Señor, enseñanos:
A orar sin olvidar el trabajo;
A dar sin mirar a quien;
A servir sin preguntar hasta cuando;
A sufrir sin amargura sea a quien fuese;
A progresar sin perder la simplicidad;
A sembrar el bien sin pensar en los resultados;
A disculpar sin condiciones;
A marchar para el frente sin contar los obstáculos;
A ver sin malicia;
A escuchar sin corromper los asuntos;
A hablar sin herir;
A comprender al prójimo sin exigir entendimiento;
A respetar a los semejantes, sin reclamar consideración;
A dar lo mejor de nosotros, más allá de la ejecución del propio deber, sin cobrar ninguna tasa de reconocimiento.
Señor, fortalece en nosotros la paciencia para con las dificultades de los otros, así como necesitamos de la paciencia de los otros para con nuestras dificultades.
Ayúdanos, sobre todo, a reconocer que nuestra felicidad más alta será invariablemente, aquella de cumplirte los designios dónde y cómo quieras, hoy, ahora y siempre.
Mensaje recibido por el Médium Francisco Cândido Xavier - del Espiritu – Emmanuel.
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