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lunes, 7 de julio de 2014

Mediumnidad y fenómenos

MEDIUMNIDAD Y FENOMENOS

Son muchos los que desean realizaciones  generosas en los dominios de la revelación superior; sueñan con conquistas gloriosas y logros sublimes; mientras tanto para obtenerlo, es necesario rectificar las actitudes mentales ante la vida humana. ¿Cómo intentar construcciones sublimes  sin cimientos legítimos? ¿Cómo tratar de alcanzar los fines sin atender a los principio? La fe no se reduce a simple  amontonamiento de promesas brillantes.

El conjunto de ansiedades  angustiosas que poseen la mayoría de los corazones, en modo alguno puede significar la relación espiritual propiamente dicha.  La realización del reino interior  con la luz divina, exige trabajo persistente y sereno. No será solamente  al precio de palabras, que se puede levantar el templo de la fe viva. Es imprescindible la selección del material, los esfuerzos  de la adquisición, planos deliberados previamente, aplicación necesaria, experimentación sólida, demostraciones de equilibrio, firmeza de buena armonía de conjunto y primores en la terminación.

Los que pretenden desarrollar  las percepciones  medianimicas, suponiendo, equivocadamente, que las fuerzas espirituales permanecen circunscritos a puro mecanismo de fuerzas ciegas y fatales, sin cualquier ascendiente de preparación, disciplina y constructividad. Solicitan la clarividencia, la clariaudiencia, el servicio completo de intercambio con los planos más elevados; no obstante  ¿han aprendido a ver, a oír y, sobre todo, a servir en la esfera del trabajo cotidiano? ¿Han dominado  los impulsos inferiores para poder colocarse rumbo a las regiones superiores? ¿Podrá el feto caminar  y hablar en el plano físico? ¿Se puede conferir al niño de cinco años, derechos que corresponden a un adulto de medio siglo?  Si las leyes humanas, todavía transitorias e imperfectas,  trazan líneas de control a los incapacitados ¿pueden las leyes inmutables y eternas estar a merced de los desordenados deseos de la materia?

Hay sin duda, en el mundo, muchos géneros y procesos medianímicos. Urge, por tanto, estimar el trabajo antes de reposar, aceptar el deber sin exigencias, desarrollar tareas aparentemente pequeñas, antes de inquietarse por obtener las grandes obras, así como colocar los designios del Señor, por encima de todas las preocupaciones individuales. ¡Urge huir de la apropiación indebida en el comercio con las fuerzas invisibles, eludir el encantamiento temporal y la obsesión  sutil y perversa!

Colectivamente, no somos dos razas antagónicas o dos grandes ejércitos, rigurosamente separados por las líneas de la vida y de la muerte; y si la gran e infinita comunidad de los vivos, tan solamente  diferenciados los unos de los otros, por impositivos de la vibración, pero casi siempre unidos para la misma tarea  de redención final. No se crea que la muerte del cuerpo físico santifique al ser  que lo habitó. Desencarnación no representa santificación. Los hermanos que anteceden  al hombre en el plano espiritual, no permanecen reunidos en aprendizaje  muy diferente. Es necesario atender  las posibilidades interiores, par obtener  el desenvolvimiento de la maravillosa  divinidad potencial.

Son irrefrenables   los deseos de intercambio con lo invisible, se espera la revelación divina, además de elementos insofismables de certeza tranquila. Para eso, es indispensable organizar y desenvolver los valores celestes, como criaturas celestes que somos.

 Todo un ejército de trabajadores  de Cristo, funciona en cada núcleo de actividades relacionadas con la espiritualización, convocando sentimientos iluminados, a la virtud activa, al departamento superior de la vida intima. Se solicita la luz, perseverando  casi siempre en las sombras, reclamamos felicidad, sembrando sufrimiento; se pide amor, incentivando la separación; se busca la fe, dudando hasta de si mismo.

Para que el alma encarnada, tenga posibilidad de cambiar emociones con las emociones con las esferas  invisibles, es indispensable que desarrolle  sus propios  principios divinos. La bellota, es el roble potencial. El puñado de semillas, es el trigal de mañana. El germen insignificante será, en breves días,  el ave poderosa cortando amplitudes.

