Entradas populares

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Benefactores invisibles



SÓLO PALABRAS NO BASTAN
Helio Rocha da Silveiria Pinto

Cuando estudiamos la Doctrina Espírita aprendemos, entre muchas otras cosas, las razones por las cuales existe tanta diferencia en la distribución de las riquezas entre los seres humanos.
Ellas extrapolan aquellas aceptadas normalmente, que podríamos sintetizar en: nacimiento, trabajo, capacidad y suerte.
Son innumerables los casos conocidos de personas que nacen en medio de familias, tanto con posesiones como de extrema pobreza, y que después de algunos años se encuentran en situación económica totalmente desigual.
Existen también muchos ejemplos de que el trabajo y capacidad no son sinónimos de vida abundante.
Suerte, en el sentido literal en que es usada la palabra, no existe.
Nadie gana el premio de la lotería (en todos aquellos juegos de azar) si no está previsto que debe pasar por la difícil prueba de la riqueza.
Las verdaderas razones están en el campo del espíritu.
La Ley de Causa y Efecto, para os que hicieron mal uso anteriormente, de bienes materiales, la necesidad de desarrollar el sentimiento de humildad, combatiendo, de esta forma, el orgullo y la vanidad, verdaderos flagelos de la humanidad, son algunos de los motivos reales de la desigualdad.
Pero, esos esclarecimientos no significan, que el espírita deba aceptar pasivamente el verdadero enfrentamiento entre el lujo, la ostentación, de un lado y, de otro, la miseria, la condición inhumana, en que viven millones de hermanos nuestros en Dios.
El espiritismo no concuerda con tamaña desfachatez.
Jesús nos enseñó “buscad y encontraréis”, es preciso, pues, luchar para solucionar el problema.
Cuando dentro de la orientación cristiana, pregonamos la resignación, no pregonamos acomodación.
Resignación para con los designios de Dios significa no perder la fe, no ir hacia el materialismo ateo, que a nada conduce.
Acomodación frente el cuadro de la miseria existente es anticristiano, es apatía, es omisión.
Pero, nada de eso justifica que procuremos resolver los problemas sociales a través de actos de violencia.
Hay que ser tiernos y pacíficos.
Hoy, muchas personas se dedican a solucionar las injusticias sociales. Mientras, lo que se ve es atacar los efectos, totalmente ajenos a la causa.
El resultado es tan solo medidas paliativas.
La enorme diferencia de condiciones de vida existente no está en la legislación o forma de gobierno. Está en el hombre.
Aplaudimos a la científica Thelma Moss, PHD en Filosofía y catedrática de Neuropsiquiatría de la Universidad de California, Estados Unidos de América, cuando declara: “Creo en la reforma íntima como solución a los problemas humanos, tal como es enseñado por Allan Kardec”. (LA REVELACIÓN Jul/Ago 87).El espiritismo, al pregonar la reforma íntima del ser humano, ataca justamente la causa de los problemas sociales.
El Jefe evangelizado no explota a sus trabajadores. El gobernante evangelizado no participa de la corrupción y distribuye justicia social.
Si estas ideas son capaces de salvar el mundo de injusticias y consecuente convulsión social, ¿cómo difundirlas?
¿A través de conferencias en plazas públicas? ¿Llamando de casa en casa? No. Esto también es una forma de violencia. Tenemos que respetar el libre albedrío de cada uno.
No debemos obligar a las personas a escuchar lo que no quieren.
Entonces, ¿Cómo hacerlo?
Actuando de la misma forma que los primeros cristianos.
Pregonar a los que nos buscan espontáneamente. Pero, sobre todo, pregonar a través del ejemplo.
Cuándo nos aumentan el sueldo, ¿aumentamos, por lo menos, EN LA PARTE PROPORCIONAL, el sueldo de nuestra empleada doméstica?
¿No tendrá ella más necesidad que nosotros?
La ama de casa, el empresario, en fin, cualquier espírita que posea empleados o subalternos, no tan sólo puede sino que tiene la  obligación de actuar cristianamente.
No podemos quedarnos pregonando y esperando que LOS DEMÁS hagan justicia social.
Empecemos nuestra parte, aunque sea con una sola persona. El ejemplo será comentado.
Todos van a querer saber qué Doctrina, es esa que hace ser justas a las personas, viviendo en un mundo donde impera el abuso, la injusticia, la explotación.
¿No fue así como  el Cristianismo fue difundido en el mundo?
¿Cómo reclamamos de los demás, actitudes que nosotros mismos no tomamos?
Basta de palabras bonitas y pregones vacíos de obras.
Lo del haga lo que yo digo, pero no haga lo que yo hago.

