Entradas populares

lunes, 27 de septiembre de 2010

Una parte resumida del Libro de los Espíritus



GRUPO DE ESTUDIOS ESPÍRITAS
Integrante: Xiomara Ramírez
José Luís Martín

LIBRO DE LOS ESPÍRITUS

LIBRO PRIMERO
CAUSAS PRIMERAS


            Diserta sobre los conceptos básicos de la creación (Dios, espíritus y materia), las causas primarias, con el objetivo de enmarcar y esclarecer los principios filosóficos de la doctrina.  Se divide en cuatro capítulos, que se titulan: Dios; elementos generales del universo; creación; principio vital. Aborda las preguntas filosóficas de la Doctrina Espirita, contenido en  75 preguntas seguidas de sus respuestas y argumentos. Explica que es Dios, definiendo  a “Dios como inteligencia  suprema, causa  primarias de todas las cosas”, eterno, inmutable único, omnipotente, soberanamente justo y bueno. Estable la existencia de un mundo espiritual y material, que todo el universo esta poblado y que “las condiciones de existencia de los seres que habitan los diferentes mundos deben ser apropiados al medio en que están llamados a vivir”


LIBRO SEGUNDO
MUNDO ESPÍRITA O DE LOS ESPIRITUS

Explica todo lo relacionado a los espíritus, con el objeto  de esclarecer como se desenvuelve la existencia de los espíritus, el mundo espiritual y su intervención en el mundo material. Se divide en once capítulos, que se titulan: De los espíritus; la encarnación de los espíritus; regreso de la vida material a la espiritual; pluralidad de existencias; consideraciones sobre la pluralidad de existencias; vida espiritista; regreso a la vida corporal; emancipación del alma; intervención de los espíritus en el mundo corporal; ocupaciones y misiones de los espíritus; los tres reinos, distribuidos en 538 preguntas con sus respectivas respuestas, tratando temas como: Origen y naturaleza de los espíritus; los órdenes de espíritus; el tema de los ángeles y los demonios; la reencarnación y su objeto; el alma y el materialismo; los mundos transitorios; sensaciones de los espíritus; cómo es el regreso a la vida corporal; la unión con el cuerpo; las simpatías y antipatías; el dormir y los sueños; la intervención en el mundo corporal; las ocupaciones y misiones de los espíritus; los minerales, las plantas, animales y el hombre. Instruye que los espíritus “son los seres inteligentes de la creación, pueblan el universo fuera del mundo material”, que pueden interactuar con personas, que dependiendo de nuestros pensamiento y acciones nos sintonizamos con los espíritus. Que hay tres órdenes de espíritus (los imperfectos, los buenos, los espíritus puros). Los ángeles son espíritus puros y los demonios son espíritus menos puros. También esclarece que el alma es un espíritu encarnado y al dormir el cuerpo descansa pero el “espíritu recorre el espacio y entra en relación mas directa con otros espíritus”. Que los espíritus influyen en nuestros pensamientos y “su influencia es mayor de lo que creéis; porque a menudo son ellos quienes os dirigen”. Pero esta “influencia nunca se aparta de las leyes de la naturaleza” y que depende de nosotros el alejar los males y atraer la prosperidad. “Dios os ha dado la inteligencia para que os sirváis de ella, y en este punto especialmente vienen en vuestra ayuda los espíritus, sugiriéndoos pensamientos propicios; pero no asisten más que a los que a si mismo saben asistirse, y tal es el sentido de estas palabras: Buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.”

El Espiritismo como Ciencia



En el medio espírita es muy común la utilización de la palabra “ciencia” para dar una definición de la doctrina espírita. Incluso Allan Kardec, al dar una definición del espiritismo, usa la palabra ciencia, es más, dice textualmente: “El espiritismo es la ciencia que estudia la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, y las relaciones que hay entre el mundo espiritual y el mundo corporal”.

El uso de esta palabra es uno de los temas que más puede sorprender a aquellas personas que no conocen el espiritismo, ya que les extraña que el concepto de ciencia vaya unido a una idea que se encarga de cuestiones como la comunicabilidad con los espíritus, la reencarnación, la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, las enseñanzas morales de Jesús etc.

Otro de los argumentos de aquellos que no conocen el espiritismo, es que la ciencia no considera los fenómenos espíritas dentro de sus objetivos de estudio. En esta cuestión, tenemos que considerar que la “ciencia” es un medio de conocer la realidad, siguiendo un determinado método, que se designa con el nombre del “método científico”.

