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martes, 25 de octubre de 2011

2012 Y LOS FALSOS PROFETAS




  “¡Según el decir de varios oráculos, el fin del mundo estaría previsto para el 2012! El calendario maya se acaba el 21 de diciembre de 2012, fecha que indica un cambio radical y global a escala mundial. Será el fin del mundo o el fin de un mundo… Asistiremos a una actividad excesiva del sol, a numerosas catástrofes naturales y guerras… La Tierra cambiará el eje y su campo magnético se invertirá, la Tierra se saldrá de su órbita…    Los extraterrestres descenderán sobre la Tierra y se llevarán a los 
mejores de nosotros… Los mayas han profetizado los  acontecimientos, Nostradamus igualmente, la Biblia  también anuncia el fin del mundo…” 



Así pues resurgen las profecías milenaristas entre los aficionados al esoterismo que nos reinventan el fin del mundo o el advenimiento de una nueva era. Los autores son prolijos, y cada uno en su versión anuncia lo mejor o lo peor,según su grado de optimismo o de pesimismo. 
   

Las grandes profecías están de vuelta, a pesar de los repetidos fracasos del pasado y, puesto que el año 2000 no produjo nada de particular, se ha encontrado otra fecha tope cuyo vencimiento habrá que volver a retrasar cuando después del 2012 hayamos comprobado que, ni la transformación radical de la humanidad, ni el fin de un mundo, están inscritos en las cifras.


Algunos seres humanos se complacen jugando con las fechas, como si simples cifras pudieran tener el menor significado. Soñamos con que los calendarios  
son diferentes según las civilizaciones y, por ejemplo, la era cristiana sitúa el año cero en el presunto año del nacimiento de Jesús (que por otra parte es inexacto) mientras que el antiguo calendario chino comienza en el 2637 antes de nuestra era. Buscando en el calendario maya se han encontrado nuevas fuentes anunciadoras de predicciones de fechas, que esta vez no corresponden más que a cifras redondas como el año 1000 o el año 2000, una vez llevada la fecha al calendario cristiano. 


Como último recurso, se buscan fechas más exóticas en otras civilizaciones, olvidando simplemente que las grandes fechas no han sido más que convenciones arbitrarias según los puntos de partida de calendarios que son diferentes según las culturas. Estas fechas son sólo hitos históricos que nos facilitan la vida, así el calendario cristiano nos permite ubicarnos en los períodos de la historia con números de los siglos antes y después de Jesucristo. Pero es muy evidente que si quisiéramos fechar la historia a partir de la aparición de los primeros hombres, tendríamos que contar varios millones de años sin conocer exactamente su comienzo. 


Es así, algunos seres humanos siempre han tenido esa necesidad de mezclar la metafísica o la búsqueda espiritual con datos cifrados, astrológicos o numerológicos, como si el mundo y la vida pudieran descifrarse a partir de convenciones aritméticas que nosotros mismos hemos fabricado. Es así como ha vivido el esoterismo,tratando siempre de hacer coincidir el estado intelectual y moral de la humanidad, con cálculos que no tienen ninguna relación con la psicología humana. Y además, el ser humano siempre ha necesitado ser tranquilizado acerca de su porvenir, de allí esa curiosidad por los datos proféticos que estarían inscritos en las conjunciones astrales o en los misterios de los calendarios. 


Como espíritas, evidentemente estamos lejos de esas consideraciones esotéricas de otra época, pero todavía necesitamos repetirlo y justificarlo… En efecto, en la percepción común y errónea del espiritismo, la gente siempre hace la amalgama con la magia, la astrología, el ocultismo y todas las variantes del esoterismo. Prueba de ello es que regularmente nos plantean preguntas muy en serio respecto a la inminencia del 2012, como si los espíritas debiéramos estar mejor informados que los demás sobre lo que se ha convertido en una certeza ¡sí, la certeza de un gran descalabro en el 2012! “Y ustedes, los espíritas, ¿qué precisión adicional nos pueden dar sobre el 2012? ¿Qué predicen los espíritus? Etc.” Se nos hace la pregunta como si se tratara ya de una evidencia para todo el mundo, y sobre todo para nosotros…pues estamos asimilados a un movimiento esotérico como los demás, y naturalmente, pues, deberíamos estar en primera línea en esta esfera de influencia profética. 