Tomado del libro “Ya estaba escrito” de
Helio Rocha da Silveiria Pinto

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

                                  ************************


BENEFACTORES INVISIBLES

    Se dice, que, al lado de grandes hombres, existe una mujer, esposa,hermana o madre, que le sirvió de sustentáculo y apoyo.
    Pues, por detrás de grandes conquistas o eventos, en general, existeun benefactor, casi siempre ignorado por las criaturas.
    Publicaciones preciosas, estudios científicos, descubiertos, tienenmecenas que abrieron sus cofres y ofrecieron valores para su concreción.
    Gabriel Delanne, considerado apóstol del Espiritismo, por su trabajo de divulgación, cierta vez recibió una carta de una señora,que le pedía fuese a Versalles, donde ella moraba.Deseaba, confesaba ella, darle conocimiento de algo importante referente al Espiritismo.
     La carta estaba escrita en papel inferior,  en términos oscuros, con estilo descuidado y llena de errores de francés,además de faltas de ortografía.
Delanne se sintió tentado a desconsiderarla. Después de reflexionar, decidió ir al encuentro que le era indicado.
La residencia indicada, una casa antigua, quedaba en un bloque distante en la esquina de un suburbio, en los fondos de viejo patio.
Después de tocar la campanilla tres veces, oyo un paso pesado y la puerta se entreabrió. Delanne entró, sentase y quedó observando el ambiente, que le pareció extraño.
Con un acento inglés, la mujer comenzó a exponer la idea de fundar un pequeño Diario  para divulgar el Espiritismo.
Pero a la señora, responde el, le es preciso el dinero. Eso cuesta muy caro.
La mujer se dirigió, con su paso pesado, hacia una maleta que Gabriel había visto al entrar.
Ella la abrió, recogió un montón de papeles viejos y sacó una enorme cartera de cuero.
De una de las bolsas apañó cinco notas de mil francos, que colocó, tranquilamente, ante Delanne.
En aquella época, en el año 1883, cinco mil francos representaban una suma con la que  se podía intentar una operación comercial.
Aquí está, dijo ella. Para las primeras dispensas. Después, yo le ofreceré más cuanto  sea necesario. ¿El señor acepta dirigir el periódico?
Y, fue así, gracias a la generosa inglesa, que no era otra sino la señora  D´Esperance, médium de efectos extraordinarios, aún no conocida en Francia, como la revista El Espiritismo vio a la luz por vez primera , en marzo de 1883.
Fue un gran vehículo de divulgación de la nueva doctrina. Y Gabriel Delanne conservó la mayor admiración por aquella mujer que así dispuso de sus bienes.
Inmensamente agradecido, gustaba de narrar a sus íntimos la historia del inusitado encuentro y del exitoso final.
                                               * * *
Para su misión, también Jesús contó con personas bien remuneradas que financiaban Su apostolado, Sus viajes y el de los compañeros que El eligiera para el colegio apostólico.
Lucas, en Su evangelio, cita Susana, Madalena, Joanna, la mujer del intendente de Cusa.
El trabajo del bien se realiza con esfuerzo de todos. Y, cada cual colabora con lo que tenga: unos disponen de los valores, otros de su trabajo y esfuerzo personal.
Así se construye el mundo nuevo. Entonces, hoy y mañana.
Redacción de momento espirita
Traducido por: M. C. R
Redacción de Momento Espirita 

                              **************************




               MI REFLEXION DE HOY  

"Paz en la tierra: entre hombres y mujeres de BUENA VOLUNTAD!" 