Mediúmnidad – constituye “medio de comunicación”  y el propio Jesús  nos lo afirma: “Yo soy la puerta… si alguien entra  por mi, será salvado, y entrará, saldrá y hallará pastos”. ¡La puerta para la mediúmnidad Celeste, es Él  que detenta la infinita luz  de la verdad y la fuente inagotable de la vida! Solamente a través de El, viviendo sus sublimes lecciones, alcanza el hombre la sagrada libertad para  entrar en los dominios de la Espiritualidad y de ellos salir, conquistando el pan eterno que sacia el hambre para siempre. Sin Cristo, la mediúmnidad es un simple, “medio de comunicación”.

Por tanto ¡Urge abandonar los sectores de ruido externo, e iniciar el desenvolvimiento interior de las  facultades divinas; la pasión del fenómeno puede ser tan viciosa y destructora para el alma, como lo es el alcohol embriagando y aniquilando los centros de la vida física.

La mediúmnidad no es disposición de la carne transitoria y si expresión del Espíritu inmortal. El intercambio perfeccionado entre los dos planos, requiere sanas  condiciones del vaso sagrado, de posibilidades fisiológicas que el Señor confió al hombre para lograr la santificación.

El cuerpo físico es un instrumento elevado en manos del artista, que debe ser divino. Si se desea el desenvolvimiento superior, ha de abandonarse los planos inferiores.  Si se desea el intercambio con los sabios, hay que crecer en conocimientos, valorizar las experiencias  e intensificar las luces del raciocinio. Si se aspira a la compañía  sublime de los santos, hay que santificarse en la lucha de cada día, porque las entidades  angélicas no se mantienen aisladas en los júbilos  celestes y trabajan también por la perfección del mundo, esperando la labor constante del hombre para que también se convierta en ángel. Si se desea la presencia de los buenos, hay que ser bueno. Sin afabilidad y sin dulzura, sin compresión fraternal y sin actitudes edificantes, no se puede entender a los espíritus afables y amigos, elevados y constructivos.
No seria razonable encontrar a Platón enseñando filosofía  avanzada a tribus salvajes y primitivas.

El valor medianimico, no es don de privilegiados, es cualidad común a todos los hombres que demandan la sincera buena voluntad en el terreno de elevación.

No se debe provocar el desenvolvimiento prematuro de las facultades psíquicas. Ver sin comprender u oír sin discernir puede ocasionar grandes desastres al corazón. Se ha de buscar, por encima de todo el progreso en la virtud y el primor en los sentimientos

Hay que colocar las expresiones de trabajo  fenoménicas, en segundo plano, recordando siempre que el Espíritu lo es todo. 
  
Trabajo extraído del libro (Misioneros de la Luz) de Francisco Cándido Xavier. C. IX.
REALIZADO POR Merchita

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                                 HAZTE ÚTIL


-"Nunca te omitas en la tarea de auxiliar.
No sólo con el dinero, la posición social relevante y el poder es que se dispone de medios para ayudar.
La palabra gentil es generadora de estímulos y valores que logran resultados preciosos.
El verbo ha erguido civilizaciones, así como ha llevado multitudes hacia la guerra y hacia la destrucción.
Usa la palabra para socorrer, estimulando a las personas caídas a levantarse, a los que duermen a despertar, a quien se equivoca a corregirse, a quien es agresivo a calmarse.
Habla con elevación y bondad, convirtiéndote en micrófono fiel al servicio del bien."

(Vida Feliz -- Joanna de Angelis)

