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domingo, 20 de noviembre de 2011

Constitución del ser humano



   El Ser Humano está constituido de Alma, Cuerpo Físico y Cuerpos sutiles; es, por tanto, mucho más complejo de lo que se consigue visualizar a simple vista o a través de la tecnología médica existente.

   Para detectar la materia que entra en la constitución de todos los envoltorios,
inclusive la del cuerpo orgánico, la Física tendrá que avanzar mucho más en sus investigaciones, teniendo en vista que la Revelación Espiritual afirma que el Universo está enteramente bañado por Materia Elemental o Hálito Divino; el electrón es también una partícula disociable y la materia física, incluso la más pesada y voluminosa, está constituida de “luz coagulada”.

   Los Instructores Espirituales afirman aún que divisamos apenas una octava parte de lo que acontece a nuestro alrededor, lo que nos da idea de cuanto tendrá que avanzar la Ciencia para descubrir las múltiples dimensiones de vida y el tipo de “materia” que entra en la constitución de cada una de ellas, lo que significa descifrar los múltiples preparativos o modos de “coagulación” de la luz, que entran en la formación de las
partículas de esas diferentes dimensiones (22).

   En 1975, los físicos norteamericanos, Bob Toben y Fred Alan Wolf, en el libro Space Time and Beyond, enunciaron un postulado muy semejante al revelado: “la materia no es nada más que luz capturada gravitacionalmente” (23). Esperamos que la constatación y los desdoblamientos de esa verdad nos lleven a más amplias conquistas en el campo espiritual.

   Nada nos fue revelado sobre la constitución del Principio Espiritual; sabemos, sin embargo, que él concluye el primer estado evolutivo, después de pasara lo largo de la escala filogenético, por el crisol de billones de años de experiencias, animando desde seres unicelulares a los pluricelulares, hasta completar la construcción del cuerpo humano y de los envoltorios sutiles.

   En verdad, él ya pasó por un número incontable de existencias, desde los seres más simples, cuando era “crisálida de conciencia”, hasta conquistar la condición humana y continuará reencarnando hasta alcanzar la condición de Espíritu puro, que no necesita retornar más, a través de la reencarnación al mundo material.

   El ser humano está constituido, además del cuerpo físico, del Espíritu y de un elemento intermediario, la que Pablo de Tarso denominó cuerpo espiritual y, AllanKardec, periespíritu. Una lectura atenta de la obra kardecista trae a la luz el hecho de que el periespíritu es el mismo formado de varias capas, como además señala el Espíritu André Luiz (24). De hecho, sobre el periespíritu (en sentido amplio) o cuerpo espiritual,
las revelaciones confluyen hacia un modelo compuesto de capas, tipo “cebolla”. En este su modelo de cebolla, engloba varios cuerpos, como el vital (doble etérico), el astral, el mental o el causal.

   El cuerpo causal, que integra el periespíritu, está constituido de la ropa inmunda, tejida por nuestras manos en las experiencias anteriores (25), quiero decir, en él están registrados todos nuestros pensamientos y acciones de vidas pasadas. Para los hindús, él sería el Káranakosha (cuerpo causal) o anandamaykosha (cuerpo de bienaventuranza), el cuerpo de luz, denominación esta más apropiada a su estado de mayor depuración.(26)

    El cuerpo mental está considerado como “el envoltorio sutil de la mente” (27). Las referencias hechas a ese cuerpo mental todavía son pocas, pero los Orientadores Espirituales entreabren un campo muy grande, al recomendar que se consideren válidos los estudios ya realizados por otras escuelas espiritualistas al respecto.
El cuerpo astral está constituido de una estructura electro-magnética, formada de electrones y fotones, iguales a los que integran el cuerpo físico, sin embargo, “en otras características vibratorias” (28). Aún sobre él, resumimos las informaciones de Emmanuel, el Espíritu Guía de Chico Xavier, que constan en el libro Roteiro (29):
1)Es todavía un cuerpo organizado, molde fundamental de la existencia para el hombre; 2) Subsiste después de la muerte física, ocupando, en el mundo espiritual, región propia, dependiendo de su peso específico; 3) Está formado de sustancias químicas que obedecen a una escala periódica de elementos, semejante a la de
Mendeleiv, pero en otra franja vibratoria; 4) Se modifica bajo el comando del pensamiento; 5) Se encuentra sometido a las leyes de la gravedad, en el plano en que está.

