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martes, 29 de noviembre de 2011

Combustión Humana


¿ Es posible la Combustión Humana espontánea ?



Michael Faherty, de 76 años, desencarnó en su casa en Galway el día 22 de diciembre de 2010. El cuerpo carbonizado fue encontrado con la cabeza girada  para la chimenea. El médico juez de instrucción Ciaran McLoughlin, de West Galway, Irlanda, afianzo que Faherty fue víctima de una “auto combustión humana”. “El incendio fue totalmente investigado  y la conclusión es de que el hecho se encaja en la categoría  de “Combustión humana espontanea, para la cual no hay una explicación adecuada” (1)  McLoughlin explico que esa era la primera vez en 25 años  de su carrera que dio un parecer de combustión espontanea.
Larry Arnold, un experto  en auto combustión humana, sugirió  que el fenómeno resulta de una nueva partícula subatómica llamada “pyroton” que, según el, interactúa con las células para crear una micro-explosión. Más no existe ninguna evidencia científica probando la existencia de tal particular.

La primera combustión humana espontanea conocida fue divulgada por el anatomista dinamarqués Thomas Bartholin, en 1663, cuando describió como una mujer en Paris “fue reducida a cenizas  y humo” mientras dormía. El colchón de paja  donde ella estaba echada  no fue dañado por el fuego. , En 1763, Jonas Dupont presentó, en Lyon, una tesis de doctorado: de incendios corporales humanossponraneis; el fue el primero en tratar el asunto oficialmente.
En el siglo XIX, Charles Dickens despertó gran interés en el asunto,  usándolo para matar a un personaje de su novela “La Casa Abandonada ("Bleak House"). Krook, el personaje alcohólatra  (compartía la creencia común en esa época de que la combustión humana  espontanea era causada por las cantidades excesivas de alcohol en el cuerpo. (2) Surgieron algunas críticas acusando a Dickens de divulgar supersticiones, más el escritor respondió a los ataques citando sus fuentes de investigación  sobre la auto combustión humana – especialmente el caso de la Condesa Cornelia de Bandi, de Cesena, Italia, ocurrido en 1731 – y el de Nicole Millet.
Estrictamente hablando, nadie ha probado o refutado de manera concluyente la combustión humana espontánea y concreta. Por tanto, estamos distantes de un fenómeno  paranormal no mencionado en la literatura consagrada por las explicaciones espiritas y que han desafiado a la inteligencia de los investigadores. El hecho  es uno de los  más complejos fenómenos estudiados por la parapsicología y, sin duda, de los más difíciles de ser comprobados  y sobre el cual  muchos científicos prefieren mantener silencio. La definición puede parecer un tanto vacía, más la verdad es que poco  o nada se sabe sobre el acontecimiento – como se inicia, como termina o por qué ocurre.
Lo intrigante de la cuestión es: ¿los cuerpos físicos pueden ser  consumidos espontáneamente por el fuego? Muchas personas acreditan  que la auto combustión humana sea un hecho real, más la mayoría de los científicos no están convencidos  a pesar de las evidencias por las innumerables imágenes fotográficas existentes. Para algunos, la combustión espontanea ocurre cuando una persona rompe en llama por causa de  una reacción química interna  aparentemente no provocada por una fuente externa de calor (ignición). ". “En diciembre de 1966, el cuerpo del Dr. J. Irving Bentley, de 92 años, fue descubierto en Pensilvania,  al lado del medidor de electricidad de su casa. En realidad, apenas parte de la pierna de el  y un pie,  aun con la zapatilla, fueron hallados, el resto de su cuerpo se habían convertido en cenizas.” (3)
¿Cómo esclarecer  que un hombre se pegue fuego – sin ningún origen aparente de chispa o llama – quemado completamente el propio cuerpo, sin esparcir las llamas para ningún objeto próximo? El caso  del Dr. Bentley, y ciento de otros casos semejantes, quedaron conocidos  como  casos de “combustión humana  espontanea” Bentley,, aunque el y otras víctimas del fenómeno habían sufrido combustión casi total, los alrededores de donde se encontraban, o las propias ropas, muchas veces no sufrían daño alguno. (4)
