LOS SACERDOTES DEL PORVENIR
Cuando las multitudes embrutecidas por la ignorancia sienten la fiebre del progreso, en su delirio exclaman: Cuando los pueblos sean libres no tendremos sacerdotes, no tendremos poderes de ninguna especie a los cuales obedecer; viviremos entregados a nosotros mismos, la igualdad absoluta reinará en todas las clases sociales; no habrá pobres ni ricos, todos seremos iguales.
Estas y otras palabras parecidas pronuncian casi siempre los agitadores de todas las épocas, siendo entre los ignorantes la cizaña que crece ufana en los sembrados de la vida; y como las religiones en su mayoría, han dominado a las masas populares, Cuando estas quieren sacudir el yugo, lo primero que dicen es: ¡No queremos sacerdotes!
Nosotros al escuchar estas exclamaciones, nos sonreímos con lástima y no podemos menos decir: ¡Cuan equivocados estáis! No queréis sacerdotes y los habréis de tener, porque el desnivel eterno del progreso de los espíritus subsistirá siempre, porque mañana como hoy habrá pequeñitos de inteligencia y grandes en sabiduría.
No todos los sacerdotes dejan de cumplir con su deber, y los buenos sacerdotes son necesarios en todas las edades. Los verdaderos ministros de Dios son muy útiles a la sociedad, porque pueden ser
entendidos instructores, pues en su género de vida esencialmente contemplativa, tienen gran posibilidad de entregarse al estudio y la meditación; ésta predispone a la elevación del alma, sublima el sentimiento, y el Espíritu se pone más en contacto con las maravillas de la naturaleza, y puede sentirse mejor, y puede admirar con mayor conocimiento de causa las innumerables bellezas que encierra la Creación.
Hasta ahora no se ha llamado sacerdote más que al hombre que se ha consagrado al servicio de Dios, celebrando las diversas ceremonias que tienen las distintas religiones, ofreciendo sacrificios, elevando plegarias, haciendo todo aquello referente al formalismo de las religiones positivas; y a nuestro modo de entender, el sacerdote consagrado a Dios, el ungido que es el instrumento de la providencia y da fiel cumplimiento al mandato divino, no es precisamente el hombre que pronuncia más o menos votos y se viste con traje telar, que el hábito, como se dice vulgarmente, no hace al monje.
Si el sacerdote es el hombre consagrado a Dios, se puede decir que lo es sin duda alguna el que está consagrado al bien, porque la observancia y la práctica del bien es el sacerdocio, es el único culto
digno del Omnipotente, y los hombres consagrados a la fraternidad universal serán necesarios en todas las edades, y en todas las épocas.
Hay espíritus cuyo adelanto moral e intelectual llega al grado máximo y en otros no pasa de un punto de grado, o sea una parte mínima; para estos últimos hacen falta hombres verdaderamente
entendidos y generosos que se consagren a su educación. Los que no hacen falta ni nunca lo hicieron, son los explotadores de las religiones, los lobos como decía San Pablo con la piel de oveja, los
sepulcros blanqueados, los que sólo atienden a los intereses terrenales y se descuidan de las muchas moradas que en la Creación nos guarda nuestro padre, ocupándose exclusivamente de las vanidades mundanas, tomando parte activísima en todas las luchas sociales, despertando sórdida ambición en las almas sencillas, trastornando el hogar doméstico, quitando la paz a las familias. Y estos agitadores de todos los tiempos, estos políticos religiosos, estos místicos revolucionarios están llamados a desaparecer: pero quedarán en su lugar los verdaderos sacerdotes,los ungidos del Señor; los que emplean su vida en estudiar la mejor manera de instruir a los pueblos moralizando sus costumbres,
dulcificando sus sentimientos, engrandeciendo sus ideas y despertando su inteligencia; estos hombres superiores descenderán a la Tierra en número tan considerable cuanto sea necesario, y estos nobles seres son verdaderamente indispensables para el progreso de las humanidades.
