EN EL MUNDO DE LOS SUEÑOS
ALGUNOS COMENTARIOS ESPIRITAS
En una pesquisa realizada por la Universidad de California con la Sociedad Americana del Cáncer, envolviendo a más de un millón de adultos, “ se descubrió una tasa de moralidad considerablemente más alta entre aquellos que durmieron menos de cuatro horas o más de ocho horas por noche.” (1)
La ciencia actual ha demostrado que, durante el sueño, el cuerpo físico no queda en “descanso”. El cerebro y el sistema inmunológico, por ejemplo, siguen en plena actividad en ese periodo. Mientras dormimos hay intenso movimiento corporal que sirve para preservar la plasticidad del cerebro. Los neuronios se comunican unos con los otros, fortalecen conexiones específicas, debilitan otras y apagan lo que encaran como inútil.
La actividad espiritual, durante el sueño físico, puede fatigar el cuerpo. Pues, según los Benefactores Espirituales, el Espíritu se halla preso al cuerpo como globo cautivo al poste. Así como las sacudidas del globo balancean el poste, la actividad del Espíritu reacciona sobre el cuerpo y puede fatigarlo. Durante el sueño, el cuerpo no descansa y el alma tampoco reposas. El Espíritu jamás está inactivo. Durante el sueño, apenas se aflojan los lazos que nos prenden al cuerpo y, no precisando este entonces de la presencia del Espíritu, el alma se lanza por el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus.
El dormir, aunque sea por unos minutos, parece ser un factor importante para retener conocimientos adquiridos. “
Nuestro sistema de memoria aun están activos mientras dormimos.”(2) Es, más aun, “el sueño favorece nuestro discernimiento y nuestra intuición.”(3) Hay un costo para todo el aprendizaje que conseguimos en la vigilia, sin embargo, “el sueño es el precio que pagamos por un instrumento de aprendizaje tan fantástico y oneroso es el cerebro.”(4)
Durante el sueño, o cuando nos hallamos apenas ligeramente adormecidos, nos acuden ideas que nos parecen excelentes y que se apagan de nuestra memoria, a pesar de los esfuerzos que hacemos por retenerlas. Estas ideas provienen de la libertad del Espíritu que se emancipa y que, libre, goza de sus facultades con mayor amplitud. También son, frecuentemente, consejos que otros Espíritus dan.
Cuando dormimos, existen innumerables benefactores espirituales que trabajan y operan socorro quirúrgico o socorro de otra naturaleza a nuestro favor, sea en el mundo orgánico, o sea en nuestro cuerpo espiritual. En la emancipación del alma (durante el sueño), cuando asistida por la espiritualidad superior, las mejoras adquiridas por el tejido periespiritico son rápidamente asimiladas por las células del cuerpo físico. Muchos médicos saben que el sueño es uno de los instrumentos más eficientes para la recuperación de la salud del paciente.
Es bien verdad que la ciencia, analizando tan solamente los aspectos fisiológicos del adormecer, aun no consiguió conceptuar con claridad y objetividad el dormir y el soñar. Todavía, desconsiderando la emancipación del alma, desconociendo las propiedades y funciones del periespiritu, queda difícil explicar la variedad de las manifestaciones que ocurren durante el reposo de la ciudadela física.
Se dice que el sueño es la puerta que Dios nos abrió, para que podamos estar con nuestros amigos del más allá, es el recreo después del trabajo, mientras esperamos la liberación final, que nos restituirá al medio que nos es propio. Mientras tanto, no podemos ignorar que nuestra actividad espiritual se extiende más allá del sueño físico. Con todo, la invigilância y la irresponsabilidad, frente a nuestros compromisos, generan muchos prejuicios morales, toda vez que nos confiamos al reposo desconectados con el bien.
