¿
Todos los casos de obsesión son iguales ?
Existen
muchos grados de intensidad en cuanto a la influencia de espíritus
de baja condición moral; o sea de las obsesiones espirituales. La
forma mas débil, conocida precisamente como “Obsesión
Simple” ,
se caracteriza en que en cualquier caso el Ser obsesor se mezcla
tenazmente con la mente de su víctima, generalmente poseedora de
una mediumnidad, y lo hace interfiriendo en las comunicaciones que
recibe , sustituyendo a otros Espíritus que hayan sido evocados. En
este nivel de obsesión la mente comienza a reflejar unos estados
íntimos extraños y desequilibrantes.
La mente actúa como una dinamo generadora de
recursos psicofísicos que bajo el mando del espíritu obsesor ,
uitiliza las imágenes mentales del cerebro, y así fácilmente
expresa estados múltiples de la personalidad, encadenando sucesos y
fracasos que se exteriorizan en formas depresivas de ansiedad,
traumáticas, neurasténicas y otras, dando origen a enfermedades
psíquicas de variada y compleja nomenclatura.
Es característico que el obsesado intente
discutir haciendo suyas opiniones negativas y perjudiciales que le
gusta cultivar, y que a una persona sana y equilibrada repulsarían
instintivamente. Esto transcurre bajo el dominio del parásito
espiritual cuanto más próximo esté a la mente y se haya hecho
dueño de la voluntad de su anfitrión.
En la obsesión simple, como efecto natural surgen los
llamados “Reflejos de Interferencia”: inquietud, desconfianza,
inseguridad personal, pequeños malestares, angustia ante sucesos en
torno al obsesado, incertidumbres y cada vez una mayor perturbación
interior.
La obsesión simple es una parasitosis común en
muchísimas personas, considerando natural la intervención psíquica
vigente en todas las partes de la Tierra.
El
siguiente grado de Obsesión espiritual que es un poco más grave
por ser un poco mas intenso, recibe el nombre de Fascinación
para
distinguirlo del anterior.
La fascinación transcurre en medio de una
indolencia moral y mental de la víctima, exacerbando sus aspectos
negativos que son hábilmente estimulados por su antagonista
espiritual.
En la fascinación , los esfuerzos que pueden
emprender los afectados con las acciones de bien que puedan realizar
constituyen la curación contra el mal, conquistando así las
fajas vibratorias psíquicas a las que no accede el obsesor y que
le protegen y liberan.
En consecuencia, las tentativas para la
liberación del obsesor en este nivel se presentan mas complicadas,
exigiendo abnegación, esfuerzo, y voluntad continuos.
Los
límites entre unos grados y otros resultan indelebles, pues la
Obsesión puede,
por su intensidad, formar una línea ascendente de modo paulatino,
dentro de la que se representan todos los grados, de menor a mayor y
sin solución de continuidad; allí donde termina un grado de
intensidad, comienza el siguiente.
Una vez establecidos los primeros fláses de
comunicación obsesiva, la víctima de modo inconsciente comienza a
compartir sus ideas con las que le son inspiradas.
A medida que el canal mental de la víctima
aumenta, no solo asimila la inducción telepática sino también las
actitudes y forma de ser de su huésped obsesor. En ese terreno la
persona pierde la noción del ridículo y la capacidad habitual de
discernimiento, acatando sugestiones que incorporan aceptando
inspiraciones como directrices y actitudes que son disparatadas o
ridículas y solamente él las ve lógicas.
Debido a que los espíritus obsesores conocen
las imperfecciones morales, el carácter y la conducta de a quienes
perturban, estos lo aprovechan para inspirar e imponer ideas
absurdas con las que tratan de aislar a su víctima de las posibles
personas que les podrían ayudar.
Les insuflan el orgullo de creer que cumplen
misiones especiales, disfrazándose de humildad y pasividad falsas,
que les da una apariencia mística, pero que quedan al descubierto en
su falsedad cuando se sienten desenmascarados por la razón y
perspicacia de las personas lúcidas y conocedoras de tan infelices
técnicas, y así se sienten reformadores de alguna religión, o
apóstoles encargados de cambiar las estructuras de la vida con un
talante de irresponsabilidad y presunción.
En
la Fascinación,
el obsesor tiene una acción directa sobre la mente de la persona
sensitiva, que no cree que está siendo manipulada por una Entidad
espiritual extraña , por lo que se deja inconscientemente influir
por ella,
. En este grado obsesivo que es la fascinación, el obsesor ilusiona
el pensamiento de su víctima , engañándola y paralizando su propia
capacidad de razonar, mostrándose a esta con una máscara de
virtudes falsas y aparentes, para evitar ser descubierto, por ello
inspira en ella el alejamiento de cualquiera que pueda abrirle los
ojos y le pueda descubrir, de modo que al evitar a quien le pueda
contradecir, siempre pueda llevar él la razón.
