Como sabemos, los Espíritus encarnados y desencarnados tienen un cuerpo fluídico, al que se da el nombre de periespiritu. Su sustancia se extrae del fluido universal o cósmico, que lo forma y alimenta (...).
El periespiritu es más o menos etéreo, conforme a los mundos y el grado de depuración del Espíritu. En los mundos y en los Espíritus inferiores, es de naturaleza más grosera y se aproxima mucho a la materia bruta. (17)
Durante la encarnación, el Espíritu conserva (también) su periespiritu, siendo el cuerpo apenas un segundo envoltorio más grosero, más resistente, apropiado a los fenómenos a que tiene que prestarse y del cual el Espíritu se despoja por ocasión de la muerte.
El periespiritu sirve de intermediario al Espíritu y al cuerpo. Es el órgano de transmisión de todas las sensaciones. Relativamente a las que vienen del exterior, se puede decir que el cuerpo recibe la impresión; el periespiritu la transmite y el Espíritu, que es el ser sensible e inteligente, la recibe. Cuando el hecho es iniciativa del Espíritu, puede decirse que el Espíritu quiere, el periespiritu transmite y el cuerpo ejecuta. (18)
El periespiritu no se halla encerrado en los límites del cuerpo como en una caja. Por su naturaleza fluídica, es expansible, irradia hacia el exterior y forma, alrededor del cuerpo, una especie de atmósfera que el pensamiento y la fuerza de la voluntad pueden dilatar más o menos. De ahí se sigue que hay personas que, sin estar en contacto corporal, pueden hallarse en contacto por sus periespíritus e intercambiar, no obstante, impresiones y, algunas veces, pensamientos, por medio de la intuición. (19)
Siendo uno de los elementos constitutivos del hombre, el periespiritu desempeña un importante papel en todos los fenómenos psicológicos y, hasta cierto punto, en los fenómenos fisiológicos y patológicos (...). (20)
Por medio del periespiritu, los Espíritus actúan sobre la materia inerte y producen los diversos fenómenos mediúmnicos. (...) No hay, pues, motivo de espanto cuando, con esa mecánica, los Espíritus producen ciertos efectos físicos, tales como golpes y ruidos de toda especie; levantamiento, transporte o lanzamiento de objetos (...). (21)
Actuando sobre la materia, los Espíritus pueden manifestarse de muchas maneras diferentes: por efectos físicos, como los ruidos y el movimiento de objetos; por la transmisión del pensamiento, por la visión, por la audición, por la palabra, por el tacto, por la escritura, por el dibujo, por la música, etc. En una palabra, por todos los medios que sirvan para ponerlos en comunicación con los hombres. (17) A continuación citaremos la acción del periespiritu en las comunicaciones mediúmnicas.
El papel del periespiritu en las manifestaciones mediúmnicas
Un Espíritu produce el movimiento de un cuerpo sólido combinando una parte del fluido cósmico universal con el fluido que emite el médium, propio para aquél efecto. (1) El Espíritu San Luis esclarece:
Cuando una mesa se mueve bajo nuestras manos, el Espíritu aspira en el fluido universal lo que le es necesario para darle una vida ficticia. Preparada la mesa, el Espíritu la atrae y mueve bajo la influencia del fluido que de sí mismo desprende, por efecto de su voluntad. Cuando quiere poner en movimiento una masa por demás pesada para sus fuerzas, llama en su auxilio a otros Espíritus, cuyas condiciones sean idénticas a las suyas. En virtud de su naturaleza etérea, el Espíritu, propiamente dicho, no puede actuar sobre la materia grosera, sin intermediario, es decir, sin el elemento que lo une a la materia. Ese elemento, que constituye lo que llamáis periespiritu, os da la clave de todos los fenómenos espíritas de orden material (...). (2)
Los Espíritus que provocan las manifestaciones físicas son siempre Espíritus inferiores, que aún no se desprendieron enteramente de toda la influencia material. (3)
Ya se explicó que la densidad del periespiritu, si así se puede decir, varía de acuerdo con el estado de los mundos. Parece que también varía, en un mismo mundo, de individuo a individuo. En los Espíritus moralmente adelantados, es más sutil y se aproxima al de los Espíritus elevados; en los Espíritus inferiores, por el contrario, se aproxima al de la materia (...). Esta grosería del periespiritu, dándole más afinidad con la materia, torna a los Espíritus inferiores más aptos para las manifestaciones físicas (...). (4)
San Luis nos explica también que es necesario que haya una combinación de los fluidos mediúmnicos con los espirituales, en ese género de manifestación.
