LOS MÉDIUMS Y EL PODER DE LOS ESPÍRITUS
¿Por qué ciertos médiums no pueden desembarazarse de los Espíritus malos que se unen a ellos, y cómo los Espíritus buenos que evocan no son bastante poderosos para alejar a los otros y comunicarse directamente?
"No es el poder el que falta al Espíritu bueno; muchas veces es el médium que no
es bastante fuerte para secundarle; su naturaleza se presta mejor a ciertas relaciones; su
fluido se identifica más bien con un Espíritu que con otro; esto es lo que da mucho
imperio a los que quieren mortificar."
2`* ¿Nos parece, sin embargo, que hay personas muy meritorias, de una moralidad irreprochable, y con todo se ven imposibilitadas de comunicarse con los Espíritus buenos?
"Esta es una prueba; ¿y quién os ha dicho que su corazón no esté manchado con
un poco de mal, que el orgullo no domine un poco la apariencia de la bondad? Estas
pruebas, mostrando al obcecado su debilidad, deben conducir/e a la humildad.
¿Hay alguno sobre la Tierra que pueda llamarse perfecto? Habrá quien tenga todas las apariencias de la virtud, y aun puede tener muchos defectos ocultos, un antiguo germen de imperfección. Por ejemplo, vosotros decís de aquel que no hace mal y que es leal en sus relaciones sociales: es un hombre bueno y digno. ¿Pero sabéis vosotros si sus buenas cualidades están empañadas por el orgullo, si hay en él un fondo de egoísmo, si es avaro, celoso, rencoroso, maldiciente y cien otras cosas que vosotros no percibís, porque vuestras relaciones con él no os han puesto en este caso? El medio más poderoso para poder combatir la influencia de los Espíritus malos es el acercarse todo lo posible a la naturaleza de los buenos."
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC
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EL GRAN ENIGMA
Todas las investigaciones, todos los trabajos de la ciencia contemporánea concurren a demostrar la acción de las leyes naturales, las cuales están unidas, abarcadas por una ley suprema para constituir la armonía universal. Por esta ley se revela una Inteligencia soberana, como la razón misma de las cosas;razón consciente, unidad universal en la convergen, unen y funden todas las relaciones, en la que todos los seres van en procura de la fuerza, la luz y la vida; Ser absoluto y perfecto, profundamente inmutable y fuente eterna de toda ciencia, de toda verdad, de toda sabiduría, de todo amor.
Sin embargo, hay que prever algunas observaciones. Se nos puede decir, por ejemplo: las teorías sobre la materia, la fuerza y la inteligencia, tal como la formulaban no hace mucho tiempo las escuelas científicas y filosóficas, han pasado ya. Nuevas concepciones las reemplazan. La física actual nos demuestra que la materia se desasocia con el análisis, se resuelve en centros de fuerzas y que las fuerzas se reabsorben en el éter universal.
Sí, ciertamente, los sistemas envejecen y pasan, las fórmulas se desgastan, pero la idea eterna reaparece bajo formas siempre nuevas y más ricas. El materialismo y el espiritualismo son aspectos transitorios del conocimiento.
Ni la materia ni el espíritu son lo que creían las escuelas de antaño, y quizá la materia, el pensamiento y la vida están unidos entre sí por estrechos lazos que empezamos a entrever.....
No obstante, ciertos hechos subsisten y otros problemas se presentan. La materia y la fuerza se funden en el éter; pero, ¿qué es el éter? Es la materia primera -dicen-, el substrato definitivo de todos los movimientos. El éter mismo es atravesado por innumerables movimientos, radiaciones luminosas y calóricas, corrientes de electricidad y magnetismo. Por tanto, es preciso que estos movimientos sean regulados de alguna manera.
La fuerza engendra el movimiento; pero la fuerza no es la ley. Ciega y sin guia, no podría producir el orden y la armonía en el Universo. Y, sin embargo, éstos son bien manifiestos. Al final de la escala de las fuerzas, aparece la energía mental, la voluntad, la inteligencia que constituye las formas y fija las leyes.....
La inercia -se nos dirá- sólo es relativa, ya que la materia es energía condesada.
En realidad, todas las partículas constitutivas de un cuerpo se mueven. Sin embargo, energía almacenada dentro de estos cuerpos no puede entrar en potencia de acción si la materia componente no está desasociada. No es éste el caso de los planetas, cuyos elementos representan a la materia en su último grado de concreción. Sus movimientos no pueden explicarse por una fuerza interna, sino solamente por la intervención de una energía exterior.