Teniendo en cuenta esta premisa, todo medio de aproximación a la realidad que tenga en cuenta este método, será, por consecuencia, una ciencia, independientemente que sea o no considerada “oficial”. Dentro de este orden de ideas, debemos reconocer, también, que cada ciencia se especializa en un determinado contexto, por ejemplo, la Biología, en el estudio de la vida en sus múltiples aspectos, la física de las propiedades íntimas de la materia, la química de las interacciones de estas propiedades, y así cada una de las ciencias, se dedica a una rama del conocimiento, teniendo su especialización.

Por ello, que la medicina, la biología, la física… no se ocupen de las cuestiones espirituales no significa que estas no sean verdad, solo que por el momento, no son el objetivo de sus investigaciones. Por otra parte, existe también un proceso sociológico estudiado perfectamente por las ciencias de la educación. Es el de las “creencias”, y cuando hablamos de creencias, no nos referimos solo a las creencias religiosas. Y entre las creencias “erróneas” que hacen parte de nuestra sociedad, es la de atribuir un carácter de infalibilidad a la denominada ciencia oficial y a los científicos que se encargan de ella. Esto es una realidad, y la podemos observar a diario, sobre todo nosotros.

Hemos oído decir en más de una ocasión, cuando le planteamos a alguien la idea de la doctrina espírita: “si fuera verdad, la ciencia lo diría”. Desde el punto de vista científico, esto es un absurdo, ya que la propia ciencia demuestra su progreso constante, y afirma que para nada está en posesión absoluta de la verdad, sino todo lo contrario.

Precisamente una de las ideas más interesantes de la ciencia, es que no tiene principios o teorías absolutas, ya que nuevos métodos de investigación podrían hacernos observar mejor los fenómenos y descubrir cosas que no sabemos, u otras que creemos que son de una manera, que sean de otras. En definitiva, si el espiritismo es una ciencia o no, no será porque lo confirmen las llamadas ciencias oficiales, sino porque en realidad siga o no el método científico. Pero antes de pasar a verificar si el espiritismo sigue o no el método científico, vamos a explicar rápidamente en qué consiste el método científico.

Se considera método científico a una serie de pasos, que tienen por objetivo el estudio de un fenómeno. La característica fundamental del método científico, es que estudie fenómenos naturales, y que de alguna manera, puedan ser percibidos por los sentidos, o bien por medio de instrumentos capaces de percibirlos. Todo lo que no sea natural, no sería característico de la ciencia. El primer paso del método científico, es la observación. Ella consiste en el proceso de observar un determinado fenómeno que existe en la naturaleza. La observación exige de un conocimiento, ya que los fenómenos naturales existen en la naturaleza y son observados generalmente por las personas, más no todas los observan desde una visión científica. La observación del fenómeno, no implica simplemente verlo, sino preguntarse los porqués. El porqué ocurre, cual es la causa que lo provoca, cuales son sus consecuencias, etc.

El segundo paso del método científico, es la formulación de hipótesis. Una hipótesis, es una suposición que pretende explicar el fenómeno observado. La hipótesis debe ser racional, que explique de forma lógica el fenómeno, y que pueda responder a las diversas formas en las que el fenómeno pueda presentarse. Además, algo muy importante, es que la hipótesis pueda ponerse a prueba, y demostrarse si es cierta o no lo es. Sin esta última característica, no estaríamos hablando de una ciencia, sino de una filosofía, que puede demostrar de forma lógica un determinado fenómeno, más no puede hacerlo de forma empírica, es decir, demostrando las hipótesis.

El tercer paso, sería la experimentación. Es un paso muy importante, cuyo objetivo es la verificación de la hipótesis planteada. En este paso se pueden usar dos o varias variables, dependiendo del objeto de estudio. Además, esas variables pueden ser modificadas por el experimentador, o bien pueden no ser modificadas, dependiendo de la naturaleza de esas variables.

Lo importante, es que el objetivo sea cumplido, es decir, que la hipótesis sea demostrada empíricamente o bien no se pueda demostrar, lo que llevaría a formular nuevas hipótesis y repetir el proceso. Y el cuarto paso, es la formulación de leyes y teorías, que constituye la parte definitiva.

