Entradas populares

lunes, 16 de junio de 2014

ADÁN Y EVA

                                   
                               
                                      ¿ Quienes fueron Adán y Eva?

Tal vez lo que aquí aparece escrito pueda parecer descabellado, aunque a otras personas nos pueda parecer como una teoría razonable, pero en cualquier caso creo que es digno de ser tenido en cuenta y analizado.
El relato bíblico nos habla de Adán y Eva, como si fuesen dos personas creadas directamente por Dios: Los dos primeros padres de toda la raza humana, y cuenta que por desobediencia a Dios o Yavé, fueron expulsados del Paraíso.
Por supuesto estos relatos de la Bíblia no se pueden tomar al pie de la letra, porque son una figura alegórica de otra realidad. Estos relatos a veces podrían parecer fábulas o cuentos infantiles poco creíbles si no representaran realidades más complejas de entender por las mentes humanas de aquellas remotas épocas cuando fueron elaboradas.
En realidad todas las figuras y personajes que aparecen en el relato de la creación de los llamados “nuestros primeros padres, Adán y Eva, son alegorías y fueron dadas por Moisés al pueblo judío de aquella época de modo adecuado a su nivel de comprensión. Bajo mi humilde opinión, muy bien podrían significar lo siguiente: La palabra hebrea “Haadam”, de donde procede el nombre de Adán, representa a la humanidad en general . El “arbol de la vida y de la ciencia del bien y del mal ”, representa la conciencia de la vida espiritual y el crecimiento espiritual en uso a la responsabilidad del libre albedrío que Dios les otorgó. Asimismo el fruto del árbol representa la evolución material y los deseos materiales del hombre, a los cuales sucumbe representado en la figura de Adán. Comer del fruto significa sucumbir a las tentaciones materiales que el fruto representa, en detrimento de las conquistas espirituales que debiera realizar. Asimismo la muerte con que es amenazado Adán si desobedece, son las consecuencias inevitables de orden físico y moral , por transgredir las leyes morales que son las leyes divinas que lleva grabadas en su conciencia. La serpiente que los invita a desobedecer representa la perfidia de los malos consejos que tratan de hacer daño y pervertir. Y por último, el paraíso personifica el lugar idílico de donde procedían los seres humanos o raza adámica representados por Adán .
Como vemos, Adán y Eva no fueron en realidad una sola pareja humana. Eva es una figura representativa de la raza humana primitiva que habitaba la Tierra, procedente de los primitivos humanoides recien llegados evolutivamente ,en lo físico y en lo psíquico, procedentes del reino animal llegado a la cúspide de su evolución ( ciertas especies de grandes primates), y Adán es la figura representativa de una raza o estirpe espiritual más evolucionada, desterrada a este mundo desde otro mejor o más evolucionado , (“ arrojados del Paraíso”).
Lo hasta aquí expuesto, se puede basar en los siguientes datos e hipótesis:
El Ser humano primitivo solamente pudo aparecer de modo simultáneo en diversos lugares de la Tierra; esta hipótesis científica esta basada en la existencia de múltiples fósiles de una antigüedad muy superior en miles de años a la que señala la Biblia para la aparición de Adán, y que han aparecido en diversos lugares muy alejados entre sí, por muy diversos puntos del planeta .Este dato de carácter científico coincide con lo que sobre este punto habla la Codificación Kardeciana .
Cuando Caín- figura alegórica hijo de Adán y Eva, representante de toda la especie humana posterior- , fue desterrado tras haber matado a su hermano Abel, cuenta la Bíblia que en su destierro encontró otros pueblos en donde obtuvo descendencia con algunas de sus mujeres. Llegados a este punto, de nuevo nos podemos preguntar: Si todos fuésemos descendientes de una sola pareja humana, ¿de dónde podrían haber salido esos pueblos que encontró Caín fuera del Paraiso?. Las mujeres que conoció no podían ser sus hermanas, porque como cuenta la Biblia, las encontró en pueblos lejanos; entonces, ¿quiénes eran esos pueblos y de dónde habían salido?. Además si se pudiese admitir que estas mujeres, madres de sus hijos, eran sus hermanas carnales, se tendría que admitir que Dios creó a los humanos a base de repetidos incestos perpetuados a través de los tiempos y generaciones.