Son pocos, relativamente, los que saben dormir inteligentemente. Muchos son mantenidos durante el sueño en obsesiones inferiores, persecuciones permanentes, exploraciones psíquicas de baja clase, vampirismo destructor y diversas tentaciones. Aun no se tienen bastante conciencia de los servicios realizados durante el sueño físico; con todo, esos trabajos son inefables e inmensos. Si todos los hombres apreciasen seriamente el valor de la preparación espiritual, ante semejante momento de rehacimiento físico, por cierto efectuaría las conquistas más brillantes, en los dominios psíquicos, aun mismo cuando ligados al marco de la densa carne.
Infelizmente, sin embargo, la mayoría se vale, inconscientemente, del reposo nocturno para salir a la caza de emociones frívolas o menos dignas (Se relajan las defensas propias, y ciertos impulsos (sexuales), largamente sospechados durante la vigilia (acordado), extrasvasanen todas las direcciones, por falta de educación espiritual, verdaderamente sentida y vivida. Pues muchos de nosotros durante el sueño permanecemos detenidos en los círculos de baja vibración.
Esos planos muchas veces son perpetrados dolorosos dramas que se desarrollan en los campos fisiológicos. Grandes crímenes tienen en los planes espirituales (durante el sueño) sus fuentes y, si no fuese por el trabajo activo y constante de los Espíritus protectores que se desvelan por nosotros, bajo la egida de Cristo, acontecimientos más trágicos acontecerían a las criaturas terrenas. Cuando nos revelamos dispuestos a servir al bien de todos, a favor del dominio de la luz, acostumbramos a ser inmediatamente visitados, en las horas de reposo, por entidades renitentes en la práctica del mal, interesadas en la extensión del dominio de las sombras, que pueden desintegrar las convicciones y propósitos nacientes con insinuaciones menos dignas, cuando no estamos convenientemente apoyado en el deseo robusto de progresar, redimirnos y marchar hacia adelante y hacia arriba.
De lo expuesto. invitamos a quienes nuestras palabras puedan llegar, a la tarea preparatoria del descanso nocturno, a través de los actos diarios rectamente aprovechados, a fin de que la noche constituya una providencia de reencuentro de nuestras almas, en valiosa conjugación de energías, no solamente a beneficio de nuestra experiencia individual, sino también a favor de nuestros hermanos que sufren.
Jorge Hessen
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DEFINIENDO EL PENSAMIENTO
La mente es el espejo de la vida en todas partes.
Estudiando la mente desde nuestra posición espiritual, confinados como nos hallamos entre la animalidad y la Angelitud, somos impelidos a interpretarla como siendo el campo de nuestra conciencia despierta, en la faja evolutiva en la que el conocimiento adquirido nos permite operar.
Definiéndola por espejo de la vida, reconocemos que el corazón es la cara y que el cerebro es el centro de sus ondulaciones, generando la fuerza del pensamiento que todo lo mueve, creando y transformando, destruyendo y restableciendo para acrisolar y sublimar.
El pensamiento, como el gran artífice, está en la base de todas las realizaciones del ser. Es la facultad psíquica que abarca los fenómenos cognitivos, difiriendo del sentimiento y de la voluntad. Es gracias al pensamiento que es posible la aprehensión de las cosas, del ambiente, del raciocinio, del conocimiento.
El pensamiento es una fuerza vital; es la fuerza más viva, sutil e irresistible que existe en el universo.
El pensamiento es una gran fuerza, es una fuerza dinámica. Lo producen las vibraciones del Prana físico, en la sustancia mental. Es una fuerza como la gravedad, la atracción o la repulsión.
Estás rodeado por un océano de pensamiento. Estás flotando en el océano del pensamiento. Estás absorbiendo determinados pensamientos y rechazando otros en el mundo del pensamiento. El mundo del pensamiento es relativamente más real que este universo físico.
Los pensamientos son cosas vivas. Cada cambio de pensamiento va acompañado de una vibración en su materia mental.
Cada pensamiento tiene un nombre y una forma determinados. La forma es el estado más grueso, y el nombre el más fino, de una fuerza única que se manifiesta llamada pensamiento.
