Mei Mei |
Nunca te arrepentirás de haber frenado la lengua, cuando pretendías decir lo que no convenía o lo que no era verdad.
Ni de haber formado el mejor concepto sobre el proceder de otro.
Ni de no haber juzgado con severidad los actos ajenos, ignorando la real motivación de cada ser.
Nunca te arrepentirás de haber perdonado a aquellos que te hicieron mal.
Ni de haber contribuido para obras destinadas a la caridad y a la promoción humana.
Ni de haber cumplido puntualmente tus promesas bien pensadas.
Ni de ser fiel a los compromisos dignos y nobles a que te vinculaste.
Nunca te arrepentirás de haber soportado con paciencia las faltas ajenas.
Ni de haber ignorado las mentiras y las maledicencias que te llegaron a los oídos, apartándote de esa especie de conversación.
Ni de haber dirigido palabras bondadosas a los desventurados y tristes.
O de haber simpatizado con los oprimidos y de haber realizado algo de efectivo y bueno a favor de ellos.
Nunca te arrepentirás de haber pedido perdón por las faltas cometidas.
Ni de haber reparado el mal que causaste.
Ni de haber pensado antes de hablar.
Ni de haber honrado a tus padres, actuando con generosidad por todo el bien que de ellos recibisteis.
O de haber sido cortés y honesto en todo y con todos.
Nunca te arrepentirás de haber enseñado algo bueno y de verdadero una criatura.
Ni de haber sido capaz de cautivar un corazón y de haber hecho una amistad verdadera.
Ni de haber ofrecido pan a un hambriento y consuelo a un desesperado.
Nunca te arrepentirás de renunciar al equívoco y seguir por el camino correcto, por más arduo que este pueda ser.
Nunca te arrepentirás de seguir los ejemplos de Jesús, porque el bienestar causado por la certeza del deber cumplido supera cualquier sensación proveniente de la satisfacción de meras necesidades humanas,
Puedes elegir los caminos que vas a seguir en el curso de tu jornada en la Tierra.
Puedes optar qué posturas asumirás ante de las más variadas circunstancias de la vida.
Eres el señor de tus pasos, el dueño de tu futuro.
No le compete a más nadie las elecciones que efectuarán tu historia.
Por más que los actos de terceros sean capaces de afectarte, solamente los tuyos propios, tus reacciones son las que definirán el rumbo de tu destino.
Piensa en eso antes de actuar.
Reflexiona con ponderación y sabiduría.
El arrepentimiento resulta de decisiones equivocadas, tomadas bajo la influencia del egoísmo y de la ira.
Motiva tus actos en las enseñanzas de Cristo.
Piensa siempre: “¿que habría hecho el Maestro Jesús si estuviese en mi lugar?
Es un método bastante eficiente para saber cuáles actitudes son viables y cuales traerán sufrimiento, más tarde o más temprano.
Hacer el bien siempre es motivo de satisfacción y jubilo.
No interesa al hombre de bien el reconocimiento por su bien hecho, tampoco la gratitud y honras.
La conciencia tranquila y la certeza íntima de que se hace lo mejor y lo posible, debería ser suficiente para apaciguar el corazón humano.
No te rindas a los equivocados hábitos de la mayoría, que cede al mal y busca recompensas materiales en todo lo que hace.
Sigue siempre por el camino del bien, y nunca te arrepentirás de esa elección.
Equipo de Redacción de Momento Espirita, con base en el libro “Leyendas del Cielo y de la Tierra", de Malba Taha Servir sin desánimo. Nunca perder la esperanza.Si sufres, sirve y confia
No te quejes, ni te irrites.Espera. La bendición de Dios es protección sin limite.
Mei-Mei a través de Chico Xavier
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