En esta imagen, tomada el 8 de septiembre de 1945, un reportero extranjero de pie sobre los escombros ante los restos de un edificio que en su día fue un centro de exposiciones y sede gubernamental en Hiroshima, Japón, un mes después del lanzamiento de la primera bomba atómica lanzada en una guerra, por fuerzas de Estados Unidos, el 6 de agosto de 1945 
Se estima que 140.000 de sus 350.000 habitantes murieron, incluyendo los que sucumbieron a la fuerte exposición a la radiación hasta finales de 1945. 
Jesús nos dice: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos.…” Mateo 24:6 
Anoche fue el PRIMER DEBATE de los aspirantes a la presidencia de Los Estados Unidos de Norte América: con alguna que otra excepción el tema central fue la GUERRA, el FORTALECIMIENTO MILITAR…guerras y rumores de más guerras, parece que es el presente y también el cercano futuro de la Humanidad. Triste espectáculo, pensé. Entiendo las razones o supuestas razones que se esgrimen para justificar el tener que emplear grandes recursos en la producción de nuevas y más destructivas armas, y de un ejército mayor, mejor entrenado, mas fuerte: recursos que bien pudieran ser empleados en educación, erradicación de pobreza y enfermedades y muchísimas otras áreas que necesitan atención. 
Cuál será la justificación que los ‘enemigos” del otro lado usan, para estar en la misma onda de guerras, de preparación militar, teniendo que usar también gran parte de sus recursos y riquezas en armas de destrucción masiva? 
Es un TRISTE ESPECTACULO la lucha del hombre con el hombre: Jesús dijo: “Amaras a tu prójimo…” el hombre dice: …mataras a tu prójimo…! Terminara esto algún día: Se podrá alcanzar una Paz duradera, en confianza, en cooperación, cuyo objetivo sea verdaderamente la erradicación de la pobreza, de la ignorancia, o seguirá el hombre razonado y justificando las guerras, la destrucción, las muertes…? 
Dios lo permita! 
Gracias.
-  Rey Formoso -
                                     ***************************

El espírita y el mundo actual


La Tierra está pasando por un período crítico de crecimiento. Nuestro pequeño mundo, cerrado en concepciones mezquinas y obtusos y estrechos límites, madura para el infinito. Sus fronteras se abren en todas direcciones. Estamos en vísperas de una Nueva Tierra y un Nuevo Cielo, según las expresiones del Apocalipsis.

El Espiritismo vino para ayudar la Tierra en esa transición. Procuremos, pues, comprender nuestra responsabilidad de espíritas, en todos los sectores de la vida contemporánea. No somos espíritas por acaso, ni porque precisamos del auxilio de los Espíritus para la solución de nuestros problemas terrenos. Somos espíritas porque asumimos en la vida espiritual graves responsabilidades para esta hora del mundo. Ayudémonos a nosotros mismos, ampliando nuestra comprensión del sentido y de la naturaleza del Espiritismo, de su importante misión en la Tierra. Y ayudemos al Espiritismo a cumplirla.

El mundo actual está lleno de problemas y conflictos. El crecimiento de la población, el desarrollo económico, el progreso científico, el aprimoramiento técnico y la profunda modificación de las concepciones de la vida y del hombre, colócanos delante de una situación de asustadora inestabilidad. Las viejas religiones se sienten avaladas hasta lo más hondo de sus cimientos. Amenazan ruina, al impacto del avance científico y de la propagación del escepticismo. Descreyentes de los viejos dogmas, los hombres se vuelven para la fiebre de los instintos, es una inútil tentativa de regresar a la irresponsabilidad animal.

El espírita no escapa a esa exposición del instinto. Mas el Espiritismo no es una vieja religión, ni una concepción superada. Es una doctrina nueva, que apareció precisamente para cimentar el futuro. Sus bases no son dogmáticas, más científicas, experimentales. Su estructura no es teológica, más filosófica, apoyada en la lógica más rigurosa. Su finalidad religiosa no se define por las promesas y las amenazas de la Teología, más por la consciencia de la libertad humana y de la responsabilidad espiritual de cada individuo, sujeta al control natural de la ley de causa y efecto.

El espírita no tiene el derecho de temer y apavorarse, ni de huir a sus deberes y entregarse a los instintos. Su deber es uno solo: luchar por la implantación del Reino de Dios en la Tierra. ¿Más, como luchar? Este libro procuró indicar, a los espíritas, varias maneras de proceder en las circunstancias de la vida y en vista de los múltiples problemas existentes en la hora presente. No se trata de ofrecer un manual, con reglas uniformes y rígidas, más de presentar el esbozo de un rotero, con base en la experiencia personal de los autores y en la inspiración de los Espíritus que los auxiliaron a escribir estas páginas. La lucha espírita es incesante.

Sus frentes de batalla comienzan en su propio interior y van hasta los límites del mundo exterior. Mas el espírita no está solo, pues cuenta con el auxilio constante de los Espíritus del Señor, que presiden la propagación y el desarrollo del Espiritismo en la Tierra. La mayoría de los espíritas llegarán al Espiritismo acometidos por el dolor, por el sufrimiento físico o moral, por la angustia de problemas y situaciones insolubles. Mas, una vez integrados en la Doctrina, no pueden y no deben continuar con las preocupaciones personales que motivaran a su transformación conceptual.

El Espiritismo les abrió la mente para una comprensión enteramente nueva de la realidad. Es necesario que todos los espíritas procuren alimentar, cada vez más, esa nueva comprensión de la vida y del mundo, a través del estudio y de la meditación. Es necesario también que aprendan a usar la poderosa arma de la oración, tan desmoralizada por el automatismo habitual a que las religiones formalistas la relegaran.

