LA COMUNICACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
Desde la antigüedad, muchas civilizaciones, de una manera u otra han creído que después de la vida, la muerte sólo es un paso transitorio hacia otro plano de existencia. Nuestra cultura afirma, que cuando el cuerpo físico deja de responder, no significa que sea el final del camino. Si creemos que es así, que hay vida después de la vida, deberíamos darle menos importancia al suceso transitorio de la muerte física.Un "sexto sentido" por el cual se percibe información sensorial más allá de lo captado por los cinco sentidos físicos. La percepción extrasensorial ofrece información acerca del presente, pasado o futuro y parece originarse en una realidad alterna. El término PES (percepsión extrasensorial) fue usado por primera vez por Sir Richard Burton en 1870. En 1892 el Dr. Paul Joire (un investigador francés) observó personas bajo hipnosis o en trance y usó el término PES para describir la habilidad de sentir externamente sin usar los sentidos físicos.
En la década de 1920, el Dr. Rudolph Tischner (un oftalmólogo de Munich) lo usó el para describir la "externalización de la sensibilidad". El término fue popularizado en los años '30 por el parapsicólogo norteamericano J. B. Rhine para referirse a los fenómenos psíquicos análogos a funciones sensoriales. Rhine fue uno de los primeros parapsicólogos en llevar a cabo pruebas de PES en el laboratorio. El término PES se aplica sin mucho rigor en el uso popular, y algunas veces de manera inapropiada para describir cualquier fenómeno psíquico o paranormal. La percepción extrasensorial (PES) puede ser dividida en dos amplias categorías: la telepatía y la clarividencia, y ambas pueden dirigirse hacia adelante en el tiempo (precognición) o hacia atrás (retrocognición). La PES no incluye a la psicokinesis (PK) ni a las experiencias extracorporales (EECs). En New Frontiers o f the Mind (1937) Rhine señala que, históricamente, las personas instruidas asumieron por mucho tiempo que nada llegaba a la mente humana si no era a través de los cinco sentidos físicos, y que por lo tanto, la mente quedaba así sujeta a las leyes del mundo mecánico. Desde el nacimiento de 1a investigación psíquica a fines del siglo XIX, los investigadores han dedicado gran cantidad de esfuerzo a tratar de probar en el laboratorio la existencia de la PES y a descubrir el mecanismo físico con el cual opera. La mente ha sido igualada con el cerebro, y así los científicos han tratado de descubrir cómo se registra la percepción extrasensorial en el cerebro/mente. Sin embargo, la evidencia ha demostrado que la PES existe aunque no pueda ser explicada ni cuantificada por las leyes físicas; más aún, que la mente (conciencia) y el cerebro son dos entidades distintas. A1 mismo tiempo, las investigaciones de la física cuántica apuntan a la existencia de un universo distinto e inmaterial. Es por ello que los científicos occidentales deben hoy en día toparse con conceptos propios de la mística oriental: que existe una fuerza extrasensorial fluyendo en otro plano de la realidad, la cual intersecta y se integra con el mundo físico. La PES no funciona como un sentido físico; no parece tener una localización definida dentro del cuerpo y no depende de ninguno de los cinco sentidos físicos. Tampoco depende de factores como la geografía, el tiempo, la inteligencia, la edad o la educación. Explicaciones acerca de la PES
Antes de la investigación de Rhine en la Universidad de Duke en Carolina del Sur, otros investigadores psíquicos habían intentado nombrar y definir el "sentido escondido'. En el siglo XIX, el profesor Charles Richert acuñó el término "criptestesia" para referirse a dicho "sentido". Frederic W. H. Myers, uno de los4 fundadores de la Society for Psychical Research, usó el término "telesthesia" para denominar lo que más tarde se j conocería como "clarividencia" o "ver a ` la distancia". En cierta época se creía que cualquier transferencia psíquica de información requería de dos personas, una para enviar y otra para recibir. Esta promisa fue