En
otro grado más severo aún está la Subyugación,
en la que el
obsesor controla a su víctima de forma total, hasta el punto de que
les llega a causar serias perturbaciones psíquicas y hasta físicas.
En este grado de intensidad se paraliza totalmente la voluntad de la
víctima que queda bajo la dependencia del obsesor por debilidad o
por deseo, y este le empuja a obrar a pesar suyo. Este grado es el
conocido y confundido con la “Posesión”,
o “Posesión diabólica”.
Sin
embargo es de tener en cuenta, como ya se señaló anteriormente, que
la posesión no solo puede tener un carácter negativo, sino también
positivo cuando los espíritus
manifestantes
poseen transitoriamente el cuerpo de una mediumnidad de incorporación
que voluntariamente se lo cede para su expresión y manifestación
en el plano físico. Se podría afirmar que otro factor que
diferencia la posesión de los otros grados de obsesión, es
precisamente que la posesión puede ser positiva y voluntaria por
parte del médium poseído transitoriamente, mientras que los demás
grados de obsesión son siempre de carácter negativo causados por
entidades negativas sin la aceptación voluntaria del obsesado.
En todos los cuadros obsesivos, a medida que
se agrava el proceso de interferencia, la voluntad del obsesado
pierde los controles personales en razón directa a como el espíritu
obsesor ejerce su poder.
En cada caso de alineación obsesiva,
encontramos razones características y específicas del proceso. En
razón de esto, a pesar de ser origen de su agravamiento las faltas
morales del enfermo, la Entidad desencarnada encuentra móviles que
le predisponen a la acción, y que varían de acuerdo a cada persona.
Aún suele ser mas grave cuando el obsesor es
un espíritu lúcido, técnica e intelectualmente, que se adueña
de los centros cerebrales con imposición de un plan bien deliberado
para los fines que persigue, manipulando con habilidad los
dispositivos mentales y físicos del alienado.
El tratamiento es genéricamente el mismo en
todos los casos : comprensión y aceptación de lo que le sucede,
mucha oración y buenas acciones que le situen en otra franja
vibratoria espiritual inaccesible a la maldad del obsesor . Sus
resultados varían en cada paciente, pues en cada persona, la Ley de
Causa y Efecto, y los esfuerzos para curarse de la trama en que se
encuentran, son diferentes unos de otros.
- Jose Luis Martín -
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“Porque
de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando
grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados”
-
Hechos,
8:7 –
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En todas las situaciones, las personas a las que se engaña con mayor facilidad son aquellas que no pertenecen al oficio. Lo mismo ocurre con el Espiritismo. Las que no lo conocen se dejan engañar fácilmente por las apariencias, mientras que un estudio previo y atento las inicia no sólo en las causas de los fenómenos, sino también en las condiciones normales en que suelen producirse, proveyéndoles de ese modo los medios para reconocer el fraude, en caso de que exista.
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EJERCICIO MEDIÚMNICO EN EL HOGAR
Lo que realmente atrae a los buenos espíritus es la conducta moral y la armonía psíquica de las personas, independientemente de los lugares donde se practiquen las sesiones mediúmnicas. . Sin embargo, no es muy conveniente realizar trabajos mediúmnicos en hogares familiares que resultan, en cambio, propicios para las reuniones de estudio y practica del evangelio o doctrinarios espiritas, y para intercambio con los espíritus benefactores y esclarecidos. Las vibraciones de la oración y los temas sublimes del evangelio de Jesucristo son balsámicos y reconfortantes, beneficiando a los desencarnados afligidos y perturbados, que comparecen bajo el control de entidades superiores.
Respaldados por los temas evangélicos, los trabajaos mediúmnicos que se realizan en los hogares, son del gusto de los buenos espíritus que contribuyen con su influencia a la armonía y entendimiento cristiano de sus moradores. Los miasmas psíquicos que penetran durante el día en el hogar, atraídos por los disturbios familiares, se desintegran bajo el impacto poderoso de la oración y la fuerza crística que se desprende del culto a las enseñanzas de Jesucristo.
Las sesiones espiritas en el hogar doméstico, siempre que se orienten según la palabra del Sublime Maestro resultan extraordinarios recursos de adoctrinación espiritual para los espíritus infelices y perturbados, aunque no puedan “hablar” a través del médium.
Estos trabajos benefician enormemente a los desencarnados parientes de la familia donde se hacen las sesiones, ya que no hay mejor ambiente para ellos, que la morada física que tuvieron antes de desencarnar. No siempre es conveniente promover el desarrollo de los mediúms, el tratamiento de los obsesos y el intercambio con los grupos de entidades equivocadas o vengativas. Los niños principalmente, son los más sensibles a los fluidos mórbidos, deletéreos o agresivos que los espíritus sufrientes y perturbados diseminan en el ambiente doméstico, después del intercambio mediúmnico.
