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sábado, 26 de julio de 2014

Peculiaridades del Periespíritu

    PECULIARIDADES DEL PERIESPIRITU 

Según Allan Kardec el periespiritu es un cuerpo fluídico, cuya sustancia es tomada del fluido cósmico Universal, que lo constituye y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre. Es más o menos etéreo, según los mundos y el grado de adelanto de los espíritus; es un órgano transmisor de todas las sensaciones.

La vida de los Espíritus es la espiritual, que es eterna; la corpórea es transitoria y pasajera, es un minuto en la eternidad. El Espíritu es la entidad inmortal y sin forma de hombre, mientras que el periespiritu, ósea cuerpo etéreo, está estructurado con los fluidos mentales y astrales que lo envuelven, dándole la configuración  humana. El Espíritu como dice Kardec es la “llama, la centella, o claridad etérea” especie de luz material que se yuxtapone al periespiritu para que este pueda bajar y ajustarse al mundo planetario, bajo la configuración de un cuerpo físico o humano.



El Espíritu no tiene forma y se asemeja a una centella o llama inmortal, siendo lo real de la vida del hombre, necesita de los cuerpos o eslabones intermediarios que le permiten descender vibratoriamente hasta poder manifestarse a través del cuerpo carnal, en la tierra. Esos cuerpos intermediarios, que establecen ínter ligación del mundo espiritual con la materia, están formados por la esencia  o sustancia del plano físico, que el espíritu tiene que volver a integrar. El periespiritu que hace cien años, Kardec describió  como un “cuerpo vaporoso” a fin de evitar discusiones que perjudicarían la doctrina espirita en su comienzo, hoy ya se puede estudiar en sus verdaderos aspectos y detalles, es decir, en el proceso por el cual alcanza su estructura fisiológica u orgánica.

No existen distancias métricas entre el reino del Espíritu eterno y el mundo material, pues esa aparente separación es solamente, la diferencia de los estados vibratorios de cada plano.  No es necesario morir, para vivir en espíritu, pues somos inmortales, aunque encarnados estamos sujetos por el cuerpo intermediario, que en aspectos transitorios estamos subordinados a las limitaciones del mundo terráqueo.

Para encarnarse el espíritu necesita de vehículos intermediarios. Entre  el Espíritu y el cuerpo carnal existe un “espacio” o “distancia vibratoria” que necesita ser llenada por los cuerpos, vehículos o eslabones confeccionados de la misma sustancia de cada plano intermediario.

Considerando que el periespiritu es el equipo o conjunto de cuerpos imponderables y reales que llena ese espacio vibratorio, es evidente que no puede ser “un cuerpo vaporoso”. El periespiritu es el puente de ligación entre el reino espiritual y el mundo físico, es un equipo complejo, que es capaz de atender a las más variadas actividades y deseos del espíritu inmortal. Es el puente vivo para que el Espíritu alcance la materia y exponga sus ideas y deseos.

La revelación del verdadero mecanismo de la vida inmortal del Espíritu, no se ara de un modo instantáneo y milagroso. Se producirá a través del estudio, la investigación y la búsqueda constante por parte de los discípulos liberados pertenecientes a cualquier secta.

La tierra es una escuela de educación espiritual primaria, que libera a sus alumnos, después que aprobaron todas sus materias existentes. No hay privilegios preferenciales en la evolución espiritual; cuando el discípulo despierta  a la realidad de la vida inmortal, se haya ante un problema capital de su existencia, con los instintos primarios del animal y con la suplica del ángel, que lo incita a la lucha por ganar el Paraíso. Es cuando ha de dar lugar el “hombre nuevo” de orden angélico enunciado por Pablo de Tarso.

El hombre un vez que ha aprendido todo el alfabeto de las materias primarias que llenan su corazón y desenvuelven su intelecto es promovido al curso de las enseñanzas planetarias. Los alumnos que no ha aprobado, no ingresan en el curso inmediato superior, sin antes haber asimilado integralmente las enseñanzas de menor envergadura. Las enseñanzas de la Vida Espiritual cuando son demasiado complejas o avanzadas, escapan a la mente común y perturban al hombre inmaduro, pudiendo volverse un exagerado místico, o un ateo irreducible.

 Kardec organizó el alma del espiritismo y sus discípulos trabajadores cuidaron de la estructura anatomofisiologica, de su cuerpo doctrinario y de las relaciones  con el mundo profano.  Han comprobado el Espiritismo por los experimentos objetivos de la Ciencia, aclarándolo a la luz de la Filosofía y de la Psicología humana, sin que sus adversarios tengan la posibilidad de contestar o refutar a la lógica de sus afirmaciones sobre la vida inmortal. Los alumnos destacados que prestaron un servicio digno, y provechoso al Espiritismo son hombres talentosos como Gabriel Denle, León Denis,  Wuilian Croockes, Becerra de Meneses y otros muchos que aun están vivos y empeñados en la divulgación sana y provechosa de la doctrina Espirita. Gracias a tales hombres, inteligentes y valerosos, el Espiritismo pulverizó las arremetidas capciosas del clero fanático y se impuso respetuosamente, sobreponiéndose a los sarcasmos académicos y de los intelectuales envanecidos.

El periespiritu, es un organismo fluídico; es la forma preexistente y superviviente del ser humano, el substrato sobre el cual se modela la envoltura  carnal, como una vestimenta invisible formada por una materia quintaesenciada que penetra en todos los cuerpos, por muy impenetrable que nos parezcan.

La materia grosera, incesantemente renovada por la circulación vital, no es la parte estable y permanente del hombre. El periespiritu es el que asegura el mantenimiento de la estructura humana y las facciones de la fisonomía en todas las etapas de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Desempeña, pues, el papel de un molde compresible y expansible sobre el cual la materia terrestre se incorpora.

Este cuerpo fluídico no es, sin embargo, inmutable; se purifica y se ennoblece con el alma; la sigue a través de sus numerosas encarnaciones, sube con ella las gradas de la escala jerárquica, se hace cada vez más diáfano y brillante. El periespiritu conserva  todos los conocimientos del ser viviente, ese cuerpo los imprime en líneas fosforescentes en el cerebro de ese cuerpo, así el contenido intelectual del espíritu, lejos de perderse, se capitaliza y aumenta con sus existencias.

La elevación de sentimientos, la pureza de la vida, las inclinaciones hacia el bien y los ideales, las pruebas y los sufrimientos pacientemente soportados refinan cada vez más al periespiritu, lo sutilizan  y  multiplican las vibraciones. Como una acción química, consumen las partículas groseras y solo dejan subsistir las más sutiles, las más eternas.

Por un efecto inverso, los apetitos materiales, las bajas pasiones, y las vulgaridades reaccionan sobre el periespiritu y lo hacen más pesado, más denso y más oscuro. La atracción de los planetas inferiores, como la tierra, se ejerce con fuerza sobre esos organismos, que conservan en parte las necesidades del cuerpo y no pueden satisfacerlas. Las encarnaciones de los Espíritus que están dotados de tales necesidades se suceden rápidamente, hasta que el progreso, por el sufrimiento, llega a atenuar sus pasiones, a sustraerlos de las influencias terrenales y darles acceso  a mundos mejores.

Los tres elementos constitutivos del ser están unidos por una estrecha correlación. Cuanto más educado está el Espíritu, más sutil, ligero y brillante es el periespiritu y más exento está el cuerpo de las pasiones, más moderado son sus apetitos y sus deseos. La nobleza y la dignidad del alma resaltan en el periespiritu, el que se muestre más armonioso de formas y más etéreo, y ello sobresale incluso, en el cuerpo mismo; la superficie, entonces, se ilumina con el reflejo de una llama interior.

Por estos fluidos más o menos sutiles es por lo que el espíritu comunica con el alma y se une al cuerpo. Estos fluidos, aunque invisibles, tienen lazos poderosos que le encadenan a la materia desde el nacimiento hasta la muerte y, para los sensuales, hasta la disolución del organismo. La agonía representa la suma de esfuerzos realizados por el periespiritu para soltarse de sus ligaduras carnales.

El periespiritu es el que en sueño ordinario o en el sueño provocado, se separa del cuerpo material, se traslada a distancias considerables y, en la oscuridad de la noche, ve, observa y oye cosas que el cuerpo no podría percibir.

El periespiritu tiene sus sentidos, análogos a los del cuerpo, pero de una potencia muy superior. Ve con la luz espiritual, diferente a la luz de los astros y que los sentidos no pueden percibir, aunque está esparcida por todo el Universo.

La permanencia del cuerpo fluídico, después de la muerte como antes, explica el fenómeno de las apariciones o  materializaciones de los Espíritus. el periespiritu  en la vida libre del espacio, posee virtualmente todas las fuerzas que constituyen el organismo humano, pero no las pone en acción.

El periespiritu es el cuerpo inmortal del hombre, y el doble eterico no tiene la misma propiedad, pues se disuelve en la intimidad de la tierra después de la muerte del cuerpo material, dada su naturaleza de intermediario provisorio.  
- Merche -       

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LIBRO DE LOS MEDIUMS – ALLAN KARDEC

9. ¿El Espíritu evocado puede rehusar el venir al llamamiento que se le hace?

Sí, por cierto. ¿En dónde estaría su libre albedrío sin esto? ¿Creéis vosotros que todos los seres del Universo están a vuestras órdenes? ¿Vosotros mismos os creéis obligados a responder a todos aquellos que pronuncian vuestro nombre? Cuando digo que puede negarse a ello entiendo decir sobre la demanda del evocador, porque un Espíritu inferior puede ser obligado a venir por un\ Espíritu superior. 

10. ¿Hay un medio para el evocador que obligue al Espíritu a venir contra su voluntad?

Ninguno, si este Espíritu es igual vuestro o superior en moralidad - digo en moralidad y no en inteligencia – porque no tenéis sobre él ninguna autoridad; si es vuestro inferior, lo podéis si es para su bien, porque entonces los otros Espíritus os secundarán. (Número 279).

11. ¿Hay inconveniente en evocar a Espíritus inferiores, y puede temerse, llamándoles, el ponerse bajo su dominio?

No dominan sino a los que se dejan dominar. El que está asistido por buenos Espíritus no tiene nada que temer; impone respeto a los Espíritus inferiores, pero éstos no se lo imponen a él. En el aislamiento los médiums, sobre todo los que empiezan, deben abstenerse de esta especie de evocaciones. (Núm. 278).

12. ¿Son necesarias algunas disposiciones particulares en las evocaciones?

La más esencial de todas las disposiciones es el recogimiento cuando se quiere comunicar con Espíritus formales. Con la fe y el deseo del bien se tiene más poder para evocar a los Espíritus superiores. Elevando su alma por algunos instantes de recogimiento en el momento de la evocación, se identifica con los buenos Espíritus y les dispone a que vengan.

13. ¿Es necesaria la fe para las evocaciones?

La fe en Dios, sí, la fe para lo demás vendrá, si queréis el bien y tenéis el deseo de instruiros.

14. Los hombres reunidos en una comunión de pensamientos y de intenciones, ¿tienen más poder para evocar a los Espíritus?

Cuando todos están reunidos por la caridad y para el bien, obtienen grandes cosas. Nada es más nocivo para el resultado de las evocaciones que la divergencia de pensamientos.

15. La precaución de hacer la cadena, dándose la mano durante algunos minutos al

empezar las reuniones, ¿es útil? La cadena es un medio material que no pone la unión entre vosotros si ésta no existe en el pensamiento; lo que es más útil que lo demás es el unirse en un mismo pensamiento común llamando cada uno por su parte a los buenos Espíritus. Vosotros no sabéis todo lo que pudiera obtener una reunión formal de la que estuviera desterrado todo sentimiento de orgullo y de personalidad y en donde reinase un perfecto sentimiento de mutual cordialidad.

16. ¿Las evocaciones en días y horas fijas son preferidas? Sí, y si es posible en el mismo lugar. Los Espíritus van allí más a gusto; el deseo constante que tenéis ayuda mucho a que vengan los Espíritus y se pongan en comunicación con vosotros. Los Espíritus tienen sus ocupaciones que no pueden dejar de improviso por vuestra satisfacción personal. He dicho en el mismo lugar, pero no creáis que sea una obligación absoluta, porque los Espíritus vienen por todas partes; digo que un lugar destinado a esto es preferible porque el recogimiento es más perfecto.


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          COMUNICADO ESPIRITUAL
                              LA LUZ ES REPARTIDA
Tiempos vendrán donde todo será revelado, en donde la luz será repartida y los corazones se abrirán al amor, pues el conocimiento será revelado y dado a los hombres de buena voluntad.

Hoy camináis por los senderos de la vida muy angustiados, envueltos en bagatelas innecesarias. Hoy la revelación del planeta ya se va organizando y se plantea hacia un futuro no muy lejano.

Los espíritus, como ya vais conociendo, se revelan hacia vosotros a través del conocimiento de todo el planeta. Las conciencias se van despertando y el futuro próximo esta.

¡Cuántas veces os preguntáis como puede ser todo esto! cuando la inmensa mayoría de la humanidad está dormida, pasando su vida en unos valores inútiles para su propia evolución.

Pero tiempos vendrán y las conciencias despertaran a la luz. Como un rebaño; el buen pastor separara las ovejas a un lado o a otro. Mientras tanto se va logrando y pidiendo que no os durmáis, hacia toda esa luz que se os da.

Es para toda la humanidad, pero son pocos los que van recibiéndola. Despertar os decimos una y otra vez, para poder esparcir la luz y el conocimiento a los demás hermanos.

¿Cómo despertar a tanta gente, que encerrada en sí misma no deja penetrar el conocimiento de la luz, hacia el progreso del conocimiento y el avance del espíritu, hacia un mundo mejor?

Tiempos vendrán que a través de la luz, las conciencias serán cambiadas en esa envoltura de paz y amor, donde el hombre ansia el bienestar de su interior.

Porque la paz del corazón destierra todo rencor, todo dolor, toda envidia y todo pensamiento que no sea de amor. Solo con todo ese conocimiento, el hombre se sentirá con esa paz, que no desea ya nada más, es entonces como se puede amar.

Comprender y volar hacia ese mundo que todo espíritu sueña y quiere, pero aún no sabe cómo lograr. Lleváis como se os a dicho muchas veces, cadenas muy encadenadas unas a otras sin saber desatar.

El conocimiento de la verdad hace desatar todo mal encadenamiento, porque la formula os la revelaron. Hace siglos se está repartiendo hacia toda la humanidad.

Solo que escondida a estado, la realidad tapada por el beneficio del hombre. Todo eso ya va cambiando y el despertar de las conciencias es la nueva era, donde el hombre caminara con la verdadera luz.

Porque el egoísmo se apartara y la conciencia se revelara hacia el amor del Padre. El corazón se erguirá con tanto amor y luz, que ya nada podrá cambiar al espíritu que solo desea el bien.

No lo olvidéis hermanos, todo será revelado cuando el corazón brote de paz y amor.

Mª Carmen

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