LO POSIBLE ACONTECE
“Relatos de comunicación con Espíritus revelan que la
mediumnidad es común en la infancia. Y los padres necesitan aprender a lidiar con la situación.
Tomado del Anuario Espirita 2008
LOS NIÑOS Y EL MÁS ALLÁ
Liana arrullaba al hijo frente a una pared repleta de fotografías en la casa de su madre, en Brasilia. Una de ellas, envejecida por el tiempo, llamó la atención del pequeño Roberto, entonces con poco más de un año. El niño señaló a la joven que estaba en el retrato: “Abuela”. La madre halló aquello muy extraño. “Sí, ésta era mi abuela, su bisabuela”, explicó. Y preguntó como él la había adivinado, pues nadie había mostrado aquella imagen al niño. Roberto tocó el pecho de la joven mujer en el retrato. “Duele”, dijo. En la foto no existían señales de ningún aparente golpe. El asombro fue mayor cuando Liana se acordó que la abuela, ya anciana, falleció a raíz de un cáncer de mama. “Mi hijo sabía de aquello sin que nadie se lo hubiese contado”,resume el padre, Ricardo Movits.
Antes de tachar la historia del niño Roberto de mentira o locura,vale la pena recordar que Chico Xavier, el mayor médium brasileño, tuvo su primera experiencia mediúmnica a los cinco años, cuando su madre falleció y comenzó a visitarlo en espíritu. Roberto, hoy con cuatro años,también dice recibir la visita de parientes fallecidos. Y de modo asiduo.
Contó que la abuela frecuenta su casa para enseñarle cosas sobre la vida y la muerte. “Ella dice que las personas que mueren se convierten en sorpresa –sin que nadie le contase–
Roberto sabía de detalles de la vida de su bisabuelo que murió antes de su nacimiento.
"Los niños que mueren son angelitos y después vuelven a ser bebés”, afirma. En otra ocasión, Roberto sorprendió a su padre al comentar que el abuelo había muerto porque
fumaba demasiado. “Entró mucho humo en el pecho de él”, completó.
Esas supuestas habilidades del niño podrían ser explicadas por medio de la mediumnidad. Estudiada por religiosos, psiquiatras y hasta neurólogos,la mediumnidad es la capacidad de ver y oír espíritus o realizar fenómenos paranormales –como incorporación y clarividencia– por intermedio de agentes externos. O sea, de entidades espirituales que utilizan el cuerpo
del médium como vehículo para manifestarse.
Relatos de ese tipo son cada vez más comunes. Incluso en las consultas médicas. No obstante, la Psicología y la Medicina buscan otras formas de justificar esos fenómenos. Por ejemplo, si el niño parece poseído por una entidad sobrenatural se diagnostica un trastorno de personalidad o estado de trance y posesión, cuyo tratamiento utiliza psicoterapia y
medicamentos. A los ojos de los padres, la comunicación con amigos invisibles, acostumbra a ser encarada como mera fantasía. “Hay momentos en que la ilusión predomina y el niño transforma en real lo que apenas es su deseo inconsciente”, considera la psicoanalista Ana María Sigal, coordinadora del grupo de trabajo en psicoanálisis con niños del Instituto Sedes Sapientiae. “Al jugar con un amigo imaginario, él niega la soledad y crea un espacio en el cual es dueño y señor. Ya hablar con parientes fallecidos es una forma de negar una dolorosa realidad y sentirse omnipotente, capaz de revertir la muerte”, agrega Ana María.