El sacerdote rutinario, el que reza porque le pagan la plegaria, el que acompaña a los muertos recibiendo por ello su gratificación, estos funcionarios del formalismo religioso desaparecerán con el
tiempo, cuando sus religiones se extingan en la noche de los siglos,pero lo repetimos, quedarán en su lugar los sacerdotes de la razón, los hombres pensadores que pueden dedicarse al estudio de las leyes divinas, y a éstas amoldar cuanto sea posible las leyes humanas. ¡Los regeneradores de los pueblos! ¡Los profetas del progreso! ¡Los enviados de la luz! ¡Los redentores de los mundos, de las naciones y de las familias! Esos grandes sacerdotes serán la esperanza de los afligidos. ¡Serán los guías de las ciegas multitudes! ¡Serán los rayos del eterno sol; que con su luz y su calor prestarán vida a las generaciones, haciéndoles comprender su progreso indefinido! Si el racionalismo religioso, esta escuela creada por Cristo hoy renace, hoy reencarna nuevamente, hoy se levanta porque la Tierra preparada está para recibir su savia generosa, y los hijos del adelanto aceptan la misión sagrada de
destruir la esclavitud de las castas degradadas, emancipando a los espíritus, perforando las montañas de la ignorancia, única causa de su degradación. Los hijos del progreso vienen a fundar sobre bases sólidas la asociación universal. ¡Días solemnes son los días del siglo de la luz! Los sacerdotes de la razón pronuncian sus votos ante el evangelio de la ciencia, y las comunidades de los sabios se dirigen en peregrinación, los unos al desierto del Sahara para encontrar los latidos del corazón de África, los otros a buscar el paso del Noroestes, aquéllos a levantar observatorios astronómicos en las regiones polares, otros a pedirle a las entrañas de la tierra su fe de bautismo escrita en las capas geológicas, y todos animados con un mismo sentimiento emprenden esa noble cruzada para conquistar ciertos puntos de la tierra, inaccesibles hasta ahora para el hombre civilizado.
¡Cuán hermoso es este movimiento ascendente! Los trabajos de la ciencia son la plegaria de los racionalistas, y los sacerdotes del progreso nos inician en los misterios de la religión del porvenir.
Estos misterios están al alcance de todos los seres algo pensadores,porque reconocen un Dios único, eterno e indivisible; germen de toda vida, porque Él es la vida; principio de toda sabiduría, porque Él es la misma sabiduría; síntesis de justicia, porque Él es la justicia suprema; fuente de amor, porque Él es el amor mismo; y este todo de la Creación, esta causa de la cual derivan todos los efectos, tiene por templo toda la naturaleza y por sus sacerdotes todos los hombres que hagan el bien por el bien mismo, recibiendo en recompensa de su noble tarea la eterna supervivencia e individualidad de su Espíritu, la continuidad de su existencia en planetas regenerados, siempre avanzando por la vía de la perfección, sin llegar nunca a la perfección absoluta, porque ésta sólo la posee Dios. He aquí la doctrina racional, he aquí el verdadero desenvolvimiento de la vida, el estudio de sus múltiples manifestaciones, el análisis de sus leyes, el examen de sus principios, el exacto conocimiento del destino del Espíritu, esto y mucho más que nos queda por decir es el trabajo del racionalismo religioso, conquistador incansable a quien no seduce los halagos de
fáciles placeres, ni le amedrantan los obstáculos que a su paso le presenta la ignorancia.
El racionalismo religioso es el primogénito de Dios, y avanza siempre porque su misión es el adelanto sin tregua. Es la verdad y la vida que nunca tendrá fin; y los iniciados en tan sublime doctrina, son los hombres designados para ser los sacerdotes del porvenir, porque serán más instruidos que la generalidad.
Más compasivos con los delincuentes. Más sufridos en las adversidades. Más confiados en la estricta justicia de Dios. Más humildes y sencillos en la opulencia. Más lógicos en sus deducciones, y con esa falange racionalista, el mañana de la humanidad será un día de sol que nunca tendrá ocaso porque el racionalismo religioso es el Fíat Luz de la Creación.
AMALIA DOMINGO SOLER
Libro: La Luz del Porvenir
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LAS 400.000 ALTERACIONES DE LA BÍBLIA Y SUS ABUSIVAS INTERPRETACIONES
José Reis Chaves (Belo Horizonte/SP)
Infelizmente, la Bíblia es una de las obras más alteradas del mundo. Solo Lutero retiró de ella siete libros.Y, actualmente, sus alteraciones son principalmente para ocultar las verdades de la reencarnación y del espiritismo, encontradas en ella con una claridad meridiana.
El americano Bart D.Ehrman, el mayor biblista del mundo actual, dice en: "¿Qué es lo que Jesús dice?,¿Qué es lo o que Jesús no dice?", que la Bíblia tiene cerca de 400.000 alteraciones, Prestigio Editora Rio, con sello de Ediuouro Publicaciones. ¡ Crea en esas adulteraciones quien lo desee!, ¡Y nada quedará oculto!
(Mateo 10: 26).