Esos niños se vuelven apáticos, impertinentes o temerosos, pues su periespiritu, bastante alejado del cuerpo físico, sufre con gran violencia los impactos mórbidos del mundo astral. Por supuesto que también los niños tienen protectores espirituales que los vigilan desde el Más Allá de día y de noche. A pesar de esto, no es conveniente, sobre cargar el trabajo de vigilancia de los guías ante la necesidad de tener que contrarrestar el efecto nocivo de los fluidos repulsivos o enfermos de los espíritus perturbados sobre el niño. Las postraciones, los aflojamientos musculares y las perturbaciones hepáticas, muy comunes en los niños no siempre se deben a los fluidos nocivos de los encarnados. Muchas veces obedecen a la absorción del fluido pernicioso que perdura en el ambiente doméstico después de una sesión agitada y mórbida, durante la cual se comunicaron almas sufrientes desatinadas o rebeldes. A pesar del esfuerzo abnegado de los guías por disolver a tiempo los coágulos fluídicos que a veces permanecen a la altura del cerebelo, de la región cardiaca o de la hepato-intestinal de los niños, la índole sutil de las vibraciones, les impide ejercer una eficaz acción directa. Entonces recurren a la intuición, aconsejando a los encarnados que utilicen los pases “corta fluidos” que los entendidos conocen.
Después de la sesión mediumnica de adoctrinamiento a los espíritus sufrientes o rebeldes, los fluidos mórbidos quedan flotando en el aire por algún tiempo, hasta ser disueltos por la presencia física de la misma familia o por los espíritus guías y amigos del otro lado. Tan importante es el higienizar, previamente el lugar donde actuaran los espíritus superiores, también es importante, higienizar el lugar donde se ha mantenido el trabajo angustioso de contacto con espíritus de baja vibración para que los fluidos y miasmas residuales no enfermen a los moradores del hogar.
Así como el amor, la ternura, la humildad y la pureza, emiten ondas y fluidos que embalsaman el ambiente, y alivian y curan a los individuos, el odio, la ira, el sufrimiento y la desesperación, lanzan dardos que mortifican y abaten a quienes son vulnerables en sus defensas magnéticas. Después de lo trabajos evangélicos en el hogar, se crea un ambiente saturado de emanaciones balsámicas que alimentan los buenos propósitos y las ideas afines de sus moradores. Por el contrario, después de la comunicación con espíritus sufrientes p rebeldes, quedan en el ambiente los residuos fluídicos de las deletéreas y mórbidas explosiones desatadas durante dicho intercambio mediúmnico.
Los hogares donde no hay verdadera armonía espiritual, son los menos adecuados para sesiones mediumnicas de intercambio con espíritus sufrientes, puesto que resulta más difícil disolver los malos fluidos que están dispersos en el ambiente al igual que no invitamos a nuestra casa a los malhechores y a la gente de mal vivir, tampoco conviene atraer al propio hogar a entidades malhechoras, vengativas o capciosas para su adoctrinamiento.
Esto no quiere decir que el adoctrinamiento a los espíritus perturbados solo sea realizado en los centros. Si Francisco de Asís realizara sesiones espiritas en su casa las advertencias no serian para el. Allan Kardec realizó innumerables sesiones mediumnicas en su residencia, sin jamás haber sufrido influencias indignas, o trastornos en su equilibrada personalidad. La conducta, el sentimiento y la franqueza de las acciones de Kardec imponían respeto y temor a los verdaderos genios de la sombras; pero tales defensas morales son poco frecuentes en los miembros de las familias comunes.
Esta advertencia de nada sirve en el caso de los hogares donde habitan obsesos o médium perturbados, puesto que existe un permanente desequilibrio provocado por la presencia constante de almas infelices o vengativas.
Hay trabajos domésticos donde se consiguen la conversión de espíritus terriblemente enfermos; pero se trata de sesiones en las que sus miembros son asistidos de modo permanente y poderoso, desde lo Alto, por espíritus superiores que los inmunizan contra los ataques del astral inferior y el toxico de los fluidos enfermizos.
Los mediúms bien desarrollados y preparados para cumplir determinados trabajos propuestos por lo Alto, no deben empañar su cometido prestándose a los intereses exclusivos de alguna familia determinada, que los explota como si fueran rica veta de oro.
Algunos mediúms imprudentes son serviciales y acuden solícitos a participar de las sesiones realizadas en la casa del famoso académico, del político prestigioso, o del militar de alta graduación, agotándose en el esfuerzo por demostrar la supervivencia del alma ante una audiencia escéptica y maliciosa que lo pone a prueba con burlas y dudas.