La interpretación es la misma en la mayoría de los pediatras. El Presidente del Instituto de la Familia, que estudia las relaciones familiares,el médico Leonardo Posternak, afirma que ese tipo de fantasía permite a la muchachada llamar la atención. Según él, los niños perciben que los padres demuestran admiración por su supuesto don. O se aprovechan del cariño
especial recibido cuando los padres desconfían que el hijo tenga algún disturbio psíquico. ¿Y cuándo surgen hechos capaces de asombrar a los más escépticos, como que el pequeño súbitamente hable otra lengua? “Es importante que seamos humildes para admitir que muchas cosas escapan aún a la medicina cartesiana. En vez de decir a los padres que el hijo no tiene nada o que los síntomas van a pasar, sería más honesto decir que la medicina vigente no es capaz de diagnosticar lo que
realmente pasa con él”, afirma Posternak. El Presidente de la Asociación Brasileña de Neurología y Pediatría Infantil, César Moraes, acota que el estado de trance y posesión, aunque es citado en el Código Internacional de Dolencias, aún no fue esclarecido. “Puede resultar de algún desorden físico o mental o, de hecho, ser obra de lo sobrenatural”, sugiere.
En el vacío dejado por la Medicina, avanzan cada vez más las explicaciones alternativas que concilian ciencia y trascendencia. “Si un niño describe y da nombre a un amigo imaginario y la familia descubre,al investigar, que la descripción corresponde a la de una persona de verdad,que habitó la casa en el pasado, la línea entre la ficción y la realidad desaparece”. Es lo que asegura Reginaldo Hiraoka, coordinador del Curso de Parapsicología de las Facultades Espíritas Integradas de Curitiba, las únicas en su género en Brasil. “Lo mismo ocurre cuando algunos niños afirman recordar vidas pasadas y citan episodios verídicos sin haber oído nunca algo al respecto”, y agrega: Para estudiosos de la Parapsicología,existe una elevada frecuencia de relatos sobrenaturales en la infancia debido al hecho de que la mediumnidad, innata a todas las personas, no haya sido reprimida aún en esa fase. “Niños menores de siete años no ven nada de anormal en esas experiencias”, afirma la psicóloga infantil Athena A. Dreves, consultora de la Parapsychology Foundation, con sede en Nueva York. “Ellos las aceptan hasta que otras personas comiencen a reaccionar negativamente a sus relatos. El bloqueo ocurre al entrar en la escuela y descubrir que no todos viven las mismas experiencias”.
Pero no siempre la convivencia con lo sobrenatural es tranquila. A veces, los amiguitos imaginarios son sustituidos por monstruos que perturban el sueño de los pequeños y los tornan esquivos, agresivos o profundamente tímidos. Como en la película “Sexto Sentido”, de Night Shyamalan, donde niños muestran su asombro ante las imágenes de espíritus que vagan con heridas o fracturas expuestas, exactamente como estaban cuando murieron.
Según la Doctrina Espírita, eso sucede cuando los espíritus desencarnados no consiguen desprenderse del plano físico, bien sea por no haberse dado cuenta de la muerte o por no aceptarla. También es posible que un espíritu persiga a un niño por haber estado vinculado a él en una vida anterior. “Imagine si su bebé fue una persona mala en la encarnación pasada y perjudicó a alguien que, ahora se siente con derecho de trastornar su camino”, afirma la autora del libro “Mediumnidad en los Niños”, Agnes Henriques Leal. Conforme a la tesis espírita, es posible que ese hijo sufra horrores con la influencia de seres espantosos.
En esas horas, de acuerdo con el Espiritismo, el niño debe ser encaminado a un tratamiento con pases para dispersar energías negativas.
Los espíritas también pueden traer a esa entidad a una reunión en el centro –a través de un médium– para intentar convencerla que abandone la persecución. Lecturas diarias del Evangelio también ayudarían. “Si los padres no participasen en el proceso de curación, nada sería logrado. Para ello deberán conocer la doctrina y disponerse a establecer, en el hogar, un clima vibratorio de armonía y paz”, enseña el médium Nazareno Tourinho, autor de “Experiencias Mediúmnicas con Niños y Adolescentes”. No obstante, resalta, que ningún auxilio científico debe ser despreciado.“
Primero, se debe ir con un profesional de la salud. Si el resultado no fuere satisfactorio, resta buscar la ayuda de espíritas competentes”, orienta.