El pensamiento es materia sutil. El pensamiento es una cosa tangible como un pedazo de piedra. El pensamiento tiene forma, medidas, contornos, color, cualidad, sustancia, fuerza y peso. Un pensamiento espiritual es de color amarillo, un pensamiento cargado de ira y de odio es de color rojo oscuro; un pensamiento egoísta es de color marrón, etcétera.
Puede que tú mueras, pero tus pensamientos no pueden morir nunca. Los pensamientos poderosos de los grandes sabios de antaño se conservan aún en los registros akásicos o etéreos. Los perceptivos que tienen visión clarividente pueden percibir estas imágenes de los pensamientos y leerlas.
Quien tiene pensamientos puros habla poderosamente y produce una impresión profunda en las mentes de quienes le escuchan. Influye en millares de personas por medio de sus pensamientos puros. Un pensamiento puro es más agudo que el filo de una cuchilla.
El pensamiento construye el carácter
Cada pensamiento tuyo tiene para ti un valor literal en todos los aspectos. La fortaleza de tu cuerpo y la de tu mente, tu éxito en la vida y el placer que produzca a los demás tu compañía, dependen de la naturaleza y calidad de tus pensamientos. Debes conocer las culturas del pensamiento, que es una ciencia exacta.
El hombre es creado por el pensamiento. En lo que el hombre piensa, en ello se convierte. Piensa que eres fuerte, y fuerte te volverás. Piensa que eres débil y te volverás débil. Piensa que eres necio y te convertirás en necio. El hombre forma su propio carácter, convirtiéndose en lo que piensa. Si meditas sobre el coraje, instaurarás éste en tu carácter. E igual ocurre con la pureza, la paciencia, el no-egoísmo y el autocontrol. Si piensas noblemente, construirás para ti gradualmente un carácter noble. Pero si piensas de una forma baja, formarás un carácter mezquino. Puedes construir tu carácter igual que un albañil construye un muro obrando con y por medio de la ley.
La mente tiene un gran poder de atracción. Estás continuamente atrayendo hacia ti, tanto el lado visible como el invisible de las fuerzas vitales, pensamientos, influencias y condiciones similares a las de tus propios pensamientos. Lleva contigo cualquier tipo de pensamiento que te guste y, en tanto que lo retengas, no importa que vayas de un lado para otro por mar o por tierra, atraerás incesantemente hacia ti, advirtiéndolo o no, exacta y únicamente lo que corresponda a la cualidad predominante en tu propio pensamiento.
Un buen pensamiento es triplemente beneficioso. Primero beneficia a quien lo piensa, mejorando su cuerpo mental. En segundo lugar, beneficia a la persona en la cual se piensa. Y, finalmente, beneficia a toda la humanidad, mejorando la atmósfera mental general.
Por el contrario, un pensamiento negativo es triplemente perjudicial. En primer lugar, daña a quien lo piensa, dañando su cuerpo mental. En segundo lugar, daña a la persona que es su objetivo. Y, por último, daña a toda la humanidad, viciando toda la atmósfera mental.
Los pensamientos llevan a la acción. Los malos pensamientos producen malas acciones. Los buenos pensamientos generan buenas acciones. Los pensamientos son fuente de todas las acciones. El pensamiento es el verdadero Karma. Pensar constituye la verdadera acción. Si puedes desarraigar todos los malos pensamientos desde el principio, no cometerás ninguna acción reprobable. Si puedes cortarlos en cuanto broten, te librarás de las desgracias y aflicciones de este mundo. Observa tus pensamientos con vigilancia e introspección.
La erradicación de pensamientos negativos
Primero penetra en la mente un mal pensamiento. Entonces cultivas una imaginación fuerte. Te deleitas dando vueltas a ese mal pensamiento, consintiendo que permanezca en tu mente. El pensamiento negativo, al no ser resistido, va gradualmente fijándose en tu mente, hasta ser muy difícil de expulsar.
