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jueves, 24 de marzo de 2011

Responsabilidad moral de los médiums


 ¿ Tiene el médium algún deber moral?.-

         Toda persona que posea una facultad mediúmnica  tiene una responsabilidad moral que le obliga a su buen uso, pues no es por casualidad que la poséa, sino que debe tener presente que es para beneficio de los espíritus encarnados y desencarnados , así como  para su propio desarrollo evolutivo.
       El médium puede influir en la interpretación de la información que le transmiten los espíritus comunicantes, debido a falta de higiene mental, por la intervención de su super yo, su conciencia, etc, o bien por  otros    problemas humanos, como son las patologías de poder o de egocentrismo,  etc.
        El mejor médium es aquel que consigue que su facultad  solamente  sirva  cómo instrumento o canal de manifestación a  Espíritus positivos, sin  dejarse engañar por otros  Espíritus mixtificadores de baja condición moral  y sin perder de vista el importante objetivo de emplear su  mediumnidad  en servir y ayudar a Seres sufrientes  y  obsesores ,durante sus trabajos o actividades  mediúmnicas.
       Por tanto el médium  consciente de su responsabilidad se debe de  esforzar constantemente en ser ejemplo de virtudes humanas y en llevar una vida  sobria y sencilla , siendo  desinteresado y caritativo  en la mayor medida posible, manteniendo una sintonía espiritual lo más elevada posible. Asimismo deberá cuidar por mantener un cuerpo sano y una mente sana, de modo que a ella solo accedan espíritus  moralmente sanos.
        Todas las manifestaciones de espíritus que reciba las deberá pasar cuidadosamente por el tamiz de la razón, analizándolas preferiblemente bajo el prisma de lo que aconseja la filosofía y el conocimiento espírita, y  huyendo así  de la fácil credulidad y del fanatismo. La vigilancia en este análisis debe ser siempre una norma que no deberá descuidar, no impresionándose con nombres pomposos ni con entidades que traen  altas dosis de banalidad.
        Por el fruto se conoce al árbol, y al médium se le conoce su  integridad y nivel moral, cuando a través de su facultad solo se manifiestan Espíritus de moral elevada que jamás se contradicen o usan  un lenguaje vulgar; sin embargo al médium de baja condición moral, y por tanto poco fiable, mercadea con la mediumnidad y se alía con Espíritus vulgares que vibran en su misma baja sintonía, y se complacen con liviandades, y si  su facultad le es fuente de ingresos, aunque deje de tenerla, la sigue fingiendo para seguir viviendo del fraude y el engaño. Los que así actúan teniéndose por espíritas, posiblemente no sean conscientes del gran daño que hacen al verdadero Espiritismo, al que emborronan, y a la mediumnidad que presentan a la opinión pública como un fraude o una superstición.
          Por lo dicho aquí, el médium tiene el deber moral de vigilarse, teniendo en cuenta de que es un ser humano falible como cualquier otro, y portador de una facultad que le puede ser un instrumento de felicidad o de desgracia, según el uso que le dé. Tiene la responsabilidad moral de esforzarse por un mejoramiento espiritual propio, que le permita atender a Seres elevados que tengan algo que comunicar, y el único camino para lograr este mejoramiento es el caminar con Jesús , asumiendo el Pensamiento Crístico dentro de una correcta educación espírita. Esto le llevará a un aumento cada vez más de su capacidad de Caridad y de Amor, lo cual le conducirá a aumentar su capacidad de percepción espiritual.
           Asimismo debe tener muy presente que es médium,  que tiene una  facultad y  no la tiene por casualidad, sino que es para algo serio y positivo, y que deberá responder de su uso. Esto es así de por vida, del mismo modo que el inteligente no puede dejar de serlo voluntariamente, o el que sabe leer ya no puede volver a decir que no lee más, pues aunque no quiera toda palabra impresa que se ponga ante su vista la leerá y sabrá lo que dice, pues esa facultad ya es inherente a su realidad humana.

“Precisa dar de gracia lo que se recibe de gracia, porque es muy perjudicial y antiespírita hacer de la protección de lo Alto una profesión lucrativa. Es bueno hacer la caridad, pero es muy malo explotarla”
                                                         -Miguel Vives (El tesoro de los espíritas)-
- Jose Luis Martín-

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