(...) El propio fluido del médium (fluido vital) se combina con el fluido universal que el Espíritu acumula. Es necesaria la unión de esos dos fluidos, es decir, del fluido animalizado (del médium) y del fluido universal para dar vida a la mesa, quede entendido que esa vida es sólo momentánea, que se extingue con la acción y, a veces, antes de que ésta haya concluido, tan pronto como la cantidad de fluido disponible deja de ser suficiente para animarla. (5)
En los fenómenos de transporte - otra modalidad de fenómenos de efectos físicos - está encajada una intención benévola del Espíritu que lo produce, por la naturaleza de los objetos, casi siempre graciosos, de que él se sirve y por la manera suave, delicada incluso, por qué son traídos. (...) Son casi siempre flores, frutos, confites, joyas, etc. (6) Kardec esclarece lo siguiente respecto al fenómeno.
Quien desea tener fenómeno dé este orden necesita tener consigo médiums a los que llamaré - sensitivos, es decir, dotados en el más alto grado de las facultades mediúmnicas de expansión y penetrabilidad, porque el sistema nervioso fácilmente excitable de tales médiums les permite, por medio de ciertas vibraciones, proyectar abundantemente a su alrededor, el fluido animalizado (fluido vital, ectoplasmático) que les es propio. (7)
En efecto, es necesario que entre el Espíritu y el médium influenciado exista cierta afinidad y cierta analogía; en resumen: cierta semejanza capaz de permitir que la parte expansible del fluido periespirítico (...) del encarnado se mezcle, se una, se combine con el del Espíritu que quiera hacer un transporte. Esta fusión debe ser tal, que la fuerza resultante de ella se vuelva, por decir así, una (...). (8)
El fenómeno de transporte presenta una particularidad notable, es que algunos médiums sólo lo obtienen en estado sonambúlico, lo que fácilmente se explica. En el sonámbulo hay un desprendimiento natural, una especie de aislamiento del Espíritu y del periespiritu, que debe facilitar la combinación de los fluidos necesarios. (9)
Se percibe, pues, por qué el fenómeno de transporte aún es una rareza.
Ernesto Bozzano, en el libro Fenómenos de Transporte, estudia con cuidado ésta manifestación mediúmnica.
El papel del periespiritu en las manifestaciones visuales
La explicación de cómo un Espíritu se vuelve visible, reside en las propiedades del periespiritu, que puede sufrir diversas modificaciones, al género de Espíritu. (10)
En el estado material en que nos encontramos, es decir, de reencarnación, sólo podemos ver a un Espíritu, este se hace visible a nuestra visión mediúmnica por medio de nuestros respectivos periespíritus. (11)
Los Espíritus de la Codificación nos esclarecen que el periespiritu es la envoltura intermediaria, por medio de la cual el Espíritu desencarnado actúa sobre nuestros sentidos. Bajo esa envoltura es que aparecen, a veces, con una forma humana o con otra cualquiera, sea en los sueños, sea en el estado de vigilia, en plena luz así como en la oscuridad. (11)
En los fenómenos visuales no hay una condensación de los fluidos periespirituales, como ocurre en los fenómenos físicos de modo general. La combinación de los fluidos del médium con los del Espíritu presenta una disposición especial - sin analogía para nosotros encarnados - necesaria a la percepción mediúmnica. (11)
Todas las personas pueden ver a los Espíritus durante el sueño; en el estado de vigilia depende, no obstante, de la organización física que les permite mayor o menor expansión periespiritual y combinación con el periespiritu del desencarnado. (13)
El papel del periespiritu en la bicorporiedad (bilocación) y en la transfiguración
Estos dos fenómenos son variedades de las manifestaciones visuales. (...) Se basan ambos en el principio de que todo lo que quedó dicho, de las propiedades del periespiritu tras la muerte, se aplica al periespiritu de los vivos (encarnados). (14)
Como el Espíritu encarnado tiene envoltura periespiritica, puede provocar el fenómeno de bilocación, dejando el cuerpo durmiendo, mientras se disloca en el espacio, volviéndose visible y tangible en otro lugar, distante del cuerpo físico. (15)
La transfiguración está unida, igualmente, a las propiedades del periespiritu, que permite al médium modificar su apariencia o fisonomía bajo la actuación de una Entidad comunicante. (16)
El papel del periespiritu en las manifestaciones de efectos intelectuales
En esta categoría, el periespiritu ocupa el papel de intermediario de las ideas y del proceso de elaboración mental existente entre el Espíritu comunicante y el médium. La unión mayor, entre las dos entidades, es en el plano mental. La expresión de las ideas, el tenor del mensaje, con todo, son manifestaciones vía periespiritu.
El periespiritu del médium transmite a los circunstantes de una reunión mediúmnica el pensamiento del Espíritu comunicante, sus sentimientos y su estado emocional, de alegría o de tristeza, de dolor o de paz, de desarmonía o de desequilibrio.
- Extraido del Curso de conocimiento y educación de la mediumnidad, de la F.E.B. )
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