La oración es la más poderosa arma de que disponemos los espíritas, como nos enseñó Kardec, como lo proclamó León Denis y como lo acentuó Miguel Vives. La oración verdadera, brotada del íntimo, como la fuente transparente brota de las entrañas de la tierra, es de un poder no calculado por el hombre. El espírita debe utilizarse constantemente de la oración. Ella le calmará el corazón inquieto y aclarará los caminos del mundo. La propia ciencia materialista está hoy probando el poder del pensamiento y su capacidad de transmisión al infinito.

El pensamiento empleado en la oración lleva aún la carga emotiva de los más puros y profundos sentimientos. El espírita ya no puede dudar del poder de la oración, pregonado por el Espiritismo. Cuando algunos «maestros» ocultistas o espíritas desavisados llamen a la oración de muleta, el espírita convicto debe recordar que Cristo también la usaba y también la enseñó. ¡Bendita muleta es esa, que el propio Maestro de los Maestros no arrojó a la margen del camino, en su luminoso pasaje por la Tierra! El espírita sabe que la muerte no existe, que el dolor no es una venganza de los dioses o un castigo de Dios, más una fuerza de equilibrio y una ley de educación, como explicó León Denis. Sabe que la vida terrena es apenas un período de pruebas y expiaciones, en que el espíritu inmortal se aprimora, con vistas a la vida verdadera, que es la espiritual.

Los problemas angustiantes del mundo actual no pueden perturbarlo. El está amparado, no en una fortaleza perecible, más en la seguridad dinámica de la comprensión, del apercibimiento constante de la realidad viva que le rodea y de que él mismo es parte integrante. Las mudanzas incesantes de las cosas, que nos revelan la inestabilidad del mundo, ya no pueden asustar al espírita, que conoce la ley de evolución. ¿Cómo puede él inquietarse o angustiarse, delante del mundo actual? El Espiritismo le enseña y demuestra que este mundo en el que ahora nos encontramos, lejos de amenazarnos con la muerte y la destrucción, nos acecha con la resurrección y una vida nueva.

El espírita tiene que enfrentar el mundo actual con la confianza que el Espiritismo le da, esa confianza racional en Dios y en sus leyes admirables, que rigen las constelaciones atómicas en el seno de la materia y las constelaciones astrales en el seno del espacio infinito. El espírita no teme, porque conoce el proceso de la vida, en sus múltiples aspectos, y sabe que el mal es un fenómeno relativo, que caracteriza los mundos inferiores. Sobre su cabeza ruedan diariamente los mundos superiores, que le esperan en la distancia, y que los mismos materialistas hoy procuran alcanzar con sus cohetes y sus sondas espaciales. No son, por tanto, mundos utópicos, ilusorios, más realidades concretas del Universo, visible.

Confiante en Dios, inteligencia suprema del Universo y causa primaria de todas las cosas -poder supremo e indefinible, al que las religiones dogmáticas dieran la apariencia errónea de la propia criatura humana-, el espírita no tiene lo que temer, desde que procure seguir los principios sublimes de su Doctrina. Dios es amor, escribió el apóstol Juan.

Dios es la fuente de Bien y de la Belleza, como afirmaba Platón. Dios es aquella necesidad lógica a la que se refería Descartes, que no podemos quitar del Universo sin que el Universo se deshaga. El espírita sabe que no tiene apenas creencias, pues posee conocimientos. Y quien conoce no teme, pues sólo lo desconocido nos asusta. El mundo actual es el campo de batalla del espírita. Más es también su oficina, aquella oficina en la que él forja un mundo nuevo. Día a día él debe batir en la bigornia del futuro. A cada día que pasa, un poco del trabajo estará hecho.

El espírita es el constructor de su propio futuro, es el auxiliar de Dios en la construcción del futuro del mundo. Si el espírita recula, si teme, si vacila, puede comprometer la gran obra. Nada le debe perturbar el trabajo, en la turbulenta más promisoria oficina del mundo actual. En resumen: El espírita es el consciente constructor de una nueva forma de vida humana en la Tierra y de vida espiritual en el Espacio; su responsabilidad es proporcional a su conocimiento de la realidad, que la nueva Revelación le dio; su deber de enfrentar las dificultades actuales y transformarlas en nuevas oportunidades de progreso, no puede ser olvidado un momento siquiera; ¡espíritas, cumplamos nuestro deber!
Miguel Vives    
                                                   

                                                *********************************