subsecuentemente rechazada porque la clarividencia implica la percepción de información que no parece estar en la mente de nadie. Rhíne acuñó la expresión "percepción general extrasensorial" (PGES) para incluir tanto la telepatía como la clarividencia. Posteriormente, el término "psi" fue designado para referirse tanto a la PES, la PGES y las PK. Ver Psi. Algunos científicos rusos llaman "bioinformación" a la PES. La investigadora Luisa E. Rhine propuso que la PES tiene sus orígenes en el inconsciente profundo, donde se almacenan memorias, esperanzas, miedos, etc. Aquí se establece el contacto entre el mundo objetivo y el centro de la mente. El individuo no está consciente del contacto hasta que la información
Según una teoría publicada en 1960 y que pertenece a la Dra. Hilda Gertrud Heine de la Universidad de Nueva Zelandia, los macrófagos -un tipo de célula presente en el tejido conectivo, los nódulos linfáticos, la médula ósea y ligada a las terminaciones nerviosas-serían los órganos de PES del cuerpo que envían y reciben impresiones por debajo del nivel de la percepción física normal. Tales células son más sensitivas y activas en la niñez y se deterioran sin una dieta apropiada. Más recientemente, otras teorías han enfocado la existencia de una segunda conciencia que se integra con las realidades física y no física (o "segunda realidad"). Esta segunda conciencia podría ser llamada alma, yo subliminal, supraconciencia, ego trascendente o de cualquier otra manera similar. Parece haber barreras subliminales entre las dos conciencias, o en caso contrario la conciencia de vigilia estaría constantemente bombardeada con información proveniente de la realidad noisica. (Una discusión más amplia de las teorías metafísicas y físicas de la percepción extrasensorial se presenta con la PK debajo de la entrada Psi). Formas de PES
Cómo llega la información de la segunda realidad hasta la mente consciente, parece depender de: las condiciones que existen en el momento en que la información está disponible, la disposición natural del individuo hacia la PES y las distorsiones creadas por prejuicios, pensamientos y condicionamientos.
En un estudio de 10.000 casos concernientes a PES cuyos hallazgos fueron publicados en 1963, Luisa E. Rhine dividió las PES en cuatro formas básicas: sueños realistas (39%), intuición (30%), sueños no realistas (18%) y alucinaciones (13%). Los sueños realistas contienen imágenes vívidas y detalladas de la información que llevan. La intuición incluye a los presentimientos, presagios y premoniciones.
Los sueños no realistas contienen imágenes fantásticas y símbolos. Las alucinaciones incluyen sensaciones visuales y auditivas que portan información. Rhine sostenía que los sueños eran el vehículo más eficiente para los mensajes de percepción extrasensorial, porque durante ellos las barreras de la mente consciente parecen ser más ligeras.
Rhine también dijo que las PES que resultan inexactas pueden ser el producto de distorsiones y bloqueos de la mente consciente. La mayoría de los incidentes de PES ocurren espontáneamente y un gran porcentaje de ellos tiene que ver con crisis, accidentes y muertes de seres queridos o desastres graves. Quizás el trauma y el shock del momento permiten que la información negativa atraviese las barreras subliminales más fácilmente que la información positiva y feliz.
¿Quién tiene PES?
En todos los tipos de dones paranormales existen fuertes evidencias de que la habilidad excepcional es heredada. Ciertamente, todos aquellos que en el pasado fueran reconocidos como videntes, profetas y adivinos, parecen haber nacido con dones excepcionales de PES, y a menudo estos dones eran compartidos con otros miembros de la familia. Sin embargo, no debe entenderse que éste sea un fenómeno presente en cierta gente "selecta". Una teoría sostiene que la PES es en realidad un sentido primordial que se ha vuelto menos accesible para el ser humano a medida que la civilización y la tecnología han avanzado; otra teoría sostiene que es un super sentido que está evolucionando en el sistema nervioso.
