados biológicamente, compartiendo órganos y funciones orgánicas, sabiendo que nada nos es más íntimo y personal que el cuerpo físico? Al ser verdadera la historia de Edward, creemos que son dos espíritus ligados por odios cristalizados, construidos a lo largo de muchas reencarnaciones, y que reencarnaron en esas condiciones extrañísimas, raramente por libre elección y no por “punición” de Dios, más si por una especie de determinismo originado en la propia ley de Acción y Reacción. Alternándose las posiciones como verdugo y víctima y también de dimensión física y extra física, constreñidos por irresistible atracción de odio y deseo de venganza, se buscan siempre y culminan re aproximándose en condiciones conmovedoras, que los obliga a compartir hasta de la misma sangre vital y del aire que respiran. Considerando que en los estatutos de Dios no hay espacios para injusticias, la dualidad espiritual presente en el cuerpo deforme de Mordake es factible. Sobre todo si en el proceso de subyugación ocurrida en vidas de retraso en el crecimiento, cuando el obsesor actúa sobre el cuerpo físico y provoca movimientos involuntarios. Se daba antiguamente el nombre de posesión al imperio ejercido por los malos espíritus Más, la posesión seria, para nosotros, sinónimo de subyugación, pues no hay posesos, en el sentido vulgar del termino, hay solamente obsesados, subyugados y fascinados. Podrá tener como consecuencia una especie de locura cuya causa el mundo desconoce, más que no tiene relación alguna con la locura ordinaria. Entre los que son tenidos por locos, hay muchos que apenas son subyugados, y precisarían de un tratamiento moral, mientras que con los tratamientos corporales los tornan verdaderos locos. Cuando los médicos conozcan bien el Espiritismo, sabrán hacer bien esa distinción y curaran a más enfermos que con las duchas.  Acreditamos que en una reencarnación especialísima, dos seres que experimentaron la trama de subyugaciones obsesivas pueden renacer en condiciones especialísimas narradas en el texto, todavía evidentemente estamos conjeturando proponiendo al lector amigo más amplias reflexiones. Muchas veces no es posible, de inmediato, disolverse esas vinculaciones anómalas con el fin de que haya total recuperación psíquica a los infelices protagonistas. En el transcurrir de los años, la imantación crece, llegando a dimensiones cruciales de alteración del cuerpo periespiritual de ambos. La analgesia transitoria, por la conmoción de la conciencia causada por la reencarnación, podrá impactar y recomponer los sutiles tejidos en desarreglos del alma enferma. Infelizmente no fue el caso Mordake, pues el huyó del compromiso. Si la época de Edward fuese espirita, podría haber recurrido a algunos recursos tales como a la práctica de la oración y a la de la donación de energías magnéticas a través del pase, por ejemplo, que son recursos adecuados e indispensables para despertar conciencias y minimizar los traumas psicológicos. Soluciones esas que para el se descubrirían eficaces, iluminándole la conciencia para la necesidad de la afectiva reconciliación, desafiándolo a la unión por los lazos indestructibles del amor.  

- Jorge Hessen

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