Otra opción es consultar a un especialista que sea al mismo tiempo médico y religioso. Hay muchos psiquiatras adeptos al Espiritismo que atienden a niños y adultos atormentados por fenómenos inexplicables.
Uno de ellos es Sergio Felipe de Oliveira, Director de la Asociación Médico–Espírita de San Pablo y autor de la tesis de que la mediumnidad no es otra cosa que una actividad sensorial –como la visión y el olfato–capaz de captar estímulos del mundo extrafísico. El órgano responsable por la mediumnidad –dice Oliveira– es la glándula pineal o epífisis,
localizada en el cerebro, que controla también el ritmo de crecimiento y, en la adolescencia, avisa la hora de dar inicio a la liberación de las hormonas sexuales. Descrita por Descartes en 1641, como la sede del alma, la pinneal ha sido investigada desde hace siglos, y desde la década de 1980, ha sido comprobada su capacidad de convertir ondas electromagnéticas en estímulos neuroquímicos. Para confirmar su tesis,
Oliveira realizó diversos exámenes neurológicos (como tomografías y electroencefalogramas) en pacientes en trance. “Verificamos la actividad en la glándula pinneal durante ese tiempo. Ella es una especie de antena que capta los estímulos del alma de otras personas, vivas o muertas, como si fuese un ojo sensible a la energía electromagnética”, dice.
Aunque no se vean o se oigan a los espíritus desencarnados, la mediumnidad es la que hace a un niño capaz de sentir si un ambiente está cargado y de hacerlo llorar cuando un extraño con energías negativas lo toma en sus brazos. En su clínica, Oliveira no descarta el uso de medicamentos, pero no tiene dudas de los beneficios de la actividad espiritual, prescrita por él como una terapia complementaria. Oliveira dice que, antes de afirmar que un niño está bajo influencia de un espíritu, es preciso descartar las hipótesis de fantasía y de disturbios psíquicos. La primera etapa es entrevistar al paciente en busca de elementos que no podrían ser dichos por él. “Es difícil diagnosticar como fantasioso a un niño de tres años que se pone a analizar cuadros de Botticelli o a conversar en francés sin haber estudiado nunca el idioma”,ejemplifica. Finalmente, son hechos exámenes neurológicos para verificar si la actividad en el cerebro es equivalente a la registrada en convulsiones o tendencias epilépticas. Normalmente, la reacción es otra.
Médicos adeptos del Espiritismo afirman que la infancia es el período en que la acción de la glándula pinneal está en auge, aunque el niño no tenga la estructura intelectual necesaria para interpretar los estímulos de forma consciente. Con el desarrollo completo del cerebro,
la mediumnidad sería sublimada en la mayoría de las personas. O volvería aún más fuerte en aquellos que aprendieran a ejercitarla. En “El Libro de los Médiums”, Allan Kardec, codificador de la doctrina, avisa que la mediumnidad no debe ser estimulada en niños, lo que puede ser peligroso,ya que los organismos delicados de los menores sufrirían grandes
perjuicios. “Es de desear que un niño dotado de la facultad mediúmnica no la ejercite, sino bajo la vigilancia de personas experimentadas”, escribió.
Por ese motivo, en general, los padres son orientados a no incentivar a los hijos a ejercerla. “Muchos niños sienten dolor porque el cuerpo no está preparado para recibir ese impacto”, dice la psicóloga Inés Ignacio, del Centro Espírita Francisco de Asís, en Río de Janeiro.
En otras religiones espiritualistas, como el candomblé y la umbanda, la presencia de niños en los rituales, acostumbra a ser permitida. Muchos templos ofrecen acompañamiento de adultos para la iniciación. (…)”
ÉL PREVÉE ACCIDENTENTES Y MUERTES
Marcos do Sul tenía cuatro años cuando contó haber presenciado la muerte del bisabuelo, fallecido antes de su nacimiento. Para convencer a la familia, imitó con perfección al anciano.