La inercia -dice Gustave Le Bon -, es la resistencia de causa desconocida que oponen los cuerpos al movimiento o cambio de movimiento. Es susceptible de medida, y esta medida es lo que se define con el término de masa. La masa es, pues, la medida de la inercia de la materia, su coeficiente de resistencia al movimiento"
Desde Pitágoras hasta Claude Bernard, todos los pensadores han afirmado que la materia está desprovista de espontaneidad. Toda tentativa de prestar a la sustancia inerte una espontaneidad capaz de organizar y explicar la fuerza, ha sido frustada.
Es preciso, pues, volver sobre la necesidad de un primer motor transcendental para explicar el sistema del mundo. La mecánica celeste no se explica por si sola, y la existencia de un motor inicial se impone. La nebulosa primitiva, madre del Sol y de los planetas, estaba animada de un movimiento giratorio.
Mas, ¿quien le imprimió ese movimiento ? Nosotros contestamos sin titubear: ¡Dios!.
El gran enigma.
León Denis
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Examinando nuestro mundo interior
El equilibrio emocional debe acompañar a todas nuestras acciones, las mentes extraviadas, de modo general, luchan con ideas fijas e implacables, que les ciegan, invirtiendo un largo tiempo para reajustarse. Rebajadas por las propias acciones, pierden la noción del buen gusto de la confortación constructiva, de la belleza santificante y se entregan a una lamentable relajación.
Muchos hombres no aprecian la importancia de las creaciones mentales en la propia vida. La mente estudia, proyecta, determina y materializa los deseos que le son peculiares en la materia que le circunda, y esa materia que plasma sus impulsos está siempre formada por innumerables vidas inferiores, en proceso evolutivo, en los cuadros del Universo sin fin.
Todos los espíritus renacen en los círculos carnales para destruir los ídolos de la mentira y de la sombra, y entronizar dentro de sí mismos, los principios de la sublimación victoriosa para la eternidad, cuando no se encuentran en el simple camino evolutivo; con todo, en las demostraciones de orden superior que les corresponden, prefieren, en la mayoría de las ocasiones, adornar la muerte con la ociosidad, la ignorancia agresiva o el crimen disfrazado, olvidando la gloriosa inmortalidad que les compete alcanzar. En vez de estructurar un destino santificante con vistas al porvenir infinito, menosprecian oportunidades de crecimiento, eluden el aprendizaje saludable y contraen débitos clamorosos, retardando la obra de elevación propia.
Los principios de atracción gobiernan el universo entero. En los sistemas planetarios y en los sistemas atómicos vemos el núcleo y los satélites. En la vida espiritual, los ascendientes esenciales no difieren. Si los buenos representan centros de atención de los Espíritus que tienen afinidad por sus ideales y tendencias, los grandes delincuentes se transforman en núcleos magnéticos de las mentes que se extraviaron de la senda recta, en obediencia a ellos. Nos elevamos con aquellos que amamos y redimimos o nos rebajamos con aquellos que perseguimos y odiamos.
Si el amor conquistase la Tierra, de un día para otro, desintegrando los abismos oscuros a fin de que la luz sublime brillase para siempre, fácil e instantánea, ¿cómo acomodar en ese clima celestial las conciencias de los lobos y leones, panteras y tigres (por la extrema analogía que aún guardan con esas fieras), almas esas que habitan formas humanas por millares de millares? ¿Qué sería de los cielos si no vigilásemos los infiernos? Si nos lanzásemos todos a socorrer a los miserables, la miseria se extinguiría; si educásemos a los ignorantes, la tiniebla no tendría razón de ser; si amparásemos a los delincuentes, ofreciéndoles estímulo a la lucha regeneradora, el crimen sería barrido de la faz de la Tierra,. Nuestra alma, por más impasible que sea, se modifica con las horas. El tiempo todo lo devasta y elimina todos los patrimonios de la inferioridad, para que la obra de perfeccionamiento permanezca. La materia que nos sirve a las manifestaciones, se modifica con los días.
El hombre encarnado en la Tierra, es un alma eterna usando un cuerpo perecedero, alma que procede de milenarios caminos para la integración con la verdad divina, a la manera del guijarro que desciende, rodando en los siglos, de la cima del monte hacia el seno recóndito del mar. Somos todos actores del drama sublime de la evolución universal, a través del amor y del dolor... No debemos interferir en los destinos, unos de los otros, cuando nuestros pies siguen el recto camino. Sin embargo, si nos desviamos de la ruta adecuada, es razonable la llamada del amor para que el dolor disminuya.