Los pensamientos ganan fuerza por medio de su repetición. Si cultivas en una ocasión un pensamiento bueno o malo, ese pensamiento tendrá una cierta tendencia a regresar de nuevo.
Los pensamientos similares se agrupan, lo mismo que los pájaros de la misma especie forman una bandada. Si cultivas un solo pensamiento negativo, se agruparán en ti todo tipo de malos pensamientos y te harán caer. Mientras que si cultivas cualquier pensamiento bueno, se reunirán en ti todo tipo de pensamientos buenos y te elevarán.
El pensamiento claro
La mayoría de personas no saben lo que es el pensamiento profundo. Sus pensamientos se mueven alborotados. Hay mucha confusión a veces en su mente. Sus imágenes mentales están muy distorsionadas.
Los pensadores no abundan en este mundo. El pensamiento es superficial en la gran mayoría de las personas. El pensamiento profundo requiere de una práctica intensa. El hombre que dice la verdad y que tiene pureza moral, alberga siempre pensamientos poderosos. Quien ha controlado la ira por medio de una práctica prolongada, tiene un gran poder de pensamiento.
Cuantos menos pensamientos hay, mayor es la paz. Cuantos menos deseos se tienen, menos son los pensamientos. Recuérdalo siempre.
Una persona adinerada, que está dedicada a especular en una gran ciudad y que tiene un elevado número de pensamientos, tiene una mente intranquila a pesar de sus comodidades. Mientras que un peregrino, que practica en control de pensamiento, es muy feliz a pesar de su pobreza.
A través de una práctica constante e intensa, puedes aquietar tus olas mentales y quedar libre de pensamiento. El hombre sereno sin olas en su mente ayuda más al mundo que el hombre que habla desde una tribuna. La gente ordinaria difícilmente puede entender esto. Cuando estás sereno, penetras e impregnas realmente cada átomo del universo, purificando y elevando al mundo entero. Intenta que tu mente sea un océano tranquilo, sin olas de pensamientos en tu mente.
En el acto de pensar está implicado todo el hombre, pero sobre todo el cerebro. Pensarás con más claridad y rigor cuanto más sano esté tu cuerpo físico y más fuerte y en equilibrio tu cuerpo de energía vital que lo interpenetran.
Una mente flexible y abierta es una mente entrenada. Una mente rígida es una fuente de sufrimiento para ti mismo y un peligro para los demás.
Comprueba con frecuencia si esa opinión que emites es fruto de tu propio pensamiento o del pensamiento de otros. Has de aprender a pensar por tu cuenta, sin temor a equivocarte; de los errores también se aprende.
Para pensar necesitas relacionar datos. Has de poseer un criterio claro para seleccionar la información fidedigna e introducirla en tu memoria. Tus decisiones serán mucho más certeras.
Un pensamiento vivo, trabajado y sentido, es fuente de ideas propias. Con un pensamiento puramente intelectual, muerto, no pasarás de ser un almacén de ideas ajenas.
La opinión pública no es sino la opinión de unos cuantos, que los demás aceptan.
Atribuir un gran valor a la opinión de los hombres es, por lo general, dispensarles demasiado honor.
Se debe pensar lo justo. Quien piensa en exceso no vive, se desvive. A quien no piensa le manejan.
El que piensa en exceso no actúa, no se mueve. El que piensa demasiado poco es temerario. El valiente piensa lo justo.
El pensamiento consciente no es una actividad espontánea más que en los pensadores de profesión. Esfuérzate en dedicar cada día un tiempo para pensar. No elijas al comienzo algo complicado. Pensar en algo así como en un alfiler, puede ser bueno para empezar.
Un mal pensamiento es ya un castigo.
Pensando puedes llegar a algunas verdades sobre ti mismo. Son pocos los que tienen el valor de decirse la verdad.
El es el que nos permite tener la capacidad de percibir la belleza, identificar los sentimientos y elaborar programas de dirección, es uno de los mayores tesoros con lo que la vida nos honra al ser antropológico en su interminable proceso de evolución.