En otra ocasión, dijo haber presenciado la imagen de un niño, hijo de un amigo de su madre, que había sido atropellado por un buggy rojo. Rita de Cassia, la madre, llamó a la familia del accidentado, confirmando la veracidad de la escena y llevó al hijo al centro espírita,donde su mediumnidad fue reconocida. A final de 2006, a los 12 años, él describió los atentados en los que traficantes incendiaron un autobús y provocaron la muerte de ocho pasajeros en Río. “Todo está negro y yo veo cosas. No tengo miedo, pero siento dolores”, se desahogaba él.
SUSTO EN LA CUNA
Giovanna, con tres años y ocho meses, al lado de sus padres, frecuenta un curso de evangelización y ora cada vez que alguna entidad la asusta.
La mediumnidad de Giovanna aún molesta a la familia.
A los dos años, la niña sólo dormía en la alfombra y se enfurecía siempre que intentaban colocarla en la cuna. Durante la noche,bastaba que se aproximasen a la cuna con ella en los brazos para que Giovanna despertase llorando.
Un neurólogo prescribió remedios para la arritmia cerebral.
Claudia Geminiani, la madre, prefirió procurar un centro espírita. “Una médium le explicó que un muchacho que había sido hijo de Giovanna en otra encarnación la perseguía en la cuna en busca de cariño”, cuenta Claudia. “Él tenía el rostro desfigurado y los miembros
comprometidos, por eso asustaba a mi hija”. Una vez, Giovanna llegó a proferir palabras agresivas en un tono de voz diferente al suyo. Lecturas del Evangelio ayudaron a atenuar las crisis. Hoy con tres años y ocho meses, Giovanna frecuenta un curso de evangelización y hace una oración siempre que alguna entidad la asusta.
BRUJAS Y PERROS
“Camila acostumbra ver a una bruja andando por la casa.
Si yo no fuese espírita, probablemente la atiborraría de medicamentos”, pondera su madre.
Desde los dos años, Camila no consigue dormir en su propio cuarto.
La visión de un perro feroz le impide permanecer allí. La madre, Carla de Almeida Oliveira, no olvida los gritos que la niña, hoy con cuatro años,daba cuando iba hacia la cuna. “Ella lloraba mucho, con los ojos siempre cerrados. Sólo cesaba su llanto con mucha oración”, dice.
Espírita, Carla no entendía el miedo que la hija sentía durante las sesiones del Culto del
Evangelio realizadas en su casa, en Río de Janeiro. En esas ocasiones Camila acostumbraba
ver a una bruja por la casa, lo que la hacía sufrir.
“Cuando tiene visiones, mi hija se transforma en otra persona. Tiene entonces, una fuerza tan grande que yo a duras penas consigo controlarla”, cuenta la madre. “Si yo no fuese espírita, probablemente la atiborraría de remedios”, pondera.
MÉDIUMS FAMOSOS QUE TUVIERON CONTACTOS EN LA INFANCIA
CHICO XAVIER. A los cinco años, pasó a conversar con el espíritu de su madre. La madrina lo agredía por creer que él mentía. En la escuela, sentía que otras manos guiaban su escritura.
IVONNE PEREIRA.- Célebre por psicografiar, manifestó su mediumnidad desde que era bebé. Hablaba con espíritus a los cuatro años. Murió en 1984.
ROBERIO DE OGUM.
Al sufrir un accidente, vio a las entidades Ogum e Iansã. Antes tuvo visiones cuando era sacristán, atribuidas a la imaginación.
DIVALDO PEREIRA FRANCO.
El médium de Bahía, a los 80 años, es uno de los más notorios de Brasil. A los cuatro años, vio al espíritu de la abuela. Él la describió con exactitud, asustando a su familia que eran católicos.
“SANTA” DICA. Conocida en Goiás por curar y conversar con ángeles cuando era niña.
Benedicta Gomes, muerta en 1970, es venerada hasta hoy.
Camilo Vannuchi y Celina Côrtes
(Revista “Esto Es”. San Pablo, Brasil, número 1942, 17 de enero de 2007).
Juan Carlos Mariani recopilado de : "LO POSIBLE ACONTECE"
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