Jesús enseñó que para llegar al reino de Dios, tenemos que nacer "de nuevo" del agua y del espíritu (Juan 3:3). Nacder de nuevo del espíritu es cambiar de vida para mejorar su evolución. Y nacer "de nuevo" del agua (líquido amniótico), es reencarnar. Y el excelso Maestro hasta reforzó su tesis reencarnacionista diciendo: es necesario nacer "de nuevo" de la carne, o sea, nacer "de nuevo" de los padres. Eso es " ipsis verbis" e "ipsis literis", reen carnación. La prueba es que los traductores están cambiando la traducción de la expresión "de nuevo", por la de "lo Alto", para ocultar la idea de la reencarnación. Esto es porque los adversarios de ella están asustados con el hecho de que hoy, 3/4 de la población del mundo la aceptan, y encima ¡ con el aval de la Ciencia no materialista!"
Y por que solo ahora, después de 2.000 años, quieren cambiar la traducción de "Anothen" (de nuevo), por la de "lo Alto". ¡Eso demuestra sus desespero por ocultar la reencarnación!.
También porque nuestros hermanos, pastores evangélicos que, en su mayoría, no saben hebráico, griego y latín, y consecuentemente, no tienen un mejor conocimiento de la Bíblia, interpretada erróneamente para sus fieles.
¡ Así, como si no bastase con las cerca de 400.000 alteraciones de la Bíblia, ellos enseñan a sus fieles las más absurdas interpretaciones de ella, lo que genera grandes confusiones doctrinarias entre ellos, llevándolos a cambiar de iglesia, a todo instante, como se mudan de ropa !.
Los mayores adulteradores de la Bíblia no son, por tanto, sus traductores, sino sus intérpretes. Realmente hay líderes religiosos que abusan escandalosa y desesperadamente de las interpretaciones bíblicas, colocándolas absurdamente como contrarias a la reencarnación y al espiritismo, por miedo a que sus fieles se vuelvan espíritas. Y, entonces, ¡ inventan cada ripio !. Por ejemplo, la Bíblia afirma que nosotros somos dioses e hijos del Altísimo (Juan 10:34) y Salmo 82:6). Hay un pastor que interpreta estos pasajes así: "La Bíblia se refiere a los jueces". Acontece que los hombres que son jueces no dejan de continuar siendo dioses, y antes incluso de ser jueces, ya eran dioses, ¡ como todos nosotros lo somos!
Y, de hecho, esos dioses de que habla la Bíblia son los espíritus humanos o "daimones", que pueden ser buenos o malos y que se manifiestan a través de los médiums. (Números 11:24 a 30). Pero si Moisés condenó el contacto con los espíritus (Deuteronomio capíitulo 18), es porque, cierto o errado, ¡ ese contacto ya existía igualmente !.
Y más allá de eso, ¡ el propio Jesús se comunicó con los espíritus de Moisés y de Elías (Mateo 17:3), en la sesión espírita de la Transfiguración !
José Reis Chaves (Belo Horizonte/SP), estudió para sacerdote en la Congregación de los Redentoristas, fué formado en Comunicación y Expresión en la Universidad Pontificia Católica de Minas Gerais. Es escritor y durante varios años dió clases de Portugués, Literatura, Historia, Geografía y Latín. Es Teósofo, parapsicologo, bliblista y a lo largo de toda su vida el autor viene desarrollando investigaciones sobre la Bíblia, las religiones y la Parapsicología. Por último, pasó a estudiar Espiritismo, docgrina que asimiló con facilidad, teniendo en cuenta el largo tiempo dedicado al estudio de la Historia y de la Teología Cristiana. Jubilado, actualmente se dedica a escribir e impartir conferencias en el área espiritualista, principalmente en la Espírita, por todo Brasil.
Es autor de varios libros, entre otros: "La Reencarnación según la Bíblia y la Ciencia","Cuando llega la Verdad", y "La Cara Oculta de las Religiones".
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ACCIÓN DEL PENSAMIENTO, EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD
La Doctrina Espírita, en cuanto a filosofía y ciencia de consecuencias religiosas, conforme Allan Kardec en el libro Obras Póstumas, analiza el ser humano y sus manifestaciones bajo el prisma de la inmortalidad del alma. En esa visión, el hombre es más que materia, es el principio inteligente del universo, que se manifiesta en la materia utilizando incontables cuerpos, materias en estados vibratorios diferenciados, que van de la materialidad máxima del cuerpo físico a la sutileza espiritual, transcendente, del espíritu, inteligencia que refleja, de cierta manera, la inteligencia suprema del universo, de la cual fue creado a imagen y semejanza.