En la Tierra, solo el ser humano es poseedor de esa extraordinaria peculiaridad que le permite identificarse en el ambiente en el que se sitúa, comprender la magnitud del Universo y descubrir los mecanismos que lo pueden auxiliar a crecer, así como ver las formar de resolver los desafíos que enfrenta a cada momento.
La materia inerte, las plantas, los insectos, las aves y los animales están sometidos a un determinismo absoluto. Los œúltimos, no mantienen un pensamiento continuo, no deliberan conscientemente, y es necesario que las leyes de la naturaleza y otras inteligencias se ocupen de ellos, de modo de tener provistas sus necesidades.
El hombre y solamente el hombre, es el ser que tiene capacidad para realizarse a sí’ mismo. Consecuentemente, hoy somos lo que hicimos de nosotros. El hoy representa el futuro de un pasado próximo o remoto ya vivido por nosotros, cuando idealizamos y realizamos lo que somos. En el mañana del alma, seremos lo que nos dispusimos ser, conquista esta que se inicia en el pensamiento. En ese día, nos enfrentaremos con nuestra propia realidad. Y esto se da, porque ya estamos en el estadio del pensamiento continuo, una conquista del espíritu inmortal.
Los insectos, las aves y los animales piensan, pero de manera discontinua o intermitente, lo que no les permite grandes realizaciones.
El hombre piensa siempre, salvo en los casos de psicopatologías graves en las que, por la perturbación del cerebro o del espíritu encarnado, no consiga mantener un pensamiento continuo. Pero, hecha la reserva de las psicopatologías graves, el hombre común, aunque sea el ignorante, el inculto, el salvaje, el bárbaro, así ’ como los hombres más cultos y civilizados están siempre pensando.
Con el Espiritismo tenemos condiciones de comprender bien eso, porque el alma es un ser distinto del cuerpo, que sobrevive a la muerte. Aun cuando se da el sueño fisiológico, el alma, que vive siempre, se emancipa del cuerpo y continua pensando y realizando.
Oportunamente, alguien escribió—: hay una tendencia muy grande de materializar aquello en que la persona piensa continuamente...
El pensamiento es un archipiélago de recursos inagotables que el Espíritu posee y que los complejos mecanismos neuronales convierten en ideas a través de las sinapsis de fluyentes de los impulsos que permiten la intercomunicación.
El pensamiento es el delicado instrumento del Espíritu para exteriorizar los acontecimientos internos de su existencia, facilitando la comunicación racional e inteligente con el mundo, las personas y las cosas.
Poseedor de inimaginables procedimientos es conductor de ideas que dan sentido a la vida; no obstante cuando está mal dirigido incurre en vicios mentales perturbadores que llevan al individuo a conflictos y graves desordenes emocionales.
Disciplinado por la voluntad conduce los sentimientos a niveles hermosos de la inteligencia, que se enriquece de requisitos capaces de hacer felices y tornar armónicas a las criaturas.
El pensamiento es una energía que nos puede conducir a la sublimación o a la desesperación conforme a los contenidos psíquicos de que se revista.
Considerando que nadie vive sin pensar, se concluye que el pensamiento, por su capacidad creadora, ha sido el responsable por nuestra desgracia, así’ como también, por nuestra ventura.
Podríamos hacer una proyección hacia el exterior y culpar a las circunstancias, personas o acontecimientos, no obstante, en el pensamiento esta‡ la base de la felicidad o de la infelicidad individual o colectiva, porque los hechos de afuera podrán encontrar la defensa del pensamiento correcto, del pensamiento saludable, del pensamiento positivo, y la persona permanece relativamente bien íntimamente a pesar de las adversidades exteriores.
El depresivo es alguien que, insistentemente y de manera enfermiza, se complace en pensar en lo que es negativo, perjudicial. El pensamiento negativo, largamente abrigado, termina por conducirlo a la tristeza profunda...
Controla tus pensamientos. Del mismo modo que conservas sólo las frutas buenas de la cesta, desechando las malas, conserva únicamente los pensamientos buenos en tu mente, rechazando los malos. Extirpa la codicia, la avaricia, el egoísmo. Cultiva únicamente pensamientos puros. Aunque ésta sea una tarea difícil, tendrás que practicarla. Donde no hay esfuerzo no hay ganancia.
Los pensamientos son como las olas del océano. Son incontables. Puedes desesperarte al principio, pues puede que algunos se desvanezcan, mientras que otros se derramarán como una corriente poderosa. Los mismos viejos pensamientos que fueron en una ocasión suprimidos, pueden volver a mostrar su cara después de algún tiempo. Nunca des lugar al desaliento durante tu práctica. La fortaleza espiritual interna se manifestará en ti gradualmente. Podrás sentirla y triunfarás al final. Todos los sabios de antaño tuvieron que afrontar las mismas dificultades que tú experimentaras ahora.
Date cuenta por ti mismo de las graves y funestas consecuencias de los malos pensamientos. Eso te pondrá en guardia cuando éstos te asalten. En el momento que aparezcan, esfuérzate por distraer tu mente con algún otro objeto, con pensamientos positivos, la meditación o un mantra. El deseo sincero de expulsar los malos pensamientos te mantendrá siempre alerta. Tanto es así, que incluso si te asaltan en el sueño, te despertarás de inmediato.
Vigila tu mente a cada minuto. Llena tu mente de pensamientos sublimes y date tiempo para que ellos entre en ti.
No dejes de alimentar cada día tu alma con hermosos pensamientos.
La salud integral, solamente será posible. Cuando el espíritu se despoje de su inferioridad que aún lo retiene en la torpes pasiones y en los intereses meramente materiales, sutilizando tus aspiraciones y trabajando los metales preciosos de los sentimientos para permanecer en armonía con las vibraciones cósmicas que a todos envuelven en una sinfonía de excelsa belleza.
En lugar de permitir que la mente se abandone a sus deseos, el hombre debe esforzarse en hacer valer su derecho de dominio sobre ella. La mente no es el hombre; es el instrumento que el hombre debe aprender a manejar y no debe abandonar ni autorizar para que permanezca inactiva por temor de que una forma de pensamiento errante se introduzca y la influya. La mente que permanece desocupada es más apta para recibir las malas impresiones que las buenas, y el primer paso hacia el dominio de la mente es el de darle una cuidadosa ocupación. Es muy útil seleccionar los pensamientos buenos y útiles sobre los que lamente puede trabajar y hacia los que se volverá cada vez que un deber imperiosos no se imponga a su actividad.
Por medio de las construcciones mentales saludables, de las acciones correctas y de las transformaciones morales necesarias, el ser, etapa a etapa se va liberando de las obligaciones penosas, experimentando los sufrimientos que instala en sí mismo, experimentando los sufrimientos que ha instalado en sí mismo, y utilizando los inestimables recursos médicos y psicoterapéuticos, conseguirá recuperarse de los disturbios aflictivos, en cuanto genera nuevos factores que trabajaran por su paz y alegría de vivir.
Por tanto no debemos olvidar que el pensamiento es una fuerza que cuando la ejercitamos podemos aprender a manejar y en su empleo nos hacemos capaces de progresar por nosotros mismos y de hacer mucho bien al mundo.
Es obvio que, no lejos de la nutrición, el cuerpo paga pesados tributos de sufrimiento, puesto que posibilita la implantación de gran cantidad de microorganismos patogénicos que, instalándose en las células orgánicas, pueden inducir a molestias infecciosas de caracteres múltiples. Sin embargo, no es solamente de esa forma que se originan los procesos patológicos multiformes. Nuestras emociones más profundas, cualquiera que sean, también, generan, agudas enfermedades.
