Entradas populares

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿ Cómo actúa la Ley de Consecuencias?


                                   
                                      ¿ Cómo actúa  esta ley  ?

          La envoltura periespiritual del Ser, se puede depurar, iluminar u oscurecer, según la clase de pensamientos y actuaciones del mismo que en ella se reflejan. De modo que todo acto y todo pensamiento, de la clase que sea, no pasa desapercibido, sino que  se refleja y se graba en el periespíritu, con lo que  quedan registradas en él las consecuencias inevitables de sus actos.

    Antes de nacer de nuevo como persona, el  Espíritu, de antemano  lleva grabados en su periespíritu las matrices de cómo será su cuerpo físico futuro, según lo que necesita para su evolución, con las expiaciones físicas  que le son necesarias  experimentar.
         La Ley de Causa y Efecto actúa valorando y registrando las vibraciones de los pensamientos, sentimientos, deseos y acciones de la vida de cada  Ser humano, determinando así la clase de existencia, las pruebas y demás situaciones que tendrá que afrontar en el futuro, siempre buscando el reajuste y el equilibrio del Ser dentro de la Ley del  Amor. Es una forma sabia de enseñarnos a no repetir los mismos errores; Dios mediante esta Ley  no castiga, sino que corrige.
         De hecho los que componemos la  Humanidad actual no somos nada mas que los mismos Seres espirituales que ya vivimos en otro tiempo como seres humanos, y hemos venido a esta vida a  afrontar las consecuencias de nuestros actos del pasado  que , a juzgar por como  son las circunstancias  que afectan en general a la Humanidad en su conjunto, debieron tener un balance negativo; por eso se dice con razón que la felicidad no es de este mundo.
         Estas consecuencias las tendremos que  afrontar  para valorar finalmente lo positivo o negativo de nuestra conducta, conduciéndonos así a adquirir un recto pensar, un recto sentir y un recto actuar, para que toda nuestra vida  discurra dentro de los cauces que señala   la Ley del Amor, y el karma negativo que podamos afrontar actualmente, lo transformemos en positivo..
         Todas nuestras acciones pasadas y presentes,  y  todas las circunstancias  particulares en las que se desenvuelve nuestra vida, se relacionan y se enlazan  , no existiendo ninguna que no tenga  que ver con las vividas anteriormente.
          Las actuaciones y pensamientos de cada uno,  actúan como  una Causa que genera unos efectos que se manifiestan en el plano físico, a veces  de forma no inmediata, a modo de reajuste para equilibrar  las consecuencias.
Si  durante la vida humana el Ser adquiere méritos de valor moral, se desarticulan los condicionamientos impuestos para el sufrimiento y se restablece la armonía de los centros psicosomáticos que pasan a generar vibraciones de equilibrio que se   manifiestan en el cuerpo físico en forma de salud, equilibrio mental, alegría etc. Por el  contrario, si por indolencia, frivolidad o indiferencia, se acomoda en la vida sin hacer nada positivo, termina por despertar el mecanismo de la advertencia, desorganizando su salud física  y  causando  como consecuencia el desajuste molecular del cuerpo físico ,así como  las condiciones orgánicas favorables para que las enfermedades  y dolencias aparezcan.  Puesto que esta ley no es la de la fatalidad, en cada encarnación el karma se pude modificar  a través de los actos positivos y la experiencia  que se vive en la materia. La educación y las costumbres del pueblo en donde el Ser nace y vive, le dan nuevas características morales e intelectuales.
La ley de Consecuencias  hace que antes o después experimentemos en nosotros mismos el resultado de nuestras acciones, “dándonos a beber de nuestra propia medicina”, que a veces nos resulta tan desagradable y amarga como saludable, pues  así se equilibran y borran de nuestra Alma las consecuencias negativas de los errores del pasado, en esta vida  o en otras anteriores.
         Asimismo   viene a significar  el destino de las personas en cada vida, y este no  es ciego o producto de la buena o mala casualidad o de la suerte, sino el resultado de esta ley justa y equitativa que nos proporciona las experiencias que necesitamos asimilar para corregirnos y evolucionar.
Tal y como dijo Einstein, Dios no juega a los dados  la suerte del Ser humano; no existe, por tanto, la casualidad ni el azar en  el entorno y circunstancias humanas, aunque no siempre seamos capaces de comprenderlo así.
     Del mismo modo que esta ley,  actúa para corregir acciones de mal, también funciona cuando actúa en el bien, recogiendo los beneficios del mismo, por eso  cuando se actúa o simplemente se desea el bien para otro, ya se comienza a percibir el  fruto correspondiente al  recibir este bien para  uno mismo, sintiéndolo en forma de satisfacción, paz interior, alegría, etc.
    Por lo expuesto, vemos como esta Ley Espiritual y natural, es eminentemente  de carácter moral y conductora del Espíritu humano  por los caminos  de una correcta evolución.  Es por también retributiva , pues siempre nos devuelve una cosecha del mismo género de que cada uno sembramos antes voluntariamente. Al  meditar en esta Ley, se comprende mejor esta frase de Jesucristo:  “ No hagas a tu hermano lo que no quisieras que te hicieran a ti”.
- Jose Luis -


“ El mal que haces a los demás es lo mismo que hacerte mal a tí mismo. El día que comprendas esto, el perdón será muy fácil para tí”
Toni de Mello-“Testigo de la Luz”




Ver también los  Blog        inquietudesespiritas.blogspot.com
                             elblogdeazucena.blogspot.com
                                       marinamiesdeamor.blogspot.com
                             boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
                             ade-sergipe.com.br
                                      ceesinfronteras.es/eventos.htm
                                             espiritistas. es