La investigación psíquica apoya la teoría de que todo el mundo tiene capacidad para la PES, aunque algunos hayan nacido con más talento que otros. La mayoría de las personas ha tenido por lo menos una experiencia de PES en su vida. De acuerdo con una encuesta publicada en 1987 por el National Opinion Council de la Universidad de Chicago, el 67% de los adultos norteamericanos creen haber tenido alguna experiencia de PES. Once años antes tal cifra era del 58%. El aumento puede ser un indicador de la creciente aceptación de la PES como un hecho reconocido por el público en general.
Los estudios demuestran que ciertos factores ambientales, emocionales y actitudinales afectan el resultado de la PES en las pruebas de laboratorio. Las personas que tienen una actitud relajada creen en la posibilidad de la PES y son intuitivas por naturaleza, a la vez que tienden a una mejor ejecución que aquellas que están tensas, y que se muestran escépticas y analíticas. Ver Efecto oveja/ cabra. La habilidad para la PES puede desarrollarse y fortalecerse con el entrenamiento, aunque los sujetos talentosos sometidos a frecuentes pruebas de laboratorio comienzan a declinar en su performance, probablemente debido al aburrimiento. Algunos individuos dicen que descubren su PES o que son capaces de realzarla a través de la meditación, la práctica del yoga y el uso de drogas que alteran la mente.
Fuente: Sitios de España.com
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Comunicado
ilustrativo de como es el “Cielo”.-
Este
texto es un comunicado mediúmnico a través del médium brasileño
Divaldo Pereira Franco, obtenido en el Centro Espírita
“Camino de Redención”, en la ciudad brasileña de Salvador,
capital del Estado de Bahía. El Espíritu comunicante es del
Padre Manuel de la Natividad de María, que ejerció su actividad
en la ciudad citada, y como Espíritu continúa sus actividades y
trabajos desde su plano o estado espiritual (cielo), pero en
el mismo ambiente físico, atendiendo a personas sufrientes de
esta comunidad.
- Jose Luis Martín-
“Ejercí
en esta ciudad el ministerio sacerdotal de la Iglesia Romana.
Muy pronto fui tocado por Jesús y abracé
la carrera religiosa como una forma de integración con el espíritu
de Cristo.
Siendo sacerdote católico es como encontré
motivaciones poderosas para lograr una vida feliz.
Tuve como ejemplos a seguir al venerado santo
de Asís con su apostolado de renuncia, y al excelso trabajador
de Francia, Vicente de Paul, con sus insuperables acciones de
caridad. Ellos fueron la llave del secreto de mi felicidad, con el
buen desempeño de las taréas abrazadas, amando a los
hermanos pobres, y porque también yo era pobre, procuré
vivir como viven ellos, para conocer de cerca sus problemas y poder
disminuir sus aflicciones, sufriéndolas en mi propia carne.
Repartía las migajas que me llegaban
solidariamente por alguna persona generosa o por simples concesiones
que me ofrecía la oportunidad dichosa.
Así pasé largos años de existencia en la
infatigable actividad de asistir a personas sufridoras necesitadas
del consuelo de sus penas, explicándoles la finalidad de las
mismas. El consuelo moral fluía a mis labios y las palabras eran el
bálsamo para que no se entregasen a la desesperación causada
por el dolor, que conduce a la alucinación, al suicidio o a
la infeliz agresividad.
Deseé tener una larga vida de
servicios, confiando en no sucumbir ante el compromiso
abrazado; después podría descansar. Sin tener la inmediata
pretensión de llegar a convivir con los ángeles, esperaba vivir
un tránsito purgatorial pasajero para mi depuración final.
En la muerte me vi arrebatado en espíritu.
Ante el dolor que ví en muchos de mis compañeros de lucha de los
“Hijos del Calvario”, lloré y elevé una oración llena de
ternura, como homenaje cariñoso a su pobre apostolado.
Sin embargo, no fui al purgatorio, ni descansé. El
trabajo es el ritmo que mantiene el equilibrio y el orden universal.
Despertando tras dejar el cuerpo, mejoré la visión de la vida y
comprendí la espléndida misericordia del Padre, prosiguiendo la
acción interminable de Su obra continuando con los hermanos de la
retaguardia para ayudarles a consolidar el proceso de su
espiritualización. Mejor instruido en cuanto a los fines de la vida
y apoyado por Instructores bien fundamentados en la Ciencia del
Conocimiento, me preparé para permanecer en esta ciudad auxiliando a
estos valerosos campeones de la caridad y del Amor, promoviendo en
los Espíritus reencarnados la búsqueda de su identidad con Dios.
Continúo mejorando los queridos grupos en donde desarrollé las
pasadas actividades, buscando infundir ánimo y esperanza en donde
estos dejaron de existir.
Sin especular en torno a cuestiones trascendentes
de la vida, integrado en el movimiento de servicio para la
edificación de las vidas, paso a decir que la existencia física
sirve para revestirnos del amor que depositamos en los demás.
La felicidad, la libertad, la paz, son los
triunfos de una jornada bien conducida que el Espíritu cosecha
cuando termina la etapa en la que se entregó movido por la
abnegación y la entrega total.
El Cielo anhelado dilata sus límites en el mundo
interior de cada uno, rumbo al infinito, siendo esta la estancia de
bienestar personal que cada cual puede conseguir dentro de sí mismo.
Ante las graves coyunturas de este momento
histórico que vive la Tierra, el cristiano en general y el
espiritista en particular, iluminados con los amplios lentes de la
comprensión y la excelencia de la vida, tienen la impostergable
obligación de diferenciar entre lo que se era, lo que se es o lo que
se pretende ser, marchando juntos en busca de un amanecer
providencial que les corresponde desde ya, creando condiciones
propicias para que todos los hombres las alcancen.
- Padre Manuel de Natividad de María –
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“La
dicha de los espíritus, siendo inherente a las cualidades que
poseen, la toman en donde la encuentran, en la superficie de la
Tierra, en medio de los encarnados o en el espacio”
-
Allan Kardec-(El cielo y el Infierno)-
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LECCIÓN DE LA EXPERIENCIA
“El Cielo y el Infierno”, de Allan Kardec, como se sabe, es un libro que trata de la Justicia Divina según el Espiritismo. En ese libro encontramos, no muy habladas entre nosotros, diversas comunicaciones de Espíritus en situaciones muy variadas.
Una de ellas es de un bohemio, uno de esos tipos humanos, que, si jamás hicieron mal a nadie, nunca lesionaron el patrimonio de los otros, tampoco hicieron el bien.
Y pasan por la vida en blancas nubes, como dice un poeta. Pues bien, tiempo después de haber pasado hacia el otro plano, vino el Espíritu, que dijo llamarse Lisbeth, cuando estaba encarnado, se comunicó a través de un médium, lamentando amargamente la vida inútil que llevó en la Tierra. Tuvo el mérito de arrepentirse, así que se dio cuenta, pero todavía necesitaba tiempo para poder empezar una nueva jornada, después de una experiencia tan llena de extravagancias.
Sufriendo mucho, por que no supo o no quiso sacar provecho de la existencia terrena, en beneficio de su elevación espiritual, habló de esta forma el deprimido Espíritu:
“- Estoy libre, sí, pero todavía no expié, es preciso que repare el tiempo perdido si no quiero prolongar los sufrimientos. Espero que Dios, teniendo en cuenta la sinceridad del arrepentimiento, me conceda la gracia de su perdón. Hombres, hermanos míos, yo viví solo para mí, y ahora, expío y sufro. Que Dios os conceda la gracia de evitar las espinas que ahora me laceran.”