Los reflejos de los sentimientos y pensamientos menos dignos que alimentamos se vuelven contra nosotros mismos, después de transformados en ondas mentales, tumultuando nuestras funciones neurológicas, y esos reflejos inconsecuentes, derramándose sobre el tejido cortical, generan alucinaciones que pueden variar del miedo manifiesto al estado neurótico, situación en que los obsesores nos atienden con sugestiones destructoras, directa o indirectas, conduciéndonos a deplorables fenómenos de descontrol psico emocional. Lo más importante es no olvidarnos, en ningún momento, de que solamente el amor cristiano puede impulsar el correcto pensamiento y nos hace libres. Sin el amor pleno, adolecemos, espiritualmente, por la insuficiencia del equilibrio íntimo, imprimiendo en el cuerpo físico las distonía y las variadas patologías que le son consecuentes.
Vigilemos nuestro pensamiento, enfoquémoslo siempre en la obra divina, para que divisándola y a su autor nuestro amado Jesucristo, sea siempre nuestro pensamiento el reflejo de la vida constructiva, positiva y sobretodo sublimado por el amor a Dios, a nuestros hermanos y a todas las cosas que se nos dan para servirnos de ellas. Un pensamiento malo, en medio de un fin bueno, es como la manzana podrida en medio de las sanas, que termina por contaminar la podrida a las demás, por eso, rechacemos desde un principio el mal pensamiento , para que el no nos domine, y debilite el bien por el que luchamos hasta hacerlo desaparecer en nuestro horizonte, perdiendo la brújula que nos lleva a los fines nobles que abrazamos y por los cuales estamos luchando en el día a día.
-Merchita-
Trabajo extraído del Libro de chico Xavier, “pensamiento y Vida
Del Libro “Depresión” Izaias Claro
Y de Divaldo Pereira Franco “Triunfo Personal”
De Internet y de mi sentir.
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No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.
Pablo Neruda
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LO IMPORTANTE ES EL AMOR
El amor es fuente creadora que vivifica al atribulado espíritu, por eso sembremos en nuestros corazones el amor, y será abono fertilizante para todos aquellos que nos rodean.
Las personas están con hambre de amor, de calor humano, un hombro amigo, un abrazo, un acogimiento y una palabra de cariño.
Cuando damos una simple sonrisa, unos buenos días, una mirada afectuosa estamos donando energía y transmitiendo vida.
El hombre alcanzó un enorme progreso intelectual, satisfaciendo sus necesidades materiales con los avances tecnológicos. Sin embargo, aun se encuentra con enormes dificultades para convivir fraternalmente con sus semejantes. Cada vez estamos más unidos gracias a los medios de comunicación, sin embargo, más separados emocionalmente. Ahora, en la actualidad el hombre está sintiendo la necesidad prioritaria de desenvolver la afectividad, de envolverse, amar y sentir a su semejante.
En la vida lo que más importa es el amor y el bien querer a las personas, vivir sus emociones; no dejarse afectar por las cosas pequeñas. Procurando mirar a nuestro alrededor, viendo con ello, que hay personas con problemas peores, y que necesitan más el socorro.
Procurar practicar actividades físicas, caminar, algún deporte, algún pasatiempo. La mente parada comienza a crear pensamientos negativos, que se asemejan a basuras amontonadas dentro de casa. Con estas actividades se desviará la mente de pensamientos deletéreos.
No esperemos que las cosas acontezcan a nuestro favor. Caminemos a favor de nuestro prójimo y nos sorprenderemos pues seremos los más beneficiados.
No nacimos para sufrir. La voluntad de Dios es nuestra alegría y nuestra felicidad. Si sufrimos es por nuestra causa. Nuestros problemas y nuestras dificultades deben ser interpretados como instrumento para nuestra evolución.
Los problemas en la vida surgen cuando ya estamos preparados para afrontarlos y solucionarlos. Jesús nos dijo: “Que el Padre no coloca fardos pesados en hombros débiles” esto nos dice que podemos afrontarlos, que tenemos las condiciones interiores para enfrentar las dificultades que la vida nos presenta.
