“BAJAS” / Mirando las Estrellas

 En el día en que la guerra de los Estados Unidos contra Irak tuvo inicio, el mundo entero estaba atento a los noticiarios, y casi todos los medios de comunicación divulgaban los hechos con increíble rapidez.

Al silbar de los misiles, el humo, se mezclaba con la claridad provocada por la explosión, eran imágenes constantes.

Los puntos afectados por el atentado, los soldados capturados, la posición de las tropas, fueron hechos divulgados por los medios de comunicación.

De vez en cuando, una imagen de los civiles heridos, soldados muertos, aeronaves derribadas.
Aviones despegando de sus bases, cargados de misiles y más misiles, se podía ver con frecuencia.
La cobertura periodística de la guerra, como se dice, estaba cumpliendo su papel.

Pasados algunos días, a las personas ya no se preocupan con ese acontecimiento… principalmente a las que no consiguen oír el estruendo de las explosiones, ni los gritos de dolor y desespero, ni el

hedor fétido de aquellos cuyos cuerpos dilacerados por las llamas de las explosiones…

Pero, hay otra realidad que nadie muestra…

Es algo tan cruel que, si fuese mostrado, tal vez cambiase el rumbo de los acontecimientos…

Es el desespero y la sensación de impotencia de los padres de los soldados enviados a los frentes de

batalla.

Son los sentimientos de los soldados. Jóvenes que fueron arrancados del confort de sus hogares para morir, en cualquier momento, en una guerra que no provocaron....

Si se pudiese oír y sentir sus gemidos de pavor ante la oscuridad, sus miedos, sus inseguridad, sus llantos silenciosos de nostalgia de sus amores…

¡ Hay ! , ¡ Si fuese registrada la situación en que se encuentran los bravos soldados, después de varias noches sin dormir !....

Algunos están más de una semana sin ningún reposo…, pues una siesta puede significar la muerte…

Mas eso es resuelto con las anfetaminas para rendir más… al final, son maquinas de guerra.

¡ Nó !, es imposible imaginar lo que es el tormento del hambre, de la sed, del sueño, del cansancio, aliados al temor de un ataque por sorpresa del enemigo.

Si se pudiese registrar la agonía de los hijos perdidos en medio del paisaje devastado por los ataques, , a la procura de padres cuyos cuerpos yacen sobre escombros, cenizas y sangre. ..

Eso, ciertamente, los que optan por la guerra no saben lo que es.

Tal vez digan que es preciso sacrificar algunas vidas…; desde que no sea la suya o la de sus familiares…

Como no se puede registrar esos sentimientos, nadie toma conocimiento, a no ser que estén en la misma situación.

Y, cuando por fin, lo peor acontece, el pavor del combatiente es silenciado por el manto oscuro de la muerte, aquel joven es contado apenas como una “baja” más.

Si, su existencia fue interrumpida, sus sueños violentados, sus sentimientos desconsiderados… pero eso fue una “baja “más.

¿Cómo decir a una madre o a un padre que aquel hijo o hija, que hace poco canturreaba por la casa, ahora representa apenas un numero más en la triste estadística de las “bajas” en el campo de batalla?

Eso no tiene sentido…

Pero, ¿ que importa?

Para los gobernantes de países que sacrifican a sus ciudadanos en nombre de la libertad, las riquezas minerales y sus intereses creados, son más importantes que las vidas humanas.

Vale la pena pensar, como ciudadanos de esa gran aldea llamada tierra, sobre esas cuestiones que tanto entristecen a aquellos que realmente desean la paz.

Es importante pensar, principalmente cuando se elige a los representantes, sobre quien está a favor de esas atrocidades y quien a favor de la vida, del ser humano, de los sentimientos ajenos.

Tal vez usted esté se esté preguntando: Pero, ¿qué puedo hacer yo ahora, para cambiar la

situación?

Usted puede enviar, a través de la oración sincera, sus mejores vibraciones de paz a favor, primero, de los que más lo precisan: los gobernantes responsables por esas locuras.

Segundo, por aquellos que sufren la consecuencia de esas atrocidades.

Piense en eso, haga su parte.

Redacción del Momento Espirita 

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Mirando las estrellas

Todos  los globos que circulan en el espacio están poblados, el hombre está muy lejos de ser, como cree,  el primero en inteligencia, en bondad y en perfección.  Dios ha poblado los mundos  de seres vivientes, que concurren todos al objeto final de la Providencia. Creer  que los seres vivientes están limitados al único punto que habitamos en el Universo, equivaldría  a poner  en duda la sabiduría de Dios, que no ha hecho nada inútil y que ha debido asignar a esos mundos un objeto más serio que el de recrear nuestra vista.

Cuantas veces ensimismados con la luna, en  su fase de luna llena,  hemos  valorizado la inmensa obra de Dios, las luces, de las estrellas y de los fugaces luceros,  nos ha llevado a pensar en cómo sería el Cielo, si podremos algún día entrar en él, y nos  hemos preocupado al sentirnos aun muy inferiores, al ver que muchas cosas pesan en nuestra conciencia, y que para llegar a Dios tenemos que conquistar la perfección.

Preocupados, nos preguntamos si habrá vida fuera de la vida en el planeta Tierra, y nos acordamos de las palabras de Jesús cuando dijo: “Que hay muchas moradas en la casa del Padre”  y de aquellas otras que no son menos interesantes: “me voy para prepararos un lugar más allá de  la vida física”  es tanta la neblina que cubre las enseñanzas de Cristo,  y sus estatutos divinos, dicen muy poco a nuestro favor. Pues nada aun hemos hecho para merecer el cielo, que brilla en El, con todo su fulgor.

