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jueves, 9 de abril de 2015

Desequilibrios del alma




¿Contesta la reencarnación a los grandes interrogantes?

Todos , nos hemos preguntado alguna vez en lo más íntimo: ¿De dónde venimos? ;¿Qué somos?; ¿Por qué estamos aquí?; ¿Hacia donde iremos?
Estas cuestiones son y han sido siempre las grandes interrogantes que siempre se planteó el Ser humano, y siempre han inquietado a los grandes filósofos y pensadores a lo largo de la historia.
A la hora de consultar respuestas a estas eternas preguntas íntimas sobre nuestro origen y nuestro destino, el recurso de consultar la gran memoria de la Humanidad, resulta casi obligado y nos da la base y el equilibrio para que asentemos estos conocimientos en lo mas profundo de nuestro Ser, impulsándonos por el camino del progreso moral.
Hay quien intenta no pensar en ello, por cobardía ante posibles respuestas de la Verdad, que prefiere ignorar porque intuye como contrarias a los apegos y vicios que placenteramente le esclavizan en su vida material, o también por la pereza de que se pueda sentir obligado por su conciencia a cambiar cosas en su forma de relacionarse con los demás cotidianamente, cuando estas cosas suponen formas de vivir muchas veces ancladas en la comodidad y en el egoísmo. También los hay que buscan respuestas a estas inquietudes, porque solo cuando se logran estas respuestas se es mas consciente para poder dirigir la vida del modo mas correcto.
Sin embargo al meditar y estudiar la reencarnación en todos sus motivos, sus facetas y sus por qués,encontramos la clave a todas las cuestiones que podemos llevar pendientes en nuestro interior a la espera de encontrar algún día las respuestas adecuadas.
Venimos evolucionando a través de muchas vidas humanas a lo largo de muchas eras, en un proceso largo y contínuo. Somos Seres pensantes procedentes o hijos de la Gran y Primera Causa de todo cuanto existe.
Estamos en el mundo para algo más que comer, dormir y divertirnos: Todos tenemos una misión y un objetivo a cumplir en la vida y nuestro progreso evolutivo depende de ello.
Y por último, al recordarnos la reencarnación, que somos , no un cuerpo con un alma, sino un alma que tiene un cuerpo, deducimos que tras esta vida, nos espera otra en el plano espiritual, mejor que esta, a la espera de tener una nueva oportunidad de seguir el camino de nuestro progreso hacia el Padre.

- Jose Luis Martín-

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Gracias te doy, ¡ oh Padre, Señor del Cielo y de la Tierra !, porque ocultaste estas cosas a los sabios y entendidos, y las revelaste a los pequeños”
-Evangelio de S.Mateo cap.XI,V.25-

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   REFORMA   ÍNTIMA

La reforma íntima es una lucha constante que el hombre no abandona hasta el fin de su vida.  por ser la imperfección la nota predominante en el hombre miremos algunos requisitos para vencer la imperfección.

¡La reforma intima! Cuantos poderes, posterga la práctica del mal hasta el momento que las personas vencen esa fuerza  insalubre que te empuja para el abismo.

Provocada por la perversidad, que campea suelta, actúa en silencio, mediante la oración que te resguarda en la tranquilidad.

Instigado por los deseos inferiores, que se propagan estimulados por la onda creciente del erotismo y de la vulgaridad, gasta tus energías excedentes en actividad fraternal.

 Empujado para el campeonato en la competición, en el área de la violencia, acelera el paso y reflexiona, asumiendo la postura de la resistencia pasiva.

Desconsiderado en las ansias nobles de tus sentimientos, cultiva la paciencia y aguarda la bendición del tiempo que todo  lo vence.

Acusado por la injusticia o sitiado por la calumnia, prosigue con el compromiso abrazado, sin desanimarte, confiando en el valor del bien.

Aturdido por el despecho de la venganza cruel, considera a tu agresor como infeliz amigo que se complace en la perturbación.

Desilusionado en el hogar, y sensibilizado por otros afectos, renueva el paisaje familiar e intenta salvar la construcción moral doméstica abalada.

Es muy fácil desistir del esfuerzo noble, complacerse por un momento, tornarse igual a los demás, en sus manifestaciones inferiores. Todavía, los estímulos y  gozos de hoy, en el campo de las pasiones disipadas, se caracterizan por el sabor de los remedios que se convierten en acido e hiel, que requeman por dentro, pasados los primeros momentos.

Nadie huye de los desafíos de la vida, que son técnicas de evaluación moral  para los candidatos a la felicidad.

El hombre revela sabiduría y prudencia, en el momento del examen, cuando está invitado  para la demostración de las conquistas realizadas.