Dios cuida de nosotros y nunca nos abandona. Confiemos en Jesús y sigamos su ejemplo de vida: “Yo soy el buen Pastor; tendré buen ánimo; no se turbe vuestro corazón; venid a mí los que estáis fatigados, cansados, oprimidos y “Yo os aliviare”.
Según estas enseñanzas, no existe persona tan “débil” hasta el punto de no soportar un problema. Lo que ocurre es que la mayoría de las veces no tenemos las fuerzas para movilizar nuestra voluntad y afrontar el desafió. Preferimos huir, dando por hecho que no podemos afrontar dicha situación.
No se debe acondicionar la felicidad a algo que acontezca o esperar que alguien nos haga feliz. Estando equilibrados establemente, amándonos y aceptándonos como somos, pasamos a vivir el presente y aceptamos a las personas y a las circunstancias como ellas son. Más allá de eso, pasamos a ver las cualidades del otro y no sus defectos, pues, generalmente vemos al otro como un reflejo de nuestro estado interior.
Los espiritas sabemos que la reencarnación es la llave que recibimos de la Misericordia Divina para el perfeccionamiento de nuestro Espíritu, y que en ese camino siempre encontramos a Espíritus que nos aman y se preocupan con nuestro estado corpóreo y espiritual.
Cuando se elige una existencia enriquecida con paz y bienestar, no se está eximido del sufrimiento, de las luchas, las dificultades que aparecen. Por el contrario estos surgen como desafíos perturbadores que las personas deben afrontar, sin perder el rumbo ni alterar el placer que experimenta en la preservación del comportamiento elegido. De esa forma transformamos los estímulos aflictivos en contribuciones positivas, sin lamentarnos, sin sufrir, sin desistir.
Quien en la lucha ve tan solo sufrimiento, posee una conducta patológica y necesita del tratamiento adecuado.
Amigos os deseo que paséis un buen día, que la semilla del amor fructifique en el espíritu de todos para que germine y siempre como bálsamo reparador cure todas nuestras heridas.
-Merchita-
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¡ESTE PLANETA ES UN
GRAN TALLER DE
TRABAJO!
¿Vinimos a este mundo a qué? A pasear, a perder el tiempo en bobadas, a destruirlo, a matarnos los unos a los otros. ¿A que vinimos, por que estamos aquí?
Somos ya más de siete mil millones de almas, seres espirituales en el Planeta, en este maravilloso Hogar. Hay en el todos los recursos necesarios para vivir decentemente, con alegría. Dándole Gracias a ese Ser Desconocido que llamamos Dios.
Hemos guerreado, hemos peleado, hemos formado tribus y naciones, nos dividimos en bandos, no nos ponemos de acuerdo, cada uno trabaja por su lado, se mete en los asuntos de los demás, le quita el sustento al más necesitado, al que nada tiene. Abusa del prójimo, criticamos, vendemos las riquezas naturales del Planeta como si en verdad fuéramos los dueños. Nos preparamos para ganar batallas que destruirán al Planeta. ¡La verdad que somos seres espiritualmente bien atrasados!
Nos hemos desorientado del verdadero propósito de estar aquí, hemos perdido en la gran mayoría de los casos, el rumbo que debemos seguir. La damos gran valor a lo material, a las posesiones materiales, al punto que somos capaces de matar por ellas, de destruir otras naciones, de aniquilar pueblos enteros. Hemos sido capaces de fabricar artefactos de destrucción masiva en cantidades suficientes para aniquilar la vida en el Planeta, y nos llamamos “civilizados”.
Es hora ya que DESPERTEMOS de este letargo, de este ensueño que vivimos como la UNICA REALIDAD. Somos “hijos del Padre, Altísimo y Amoroso Creador, que nos da vida y sustento y quien nos dijo que teníamos que AMAR SOBRE TODAS LAS COSAS. ¿Que nos ha pasado, como fue que perdimos nuestra identidad espiritual?
¡Todavía estamos a tiempo. DESPIERTA, DESPERTEMOS!
Rey Formoso-
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