En relación a las investigaciones hechas, los datos obtenidos, se elaboran las leyes o teorías, dependiendo de los resultados obtenidos. Es un paso que requiere mucho estudio para no equivocarse en la formulación de esas conclusiones, que nunca serán definitivas, sino provisionales, a la espera de que nuevos conocimientos puedan ampliarlas, refutarlas o validarlas. De forma muy rápida y concisa, hemos visto los pasos del método científico.

Ahora, nos toca determinar si el espiritismo ha seguido esos pasos o no, lo que haremos también de forma muy rápida, ya que existen diversas obras donde se explican con más detalle estos pasos, obras a las cuales remitimos al lector para un mayor conocimiento del tema. Como dijimos, el primer paso del método científico, es la observación racional, es decir, empleando la razón en aquello que se observa, intentando preguntarnos los porqués de lo que pasa. Si estudiamos con detenimiento la historia del espiritismo, veremos como ese primer paso fue perfectamente realizado.

Desde los fenómenos en Hydesville, a través de las hermanas Fox, se han venido observando una serie de fenómenos que entraba a formar parte de lo que hoy se conoce con el nombre de “paranormales”. Esos fenómenos, que sucedían espontáneamente, fueron al comienzo objeto de diversión de multitud de personas, empero, otras, al observar estos fenómenos, comenzaron, lo que podríamos denominar: “la era científica de los fenómenos paranormales” ya que al observarlos, se preguntaban cuales eran las causas que los producían.

Entre estas personas hubo muchos que también eran destacados en las diversas ciencias oficiales, y que delante del nuevo campo de investigación, usaron la misma rigidez, (o incluso más), que la empleada para la investigación de sus campos profesionales de estudio. Entre ellos, en esa época, podemos citar a: (poner nombres de los científicos referidos). (Ver el libro: “Historia del Espiritismo” de Arthur Conan Doyle) Siguiendo con el método científico, el segundo paso es el de elaborar hipótesis que explicasen esos fenómenos. Así, paralelamente al interés suscitado por ese orden de fenómenos, comenzaron a surgir diversas hipótesis, que intentaban explicar los fenómenos.

Las hipótesis que surgieron fueron muchas y muy diversas, sobre todo, por tratarse de un campo de estudio totalmente nuevo. El lector podrá encontrar una relación de algunas de ellas en el capítulo 3 del libro de los médiums de Allan Kardec, titulado: “Sistemas”.

A pesar de las muchas hipótesis que surgieron, muchas de ellas fueron descartadas en breve, por no poder explicar sino una parte muy concreta de los fenómenos y no los fenómenos en todas sus modalidades. Otras prevalecieron más tiempo, y entre ellas, podemos destacar cuatro grupos generales. El primer grupo, sería el de ver una causa energética absolutamente mecánica en los fenómenos.

Otro grupo de hipótesis, pretendía explicar los fenómenos, como resultado de una manifestación inconsciente y mecánica de la inteligencia de los asistentes a las reuniones. Otro grupo de ideas al respecto de esos fenómenos, afirmaba que todo se trataba de un fraude muy bien elaborado. Y el último, que las manifestaciones eran resultado de inteligencias extracorpóreas, a las que se designaba con el nombre de espíritus.

El desafío siguiente, sería intentar ver cual de esas hipótesis podía explicar mejor los hechos. Llegamos así, al tercer punto del método científico, la experimentación: Dentro de este aspecto, las investigaciones partieron de lo conocido a lo desconocido, e intentaron responder en primer lugar, a aquellas hipótesis que eran más conocidas, para pasar a las más desconocidas. Por ello, lo primero que se intentó verificar, era si los fenómenos eran o no reales. Es decir, si la hipótesis de fraude los podía explicar.

Después de someter a los médiums a investigaciones cuidadosas, se pudo concluir con que había, efectivamente, una serie de fenómenos que eran fraudulentos, sobre todo se podía ver esto en personas que los realizaban de forma profesional, y tenían un rendimiento económico, sin embargo, también se observaron muchos fenómenos que eran reales, y en los que era imposible ver un fraude. Sobre todo, en los fenómenos espontáneos.

