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domingo, 18 de marzo de 2012

El Espiritismo y la Bíblia

Herculano Pires


ANÁLISIS DE LA BIBLIA BAJO LA LUZ DEL ESPIRITISMO


    Los que viven gritando, con la Biblia en el puño, que el Espiritismo es condenado  por la Biblia, no conocen  una cosa ni la otra. Ignoran lo que es la Biblia, y no tienen la más leve noción de Espiritismo. El día que conozcan ambas cosas, tendrán el pesar por las acusaciones que han proferido.

    Es difícil hablar de la Biblia a las personas asociadas con el proceso de fanatismo religioso, de algunas sectas oscurantistas, que habiendo  llegado  a mediados del siglo veinte, niegan la cultura,  para solo aceptar los escritos  judíos de la época de las civilizaciones agrarias. Son personas sencillas y creyentes, que merecen nuestro respeto, más enteramente incapaces de comprender el problema bíblico

    El Espiritismo es presentado por Kardec, bajo la orientación del Espíritu de Verdad, como una secuencia natural del cristianismo. Es el cumplimiento de la promesa evangélica de Jesús, de enviar a la Tierra al Consolador, que vendría a completar su enseñanza, esclareciendo a los hombres a respecto de aquello que El solo pudo enseñar a través de alegorías, cuando estuvo entre los hombres. Los hombres de entonces no estaban en condiciones  de comprender el fenómeno natural de la  comunicación espirita, que mezclaban con sistemas de magia e interpretaciones supersticiosas. En la Génesis, Kardec  esclarece, en el primer capítulo, que era necesario la evolución de las ciencias, el progreso de los conocimientos, el desenvolvimiento intelectual, para que el espiritismo hiciese su aparición, como doctrina, en nuestro mundo.

    Siendo así, el espiritismo tiene como base las Escrituras, tiene sus fundamentos en la Biblia. Más es claro que el concepto espirita de la Biblia no puede ser igual al de las religiones que quedaron en el pasado, apegadas a las formas sacramentales de la magia, a los ritos materiales  y a los cultos exteriores del propio paganismo. La Biblia no puede ser, para el espirita esclarecido,  la “palabra de Dios” , pues es un libro escrito por los hombres, como todos los otros libros , y es, principalmente, un conjunto de libros en el que encontramos de todo, desde las reglas sencillas de higiene de los judíos primitivos hasta las leyendas  y tradiciones del pueblo hebreo, mezcladas con las herencias de los egipcios y babilonios. El Espiritismo enseña a encarar la Biblia como un marco de la evolución religiosa en la Tierra, más no hace de ella un becerro de oro.
La Bíblia de Gutemberg

    Lo podemos ver estudiando lo que es la Biblia, veamoslo:

   La palabra Biblia significa “Libro” es en verdad una biblioteca, donde están reunidos los libros de la religión hebraica. Representa la codificación de la primera revelación del ciclo del Cristianismo. En ella están escritos, coleccionados, libros de varios autores, en un número de 42. Fueron escritos en hebraico  y arameo y traducidos más tarde para el latín, por San Jerónimo, en la conocida Vulgata Latina, en el siglo quinto de nuestra era. Las Iglesias católicas y protestantes unieron a ese libro los Evangelios de Jesús, dando a estos el nombre  general del Nuevo Testamento.

    El nuevo Testamento, o Evangelio no pertenece de hecho a la Biblia. Es otro libro, escrito mucho más tarde, es una reunión de variados escritos sobre Jesús y sus enseñanzas. El Evangelio es la Codificación de la segunda revelación Cristiana. Trae un nuevo mensaje, sustituyendo al dios-guerrero de la Biblia por el dios –amor  del Sermón de la Montaña. Los espiritas no debemos confundir esos dos libros, más si debemos reconocer la línea histórica  y profética, el linaje espiritual que los liga. Son por tanto dos libros distintos.

    La antigua religión hebraica es generalmente conocida como Mosaica, porque surgió y se desenvolvió con Moisés. La nueva religión de los Evangelios es designada como cristianismo, porque viene de la enseñanza de Cristo.  Más así como en las páginas de la Biblia está inscrito el advenimiento de Cristo, también  es anunciado el advenimiento del Espíritu de Verdad. Este advenimiento se dio en el siglo pasado, con la tercera y última revelación cristiana llamada revelación espirita.  Cinco libros  aparecen, entonces, escritos por Allan Kardec, pero dictados, inspirados  y Orientados por el Espíritu de Verdad y otros Espíritus Superiores, los cinco libros fundamentales  del Espiritismo, que tienen como base El Libro de los Espíritus. Los cinco representan la codificación de la tercera revelación. Esa revelación se llama Espiritismo porque fue dada por los Espíritus. Su finalidad es esclarecer  las enseñanzas anteriores de acuerdo con la mentalidad moderna, ya suficientemente aireada  y evolucionada para entender las alegorías y símbolos contenidos en la Biblia y en el Evangelio. Más se engañan los que piensan  que la Codificación del Espiritismo  es contraria o reforma el Evangelio.
Las tres Revelaciones

    La palabra de Dios no está en la Biblia, más si en la naturaleza, traducida en sus leyes.  La Biblia es simplemente una colección de libros hebraicos, que nos dan un panorama  histórico del judaísmo primitivo. Los cinco libros iniciales de la Biblia que contienen el Pentateuco  mosaico, se refieren a la formación y organización del pueblo judío, después de la liberación  de Egipto y la conquista de Canaán. Esos libros fueron atribuidos a Moisés, pero no fueron escritos por él, pues relatan, inclusive, su propia muerte.