   El cuerpo vital o doble etérico es el más grosero de todos y tiende a desaparecer con la muerte física. Sin la energía vital, no hay como explicar la complejidad de la célula viva. Ese cuerpo es exteriorizable en parte, como podemos verificar en los experimentos de materialización y en la transmisión de pases magnéticos. Él está “formado por emanaciones neuropsíquicas que pertenecen al campo fisiológico y, que, por ello mismo, no consigue mayor distanciamiento de la organización terrestre, destinándose a la desintegración, tal como ocurre al instrumento carnal, a través de la muerte renovadora” (30).

   Ciertamente, en vistas de su naturaleza física, a pesar de conservarse, por lo general, invisible, no es posible el distanciamiento del doble más allá de una distancia de diez metros sin que esto venga a determinar la muerte del sensitivo.

   Las escuelas vitalista y mecanicista coexistieron durante muchos siglos, y aún están presentes, en el campo científico y filosófico; la primera, preconizando la existencia de una “sustancia” esencial al funcionamiento de las células de los seres vivos; la segunda, reduciendo todo a las propiedades de la química celular.

   Aunque la mayoría de los científicos esté convicta de que la vida se restringe a un mero juego de fuerzas físico-químicas, ese paradigma no explica la extraordinaria complejidad de la filigénesis y de la ontogénesis, ni otros innumerables fenómenos de orden mental y psíquica de la vida humana. Con el debido respeto a las teorías vigentes, osamos decir que el vitalismo permanecerá como uno de los fundamentos del ser vivo.

   Reestructurado en nuevas bases, se tornará, para la biología, una idea recurrente, así como el éter no es para la física; y osamos decir más, él se implantará, definitivamente,debido a la extrema dificultad de explicarse la complejidad del ser vivo, sin los campos de información inmateriales, que son parte intrínseca de él.

    La ciencia establecida no acepta el vitalismo, pero hay científicos que lo defienden, no sólo en la concepción antigua, sino teniendo por base los campos de información inmateriales modeladores de la materia viva, entre ellos, Harold de Saxton-Bürr, Hernani Guimarães Andrade y Rupert Sheldrake, fundamentados en protocolos de investigación bien elaborados y en los excelentes resultados prácticos obtenidos, que están a disposición de los interesados en la producción de esos autores (31).

   Todos esos cuerpos espirituales poseen numerosos Centros de Fuerza o Chacras,de los cuales destacamos el Coronario, Cerebral, Laríngeo, Cardíaco, Esplénico,Gástrico, Genésico, todos ellos con funciones específicas dentro de la economía orgánica. Llamamos la atención hacia el hecho de que, en la enumeración de los siete centros mayores, los autores acostumbran a diferenciar lo básico (o fundamental) del genésico, omitiendo el esplénico, e incluso reunieron los centros cerebral y coronario en uno solo. Eso no significa que ellos existan o dejen de existir, a voluntad de los autores o de las escuelas espiritualistas, pero, si, que se inclinan a enumerar aquellos que más importan para el desarrollo espiritual que describen, o a reunir en sus estudios centros psiquicos vecinos y que se influencian directamente.

   A medida que crecen espiritualmente, el Espíritu depura su “vestimenta nupcial”, su túnica de presentación, representada por sus varios envoltorios, adecuada al plano en que permanece.

- Marlene Nobre. ( El alma de la materia)



Ama a Dios, sirviendo a los semejantes, por amor, sin distinción de personas. Haz el bien donde estuvieres, donde estés y tanto como puedas, en la paz de la conciencia tranquila. En eso reside la esencia de las Leyes Divinas. El resto son interpretaciones.
-Emmanuel- a través de la psicografía de Chico Xavier )

( Ver blog  inquietudesespiritas.blogspot.com)