Cierta vez, la TV Globo mostró a un “señor que durmió dos días sucesivos y al despertar noto en su cuerpo quemaduras espontaneas profundas  y su mano derecha completamente carbonizada, la cual tuvo que ser amputada. Un médico y un científico abordados al respecto de ese hecho  tampoco supieron explicarlo. Más  como es de practico, bautizar el fenómeno: “Combustión espontanea del cuerpo humano”, (5)
Allan Kardec elucida los fenómenos (anímicos) de efectos físicos (ruidos, golpes, lanzamientos de objetos, transportes, la quema o combustión espontanea de [ropas, colchones, muebles], psicometría (percepción de hechos a partir  de objetos) etc. (6) las manifestaciones  físicas estuvieron relacionadas al propio surgimiento de la Doctrina Espirita, en el siglo XIX, cuando el profesor Rivail tuvo u atención despierta para las llamadas mesas giratorias y pasó a estudiarlas conforme consigna El libro de los Espíritus en la Introducción al Estudio de la Doctrina Espirita.  Los fenómenos espiritas de ese género, de modo general, las manifestaciones físicas espontaneas objetivaban llamar la atención de Kardec y convencerlo de la presencia  de una fuerza superior  a la del hombre. (7) todavía, se resalta que el maestro de Lyon nada investigo y ni los espíritus informaron sobre el fenómeno de muertes por la combustión humana.
“Existe, sin embargo, la facultad, la cual utilizaba Daniel Dunglas Home, que producía fenómenos de combustión espontanea, más que no era  auto combustión que no lo quemaba. En una experiencia memorable ante al Emperador Napoleón III, antes de Allan Kardec, en el mes de abril de 1852, invitado a las Tulherias po aquel, dio las mayores demostraciones de mediúmnidad,  porque al Emperador le gustaba la prestidigitación (ilusionismo)  y aseguraba que los  fenómenos  producidos por Daniel y por otros, eran  de ilusionismo, de malabarismo. Entre las manifestaciones notables que Daniel produjo en aquella noche, una fue tomar de una hoja de papel, estrujarla , lanzándola a las llamas del fuego diciendo: “No te quemes” . – y la hoja de papel permaneció intacta. El se apartó algunos metros, y ordenó: “Te puedes quemar” .  – y ella ardió. Constatamos que el, había  impregnado de energía  anti combustible y, al darle la orden, la energía desgastada, no aisló el papel.  Normalmente, esa facultad es expiatoria, para llamar la atención para la realidad de nuestros actos, ya que somos autores de nuestros destinos.” (8)
¿Cuál es la causa de los fenómenos de efectos físicos? ¿Cuál  es su origen y su finalidad? Cuestiones que pasaron a ocupar el pensamiento del Profesor lionés, que comenzó a estudiarlos, llevándolo a las pesquisas y al trabajo de recopilación y organización de la Codificación Espirita, surgiendo para el mundo los cinco libros que edito usando el criptónimo de Allan Kardec.
Por si acaso, osamos proponer una explicación posible para el fenómeno peculiar que consume a una persona por una llama que parece venir de su propio cuerpo y transformarla  en poco más que un montón de huesos ennegrecidos y polvo.
Creemos que es un proceso expiatorio que alcanzan a algunos seres humanos que invariablemente  practicaron actos impiadosos en el pasado, quizás en los  escenarios de la Inquisición medieval, personas esas que incineraron impiadosamente a los herejes vivos en los troncos del odio, razón por la cual y bajo el látigo de la Ley de Acción y Reacción cargan  las matrices que liberan la materialidad de tan dantesco fenómeno.
Se espera que un día el misterio pueda ser esclarecido más bien, pues la auto combustión de cuerpos representa  uno de los más complejos y atemorizantes acontecimientos paranormales de la historia humana.