Hay otro detalle bíblico muy sugestivo que nos indica la existencia de una raza superior que se mezcló con otra inferior. Nos cuenta como “los hijos de Dios encontraron a las hijas de los hombres hermosas, y se casaron con ellas y tuvieron hijos que formaron una raza de gigantes que tenían seis dedos”. Este detalle de los gigantes con seis dedos, no puede por menos de recordar a los estudiosos y seguidores del tema “Extraterrestre”, el aspecto físico coincidente en muchos casos con estos referidos Seres cuando han sido avistados u observados por diversos testigos en diferentes escenarios y momentos, guardando estos Seres “humanoides” una muy estrecha relación con el llamado “ Fenómeno OVNI”.
La raza Adámica era más evolucionada en cuanto a desarrollo intelectual y técnico, pero con un grave atraso moral inferior, ( tal como vemos en la actualidad que acontece en nuestro mundo con determinadas personas), por lo que sus miembros fueron traídos a nuestro planeta, desde otro que habitaban anteriormente ( desde la estrella Capela o Capilla , de la constelación de Cochero; situado a 45 años luz de la Tierra. Esta estrella se distingue como un astro amarillento situado a la izquierda de las Pléyades, y forma un triángulo equilátero con Júpiter y Saturno) .
Esta migración o destierro de espíritus hasta la Tierra debió deberse a un cambio de ciclo de ese lejano mundo que pasó a ser un “mundo de regeneración” inhabitable para ellos desde un punto de vista evolutivo espiritual. Estos espíritus expulsados de su mundo o paraíso lo merecieron por su atraso evolutivo en medio de la humanidad social y moralmente adelantada que habitaba aquel planeta y a la que ya comenzaban a entorpecer a causa de su inmadurez moral. De paso, con su desarrollo de inteligencia superior a la del primitivo humano, con los recuerdos de sus tecnologías y de sus organizaciones sociales, ayudaron e impulsaron a este en sus primeros pasos evolutivos en la Tierra. Como ya se señaló anteriormente, la mayoría de los desterrados de Capella, fueron desalojados de allí en espíritu hasta nuestra psicoesfera para seguir reencarnando en la Tierra, pero otros fueron transportados con su cuerpo material (los llamados “dioses” de la antigüedad, llegados en “carros de fuego”, por las humanidades mas primitivas).
Estos espíritus desterrados hasta la Tierra, fueron acogidos por Cristo, el Guía Tutor de este planeta, que despertó en ellos esperanzas de redención mediante el trabajo y el progreso en la misma, prometiéndoles su venida entre ellos para enseñarles el verdadero camino de regreso a su patria perdida.
Estas dos razas, Capellinos y Terrícolas, se mezclaron, generando una nueva raza humana que pobló la Tierra hasta nuestros días; estos recién llegados eran mas evolucionados que la raza terrícola anterior “de Eva ” que habitaba nuestro planeta antes de que llegase la raza de Adán, y de la cual proceden los fósiles humanos a los que se atribuyen antigüedades de tantos miles de años.
Para la raza “de Adán” esta venida a la Tierra que era un mundo primitivo, supuso un destierro, una expulsión de su mundo original (“Paraíso Perdido”). Con su mezcla y reencarnaciones repetidas junto a los humanos primitivos ( los humanos terrícolas de Eva), este mundo fue pasando a la siguiente fase evolutiva en la categoría de “mundo de expiación y pruebas”.
Las emigraciones de Seres espirituales entre los diversos mundos del universo, son periódicas y siempre tienen la función de hacer progresar en moralidad y sabiduría a los pueblos o mundos más jóvenes y rezagados.
La raza adámica , tras muchas generaciones en el planeta Tierra, no olvidó su origen, como una reminiscencia que finalmente se plasmó en las páginas de la Biblia como “el Paraiso perdido”.
Aquellos seres procedentes de Capela, tras el paso de muchas generaciones se fueron agrupando en cuatro grandes grupos que forjaron los pueblos más antíguos de la raza blanca: Los ários de donde descienden los pueblos indo-europeos,que incluyen a los latinos, los celtas, los eslavos,los germanos y los griegos. Los hebreos, los indúes con sus castas, así como la misteriosa civilización egipcia. Sin embargo antes de la llegada de los “desterrados de Capela”, ya habían llegado en épocas anteriores otras civilizaciones extraterrestres procedentes de otros remotos mundos de entre los millones que se encuentran diseminados en el universo. De ellos derivan las razas amarilla y negra que ya existían en la Tierra a la llegada de estos cuatro grandes grupos descritos, formados directamente a partir de la raza adámica.
La mayoría de aquellos espíritus desterrados hasta la Tierra ya pudieron regresar e incorporarse a su mundo de origen pero, según datos de confianza procedentes del “más allá”, aún quedan muchos de ellos obstinados en el mal, que continuan reencarnando en la Tierra.