    Las pesquisas históricas revelan que los libros de la Biblia tienen origen en la literatura  oral del pueblo judío. Solo después del exilio en Babilonia fue cuando Esdras consiguió reunir  y recopilar los libros orales (guardados en la memoria) y proclamarlos en la plazas públicas  como la ley del  judaísmo, dictada  por Dios.

   Los relatos históricos de la Biblia son al mismo tiempo ingenuos y severos. Que el estudiante lea por ejemplo, el Deuteronomio, especialmente los capítulos 23 y 28  y vea si Dios  podría haber dictado esas reglas tan sencillas, aquellas tan poco piadosas de guerra,  aquellas de maldiciones terribles contra los que no creen en “Su palabra”. Esas maldiciones, hasta hoy, asustaron a las criaturas sencillas que tienen miedo de dudar de la Biblia.

    Las leyes morales de la Biblia pueden ser resumidas en los Diez Mandamiento. Más esos mandamientos nada tienen de transcendentes. Son reglas normales de vida para un pueblo de pastores y agricultores, con pormenores que hacen reir al hombre de hoy en día. Por eso los mandamientos son hoy presentados en resumen. El Espíritu  que dicto esas leyes  a Moisés,  en el Sinaí, era el guía espiritual de la familia de Abrahán, Isaac y Jacob, más tarde transformado  en el Dios de Israel. Desempeñando una elevada misión, ese Espíritu preparaba  al pueblo judío para el monoteísmo, la creencia en un solo Dios, pues los dioses de la antigüedad eran muchos.

    El Espiritismo reconoce la acción de Dios en la Biblia, más no puede admitirla como la “palabra de Dios”. En verdad, como nos  mencionó el apóstol pablo, fueron los mensajeros de Dios, los Espíritus  quienes guiaron al pueblo de Israel, a través de los médiums, entonces llamados  profetas. El propio Moisés  era un médium, en constante ligación con Yavé  o Jehová el dios bíblico, violento  e irascible, que es muy diferente  del dios-padre  del Evangelio.  Debemos respetar la Biblia en su exacto valor, pero nunca hacer de ella un mito, un nuevo becerro de oro. Dios no dictó  ni dicta libros a los hombres.

    El origen mediúmnico de las religiones es hoy una tesis probada por las pesquisas antropológicas y etnológicas. Solo los materialistas la rechazan.

    El apóstol Pablo afirmó perentoriamente; “Vosotros recibisteis la ley  por los ministerios de los Ángeles”, esto está  en los  Actos,7: 53, explicando  en Hebreos 2: 2: “Porque la ley fue anunciada por los Angeles”, y confirmando en la misma epístola, 1: 14: “Los Espíritus son administradores, enviados para ejercer el  ministerio”. Antes, en Hebreos. 1: 7, Pablo, después de advertir que Dios había hablado de muchas maneras a los profetas, aún dice sobre los ángeles: “ lo que hacen los Anjeles espíritus  y sus ministros  llamas de fuego”.

    Está claro que los ángeles son espíritus, reveladores de las leyes de Dios  a los hombres, tal como afirma el Espiritismo. Pablo va más aún  lejos, afirmando en los Actos 7: 30- 31, que Dios habló a Moisés a través de un ángel en la zarza ardiendo.

   Todos los que acusan al espiritismo están faltos de estudio, si su dogmatismo fuese puesto a un lado y estudiasen un poco,  comprenderían esas cosas, que la Biblia fue inspirada  por los Espíritus, como mensajeros de Dios, en lo tocante a sus libros proféticos, que llamamos mediúmnicos. Los libros históricos y de legislación civil recibieron también la colaboración de los Espíritus.  La Biblia es pues, un libro mediúmnico  que no puede condenar al Espiritismo, pues se estaría condenando a sí misma.

    Dioses, ángeles y demonios, de la Biblia, de los Vedas, del Alcorao, de todos los libros sagrados, nada más son  espíritus. Ellos no pueden condenar al espiritismo, porque  ellos son la prueba tradicional de la verdad espirita, a lo largo de la Historia, tal como  enseña  Kardec. Lo que Moisés condenó fue el abuso de la mediúmnidad, y eso el espiritismo también lo condena.

Extraído del libro de Herculano Pires ”Visión espirita de la Biblia”



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