Jorge Hessen

" Dos asas conducirán al espíritu humano a la presencia de Dios: una se llama amor y la otra, sabiduría." .
(Emmanuel)



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Ley de destrucción



CAPÍTULO VI – V. LEY DE DESTRUCCIÓN
Destrucción necesaria y destrucción abusiva



728. La destrucción ¿es una ley de la Naturaleza?


Precisa que todo se destruya para renacer y regenerarse. Porque lo que llamáis destrucción no es sino una transformación, que se propone por objeto renovar y mejorar a los seres vivientes.


       Los desastres acontecidos  en el planeta durante este primer periodo del siglo XX1, unos ocasionados por las fuerzas de la  naturaleza, como son:  tsunamis, terremotos,inundaciones y huracanes y otras calamidades creadas   por el hombre, entre ellas: guerras, hambrunas, esclavitud y pobreza  son temas que nos inquietan a todos los seres sensibles  que habitamos el planeta Tierra . Tal razón, nos indujo a escribir dos notas sobre el tema en referencia.  

    El primer tema  que presentamos aquí pretende dar una idea general sobre la opinión de los espíritus superiores sobre la recurrencia de cataclismos en nuestro mundo y como los colocan dentro de una de las leyes de la naturaleza: la  LEY DE DESTRUCCIÓN. La segunda nota es una continuación de la primera y trata sobre que debemos hacer los “Espiritistas ante los Desastres”. Ambos escritos se concatenan entre sí.  

     Al circunscribirnos al asunto que nos concierne en esta nota y con el fin de  comprender mejor la constante secuela  de desastres en el mundo,  creímos  necesario  recurrir a la  fuente, a la palabra orientadora de los espíritus y a su opinión sobre porque ocurren tantas calamidades en nuestro orbe.

     En consecuencia, acudimos al Libro de los Espíritus de Allan Kardec,  que en su Libro Tercero- Leyes Morales Cap. Vl, le asigna el número cinco V , bajo el título de LEY DE DESTRUCCIÓN y la clasifican como una de las leyes  naturales o divinas  que rigen el universo.

     Al respecto, en el Cap.l del Libro de los Espíritus, dedicado a la LEY DIVINA O NATURAL, los espíritus ofrecen unas cuantas respuestas sobre este asunto. Afirman,por ejemplo que  la ley natural es la ley de Dios.  Es la única verdadera para la felicidad del hombre. Le indica lo que debe hacer o no hacer, y sólo es desdichado porque de ella se aparta . Es eterna e inmutable, como Dios mismo (#615). Todas las leyes de la Naturaleza son leyes divinas, puesto que Dios es el autor de la totalidad de las cosas. El sabio estudia las leyes de la materia, el hombre de bien estudia las del alma y la practica (#617). Entre las leyes divinas, unas regulan el movimiento y las relaciones de la materia inerte. Son las leyes físicas. Su estudio es del dominio de la ciencia. Otras conciernen, en especial, al hombre en sí mismo, así como en sus relaciones con Dios y con sus semejantes. Comprenden las reglas de la vida de cuerpo tanto como las de la vida del alma. Éstas son las leyes morales. (#617a.)

1. ¿Con qué objeto castiga Dios a la humanidad con calamidades destructoras?

     Para que progrese más rápido. ¿No hemos dicho ya que la destrucción es necesaria para la regeneración moral de los Espíritus, que adquieren en cada nueva vida un grado más de perfección? Hay que ver el final para evaluar los resultados. Vosotros los juzgáis sólo desde vuestro punto de vista personal, y los llamáis plagas debido al perjuicio que os ocasionan. Pero tales trastornos son a menudo necesarios para acelerar el advenimiento de un orden de cosas mejor, trayendo en unos pocos años lo que hubiera demandado muchos siglos para producirse. (véase respuesta núm.100)

738. ¿No podía Dios valerse, para el mejoramiento de la humanidad, de otros medios que no fuesen calamidades destructoras?
     Sí, y a diario los emplea, puesto que ha otorgado a cada cual los medios de progresar mediante el conocimiento del bien y del mal. El hombre es el que no los aprovecha. Es menester, pues, que se le castigue en su orgullo y se le haga sentir su fragilidad.