Allan Kardec, en El Libro de los Espíritus, acuñó el término periespíritu para designar el conjunto de cuerpos que envuelven el espíritu (Peri, prefijo griego = alrededor de). Conocemos, por medio de la literatura mediúmnica, el doble etérico, cuerpo de la vitalidad, presente solamente en los encarnados, que vitaliza la materia orgánica; el cuerpo espiritual, cuerpo de las emociones, que utiliza el espíritu para manifestarse en las dimensiones más próximas a la Tierra, más o menos materializadas, cuerpo este sutil controlado por la mente del espíritu, maleable y sensible a las transformaciones del sentimiento y del patrón mental; y el cuerpo mental, sede de la mente del espíritu. Esa introducción es necesaria para que comprendamos que el pensamiento, ondas de energía sutil, emana de la mente del espíritu que está localizada en la región supracerebral, no limitándose a una secreción neuroquímica del cerebro físico, como cree la fisiología y la medicina terrena.
Según Emmanuel, a través de la psicografía de Chico Xavier, “así como la araña vive en el centro de la propia tela, el hombre vive inmerso en las creaciones de su pensamiento”. Imagen muy feliz, pues el espíritu, pensando ininterrumpidamente, afecta con su vibración peculiar al mundo en que vive, estableciendo conexiones con criaturas, circunstancias y localidades, así como edifica o destruye su mundo íntimo, de las células al organismo, conforme elige la calidad de lo que cultiva en su campo mental y emocional. La araña construye la propia tela, que nace de ella, y en ella se mueve, captura insectos, interacciona con el ambiente y reside. De la misma forma el espíritu, pensando crea y creando se alimenta de aquello que eligió para su vida interior. Nos afirma Emmanuel, en el libro Pan Nuestro: “Pensar es crear. La realidad de esa creación puede no externalizarse, de súbito, en el campo de los efectos transitorios, pero el objeto formado por el poder mental vive en el mundo íntimo, exigiendo cuidados especiales para el esfuerzo de continuidad o extinción”.
Analizaremos la creación del pensamiento inicialmente en el mundo íntimo y, después, en la realidad exterior, para comprender un poco más cómo el pensamiento crea y controla la vida, como expresión del espíritu inmortal.
El Pensamiento y el control celular
En el libro "Derrotero", Emmanuel enseña que “El pensamiento es generador de los infracorpúsculos o de las líneas de fuerza del mundo subatómico, creador de corrientes de bien o apenas, grandeza o decadencia, vida o muerte, según la voluntad que lo exterioriza y dirige”. Comprendemos con eso que el pensamiento actúa en la base de la materia, en el mundo subatómico, influenciando su funcionamiento.
En el organismo humano tenemos la célula como unidad básica, el ladrillo del cuerpo. Células que se agrupan formando tejidos, los tejidos forman órganos, los órganos forman sistemas y los sistemas, el organismo. En la intimidad de la célula encontramos el núcleo celular, donde se localiza el ADN, que, se cree, rige la vida en la intimidad orgánica. Del núcleo celular parten las órdenes, los mandos para producción de todas las substancias, que son fabricadas en el citoplasma de la célula. En el libro “Evolución en dos mundos”, André Luiz informa que el pensamiento actúa influenciando y alterando, por medio de lo que él llamó bióforos (que sufren la acción del pensamiento), la interpretación de la ejecución de las órdenes venidas del núcleo: “Por lo tanto, como es fácil sentir y aprender, el cuerpo hereda naturalmente del cuerpo, según las disposiciones de la mente que se ajusta a otras mentes, en los circuitos de la afinidad, correspondiendo pues, al hombre responsable reconocer que la hereditariedad relativa pero compulsoria le tallará el cuerpo físico que necesita en determinada encarnación, no siéndole posible alterar el plan de servicio que mereció o que le fue asignado, según sus adquisiciones y necesidades, pero puede, por la propia conducta feliz o infeliz, acentuar o difuminar el color de los programas que le indican la ruta, a través de los bióforos o unidades de fuerza psicosomática que actúan en el citoplasma, proyectando sobre las células y, consecuentemente, sobre el cuerpo, los estados de la mente, que estará ennobleciendo o agravando la propia situación, en consonancia con su elección del bien o del mal”.