Con los sufrimientos de hoy, reparamos las deudas de ayer. Con esto, no deseamos decir que nuestras faltas, muchas veces provenientes de la ociosidad o de la impenitencia de ahora, generando resultados ruinosos para nosotros mismos y para otros, sean recursos providenciales al pago de deudas ajenas porque así consagraríamos la fatalidad como soberana del mundo, cuando, en todo momento, creamos causas y consecuencias con nuestros actos cotidianos.
La sabiduría golpea la ignorancia, la bondad humilla la perversidad, el amor verdadero sitia el odio en un círculo de hierro; no obstante, aquellos que son sorprendidos en el campo de la inferioridad, maniobran contra el bien, deliberadamente, con mil armas de despecho, calumnia, envidia, celos, mentira y discordia, provocando perturbación y desánimo.
En el Evangelio, codificación de las enseñanzas de Jesús por los apóstolos y evangelistas, encontramos el anuncio del Espíritu de la Verdad - aquel que restablecería la verdad cristiana en la Tierra y prepararía nuestro planeta para el milenio de luz, o sea, el inicio de una nueva era en que el Reino de Dios vendría entre los hombres. En el Espiritismo tenemos las voces del más allá instaurando el Reino en los corazones y en las conciencias esclarecidas.
No podemos hacer oídos sordos al Evangelio y dejar de modificar nuestras vidas, buscando el bien en todo y no parar hasta conseguirlo, para salir del atolladero en el que nos someten las malas pasiones. Todo sacrificio y renuncia es poco si al final conseguimos la paz interior.
-Merchita-
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MENSAJE AL MUNDO POR LA PAZ
Humanidad: Yo sé que te sientes muy distante de la paz, de la armonía, de la fraternidad, y tienes razón porque es tan diferente en cada hombre el concepto sobre Dios, sobre la vida, y sobre la verdad, que tal parece que hay muchos dioses o que existe un dios para cada hombre.
Mucho te has acostumbrado ante la maldad existente, que ya no te detienes a meditar en las causas que la originan. El mundo se agita en medio de una tempestad y ha perdido el rumbo.
La niñez ya conoce la amargura y pronto endurece su corazón, los adultos son atraídos por los rencores ambiciones, y odios,también los adolescentes y a todos les ha llegado el veneno acumulado a través de los tiempos.
Se atenta contra la vida, existe soledad en el espíritu y tristeza en el corazón, hay luto y lágrimas, pobreza material y espiritual ¡El mal se ha multiplicado, ofuscando la mente y el corazón!
La humanidad sufre estas consecuencias, porque a través de los tiempos ha desoído la voz de la conciencia alterando la Ley, en su forma de pensar, actuar, y vivir.
La tristeza de esta humanidad, se ha convertido en un clamor que ha llegado a la altura de los cielos. ¿Cuándo habrá verdadera comprensión y amor entre los seres de este planeta, cuándo podremos vivir en verdadera armonía,cuándo habrá justicia en los jueces, magnanimidad en los gobernantes, cariño y amor a la creación?
Yo le digo a la humanidad: Cuando el orden de su vida cambie, y sepan mirar fuera de ustedes mismos cuando desparezca la soberbia, el orgullo, la vanidad, cuando el odio no sea tomado como verdad.
Yo solo te pido humanidad, que reconsideres muchos actos y pensamientos de vuestra vida.
Para que la oración, sea efectiva, tiene que estar acompañada de la regeneración y de buenas obras, no basta con pensar. Todas las horas y todos los sitios son propicios para orar.
Es necesario que la fuerza de la oración, supere el estruendo de las armas y de la maldad.
Comprendamos que todos sin excepción somos responsables de este caos y quiero volver a repetir una frase de otro tiempo: ¡el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra!, en otras palabras
Quien no es causante de la guerra, es responsable de la paz.
Como único camino, no esperen otra solución pueblos y naciones del mundo.
Porque la verdadera paz no se logra con mandatos, ni decretos, con odio, atentandos, sembrando terror, dolor, pérdida, el orden mundial debe cambiar, ya está cambiado, mañana nos despertaremos diferentes?, tanto dolor era necesario para reflexionar, cuántos más deben morir, cuántos más deben llorar, cuántos más debemos elevar nuestros gritos de súplica, rogando reflexión, bregando por el sentido común, por la paz …??
OREMOS POR UN MUNDO MEJOR , OREMOS POR LO NIÑOS Y POR TODOS LOS SERES
VIVOS “PARA QUE LA LUZ Y EL AMOR SEAN EL CAMINO “.
( De Amor, Paz y Caridad )
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