También existía otro factor a tener en cuenta, y era que entre los médiums, los había que no ganaban nada, que todo lo hacían de forma desinteresada y que solían sacar más perjuicio que beneficio de los fenómenos. Fue especialmente entre estos médiums, donde se encontraron más pruebas evidentes de la realidad del fenómeno. Una vez descartada la idea de fraude, se investigó en torno de la posibilidad que una fuerza mecánica actuase en los fenómenos. Sin embargo, los fenómenos presentaban inteligencia, y podían contestar de forma racional a las preguntas hechas por los investigadores. Por ello, se descartó la idea de que la causa fuese únicamente mecánica, ya que debía, para contestar de forma inteligente, ser inteligente. Así, se llegó a la conclusión de que los fenómenos eran una manifestación inconsciente de los manifestantes. Esta idea hubiera sido muy buena si no hubiera una serie de hechos que la desmentían. Era que a veces, las ideas expuestas por el fenómeno, eran
contrarias a las que los asistentes tenían. Otras veces, el fenómeno se manifestaba mostrando características sumamente personales, como una individualidad, una personalidad, unos gustos, unos conocimientos, etc. Que no eran los de los allí presentes. Otras veces, se manifestaba en un idioma que ninguno conocía, otras veces por medio de la pintura. En definitiva, mostrando una individualidad y unos conocimientos propios, por lo que esa hipótesis no parecía explicar todos los fenómenos.

Por último, la idea espiritista, es decir, que eran los espíritus los que producían todos esos fenómenos. Como vemos, el tercer punto del método científico, está presente en el espiritismo, pues ha habido una investigación para intentar explicar las diversas hipótesis que surgieron para explicar un determinado orden de hechos. Incluso los datos obtenidos, pueden ser catalogados como empíricos. Pues se pudo tener constancia material de los fenómenos producidos, y las dos o más variables con las que se trabajaba, eran perfectamente empíricas.

Remitimos al lector a la obra ya mencionada, “Historia del espiritismo”, donde encontrará un resumen de las diversas investigaciones que se llevaron a cabo. De la misma forma, podrá el lector encontrar en la lectura de dicho libro, otras fuentes donde ampliar sus conocimientos sobre el proceso de investigación frente a los fenómenos mediúmicos. Como resultado de esa investigación, surgieron unas conclusiones que fueron perfectamente catalogadas, y que serían la elaboración de las diversas leyes y teorías, como conclusión de los estudios realizados.

“El Libro de los Médiums” de Allan Kardec, por ejemplo, es un compendio de las conclusiones a que se llegaron después de largos estudios. Quizás, quien lea el Libro de los Médiums, pueda pensar que las conclusiones a las que llegó Kardec, en su investigación de la mediúmnidad, puedan haber sido un tanto precipitadas. La verdad es que Kardec establece en el libro los resultados, pero no repite las investigaciones que le llevaron a esos resultados, por la razón de que ya están sumamente explicadas en otras obras que tratan sobre el asunto.

Lo realmente admirable, es que hoy, después de 150 años, las conclusiones a las que llegó Kardec siguen siendo válidas dentro de la ciencia espírita, que por supuesto, continúa progresando y actualizándose, condición precisa para que sea ciencia. Lamentablemente, es un campo de investigación “no oficial” y por lo tanto, las posibilidades son escasas, ya que no se tienen los suficientes recursos como para poder realizar una investigación aún mayor.

Trabajos como los del ingeniero Hernani Guimaraes Andrade, o el Doctor Felipe Sergio de Oliveira, son ejemplos admirables de investigaciones actuales en el campo de la mediúmnidad. Una de las críticas más comunes al respecto del espiritismo como ciencia, es que no aborda fenómenos naturales. A mi, personalmente, me parece una crítica absurda, porque no creo que nadie tenga el control sobre lo que es o no es natural. El espiritismo es muy claro a este respecto, y afirma que los fenómenos mediúmnicos son perfectamente naturales.

El problema, es que se considera natural, solo lo que la ciencia oficial puede estudiar, en una postura estrecha de miras, ya que según eso, estamos limitando la naturaleza a la ciencia, lo que debería ser al contrario, pues es la ciencia la que estudia en la naturaleza y no ésta la que actúa según la ciencia.