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       LA JUVENTUD
                               
 El tema de la juventud, es muy preocupante en la actualidad, y lo ha sido en todos los tiempos, ya que el joven representa el futuro de la Humanidad, pero sabemos muy bien que la edad no es la que poseemos en la Tierra, que muchos tenemos ya muchos años, pese a que parezcamos jóvenes.
Con el Espiritismo aprendemos que “la edad del Espíritu se cuenta por el grado de evolución alcanzado y no por el tiempo…”, pues, “(…) con el nacer, morir,  renacer aun, progresar continuamente; preceptuado por la Doctrina, el concepto de la edad física  cede lugar  al concepto universal de edad espiritual (…)”
En la cuestión 369 de El Libro de los Espíritus, cuando Allan Kardec pregunta: “El libre ejercicio de las facultades del alma  ¿está subordinado al desarrollo de los órganos?, Los Espíritus responden que “los órganos  son los instrumentos para la manifestación  de las facultades del alma. Dicha manifestación se halla  subordinada  al desarrollo y al grado de perfeccionamiento de estos mismos órganos, como la calidad de un trabajo depende de la calidad de la herramienta con que se ejecuta”.
En la pregunta 385 los Espíritus informan que (…)  el cambio que se opera  en el carácter a cierta edad, particularmente al salir de la adolescencia(…)”, se debe al hecho de que el Espíritu 2(…) recobra su naturaleza y se muestra como era (…)” El momento de salida  de la adolescencia depende de diversos factores psicológicos, sociales, culturales  y educacionales. Pero, lo común, en nuestro tipo de sociedad, es la salida  de esa faz más o menos  entre 18 y 21 años.
Es así que el Espíritu reencarnado está sometido a las restricciones impuestas por la materia y presenta ciertas características y necesidades que pueden ser especificadas en cada faz del desenvolvimiento de su cuerpo. Hay excepciones, evidentemente, pero hay que considerar lo que ocurre en mayor parte.
Los adolescentes presentan características y necesidades distintas de aquellas presentadas en otras etapas  de la reencarnación y precisan ser atendidos con métodos pedagógicos y didácticos adecuados.
 El joven, de los 13 a los dieciséis años en los valores de la familia y de la sociedad, necesita mucho apoyo y aprobación  del grupo de iguales al que pertenece, y es totalmente diferente  de otro de 18 a 21, que empiezan a ver las cosas más maduras  y empiezan a preocuparse con la necesidad  de definir su vida, obtener trabajo, y cuando tienen 21 años, ya la mayoría con una profesión definida, a veces casados, algunos con hijos, ya es cuando se pueden considerar adultos, como hacen las leyes de los países.
La juventud es un atributo del espíritu y solo puede ser limitada, momentáneamente, por uno mismo  a través de la práctica del mal y del mantenimiento de sus pensamientos en procesos de egoísmo y orgullo que son el origen de todos los males del alma.
Emmanuel, en el libro “Camino, Verdad y Vida afirma: “El joven podrá hacer mucho si el espíritu envejecido en la experiencia no lo desampara en el trabajo. Nada de nuevo conseguirá erigir, en el caso  de que no se valga de los esfuerzos que le precedieron las actividades. En todo, dependerá  de sus antecesores. Dice también que el joven hará mucho si los mayores en experiencia no los desamparan en el trabajo, les hace falta la experiencia de los mayores para aprender.
Por eso los adultos deben amparar siempre a los jóvenes sin ofrecerles perspectivas de dominio ilusorio, concientizados de que , si el trabajador más viejo dispone de más experiencia, adquirida en labor fecunda, el joven posee el entusiasmo que, bien dirigido, opera prodigios.
Amparemos al joven, tengamos digna dedicación, para con ellos, son el futuro de la Humanidad  todos debemos colaborar en la misión de esclarecerles, sobre los verdaderos valores de la vida, ofreciendo en todo momento para ellos, la fidelidad que demostró Jesús al traernos el mensaje de redención, ejemplificando en todo momento, para que no tuviéramos dudas sobre la autenticidad de sus palabras.  Si nosotros perseveramos en el bien, aparecerán en nuestras vidas, los frutos del buen hacer, cosa que ellos verán, podrán observar a través de nosotros los resultados, eso bastará para convencerles de que el bien es siempre la mejor opción para alejar de nosotros la adversidad.
Hemos de alejarles de la vejez que les domina por sus malas obras del pasado desatándolos de las miserias, y de los preconceptos, para resurgir en el bien, que por primera vez los rejuvenece con nuevas ideas y nuevas perspectivas en su comino de redención, al principio sucumbirán, pero comprobando los primeros resultados, se animaran a seguir en el camino con fe y esperanza.
-Merchita-
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CONCEPTOS SOBRE LA CONDUCTA AMORAL

Los conceptos de la vieja ética, se derrumbaron en los tiempos actuales, estructurándose una nueva moral, sufriendo numerosas modificaciones, pasando a ser relaciones amorales  y naufragando, en el abismal foso de los estados y manifestaciones.