- José Luis Martín-

                                                                  *******************

Todas las leyendas antiguas hablan de una raza superior que, procedente de los espacios cósmicos, trajo a los hombres los principios culturales que hicieron grandes a las primitivas civilizaciones”.
- Robert Coppel (“Las Religiones”)-



                                                                            ********************



       Amor a los padres

Si el buen cristiano debe ser prudente, virtuoso, tolerante, humilde abnegado y caritativo, entre sus hermanos, lo debe ser aun más en la familia.
Si son sagrados los deberes  que hemos de cumplir entre nuestros hermanos en la Humanidad, mucho más lo son  los que tenemos que cumplir en la familia. Porque debemos considerar, que más allá de los vínculos que en esta existencia nos unen con lazos indisolubles, tenemos siempre historias pasadas que se enlazan  con la historia presente.
Piedad filial es de las más significativas manifestaciones de amor que el Espíritu se debe imponer, ampliando el área de los sentimientos y aumentando otros deberes, tales como de gratitud, respeto y ternura impostergables.
 Muchas veces no tenemos los padres que nos gustaría tener, que creemos que nos merecemos, y esto no es así, cada uno tiene los padres que merece, y pese a que no sean buenos padres, ya con habernos dado la vida, merecen todo nuestro respeto, amor y cariño, porque Dios nos pedirá cuenta de que clase de hijos hemos sido, y a ellos qué clase de padres han sido, el que ellos no sean buenos padres,  no nos exime a nosotros de ser buenos hijos.
El mandamiento mayor preconizado por Jesús recomienda que el amor debe ser incesante e inevitable, coronándose  del perdón por las ofensas recibidas.  En el grupo familiar, ese amor debe ser más importante, conduciendo  el perdón a un grado más elevado.
Las familias no siempre son dichosas o armónicas, constituyendo a veces un grupo de difícil entendimiento, por faltarles los instrumentos de la paz, que  cada miembro  no tuvo en consideración en otra ocasión pero que ahora retornan en situación de carencia.
Siendo así, cada Espíritu renace, no en el grupo de la propia afectividad, entre corazones generosos y dignos, y si en el clan donde tiene necesidad de depurarse por medio de la paciencia, por la resignación, por el silencio y por la bondad, preparándose para el enfrentamiento con los demás grupos sociales donde debe desarrollar  los objetivos superiores de la existencia.
De este modo, sea el que sea el núcleo familiar en el que hayamos nacido, nos cabe el deber del amor filial y fraternal, para desvincularnos  bien de las tareas que quedaron en la oscuridad de los errores pasados.
El buen Cristiano no debe dudar en tributar a sus padres, respeto, cariño y amor, considerando  que sus padres son los representantes de la Providencia para él en la Tierra, lo que lo obliga  a darles, paz, consuelo, protección y amparo. Está en el deber  de hacer por ellos lo que de ellos recibió, y aunque no se hayan portado bien, no por eso está menos obligado. Porque, en este caso, ellos están  en el orden de espíritus inferiores, y el espirita debe ser un ejemplo constante de virtud y abnegación; para que ellos aprendan lo que no han sabido: cumplir con sus deberes.
Amar siempre es el impositivo existencial, incluyendo en él a todo el clan y particularmente, al padre y madre, a fin de vivir largo tiempo en la Tierra que el  Señor nos dará, conforme preconiza  el Decálogo.
Merchita
                                                    ********************

LA VIRTUD

La virtud, en su más alto grado, incluye el conjunto de todas las cualidades esenciales que integran al hombre de bien. Ser bueno y caritativo, laborioso, sobrio y modesto, he ahí las cualidades del hombre virtuoso.
Por desgracia, vienen casi siempre acompañadas de pequeños achaques morales que las deslucen y atenúan.
El que hace ostentación de su virtud no es virtuoso, visto que carece de la cualidad principal, que es la modestia, y adolece del vicio más opuesto a ella, que es el orgullo.
La virtud realmente digna de tal nombre no gusta de exhibirse, sino que es preciso adivinarla, pues se oculta en la oscuridad y huye de la admiración de las muchedumbres.
San Vicente de Paúl era virtuoso; virtuoso también era el digno cura de Ars, y otros muchos lo fueron asimismo, poco conocidos por el mundo, pero conocidos de Dios.
Todos esos hombres de bien ignoraban ellos mismos que fuesen virtuosos. Se dejaban llevar por la corriente de sus santas  inspiraciones y practicaban el bien con un desinterés total y completo olvido de sí.
A tal virtud, comprendida y practicada de esa manera, os invito, hijos míos. A tal virtud, de veras cristiana y espirita, os comprometo a consagraros. Pero apartad de vuestros corazones los sentimientos de orgullo, vanidad y amor propio, que siempre deslustran las más hermosas cualidades.
 No imitéis  a ese hombre que se presenta como modelo y pregona sus propias perfecciones a cuantos oídos complacientes quieran escucharlos. Esa virtud ostentosa y aparente esconde a menudo muchas pequeñas torpezas y aborrecibles cobardías
En principio, el hombre que se exalta a si mismo, que erige una estatua a su propia virtud, sólo con esa actitud aniquila todo el mérito real que pueda tener.
Y ¿qué diré de aquel otro cuyo todo valor consiste en parecer lo que no es?
Quiero admitir que el hombre que hace el bien siente en los hondones del corazón una satisfacción íntima, pero tan pronto como esa satisfacción se exterioriza, a fin de cosechar aplausos, degenera en amor propio.
¡OH, vosotros todos, a quienes la fe espiritista ha dado calor con sus rayos y que sabéis cuán lejos de la perfección  está el hombre, no incurráis nunca en relajación semejante!
Es la virtud una gracia que anhelo para todos los espíritas sinceros, pero a éstos diré: Más vale poca virtud con modestia que mucha con orgullo.
Por orgullo se han perdido humanidades sucesivas, y por humildad deberán un día redimirse.

El Evangelio Según El Espiritismo. 
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta