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sábado, 25 de enero de 2014

PERDIDA DE SERES QUERIDOS



 
    PERDIDA DE  SERES QUERIDOS

        De vez en cuando tomamos conocimiento de una tragedia, involucrando a padres, hijos y otras personas de nuestro relacionamiento o incluso desconocidas. Siempre acontecen en estas ocasiones de las muertes prematuras de niños y jóvenes en plena flor de la edad, en cuanto otros mas viejos y enfermos quedan hasta el final de la existencia en una cama,necesitando la ayuda de personas que les presten asistencia,hasta que un buen día desencarnan, o sea, salen de la carne o mas popularmente , la muerte de su cuerpo.

      La muerte hasta hoy, es temida y detestada, principalmente cuando es a causa de un acto de violencia, una enfermedad aguda o por accidentes de tránsito, que tienen una gran incidencia, matando mas que el sida, las enfermedades cardiacas o masrecientemente, el maremoto de Asia que segó muchas vidas con mucho sufrimiento.
     
     Solo podemos entender este fenómeno se recurrimos al conocimiento de la vida espiritual, esto es, las Leyes que rigen nuestras vidas, como: La Ley de la reencarnación; la de Causa y Efecto, o la de Justicia Divina, que estructuran e impulsan nuestra evolución, ya que el Espíriitu, esta realidad eterna del ser inteligente de la creación, existe de toda la eternidad,no nace ni tampoco muere. Muere solo el cuerpo que se estructura en trillones de células, cuyos elementos químicos que las componen, se van a descomponer y a retornar a la naturaleza,, que por cierto, dará origen a un nuevo cuerpo.
   
     Pero, ¿finalmente por qué suceden estas tragedias?. Tenemos que explicar por dos razones que fueron estudiadas por el eminente educador y Codificador de la Doctrina Espírita, el maestro Allan Kardec: La primera es el mal uso del libre albedrío, asentado en la Ley de Libertad, que nos proporcionala oportunidad de sembrar, pero también de cosechar.
  
     Pero, ¿ por qué, al final, acontecem estas tragédias? Tenemos que explicar  dos razões que fueron estudiadas por el eminente educador y Codificador de la Doctrina Espírita el maestro Allán Kardec: la primeira es el mal uso del libre albedrio, que está asentado en la Ley de Libertad, que nos proporciona la oportunidad de sembrar, y también, la de recoger. Si fuimos invigilantes o procuramos perjudicar a alguien, por cierto, acontecen los resultados normalmente desastrosos para nosotros mismos. La segunda, cómo entender los casos que acontecen sin que lo podamos evitar, cuando no fue intencionadamente, planeado, fuera del alcance de nuestra voluntad; ahí, la Ley de la Reencarnación o de las vidas sucesivas, nos permite volver a la Tierra muchas veces para evolucionar, y también para rescatar las faltas graves cometidas en el pasado, de otras vivencias, favoreciéndonos el entendimiento.
     La Doctrina Espírita nos enseña que la mayoría de las veces, antes de venir a la Tierra, por la Ley de causa y efecto, el Espíritu, comprometido con el pasado, lleno de remordimientos, viviendo en el mundo espiritual, la verdadera morada, pide para renacer en el escenario terrestre, sujeto a los sufrimientos, inclusive, la muerte prematura. No hay  dudas, de que muchos solo admiten  una vida única,  nacer  y morir una vez, todo está en el  estrecho espacio de una existencia: primero el túmulo, luego después, el juicio. La vida en la Tierra es todo. La vida material que nosotros conocemos es la única razón de existir. En este caso, el cielo o el infierno o el purgatorio son los lugares escogidos de acuerdo con la creencia religiosa de la familia y de las tradiciones que, lamentablemente, son aún, enseñadas por los líderes religiosos.

     Normalmente, en otras vivencias pasadas, usando mal el libre-albedrío, llevamos personas a las muertes prematuras, al suicidio, a los crímenes más diversos, que, por cierto, no fueron debidamente rescatados, pidiendo, así, retornar en un nuevo cuerpo, pero con  la deuda debidamente anotada en los libros dala vida espiritual y, también, en nuestra consciencia para un rescate, muchas veces colectivo.  Todo aquello que hicimos a los otros semejantes, tendremos más pronto o más tarde, que rescatarlo, por el amor o por el dolor rectificador, ya que  nuestro planeta es de pruebas y expiaciones.
     Finalmente, cuando pasamos por estas pruebas, debemos entender que el Espíritu no muere. Que después de liquidada la deuda volveremos por la Ley de la Reencarnación  al escenario terrestre para aprender y recomenzar en los planos: material e espiritual, educándose, en el Amor, para una nueva existencia llena de nuevas oportunidades de redención a fin de llegar un día a  la Plenitud del  Reino de Dios.

-João Batista Cabral –
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        COMUNICADO MEDIUMNICO

                                        Todos comprometidos

Amad a los enemigos”, nos dice el Señor. En estas palabras, sorprendemos también un divino ruego, el de que amemos a nuestras dificultades y pruebas en la vida, porque ellas son el clima en que demostraremos nuestra propia fe.
El sol proyecta luz disipando la sombra. La caridad es el AmorDivino expresándose, a través del corazón, extinguiendo las espinas del sufrimiento.
Nos hallamos todos comprometidos en la lucha del bien para que el mal desaparezca, lucha difícil pero luminosa en que todos somos llamados a ofrecer lo mejor de nosotros.

( Entidad espiritual comunicante: Becerra de Meneses)

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 ¿ Qué es en realidad, nuestro cuerpo físico ?

En sí mismo considerado, el cuerpo es solamente nuestro envoltorio físico, organismo vivo formado por átomos, moléculas, tejidos, etc.
El cuerpo físico supone un vehículo valioso e imprescindible de nuestro Espíritu para poder llevar a cabo su tránsito y evolución en cada vida en los planos físicos. Dentro del conjunto de elementos materiales que constituyen la individualidad humana, este viene a ser la segunda y más densa envoltura del Espíritu que a través de él se manifiesta ; la primera es el Periespíritu, de energía semimaterializada que constituye el campo de energía celular que lo une al cuerpo carnal.
El cuerpo orgánico, es una extraordinaria máquina perfecta y muy compleja, que es imprescindible al espíritu, para que este pueda realizar su cometido intelectual y moral, y que a todos nos debe durar el tiempo necesario para poder alcanzar nuestros objetivos en este mundo sirviéndonos de él ; por eso es necesario mantener el cuerpo bien cuidado, sano y lleno de energías. No obstante no hay que caer en exageraciones de culto al cuerpo físico, pues aún hay muchas personas que hacen de esto un culto, considerando ese culto en busca de la perfección física o la salud ,como un fin último y supremo, sin tener en cuenta que dentro de su insustituible valía, el cuerpo es solo un medio para el desarrollo del Espíritu que lo anima y por eso se debe cuidar como el que cuida su vehículo para viajar, pero ese culto en pos de la perfección y la mejora, nunca debe de ser ser un fin porque el cuerpo solo, por si mismo, no es nada. Dicho de otro modo: El cuerpo es para el alma como un campo de experimentación en el que el Ser es sometido a esfuerzos y tensiones que le hacen ir desarrollando los límites de su resistencia. Viene a ser como el instrumento que desarrolla el alma, a la que sirve de forma similar a como lo hace un gimnasio con el atleta para que se entrene y desarrolle sus capacidades.
En cierto modo, el cuerpo viene a ser también como la síntesis del pasado del alma que lo habita, porque en este cuerpo se refleja la suma de lo que fue el alma humana durante sus vidas anteriores y viene a ser como el cofre en el que se depositan los modelos y hábitos de todo cuanto fuimos en el pasado. En Psicología es conocida la estrecha relación que se establece entre las formas corporales de cada uno y su personalidad, especialmente en lo que se refiere a los rasgos del rostro y de la mirada.
Nuestro cuerpo constantemente se encuentra sometido a diversas vibraciones y ritmos, tal como el ritmo cardiaco o el respiratorio. Asimismo el cuerpo físico se encuentra influenciado directamente por las vibraciones de nuestro Perispíritu, que mantiene vivas y cohesionadas las células que componen los órganos y características del mismo. Esta poderosa vibración de energía vital que portamos las personas creando nuestro campo de energía vital o Cuerpo Vital, se manifiesta en el Aura física, que presenta diferentes intensidades de luz y color muy diferentes y variables de unas personas a otras.
Con respecto a lo dicho, cabe plantear la hipótesis de que tal vez podría ser que las causas íntimas del rechazo de órganos cuando son transplantados en el engranaje de otro organismo vivo, podría ser porque la vibración de esa energía vital a nivel molecular de los órganos transplantados de un donante,tengan diferente grado de intensidad y frecuencia vibratoria de energía vital que el organismo físico del receptor. Esto solamente es una hipótesis, pero llegará un día no muy lejano, en que la Ciencia descubra las claves más íntimas de este problema médico , y entonces esta idea se podrá ver confirmada o modificada.

-José Luis Martín-
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Sin un cuerpo perfectamente limpio y sano no podrás llevar a cabo el arduo trabajo de preparación, ni podrás soportar el esfuerzo incesante que ello requiere .Pero tú debes ser siempre quien domine a tu cuerpo y no el cuerpo quien te domine a ti.”
-Krishnamurti-
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EDUCAR LOS SENTIMIENTOS

Todos los sentimientos parten del espíritu, pero existen los buenos y los malos.
Los sentimientos puros son elevados, crean ambiente de alegría y felicidad y vuelven a las criaturas valerosas y apreciadas. Los malos sentimientos prueban inferioridad y a veces son indicio de baja espiritualidad; esas criaturas viven siempre irritadas, malhumoradas, crean ambientes infelices, tétricos. Un niño dotado de buenos sentimientos es querido, estimado y respetado. Alimentar los buenos sentimientos es apartar los malos.
Por tanto, es deber de todas las criaturas, principalmente aquellas que tienen hijos que educar, en formación del carácter, nunca crearan un ambiente de infelicidad para los hijos. Estos deben ver el semblante de sus padres siempre claros y nunca los oirán pronunciar palabras rencorosas. Cuando los padres perciben en sus hijos la inclinación para los malos sentimientos, deben tener el máximo cuidado de corregirlos, a fin de hacerlos desaparecer.
La espiritualidad se demuestra siempre por los sentimientos que los espíritus irradian. Todos los espíritus encarnan para rescatar faltas, crímenes practicados en encarnaciones anteriores. Nadie queda impune. Por eso se dice que debe haber reflexión, para que no sean practicadas malas acciones. Todo niño demuestra los sentimientos que poseían en la última encarnación, y no hay mejor oportunidad que la de la infancia, para combatir los malos sentimientos, para corregirlos, a fin de que los espíritus comiencen a aprovechar su tiempo, en esta encarnación.
Es de máxima necesidad que los padres tengan cuidado con sus hijos. Siempre que puedan, observen sus tendencias espirituales para ayudarlos o para corregirlos a tiempo. Enseñar al niño es grabar en mármol; aquello que en la infancia enseñasteis a vuestros estará grabado para siempre en su espíritu; no debéis olvidaros de que hay espíritus dóciles y espíritus rebeldes; para los espíritus dóciles hay siempre facilidad de inducirlos al camino del bien. Los espíritus rebeldes con dificultad se los guían para el camino de la virtud y del bien, pero ni por eso deben los padres desanimar. Su deber es trabajar para hacer que ellos se encaminen para el buen camino.
La rebeldía del espíritu es siempre una demostración de la necesidad de corrección, para él espiritualizarse. Hay quien no crea en la reencarnación del espíritu, ni tampoco en la evolución espiritual a través de las encarnaciones. Entre tanto, si quisieran pensar y razonar, verificarán que es un hecho que hay espíritus que se acuerdan de cosas pasadas, en una existencia lejana y, en la infancia revelan cosas que hacen meditar a los padres.
 Hay espíritus que en cuerpo de niño demuestran temperamentos de viejos, de niños experimentados, razonando con acierto, teniendo a veces frases de un cierto alcance que hacen la admiración de los que los oyen. Son espíritus de hecho viejos que desencarnaron hace bien poco tiempo, y que tienen ciertas reminiscencias de la vida pasada.
Hay, por tanto, necesidad de cuidar cariñosamente de la educación de esos espíritus, de su formación moral, pues, de la formación del individuo depende su éxito en la vida. De la buena formación espiritual del niño depende su futuro. Y como todos los padres desean la felicidad de sus hijos, es preciso que procuren desde ya hacer todo para que ellos sean felices en el futuro, para que ellos sean fuertes, para que ellos venzan en la vida. Tengan, pues el máximo cuidado en la educación de sus hijos, sepan darles no sólo el pan, sino también la educación, recordando siempre que el futuro de los hijos depende de la educación, depende de los principios que los padres les pueden dar ahora.
Todo en la vida tiene su explicación racional, y no podemos dejar de hacer sentir que, a pesar de padres cuidadosos educaron convenientemente a sus hijos y a pesar de muchas veces poseen muchos hijos, educándolos todos de la misma forma, hay unos que no siguen la misma ruta de los otros; esos son los espíritus rebeldes, aquellos espíritus reticentes a quien difícilmente los consejos y educación de los padres pueden producir efectos. Pero no deben por eso los padres dejar de cumplir su deber, porque no hay regla sin excepción y cuanto más cuidado tuvieron en la formación espiritual de los hijos mejor cumplirán sus deberes y nunca tendrán remordimientos de haber guiado inconvenientemente a los hijos en el camino de la vida.

Traducción del Grupo Espírita el Amor en Acción-España 
Asesoria Internacional da ABRADE-Brasil
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta