¿Dónde queda el Ser después de su desencarnación?
Tras la desencarnación definitiva, primeramente experimentan la experiencia del “tunel”, o bien permanecen antes un tiempo sumidos en un estado mental de turbación o confusión, tratando de intervenir en el plano físico en donde tratan de hacerse notar entre los “vivos”, ignorando entretanto que ellos ya no pertenecen a este mundo.Pero no todos se quedan, pues tras un periodo corto de turbación, muchos se sienten atraídos inmediatamente al nuevo plano de existencia que les corresponde después del autojuicio. Este alejamiento del ambiente terrenal no lo hacen en solitario, sino que son conducidos por Espíritus Guías hasta planos espirituales con mundos etéreos en donde hay ciudades espirituales, con Asilos y Hospitales en donde en principio se alojan y se recuperan para incorporarse después con normalidad , activamente a la vida en el mundo espiritual.
Esto nos podrá costar comprenderlo e incluso en muchos casos esto solo será debido a las tradicionales y ambíguas explicaciones religiosas sobre el más allá, que recibieron en otros momentos de sus vidas, pero lo cierto es que “como es abajo, es arriba”, lo que significa que los espíritus no son algo abstracto que vive flotando en el éter, o que caso de que existan como una realidad concreta, sean solo como una energía psiquica ubicada en no se qué lugares llamados cielo o infierno, tal como nos contaron. La realidad es que como ya se ha explicado, siguen existiendo con sus cuerpos espirituales y se ubican en ciudades del plano espiritual correspondiente, en donde siguen aprendiendo y evolucionando, recuperando fuerzas y ánimo para seguir después nuevamente otra clase de lecciones prácticas, otra vez en la materia, ampliando sus necesarias experiencias evolutivas en los planos físicos. Por tanto, ciertamente existen estas ciudades bien diseñadas y organizadas en el mundo espiritual, en donde los seres que en ellos se ubican no dejan de aprender y de evolucionar. No son nada fantasiosos estos datos, pues tengamos presente que el más importante,- espiritualmente hablando, -medium que hemos tenido hasta hace poco tiempo ( Francisco Cándido Xavier), psicografió a un Espíritu famoso por sus libros y comunicados, llamado André Luiz, y este ya describe una ciudad espiritual llamada "Nuestro Hogar", situada en la psicoesfera de nuestro planeta . Por ello se deduce, no solo esta realidad espiritual, sino que nuestro mundo físico es una copia del espiritual y viceversa.
Esto nos podrá costar comprenderlo e incluso en muchos casos esto solo será debido a las tradicionales y ambíguas explicaciones religiosas sobre el más allá, que recibieron en otros momentos de sus vidas, pero lo cierto es que “como es abajo, es arriba”, lo que significa que los espíritus no son algo abstracto que vive flotando en el éter, o que caso de que existan como una realidad concreta, sean solo como una energía psiquica ubicada en no se qué lugares llamados cielo o infierno, tal como nos contaron. La realidad es que como ya se ha explicado, siguen existiendo con sus cuerpos espirituales y se ubican en ciudades del plano espiritual correspondiente, en donde siguen aprendiendo y evolucionando, recuperando fuerzas y ánimo para seguir después nuevamente otra clase de lecciones prácticas, otra vez en la materia, ampliando sus necesarias experiencias evolutivas en los planos físicos. Por tanto, ciertamente existen estas ciudades bien diseñadas y organizadas en el mundo espiritual, en donde los seres que en ellos se ubican no dejan de aprender y de evolucionar. No son nada fantasiosos estos datos, pues tengamos presente que el más importante,- espiritualmente hablando, -medium que hemos tenido hasta hace poco tiempo ( Francisco Cándido Xavier), psicografió a un Espíritu famoso por sus libros y comunicados, llamado André Luiz, y este ya describe una ciudad espiritual llamada "Nuestro Hogar", situada en la psicoesfera de nuestro planeta . Por ello se deduce, no solo esta realidad espiritual, sino que nuestro mundo físico es una copia del espiritual y viceversa.
Cuando el proceso de desencarnación ha sido largo y penoso tras una prolongada enfermedad, la turbación natural que la acompaña comienza de modo seguido o intermitente incluso desde algunos días antes del momento final. Según se conoce por comunicados mediúmnicos de Seres espirituales que viven en esa otra dimensión que llamamos “Más Allá”, en estos casos los seres recién desencarnados cuyas energías espirituales están tan agotadas, son conducidos a esos Hospitales de las colonias y ciudades del Mas Allá, en donde se recuperan poco a poco del trance hasta recobrar su lucidez completa.
Es de señalar que la mayoría de los Seres cuando desencarnan, necesitan un periodo de tiempo para aprender a desenvolver su nueva forma de vida, por lo que quedan en estado errante cerca del plano físico a la espera de una nueva rencarnación. Durante este periodo de erraticidad llegan finalmente a comprender y a aceptar su realidad, quedando en fase de adaptación a su nueva forma de existencia, que puede ser mas o menos prolongada en el tiempo ,y puede suponer desde algunos días hasta algunos meses o años.
- Jose Luis -
“¿ De donde ha nacido el alma?. Las unas vienen hacia nosotros y se vuelven; las otras se van y vuelven”
-Los Vedas –
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