Por lo tanto, establecer que los fenómenos mediúmnicos no son naturales, es demostrar escasa inteligencia y pretender que las cosas giran en torno de nuestras ideas. Otra de las críticas que se oponen al concepto del espiritismo como ciencia, es que las variables no pueden ser modificadas a gusto del experimentador. Esto es cierto, pero hoy se conocen muchas ciencias cuyas variables no pueden ser modificadas por el experimentador, ya que el campo de estudio está dentro de una serie de fenómenos que no son modificables por el hombre, y que solo se producen en determinadas circunstancias. Incluso muchos de estos fenómenos, para ser correctamente estudiados, necesitan de esta característica, pues si el hombre los modifica, los resultados no serían iguales. Por ejemplo, si deseamos estudiar el comportamiento de los animales dentro de su hábitat natural, no podremos cambiar variables de estudio, ya que al hacerlo, estaríamos modificando los posibles resultados. El espiritismo
estudia los seres espirituales y sus relaciones con el hombre, por lo que el estudio deberá ser observarlos en su campo de acción, lo que no implica que sea una ciencia. Llegamos al final del artículo, sin la pretensión de haber agotado el tema. Hay mucho que hablar sobre el mismo, sin embargo, lo que pretendíamos, era intentar explicar que el espiritismo es realmente una ciencia.

Artículo de Juan José Torres

Investigando los efectos de la oración



LOS INVESTIGADORES SE FIJAN EN EL PODER DE LA ORACIÓN
Hilary E. MacGregor. Los Angeles Times
Jun. 1, 2005 03:11 PM

SAN FRANCISCO - Sobre una mesa de operaciones en un centro médico en San Francisco, una paciente de cáncer de mama se somete a una cirugía reconstructiva después de una mastectomía. Pero ésta no será una cirugía ordinaria. Un sanador chamánico a tres mil millas de distancia ha recibido el nombre de la mujer, una foto y detalles acerca de la operación.

En cada uno de los siguientes ocho días, el sanador rezará durante 20 minutos por la recuperación de la paciente con cáncer, sin que ésta lo sepa. Un cirujano ha insertado dos pequeños tubos de fábrica dentro de la ingle de la mujer para permitir a los investigadores saber lo rápido que sana.

La mujer es una paciente en un estudio extraordinario llevado a cabo por el gobierno que quiere determinar si la oración tiene el poder de sanar pacientes desde lejos - un campo conocido como "sanación a distancia". Mientras que este término no le sea probablemente familiar a la mayoría de los americanos, la idea de rezar en sus casas, hospitales y lugares de culto no lo es. En los años recientes, la medicina ha mostrado un interés creciente en investigar los efectos de la oración y la espiritualidad sobre la salud. Una encuesta sobre 31.000 adultos efectuada el año pasado por el Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad encontró que el 43 por ciento de los adultos de los E.E.U.U. rezaban por su propia salud, mientras que el 24 por ciento tenían a otros rezando por su salud.

Algunos investigadores dicen que esta razón es suficiente para estudiar el poder de la oración.

"Casi cada comunidad en el mundo tiene una oración para la enfermedad, que practican cuando un miembro de su comunidad está enfermo," dijo Dr. Mitchell Krucoff, un cardiólogo de la Universidad Duke e investigador en el campo de la oración y la sanación a distancia. "Es una practica cultural ubicua, hasta donde podemos contar. Las prácticas culturales en el cuidado de la salud frecuentemente tienen una razón. Pero entender esta razón, aprender el mejor modo de usarla, requiere ciencia clínica básica".

La ciencia sólo ha comenzado a explorar el poder de la sanación a distancia, y los primeros resultados de esta investigación no han llegado a una conclusión. En un artículo publicado en los Anales de Medicina Interna en 2000, investigadores reportaron 23 estudios acerca de técnicas de sanación a distancia, que incluían sanación religiosa, energética y espiritual. Trece de los 23 estudios indicaron que existen efectos positivos en la sanación a distancia, nueve estudios no encontraron efectos beneficiosos y uno mostraba un modesto efecto negativo en el uso de sanación a distancia.

El estudio de la sanación a distancia fue una vez el campo de excéntricos científicos, pero investigadores de instituciones tan prominentes como el Instituto Médico

Mente/Cuerpo en Chestnut Hill, Massachuset, el Centro Médico de la Universidad Duke en Carolina del Norte y el Centro Médico California Pacific en San Francisco se han introducido en este asunto. Y los Institutos Nacionales del Centro de Salud Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa han gastado 2,2 millones de dólares en estudios sobre la sanación a distancia y la oración de intercesión desde 2000 - una pequeña fracción del presupuesto anual de la agencia, que sumó un total de 117 millones de dólares en 2004.

Algunas personas piensan que esta relativamente pequeña suma de dinero no está bien empleada.