Parientes difíciles, amigos ingratos, compañeros inescrupulosos, insensibles, conocidos descuidados, no son acontecimientos fortuitos, en tu episodio reencarnacionista.

Cada uno se  mueve, en el mudo, en el campo donde las posibilidades mejores están colocadas para su crecimiento. No siempre se recibe lo que se merece. Antes, son propiciados los recursos para más amplias y graves conquistas, que darán resultados más valiosos.

Así, aprende a controlar tus inclinaciones y crea tu momento feliz.

Lograrás vencer  la violencia interior que te propale para el mal, si perseverares en la lucha.

Siempre que surja la oportunidad, has el bien, por más insignificante que te parezca. Genera el momento de ser útil y aprovéchalo.

 No aguardes por las realizaciones retumbantes, ni te detengas esperando las horas de glorificación.

Para quien está honestamente interesado en la reforma intima, cada instante le faculta conquistas que acomete en el futuro, lapidándose y mejorándose sin cansancio.

Toda ascensión exige esfuerzo,  adaptación y sacrificio.

Toda caída resulta en prejuicio, desencanto y recomienzo.

Trabaja interiormente, venciendo  límite y obstáculo, no considerando los terrenos vencidos, sin embargo, mirando los paisajes aun por recorrer.

 Tu reforma intima te concederá la paz porque anhelas la felicidad que deseas.

Merchita
 Extraído del libro “Vigilancia” Psicografia de Divaldo Pereira Franco, por el Espíritu Juana de Angelis.
              
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Convéncete de que no existen males eternos.
- Emmanuel-

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Franz Anton Mesmer
El Magnetismo y el sonambulismo enseñados por la Iglesia
Acabamos de ver al Magnetismo reconocido por la Medicina; pero he aquí otra adhesión que, desde otro punto de vista, no tiene una importancia menos capital, puesto que prueba el debilitamiento de los prejuicios que las ideas más sanas hacen desaparecer a cada día: es la adhesión de la Iglesia.

Tenemos bajo nuestros ojos un pequeño libro intitulado: Abrégé, en forme de catéchisme, du Cours élémentaire d’instruction chrétienne: A L’USAGE DES CATÉCHISMES ET DES ÉCOLES CHRÉTIENNES, par l’abbé Marotte, vicaire général de Mgr. l’évêque de Verdun, 1853 (Resumen, en forma de catecismo, del Curso elemental de instrucción cristiana: PARA USO DE CATECISMOS Y DE ESCUELAS CRISTIANAS, por el abad Marotte, vicario general de Monseñor obispo de Verdún, 1853).

Esta obra, redactada en preguntas y respuestas, contiene todos los principios de la doctrina cristiana sobre el dogma, la Historia Santa, los mandamientos de Dios, los sacramentos, etc. En uno de los capítulos sobre el primer mandamiento, donde son tratados los pecados opuestos a la religión, y después de haber hablado de la superstición, de la magia y de los sortilegios, leemos lo siguiente:

«Preg. ¿Qué es el magnetismo?
«Resp. Es una influencia recíproca que a veces se opera entre los individuos, según una armonía de relaciones, ya sea por la voluntad, por la imaginación o por la sensibilidad física, y cuyos principales fenómenos son la somnolencia, el sueño, el sonambulismo y el estado convulsivo.

«Preg. ¿Cuáles son los efectos del magnetismo?
«Resp. Comúnmente, se dice que el magnetismo produce dos efectos principales: 1°) Un estado de sonambulismo, en el cual el magnetizado – completamente privado del uso de sus sentidos – ve, escucha, habla y responde a todas las preguntas que se le dirigen; 2°) Una inteligencia y un saber que sólo tiene en la crisis; él conoce su estado, los remedios convenientes a sus enfermedades e incluso lo que hacen ciertas personas distantes.

«Preg. En conciencia, ¿está permitido magnetizar y hacerse magnetizar?
«Resp. 1º) Si para la operación magnética se emplean medios, o si por ella se obtienen efectos que suponen una intervención diabólica, será una obra supersticiosa y nunca puede ser permitida; 2°) Sucede lo mismo cuando las comunicaciones magnéticas ofenden la modestia; 3°) Suponiendo que se tome cuidado en apartar todo abuso de la práctica del magnetismo, todo peligro para la fe o para las costumbres, todo pacto con el demonio, es dudoso que sea permitido recurrir a él como a un remedio natural y útil.»