El ADN representa la herencia en cada uno de su pasado espiritual, aquello que es necesario ser trabajado en esta encarnación o que fue consecuencia inmediata de las elecciones del pasado. Es seleccionado por el ser reencarnante que elige (o bien elegido por los espíritus superiores que dirigen el proceso reencarnatorio) las necesidades espirituales más apremiantes, las tendencias biológicas que afectarán la vida del individuo de tal o tal manera, conforme las predisposiciones que el espíritu construyó para su vida. De esa forma, el ADN representa el presidente de la empresa y el citoplasma, los operarios de la misma. Creíamos que la célula funcionaba en régimen dictatorial: el núcleo ordena y manda. Pero la medicina viene descubriendo, por medio de la epigenética (rama de la biología que estudia las moléculas que interfieren en la regulación del núcleo celular), que la realidad es otra, la célula se comporta como una democracia, siendo que variadas condiciones del medio (nutrición, estrés, etc) y del comportamiento mental y moral controlan la expresión del genoma humano. En el ADN están las predisposiciones, que serán activadas, inhibidas o reforzadas, conforme el patrón mental, emocional y comportamental del espíritu a lo largo de la encarnación, en el que configura su libre arbitrio. El ADN, expresando el karma, se modifica solamente de encarnación en encarnación, sin embargo su expresión sufre la regulación y potencialización de la voluntad del individuo que redecide la vida a medida en que la vive. Y ahí tenemos una de las manifestaciones de la misericordia divina, dejando al ser que viva no en régimen de fatalidad, sino de acción y reacción, en todos los instantes de la vida.
El pensamiento, vertido continuamente desde la mente del espíritu, actúa en la intimidad celular, por medio de los circuitos y sistema circulatorio energético del organismo humano (centros de fuerza, etc.) de forma que autoriza o desautoriza continuamente los movimientos biológicos que la reencarnación presenta. Ejemplificando: si una persona reencarna con tendencia al drenaje energético y a algún contenido psíquico desarmónico, en forma de cáncer, a los 40 años de edad, reclamando el reequilibrio ante la vida, su conciencia y las leyes divinas, tendrá la oportunidad de, durante todo ese periodo, trabajar en su intimidad las circunstancias que le llevaron al desequilibrio, así como sus tendencias y características interiores. De esa manera, al llegar a los 40 años de edad, podrá haber confirmado su predisposición, reforzando la necesidad pedagógica y re armonizadora de un tumor maligno o bien haber progresado en su experiencia, habiendo aprendido y renovado por otros caminos, actuando benéficamente en su mundo celular, conectándose al amor que todo renueva y suaviza su experiencia, que podrá ser más liviana, o incluso no existir, dependiendo de la intensidad de sus conquistas. Por eso afirmó Pedro, sabiamente: “El amor cubre multitud de pecados” (I Pedro 4:7), lo que André Luiz, en el libro “En los dominios de la Mediunidad”, tradujo como “la mente reanimada vuelve a levantar las vidas microscópicas (células) que la sirven”. Sin embargo, si la persona en cuestión, no sólo ha dejado de aprender por otros caminos, sino además ha agravado sus débitos por la repetición de las elecciones, puede, por el mismo mecanismo, agravar sus características biológicas, complicando la salud y determinando lecciones más intensas de la vida para su despertar y reequilibrio.
Salud y enfermedad, bajo esta perspectiva, son, por lo tanto, frutos de la suma y balance entre predisposición y necesidad, tendencia y renovación, al servicio de la educación espiritual del espíritu inmortal y su consecuente despertamiento para el amor, síntesis de las leyes divinas.
Pensamiento y creaciones mentales
Del punto de vista exterior, aprendemos con Kardec y los espíritus codificadores, en “El Libro de los Espíritus”, que estamos rodeados, en nuestra atmósfera espiritual, por un fluido básico, denominado fluido cósmico universal y sus transformaciones (fluidos de variadas especies). En la revista espírita de Junio de 1868, Kardec nos enseña que “El pensamiento y la voluntad son para los espíritus lo que la mano es para el hombre. Por el pensamiento, ellos imprimen a los fluidos tal o cual dirección; aglomerándolos, combinándolos o dispersándolos; forman conjuntos teniendo una apariencia, una forma, un color determinado (...) Algunas veces, esas transformaciones son el resultado de una intención; frecuentemente, son el producto de un pensamiento inconsciente; basta al espíritu pensar en una cosa para que esa cosa se produzca...”. El pensamiento, siendo una onda de energía sutil, en asociación con el sentimiento, plasma en la realidad etérica la naturaleza de nuestros intereses y preocupaciones, sentimientos y fijaciones, en la forma de creaciones mentales, formas-pensamientos, parásitos espirituales, conforme la naturaleza de la creación, que habitan en torno a su foco de origen, haciendo que cada individuo esté permanentemente rodeado por la representación de las cosas, objetos, personas, intereses e intenciones que pueblen su campo mental y su vida íntima. Eso ocurre de tal forma que cualquier espíritu menos obnubilado espiritualmente que se aproxime a nosotros podrá percibir el tenor de nuestras ocupaciones e intereses, por el halo energético psíquico que irradia de cada uno de nosotros. Tal vez por eso Jesús afirmó que “nada hay oculto, que no haya de manifestarse, ni escondido, que no venga a ser conocido y revelado" (Lucas 8:17), visto que no hay forma de ocultar al universo nuestras creaciones mentales y emocionales.