Si,  es  brillante nuestro hermano Mayor, posee una elevación que todos hemos admirado muchas veces, y en muchas ocasiones, pero aun no  hicimos nada para imitarle.  Queremos vivir la vida material intensamente, y cuanto  mejor la vivimos más disfrutamos y nos olvidamos de preparar nuestra casa en el Cielo.

Ya nos han dicho que los valores materiales, no tienen valor alguno, que nadie se ha podido llevar al otro lado de la vida, nada por muy valioso que esto sea.  Que solo podemos llevarnos los valores del espíritu, es decir, si somos amorosos, dedicados al bien, si hacemos obras de caridad, si estudiamos para comprender y razonar con más sensatez, esas pertenencias nunca desaparecerán de nosotros. Si en una existencia aprendimos a ser sencillos y humildes, la sencillez y la humildad nos pertenecerán para siempre, pues son valores que no se pierden y que nos identificaran en todas partes que nos encontremos.

Si por el contrario, somos maliciosos, embusteros o altaneros, reconoceremos enseguida que esas imperfecciones, también van con nosotros a todas partes, nos mantiene aliados a un cuadro de espíritus ignorantes que nos hacen estremecer con la más pequeña inquietud que no cuente con nuestro rechazo, invitándonos a estados precarios que siempre nos alteraran y desmoralizaran por el peso que cargamos sin cesar en todas partes.

Siempre hemos podido los hombres pintar el infierno, pero nunca hemos podido representar  los goces del cielo.

Todos debemos conquistar un mundo mejor, hasta llegar a los mundos felices, y todos partimos desde un mismo punto de partida, nadie estamos mejor dotados que los otros, solo a nosotros nos corresponde  el conquistar las moradas celestes por medio de nuestro trabajo.  Debemos alcanzarlos lo más pronto posible

La Tierra  es un planeta expiatorio, cuyas variedades de espíritus que la pueblan son infinitos. Pero  la Tierra  tiene de común para todos los espíritus que la pueblan el servir de lugar de destierro a los espíritus que son rebeldes a las Leyes de Dios. En ella tenemos que luchar  contra le perversidad de los hombres  y contra la inclemencias de la naturaleza, un trabajo doble  y penoso en el que desarrollamos al mismo tiempo las cualidades del corazón y las de la inteligencia. De esta forma es como Dios hace que el castigo redunde  en provecho del progreso del espíritu.

No pensemos que la tierra es uno de los planetas más atrasados, cada torbellino planetario, corriendo en el espacio, arrastra  con él sus mundos primitivos, de destierro, de pruebas, de regeneración y de felicidad.  Dios  a través del libre albedrio, nos ha dotado de facultades  para hacer el bien, pero por nuestra ignorancia sucumbimos en el mal, por eso esos mundos inferiores  nos sirven de moradas y de encarnaciones en encarnaciones, vamos purificándonos, nos regeneramos y un día seremos dignas   de la gloria que tenemos reservadas, y que a la cual hemos sido destinados.

Aun tenemos muchas pruebas que pasar, la imperfección es nuestra principal característica, pero  debemos entrever el porvenir  y librarnos de la imperfección que nos impide volar a mayores alturas. Procuremos adquirir las alas del amor y de la caridad  que se derrama del seno de Dios, procuremos alejar de nosotros el espíritu del mal para que pierda su imperio sobre el espíritu.

Y cuando contemplemos el firmamento, en las noches estrelladas,  antes de entregarnos al descanso, dirijámonos a El rogándole   para que un mundo regenerador nos abra su seno después de la expiación en la Tierra.

Si pudiéramos  seguir el proceso de evolución de un mundo en sus diversas fases, desde el instante  en el que se aglomeraron los primero átomos  que sirvieron  para constituirlo, lo veríamos recorrer  una escala incesante  progresiva, por grados insensibles para cada generación y ofrecer a sus habitantes una morada más agradable a medida que estos  adelantan en el camino del progreso.

Procuremos merecer una mejor estancia, la vida nos ofrece esa oportunidad, nosotros construimos el cielo o el infierno que existe en nuestro interior, los materiales son todas las experiencias que día a día  desarrollamos dentro de la fabrica del corazón, donde compramos las bienaventuranzas o los delirios de las bajas pasiones, ambos están a nuestra disposición, para construir nuestra próxima morada.  Las malas influencias nos hace a veces crear una vida ficticia, nada segura, desequilibrada, donde el egoísmo, el orgullo, las bajas pasiones crean en nuestro interior momentos de delirios y de dolor, en cambio si nos decidimos por las virtudes, que nos fortalecen el alma, que nos hace sumisos y obedientes, y servidores del bien, nos edificará fuertes murallas a prueba de bomba que no permitirán que nada ni nadie derrumbe la estancia llena de paz y armonía que hemos conseguido con los propios merecimientos.

Hagamos un mundo mejor, e invitemos a morar en él a todos aquellos que viajan con nosotros, siendo para ellos un ejemplo y modelo que les hable a los sentidos y les incentive a crearlos ellos mismos para sí.

M.C.R

NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en     el  chat de la Federación Espírita Española.

 Los viernes a las 23,00 horas se os invita a asistir a una  interesante conferencia en la misma  sala.   Los domingos a las 21,30 horas se os invita a la clase de estudio del Espiritismo por "Grupo espírita Sin 

           Fronteras" dirigida  por Carlos Campetti.

         Ver también los  Blog  Inquietudes espíritas :inquietudesespiritas.blogspot.com.es

                                                 Albacete Espirita :  albaceteespirita.blogspot.com

                                   kardeciano.blogspot.com

                                   elblogdeazucena.blogspot.com

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