"No puedes usar la ciencia para probar a Dios," dijo John T. Chibnall, un profesor asociado de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de St. Louis en Missouri, quien co-escribió una mordaz refutación de los estudios acerca de la sanación a distancia publicados en los Archivos de Medicina Interna en 2001. "No deberíamos malgastar el dinero del gobierno mostrando que Jesús es 'el hombre'," dijo Chibnall en una entrevista. "La fé es la fé. La ciencia es la ciencia. No useis la ciencia para aumentar o disminuir la creencia en Dios."

Mientras algunos científicos se oponen a estos estudios sobre materias religiosas o científicas, otros se preguntan si es posible trazar un método científico válido para medir algo tan nebuloso como el poder de la oración.

¿Qué constituye una "dosis" de oración? ¿Cómo define uno la oración? ¿Es canalizar la intención budista o la energía Reiki lo mismo que rezar al Dios judeocristiano? ¿Y cómo determinas si fue la oración lo que hizo que el paciente se pusiera mejor, u otra cosa, como el efecto placebo?

"Hay enormes problemas metodológicos y conceptuales con los estudios sobre la sanación a distancia," dijo el Doctor Richard Sloan, un profesor de medicina del comportamiento en la Universidad de Columbia en Nueva York. "Nada en nuestra comprensión del universo o de nosotros mismos sugiere cómo los pensamientos de un grupo de gente podrían influir la fisiología de personas a 3.000 millas de distancia."

El cardiólogo Randolph Byrd hizo el primer estudio clínico sobre sanación a distancia en el Hospital General de San Francisco en 1988. Dividió a 393 pacientes cardiacos en dos grupos.

Un grupo recibió oraciones de cristianos fuera del hospital; el otro, no. Su estudio, publicado en el Southern Medical Journal, encontró que los pacientes por los que no se rezó necesitaron más medicación y fueron más propensos a sufrir complicaciones. Aunque tenía fallos, el estudio generó una considerable atención.

Desde entonces, los investigadores han continuado observando los posibles efectos de la oración remota y otras técnicas de sanación a distancia similares en el tratamiento de afecciones del corazón, SIDA y otras enfermedades así como en la infertilidad. Numerosos experimentos que incluían oración y sanación a distancia han sido también hechos sobre animales y plantas. Uno de dichos estudios encontró que los sanadores podían incrementar la tasa de sanación de heridas en ratones.

"Los críticos normalmente se quejan si ves resultados positivos en humanos porque lo achacan al pensamiento positivo, o al efecto placebo," dijo el Doctor Larry Dossey, un interno retirado en Santa Fe, y autor de numerosos libros sobre espiritualidad y sanación. "Los microbios no piensan positivamente, y no están sujetos a la respuesta placebo."

En los primeros noventa, Elisabeth Targ y unos colegas en el Centro Médico California Pacific estudiaron los efectos de la sanación a distancia sobre 20 pacientes de SIDA. Schlitz, que trabajó con Targ (que murió de un tumor cerebral en 2002), dijo que el estudio encontró que aquellos que recibieron oraciones sobrevivieron en mayor número, se enfermaron menos frecuentemente y se recuperaron más deprisa que los otros. Un posterior estudio que siguió a 40 pacientes encontró resultados similares.

Aproximadamente al mismo tiempo, Krucoff de la Universidad Duke estaba liderando un pequeño pero inusual experimento para determinar si pacientes cardiacos se recuperarían más rápido tras la cirugía angioplástica si recibían cualquiera de varios tratamientos intangibles. Su estudio comparó los resultados de Healing Touch, relajación del estrés, y sanación a distancia con los cuidados normales.

Sanadores espirituales de todo el mundo-incluyendo judíos elevando plegarias en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, budistas rezando en monasterios en Nepal y Francia, monjas carmelitas en Baltimore ofreciendo oraciones durante las vísperas, y moravianos, baptistas y cristianos fundamentalistas rezando en la iglesia - rezaban simultáneamente por uno de los distintos grupos designados en el estudio.

Todos los grupos fueron mejor que el grupo que sólo recibió los cuidados habituales, pero aquellos que recibían oraciones a distancia fueron los mejores. Desde entonces, ha completado un estudio mayor y desde múltiples sitios. Ese estudio - el más completo hasta la fecha - se encuentra en estos momentos en revisión para su publicación en una revista médica