André Luiz, en “En los dominios de la Mediumnidad”, nos afirma que “donde hay pensamiento hay corrientes mentales, y donde hay corrientes mentales existe asociación. Y toda asociación es interdependencia e influenciación recíproca”. Las formas pensamientos que son creadas por nuestra vida mental y son vitalizadas por nuestro sentimiento, se asocian en el universo a aquellas del mismo tenor energético, vibratorio, formando corrientes mentales en consonancia con su naturaleza íntima. Así como las ondas de radio, televisión y telefonía, existen incontables corrientes mentales y emocionales viajando en la atmósfera espiritual del planeta, tantas cuántas son las emociones y pensamientos predominantes en la humanidad terrestre, localizándose en cada comunidad las que sean creadas y estén en sintonía con el interés colectivo de aquellos que habitan aquella área.
Cuando pensamos fija y continuadamente en algo creamos y creando nos vinculamos a las corrientes de la misma naturaleza, de ella no se retroalimentamos, fortaleciendo el tenor vibratorio íntimo, en sistema de “feedback”. Marlene Nobre, citando André Luiz en su libro “El alma de la Materia” nos dice que “Una vez emitidos, los pensamientos vuelven inevitablemente al propio emisor, de forma que envuelve al ser humano en sus propias ondas de creaciones mentales, y, muchas veces, pueden estar incrementados por los productos de otros seres, que con ellos se armonizan”. Esa realidad se presenta de forma automática, natural en el día a día de encarnados y desencarnados, de forma inconsciente incluso, conforme enseñó Kardec. Por ello se hace aún más compleja cuando envuelve situaciones e intenciones conscientes, conforme nos explica André Luiz en "Acción y Reacción": “Ahora, sabiendo que el bien es expansión de luz y que el mal es condensación de sombra, cuando somos crueles con los demás, nuestros pensamientos, por ser ondas de energía sutil, al pasar por los lugares y criaturas, por las situaciones y cosas que afectan nuestra memoria, actúan y reaccionan sobre sí mismos en circuito cerrado, y nos traen así, de vuelta, las sensaciones desagradables que emanan de nuestras obras infelices”. La Medicina hoy nos explica que al recordar determinado hecho reproducimos la producción neuroquímica cerebral compatible con el acto, como si él ocurriera en aquel mismo instante, configurando verdaderamente el mismo sentimiento de la circunstancia feliz o infeliz vivenciada. Y André Luiz nos afirma que aún al recordar, volvemos a visitar energéticamente los lugares, criaturas, situaciones y cosas conectadas al hecho, conectándonos a ellas y recibiendo de ellas su tenor energético particular. Basado en esa conciencia, Emmanuel nos advierte en "Pan Nuestro": “Nuestro espíritu residirá donde proyectemos nuestros pensamientos, cimientos vivos del bien y del mal”. Por esto aún, decía Paulo, sabiamente: - "Piensen en las cosas del cielo". Todo ese retorno energético, siendo reabsorvido por sintonía por el ser espíritu, visita la intimidad celular del mismo, determinando armonía o desarmonía, salud o enfermedad conforme la naturaleza de la vibración.
Perdón, creaciones mentales superiores y salud
Basado en todo ese conocimiento, podemos concluir que Jesús nos legó un elevado código científico de salud y armonía cuando nos afirmó que él, expresión del amor, es el camino, la verdad y la vida, exhortándonos a perdonar incondicionalmente. El dolor, como mancha energética interior, símbolo de nuestras fragilidades heridas en contacto con el mundo, y la postura y el deseo de venganza, representan sintonía y conexión con criaturas y creaciones mentales deletéreas, que nos fortalecen la desconexión con el Padre y nos alejan de la paz de conciencia tan deseada. No perdonar, decía Shakespeare, es “tomar veneno deseando que el otro muera”. El perdón, en contrapartida, siendo una decisión por la paz, es una postura de humildad en el reconocimiento de nuestras necesidades íntimas, nuestras fragilidades y desafíos, nuestras susceptibilidades y carencias, beneficia de entrada a nosotros mismos, conectándonos a la fuente y a las creaciones mentales sublimes que nos elevan y centra en el camino correcto de la vida.