Lamentamos que el autor haya puesto esta última corrección, que está en contradicción con lo que precede. En efecto, ¿por qué el uso de una cosa reconocida saludable no sería permitido, desde que se aparten todos los inconvenientes que él señala en su punto de vista? Es cierto que no expresa una defensa formal, sino una simple duda sobre lo permitido. Cualquiera que ella sea, esto no se encuentra en un libro erudito, dogmático, para uso exclusivo de los teólogos, sino en un libro elemental, para uso de catecismos, por consecuencia destinado a la instrucción religiosa de las masas; por consiguiente, no es de modo alguno una opinión personal: es una verdad consagrada y reconocida que el magnetismo existe, que produce el sonambulismo, que el sonámbulo goza de facultades especiales, en cuyo número está la de ver sin la ayuda de los ojos – incluso a la distancia –, de escuchar sin la ayuda de los oídos, de poseer conocimientos que él no tiene en su estado normal y de indicar los remedios que le son saludables. La calidad del autor tiene aquí un gran peso. No es un hombre desconocido que habla o un simple sacerdote que emite su opinión: es un vicario general que enseña. Nuevo fracaso y nueva advertencia para aquellos que juzgan con demasiada precipitación.

Allan Kardec
Revista Espirita 1858

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DESEQUILIBRIOS DEL ALMA

En la oración  y en la actividad espiritual, muchos encuentran  el suplemento de energías que necesitan. Si el mal demanda tiempo para fijarse, es obvio  que la restauración del bien no puede ser instantánea. Así ocurre con la enfermedad y la salud, con el desvió y el restablecimiento del equilibrio.

La familia  es una reunión espiritual en el tiempo, y, por eso mismo, el hogar es un santuario. En la Tierra, algunos de sus componentes se alejan de la sintonía  con los más altos objetivos de la vida, sin embargo, cuando dos o tres de sus miembros aprenden la grandeza de sus posibilidades de elevación, congregándose íntimamente para las realizaciones del espíritu eterno, son de esperar maravillosas edificaciones.

Existen multiples enfermedades para las desarmonias del cuerpo, otras innumerables para los desvíos del alma. Es imposible pretender la cura de los locos a fuerza de procesos exclusivamente objetivos. Es imprescindible penetrar el alma  y la medula de la personalidad, mejorar los efectos socorriendo las causas; por consiguiente, no restauraremos cuerpos enfermos  sin los recursos  del Médico Divino  de las almas, que es Jesucristo.

Los fisiologistas harán siempre mucho, intentando rectificar la disfunción de las células; no obstante, es menester intervenir en los orígenes de las perturbaciones. Hay millones de personas  irascibles que, por el hábito de encolerizarse fácilmente, vician los centros nerviosos fundamentales  por los excesos de la mente sin disciplina, convirtiéndose en portadores  del “pequeño mal”, en dementes precoces, en neurasténicos de diversos tipos o en enfermos de franjas epilépticos, que andan por ahí,  sometidos a la hipoglicenia insulinita o al metrazol; mientras, si son educados mentalmente, para la corrección de las propias actitudes internas en las rutinas de la vida, les seria el tratamiento más eficiente y adecuado, pues es regenerativo  y substancial. Sin subestimar el ministerio de los psiquiatras abnegados, que se dedican a sus semejantes, ni tampoco rechazar  los choques renovadores, tan necesarios a mucha gente, como son ducha para los “nervios empolvados”. Solo destacar que el hombre, por su conducta, puede  vigorizar su propia alma, o lesionarla.

Cuando el espíritu está en una fase de absoluta ignorancia mental, es necesario utilizar los hipnóticos, para poder neutralizar las células nerviosas ante los probables  atritos de la organización periespiritual. Para las conciencias que ya despertaron en la espiritualidad superior, el remedio  más eficaz consiste  en la fe positiva, en la auto confianza, en el trabajo digno, en pensamientos ennoblecedores.  Permaneciendo en la zona má alta  de la personalidad, se vencen desequilibrios de los departamentos más bajos, competiendo, al propio enfermo, atacar la misión renovadora y sublime confiada en el sector de su propia iluminación y en el bien del prójimo. Las medicinas pueden ejercer tutela  despótica  sobre el cosmos orgánico, siempre que la mente  no se disponga a controlarla, recurriendo  a los factores educativos.

Todos tenemos un acreedor divino en Jesús, cuya infinita bondad no nos es licito olvidar. Recordando  siempre la palabra celestial, abandonando el mal “para que no nos suceda algo peor”.

En verdad, somos felices en el presente, porque nuestro objetivo de hoy es la realización del Reino de Dios, en nosotros, con Cristo. Para eso trabajemos con El, por El, y para El, curando los males para siempre.

 Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Chico Xavier

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