Véase bien lo que es una existencia encerrada en el egoísmo, sin tener conocimiento de nada más, como si no perteneciese a la Humanidad.
El sufrimiento de ese Espíritu, realmente, era grande, por el remordimiento de haber sido tan solo, un gozador de la vida, sin haber sentido jamás, interés por el dolor ajeno.
De esta forma vive mucha gente. Pero cuando el Espíritu se enfrenta con la cruda y desnuda realidad, fuera de la materia, siente una incalculable decepción, una depresión tremenda, porque nada hizo de útil, tan solo cuidó de sí mismo, gozó la vida con todos los excesos y después vio claramente el cuadro de su propia realidad.
Es lo que nos enseñan, del mundo espiritual, las lecciones de los mentores.
Después de que el Espíritu comunicante hubiese llorado su amargura, vino el guía de la sesión y dio esclarecimiento, haciendo una advertencia, aún hoy oportuna, sobre las personas que viven a su modo, rindiendo culto a la materia, corriendo y bebiendo en demasía, sin jamás haber procurado el alimento espiritual. He ahí una lección válida, a pesar de que la comunicación ya tenga más de un siglo.
Es de esta forma.
Hay personas que solo piensan en sus intereses, exageran la medida de los placeres de la vida y nunca tienen, por lo menos, un minuto para la meditación sobre los problemas espirituales. La vida de esas personas es un corre-corre constante, ¡como si el mundo tuviera que acabar en el próximo minuto!.. Y, por ello mismo, el momento jamás llega para las cosas inherentes al Espíritu.
En las situaciones difíciles, sin embargo, se agarran a todo, desesperadamente, y quieren que después vengan las soluciones, rápidas y concluyentes.
Cuando llega la hora del desenlace, están completamente sin preparación desde el punto de vista espiritual y, después, encararán la situación que enfrentó el Espíritu del bohemio en la sesión mencionada en “El Cielo y el Infierno”: mucha perturbación y desolación, porque pasó una vida desarreglada y vacía, ¡dolorosamente vacía!
La enseñanza espírita es de equilibrio en todas las cosas. Sin exagerar sobre la abstención sistemática, pues la pretensión de santidad, muchas veces es una violencia al orden natural de la vida, ni la exageración opuesta, que es justamente el de la extravagancia, del bienestar físico sin límites.
Dice la Doctrina que el hombre debe vivir según sus necesidades y las leyes de su propio mundo.
No quiere, por tanto, que el hombre reine el mundo o viva en penitencia, pues es un tipo de vida improductiva. Pero también advierte, claramente, que el hombre debe aprovechar bien las oportunidades de la existencia terrenal para su mejoramiento, no tan solo desde el punto de vista material, sino, sobre todo, del punto de vista espiritual.
El Espiritismo no condena las satisfacciones del mundo, como tampoco prohíbe las expansiones de alegría, ni siquiera ciertas futilidades inofensivas.
Si el hombre está en el mundo debe ser del mundo. Pero es preciso saber estar en el mundo y no dejarse esclavizar por tantas cosas. Es ahí que esta el sentido de equilibrio. Las ventajas materiales, que no son ilícitas, una vez conquistadas a través del trabajo honesto, debe ser instrumento del bien, nunca el opio que emborracha y ciega al espíritu.
Por la experiencia traída por tantos Espíritus, que ya vivieron sus dramas, nosotros debemos, naturalmente, por nuestra parte, procurar de cerca, encaminar la vida hacia el lado espiritual, sin que sea necesario vivir fuera de las leyes naturales o repeler las satisfacciones que el mundo ofrece.
El peligro no está en el uso de los bienes de la vida, sino en los abusos, porque todo procedimiento abusivo compromete la situación del Espíritu.
La comunicación recogida en “El Cielo y el Infierno” hace pensar mucho....
“Mundo Espírita” - Curitiba - PR - abril de 1978
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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