Conclusión
Observando el poder del pensamiento, en conexión con las emociones y el sentimiento, de los cuales no hay como disociarse, nos muestra que cada espíritu es señor de sí mismo, constructor de su destino y de su realidad física, energética y espiritual, escogiendo cada instante al que se conecta o desconecta, conforme elige en el que piensa y cultiva en su intimidad. Renovar las matrices mentales, tantas veces ya comprometidas con el reflejo de nuestro pasado espiritual, por los caminos del desamor, se presenta como la necesidad urgente de todo hijo de Dios que constata y desea asumir su felicidad como responsabilidad personal e intransferible.
El amor, lejos de ser sólo un símbolo religioso, se convierte en una verdad científica a la luz de la Ciencia espírita, presentándose como el camino más fácil corto y el menos complicado para la paz y la felicidad, construcción del reino de Dios en nosotros. Dijo Jesús: “Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y oprimidos que os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestra alma. Porque mi yugo es suave, y mi fardo es ligero”. (Mateo 11 28-30). Pensar amorosamente, conectado a la compasión y a la ternura divina, manifestaciones de la misericordia del señor, es el camino para la vitalización del alma y la conexión con el bien, constructores de salud física y espiritual. Concluimos con Emmanuel, que con su sabiduría afirma, por la psicografía de Chico Xavier, en “Pensamiento y vida”: “Nuestro pensamiento crea la vida que buscamos, a través del reflejo de nosotros mismos, hasta que nos identifiquemos, un día, en el curso de los milenios, con la Sabiduría Infinita y con el Infinito Amor, que constituyen el pensamiento y la Vida de Nuestro Padre.”
Andrei Moreira, médico de familia,
especializado en homeopatía y
presidente de la Asociación Médico-Espírita
de Minas Gerais (Brasil)
( Trabajo tomado del Blog espírita "El Angel del Bien").
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ESPACIO UNIVERSAL
35 – ¿El espacio universal es infinito o limitado?
– Infinito. Supónle límites; ¿qué habría más allá? Esto te
confunde la razón, bien lo sé, y sin embargo, tu razón dice que no
puede ser de otro modo. Es como el infinito en todas las cosas y no es
en vuestra pequeña esfera donde podréis comprenderlo.
Si se supone un límite al espacio, por más lejano que pueda concebirlo
el pensamiento, la razón dice que más allá de ese límite hay algo, y así, paso a
paso, hasta el infinito, porque, aunque ese algo fuese el vacío absoluto, sería
también el espacio.
36 – ¿Existe en alguna parte del espacio universal el vacío
absoluto?
– No, nada hay vacío; lo que te parece vacío está ocupado por
una materia que escapa a tus sentidos e instrumentos.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
35 – ¿El espacio universal es infinito o limitado?
– Infinito. Supónle límites; ¿qué habría más allá? Esto te
confunde la razón, bien lo sé, y sin embargo, tu razón dice que no
puede ser de otro modo. Es como el infinito en todas las cosas y no es
en vuestra pequeña esfera donde podréis comprenderlo.
Si se supone un límite al espacio, por más lejano que pueda concebirlo
el pensamiento, la razón dice que más allá de ese límite hay algo, y así, paso a
paso, hasta el infinito, porque, aunque ese algo fuese el vacío absoluto, sería
también el espacio.
36 – ¿Existe en alguna parte del espacio universal el vacío
absoluto?
– No, nada hay vacío; lo que te parece vacío está ocupado por
una materia que escapa a tus sentidos e instrumentos.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
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BEZERRA DE MENESES HABLA
A LOS MIEMBROS DEL CONSEJO
FEDERATIVO NACIONAL
Hijos míos, que el Señor nos guarde en Su Paz
No obstante a las amenazas de enfrentamientos, que se anuncia con los objetivos maléficos de la guerra que parece inevitable, los discípulos del Evangelio permanecemos confiados en la paz.
Disminuyen las sombras que toldaban las relaciones entre las grandes potencias de la Tierra, mas, porque el Planeta es de pruebas y de expiaciones, irrumpe, inesperadamente, una densa oscuridad que parece el prenunciar de una hecatombe de consecuencias funestas.
A pesar de eso, los seguidores de Jesús, trabajamos por la paz.
Ante los interdictos dolorosos que se presentan, es imprescindible que mantengamos la flama del ideal, a fin de que centelle por encima de todas las vicisitudes, apuntando el rumbo como la esperanza que no puede faltar en la búsqueda de la felicidad humana.
Se repiten los días ásperos del Cristianismo primitivo, cuando el mensaje de Jesús penetró en los corazones que fueron invitados a abandonar las carnicerías habituales, para pautar la conducta por la solidaridad y el ejercicio del amor fraternal.
Son inevitables, en este momento, los dolores superlativos, las inquietudes de largo porte, las dificultades-desafío
Jesús nos convida al testimonio, como otrora El propio testifico la legitimidad del mandato de que Se encontraba investido, para que los hombres supiésemos ser El, el excelente Hijo de Dios, el modelo y guía para toda la Humanidad.