Estos mediúms, lamentablemente, se dejan dominar por un complejo mesiánico, y desperdician sus energías en el afán por convencer de que el espíritu es inmortal, a los amantes del mundo del Cesar e indiferentes al reino de Cristo, restando, en cambio su concurso, a las tareas de esclarecimiento espiritual a los hermanos más modestos. Son capaces de hacer frente a todos los impedimentos para atender a las indagaciones particulares y capciosas de los ricos curiosos, y cuando la ocasión lo permite y les favorece la tarea para ir a ayudar y esclarecer a los pobres y modestos con pretextos y excusas desdeñan hacerlo.
El médium que realmente se dedica a los objetivos fundamentales de la doctrina espirita, no debe distinguir en la ayuda espiritual, al soldado del general, al pobre del rico, al analfabeto del sabio, la prostituta de la dama de la sociedad, al delincuente del buen ciudadano.
El trabajo mediúmnico en el hogar puede transformarse en una etapa de progreso espiritual para la propia familia, además de un recursos doctrinario bastante eficiente para los parientes desencarnados. Más el servicio con cristo exige al médium, su acción provechosa en el mundo profano, cooperando con el medicamento, el pase, el agua fluidificada y el bienestar espiritual, a la elevación de las personas que realmente buscan la paz espiritual y el conocimiento de si mismas.
La relaciones con los Espíritu inferiores exigen cierta seguridad de ideas, tacto, y firmeza. Todos los hombres no son aptos para obtener de estas relaciones los buenos efectos que son de esperar. Hay que poseer una verdadera superioridad moral para dominar a estos espíritus, reprimir sus desvíos y dirigirles por el buen camino. Esta superioridad solo se adquiere con una vida exenta de pasiones materiales. En este caso, los fluidos purificados del evocador dominan cómodamente a los fluidos de los Espíritus atrasados.
El estudio de los fenómenos espiritas y las realizaciones con el mundo invisible presentan muchas dificultades, y a veces hasta peligros, para el hombre ignorante y frívolo que se preocupa poco de la parte moral de la cuestión. El que penetra bruscamente en el contacto con lo invisible, sin conocimientos, y se entrega sin precaución a las manifestaciones, se encuentra desde el principio en contacto con millares de seres y sin ningún medio de comprobar sus acciones y sus palabras.
Por eso el estudio de la codificación Espirita y el fiel cumplimientos de los requisitos que requiere una sesión mediúmnica y que se especifica muy claro en el libro de los médiums permitirá a los médiums un ejercicio fructífero para auxilio de las almas que necesitan ayuda y esclarecimiento en ambos lados de la vida.
Mercedes Cruz Reyes
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Hermanos y compañeros del ideal espírita:
En los finales de 1992 pusimos en el Congreso Mundial de Madrid, la piedra fundamental del Consejo Espírita Internacional, cumpliendo así con lo programado por la Espiritualidad Superior y aquello que para los escépticos podría tomarse como una utopía, adquirió fuerza y características institucionales que al presente, demuestran que esa era una realidad que se afirmó con los hechos y con el tiempo, poniendo en evidencia, una vez más, que los designios de Dios no siempre coinciden con los de los hombres..!
En el transcurso del tiempo, las realizaciones del CEI, así como las de sus componentes, se van consolidando y ponen de manifiesto que el futuro nos aguarda con múltiples hechos que podrán concretar la reforma programada para la Humanidad, en estos albores del Tercer Milenio, tan lleno de esperanzas de paz, paz que todos ambicionamos.
Al término del 4o Congreso Espírita Mundial realizado en justo homenaje al Apóstol de Lyon, quedó, virtualmente, consagrada la primera etapa del accionar del CEI en torno de la aglutinación del Movimiento Espírita del mundo, que día a día demuestra mayor responsabilidad, mayor coherencia, mayor fidelidad doctrinaria, que es lo que se aguarda en esta hora de agonía que sufre la Humanidad.
Pero ésta es apenas una etapa, lo que evidencia que aún es mucho lo que hay por hacer...
Aunemos esfuerzos, sumemos dedicación, aumentemos los sacrificios, ya que ésta es la exigencia de este momento.
Busquemos, uniendo nuestros pensamientos y sentimientos, cantar al mundo el himno inmortal que despertará las conciencias aún adormecidas por el materialismo utilitarista, que distancia al hombre de su principal objetivo, que es Dios.
Mucha paz, amigos...
¡ Mantengamos la mira puesta en Jesucristo y en Kardec para avanzar sin temores por el camino del bien !.
Saludamos, muy fraternalmente, los Espíritus espíritas: Amalia Domingo Soler, Cosme Mariño y otros Espíritus comprometidos.
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