Cuando damos algunas explicaciones acerca de lo que es el espiritismo y sobre todo acerca de lo que no es, la gente a veces queda decepcionada, pero la mayoría de las veces se tranquiliza cuando comprende que el espiritismo es asunto de responsabilidad y libertad, al margen de toda predicción buena o mala. En todo caso, eso significa que el espiritismo no es lo suficientemente conocido por la imagen de lo que es, pues tiene aún la representación indefinida de una nebulosa  mística o mágica. Por otra parte, algunos malos adeptos del espiritismo mantienen la confusión, lo cual puede comprobarse en varios  sites de Internet donde todos los conceptos espíritas, esotéricos y ocultos son mezclados alegremente sin distinción,con una total ignorancia de los principios fundamentales de la filosofía espírita. 



LA NECESIDAD DE ADIVINACIÓN

Ante sus torpezas existenciales, el ser humano ha necesitado con frecuencia de la magia, la adivinación y la predicción, ya sea para tranquilizarse, o para producir espanto, como en las películas de ciencia ficción. 


Si bien el pensamiento mágico ha sido sustituido por el pensamiento racional, no se puede impedir que las viejas creencias resurjan como para expresar una búsqueda espiritual mal definida. El espiritismo había llegado para reconciliar la ciencia y la fe, lo racional y lo irracional, dentro de una complementariedad filosófica donde el corazón se unía a la razón; pero con frecuencia se prefiere distraerse con cuentos de nunca acabar para soñar y espantarse con los grandes misterios. 

    Sabemos que si la evolución del mundo siempre ha sido caótica, sin duda lo será todavía mucho tiempo más antes de que una sociedad globalizada lo alcance, y  no será dominado por grandes fechas, sino por la armonía deseada. El progreso del género humano no será dominado por grandes fechas, sino por la evolución general en  los planos intelectual y moral. De modo más inmediato y sin hacer pronósticos, estamos evidentemente en un momento decisivo en lo que se refiere a las finanzas, la economía, la ecología y la política mundial. Para después de la crisis financiera que ha debilitado los equilibrios mundiales, estamos esperando una nueva situación a sabiendas de que las finanzas y la economía muy bien podrían volver a caer en los extravíos del pasado sin que nadie extraiga la más mínima lección de las experiencias recientes. Si la recuperación esperada se cumple sobre las mismas bases con un sistema bancario idéntico, esto será solamente una reactivación destinada al final a las mismas consecuencias. 


    Dentro de una perspectiva más optimista, se podría esperar un cambio radical del funcionamiento de las finanzas mundiales por un nuevo sistema económico todavía inédito. Y se podrían situar entonces las transformaciones más importantes a fines del 2012, de modo que los milenaristas se saldrían con la suya diciendo: “¡Vean que ha pasado tal cosa excepcional!” 


    Si hiciera falta que esta simple hipótesis se convirtiera en realidad, eso no sería de todos modos más que un desarrollo progresivo que se decide en un período de varios años. Y si verdaderamente importara que el año 2012 representara un momento decisivo para la humanidad, sólo sería un azar del calendario. 


    Deseemos pues que a la vista del 2012, sobrevengan cambios significativos, pero es sólo un deseo, desdichadamente muy frágil y que no tiene nada de profético… 


    En cuanto a los trastornos astronómicos a nivel del sistema solar tal y como se proyectan en estas predicciones, no tienen como fuente más que la hipótesis de  alguna modificación del campo magnético terrestre o imaginación de algunos iluminados. Y aun cuando existiese  alguna erupción solar, esos no serían sino fenómenos conocidos, independientes de la situación espiritual de la humanidad en su conjunto. Así se mezcla todo como para dar testimonio de un castigo divino que se traduciría en cataclismos, con el salvamento por los extraterrestres de los humanos más meritorios como premio…


    Olvidemos pues todos estos cuentos fantásticos, dejemos la ficción a las creaciones literarias y al séptimo arte, y volvamos a los valores que hacen nuestra filosofía. 


     A pesar de los tormentos de una humanidad en busca de sentido, dirijamos todas nuestras esperanzas a un futuro por construir. El espiritismo deberá encontrar allí su lugar, continuando su lucha dentro de su participación en el mundo por medio de la oración, la acción del pensamiento, la toma de conciencia y la enseñanza de sus principios capaces de conducir a la humanidad hacia otros horizontes.


La Caridad es el proceso de sumar alegrías, disminuir los males, multiplicar esperanzas y repartir felicidad para que la Tierra se realice en la condición del esperado Reino de Dios.
Emmanuel.



( Ver el blog inquietudesespiritas.blogspot.com )