Ciertamente, después de El, los testimonios quedaron circunscritos a las arenas, al exilio, a la persecución de grupo, de clan, estableciendo la separación entre el trigo y la cizaña. Mas, también, aun hoy es así, hijos míos. No nos iludamos, de las balizas de la arena crecerán mucho y las fieras que estaban en jaulas y subterráneos hambrientas, aguardando el momento del holocausto de los servidores del Ideal, ahora está dentro de nosotros, en torno de nosotros, disfrazados, sin embargo, no menos amenazadoras y crueles.
Tenemos necesidad de porfiar en el combate, manteniendo el idealismo y la confianza irrestricta en Dios, valorizando la honra de la fe que nos abraza.
Que otros discutan inútilmente; que diversos permanezcan distraídos en la tribuna de las controversias que no llevan a lugar alguno; que un gran número aplique su tiempo en el verbalismo vacio y en la búsqueda de cosas insignificantes, sin preocupación con las cuestiones palpitantes y de importancia para ecuacionar; que varios prohíban, cerceando los espacios de la libertad que debe regir en todos los corazones y mentes que encontraron el Evangelio de Jesús. A nosotros nos cumple el deber de la rectitud – pensar y actuar correctamente, amar sin discriminación, comprender sin reserva, y dar a los otros el derecho de ser conforme pueden, mas, a nosotros mismos, imponernos el compromiso de renovación a cada instante, para mejor, realizando con eficiencia la tarea que nos está reservada.
El conocimiento de la Doctrina Espírita es portador de liberación, porque trae, en su bojo, la verdad revelada a Allan Kardec, que prosigue abriendo espacio en las mentes y alargando los horizontes para la vida.
Fuimos convidados, si, para esparcir la luz que no puede quedar impedida por nuestras limitaciones y pequeñeces. Que dentro de nosotros vibre el pensamiento de Cristo, y actué a través de nuestra conducta a la belleza del mensaje espírita que, en breve, modificará el pensamiento en la Tierra y expulsará, en definitivo, la guerra, el miedo, la insatisfacción, generados por el egoísmo, que cederá paso al altruismo, que Jesús nos ofreció en la lección sacrosanta de la caridad.
¡Unámonos, hijos míos! Las agresiones, retribuyámoslas con el perdón; la maledicencia, ofrezcamos la generosidad de la comprensión; a la violencia que yergue la mano para afligirnos, donemos la solidaridad fraternal, contra la cual, nenguna fuerza humana puede luchar. El mal vale el investimento que le ofrecemos: si no lo valorizamos, mediante nuestra permanencia en el bien el dejará de tener significado, perderá la razón de ser, pasando a un plano secundario y desapareciendo. El mal, que no vemos, porque estamos esparciendo el bien, es absorbido como la sombra que desaparece con el chorro de la luz.
Nuestra tarea es la de de servir y amar, preparando el advenimiento del mundo mejor, que ya se anuncia y llega lentamente.
Como es verdad que los hombres se preparan para el lamentable enfrentamiento, en el cual la guerra aun no fue descartada, no menos verdad es que los hombres, que representan las comunidades súper desarrolladas, ya se preocupan en parlamentar, discutir y encontrar los medios diplomáticos para ecuacionar sus problemas, dirimiendo las dificultades que aparentemente los separan.
La verdad, que proviene de Dios alcanza a todos. Siendo Así, trabajemos con acendrado amor y con esfuerzo incesante, para que el Espiritismo realice la transformación social de la Tierra, como está previsto por el Codificador, y anunciados por los embajadores del cielo. Este es el deber impostergable, para el cual aquí nos reunimos, discutiendo y estableciendo directrices de equilibrio y de seguridad.
¡No estáis solos, y lo sabéis! No os reunís aquí para enfrentamiento de opiniones ignorantes mas, hermanados por el ideal de realizar lo que sea de mejor para el Movimiento y lo de más útil para las criaturas humanas.
¡Porfiad, Jesús espera mucho de nosotros, así como a El entregamos nuestros destinos!
Continuad hijos, ciertos de que el triunfo, que no tarda, tomará cuenta de nuestros corazones en forma de plenitud y de paz.
Que el Señor nos bendiga y que, entre nosotros, permanezca Su paz, son los votos del amigo y servidor humilde y paternal de siempre.
Bezerra
Psicofonía de Divaldo Pereira Franco, en el cierre de la reunión matinal del Consejo Federativo Nacional, en la Federación Espirita Brasileña, el día 17de noviembre de1990. en Brasil.
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