El hombre  tecnicista buscando la felicidad,  enfrento el placer, y, perturbado por el desbordar de las sensaciones, coloca la mente en el estudio de las estrellas  y los sentimientos en los estertores del instinto.

El hombre a olvidado las medidas de equilibrio,  demoliendo los tabúes y preconceptos, sin el necesario  discernimiento que lo ayude  a presentar las situaciones que servirán de base para las conquistas  que lo elevarían a las alegrías de la plenitud. Está destruyendo por destruir.

Olvidando sus sublimes  funciones y finalidades, el hombre ha pasado al libertinaje con lo que se presenta corrompido,  en confusiones repulsivas, en las cuales se buscan expresiones de goce que lo envilecen, lo desnaturalizan y lo desorganizan…

Incontestablemente el sexo ejerce profunda influencia en la vida física, emocional y espiritual de las criaturas.

Aberraciones y desacatos, violencia y lascivia entrelazadas avanzan en desorden, perturbando agresivamente y dejando  los rastros de los sinsabores, de las desilusiones innombrables y de las frustraciones en ríos de lágrimas,  en corredores sombríos de angustias y alucinaciones…

Esto es, porque  el sexo, sin la dignidad del amor, hunde, embrutece los apetitos que no se dejan saciar y resurgen más violentos, constringentes….

Proliferan en los tiempos actuales, al margen, chantajes, persecuciones, equívocos, aplausos, crímenes, en escenarios del ridículo, en aflicciones crueles y obsesivas…

Transexualidad u homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad y asexualidad que se exteriorizan en el campo  de la forma tienen su naciente  y funciones en los tejidos del espíritu.

Las expresiones en que hoy se manifiesta la sexualidad, ridícula  con escarnio,  merecerán en el futuro justo tratamiento por legisladores  y psicólogos, médicos y psiquiatras, educadores y sociólogos que habrán corregido el aspecto  del problema, enseñando  más amplio entendimiento noble de la vida en todas sus manifestaciones y finalidades.

Singularmente vinculada a la anterioridad del espíritu, la problemática  del sexo exige cariño y caridad, respeto y dignificación.

El sexo no puede ser utilizado con liviandad, porque ha sido organizado por la Divinidad  para sublimes menesteres. Todo abuso exige impuesto de carencia; cualquier desconsideración le esculpe desorden y tormento.


Si te encuentras en un capitulo punitivo de la sexualidad, fuera de la  actividad santificante para la cual te dotó el Creador, no te corrompas ni te degrades, aunque la mentalidad de la época te sea favorable o te aplauda…

Preserva tus fuerzas morales y mantén tu equilibrio.

Cuando el ardor de los deseos te queme, acuérdate del lenitivo de la oración y reconfórtate tranquilamente.

No te hundas en la alucinación ni sorbas la taza licorosa, envenenada con satisfacciones torpes…

No te tornes  cómplice ni te enredes en el problema de la emotividad sexual, manteniendo comercio  mental, inspirando pasiones, provocando tormentos, desequilibrando…

No seas factor de desdicha para nadie.

Si estas en régimen de orden, examina los que están agonizantes, bajo, constricciones  que no imaginas, los que padecen frigidez, exacerbación; los marcados por anomalías de esta o aquella naturaleza; los inquietos, los perseguidores  en si mismos…

Si te enfrentas en campo de prueba con una u otra imposición psíquica o física, espera el mañana.

No te apresures.

El problema no será resuelto de golpe.  Pero si no lo cuidamos debidamente, más se agrava.

La vida no termina en el túmulo, ni se encierra toda, solamente, en la capsula carnal.
Transforma tus limitaciones en fuerzas y ama los ideales de ennoblecimiento de la Humanidad, con que te liberarás de la comprensión, encontrando la felicidad que anhelas.

Ama, sea cual sea la situación en que te depares y esparce amor por el camino, sembrando estrellas de esperanzas. Mañana ellas brillaran para ti.

El problema del sexo es del espíritu y solamente en el espíritu vendrá, para él, la solución.

Cultivemos el hogar, atendamos la familia, hagamonos co-creadores en la Obra de Nuestro Padre, cooperemos con los que transitan en dolores y edifiquemos en la mentalidad general el concepto según el cual el sexo es para la vida y no la vida para el sexo.

Extraído del Libro “Después de la Tempestad” de Divaldo Pereira Franco

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