Nota- Esta respuesta plantea de una manera muy clara el problema de los “saltos” en la Naturaleza, al que nos referimos en nota anterior. El “salto cualitativo” a que alude la dialéctica marxista, y que en opinión de algunos contradice el orden evolutivo de la Doctrina Espírita, es la exacta expresión de ese tipo de “trastornos” que apresuran el desarrollo. Conforme se advertirá, el Espiritismo reconoce la existencia y la necesidad de tales “trastornos”, pero integrados dentro del proceso general de la evolución, no admitiéndolos como una ruptura de dicho proceso. [N. de J. H. Pires.]


738 a. Pero en medio de esos flagelos el hombre de bien perece lo mismo que el perverso. ¿Es eso justo?

En el transcurso de su existencia, el hombre lo relaciona todo con su cuerpo. Mas después de la muerte piensa de un modo distinto. Como hemos dicho ya: la vida del cuerpo significa poco. Un siglo de vuestro mundo equivale a un relámpago en la eternidad.

"Un siglo de vuestro mundo equivale a un relámpago en la eternidad".


En consecuencia, los sufrimientos que se prolongan durante lo que vosotros llamáis algunos meses o unos cuantos días, no son nada. Se trata para vosotros de una enseñanza, y que os será de provecho en lo por venir. El mundo real es el de los Espíritus, preexistente y sobreviviente a todo . 


   Los espíritus son los seres inteligentes de la creación que pueblan el espacio. Son las almas de los que han vivido en la Tierra y en otros mundos. Representan las potencias de la naturaleza. Dios se vale de ellos para realizar sus miras providenciales.

   Ellos son los hijos de Dios y constituyen el objeto de toda su solicitud. Los cuerpos no son sino disfraces bajo los cuales aparecen aquéllos en el mundo. En medio de las grandes calamidades que diezman a los hombres los Espíritus vienen a ser como un ejército que, durante la guerra, ve sus ropas gastadas, desgarradas o perdidas. El general se preocupa más por sus soldados que por los uniformes de éstos.

738 b.  Pero las víctimas de esas calamidades no por ello dejan de ser tales. - 


Si se considera la vida conforme a lo que es, y cuán poca cosa significa con relación a lo infinito, se le concedería menos importancia. Esas víctimas tendrán en una existencia ulterior amplia compensación a sus padecimientos, si saben sobrellevarlos sin protesta.


 Ya sea que la muerte llegue debido a una calamidad o por una causa ordinaria, nos es necesario morir cuando la hora de partir ha llegado. La única diferencia estriba en que en aquellos casos se marchan un gran número de personas al mismo tiempo.



Si pudiéramos elevarnos con el pensamiento, de manera de obtener una vista panorámica de la humanidad entera, esos flagelos tan terribles no nos parecerían otra cosa que tempestades pasajeras en el destino del mundo.


 739. Las catástrofes destructoras, ¿reportan alguna utilidad desde el punto de vista físico, a pesar de los males que ocasionan?

En efecto, modifican a veces el estado de una región. Pero frecuentemente el bien que de ellas dimana sólo es apreciado por las generaciones ulteriores.
   
 740. Las plagas ¿no serían asimismo para el hombre pruebas morales que lo enfrentan con las más duras necesidades?


 Las plagas son pruebas que ofrecen al ser humano ocasión de ejercer su inteligencia y poner de relieve su paciencia y resignación a la voluntad de Dios, colocándolo en situación de manifestar sus sentimientos de abnegación, desinterés y amor al prójimo, si no está él dominado por el egoísmo.



741. ¿Es dado al hombre conjurar las calamidades que le afligen? -


    En cierto modo, sí, pero no como por regla general se entiende. Muchas calamidades son consecuencia de su propia imprevisión. A medida que va adquiriendo conocimientos y experiencia puede conjurarlas, eso es, prevenirlas, si sabe descubrir sus causas. Pero, entre los males que afligen a la humanidad los hay de un carácter general, que están en los designios de la Providencia, y cuyo efecto cada individuo sufre en mayor o menor grado. A ese tipo de calamidades el hombre sólo puede oponer su resignación a la voluntad de Dios, e incluso dichos males se ven a menudo agravados por su despreocupación.

Entre los flagelos destructores –naturales e independientes del hombre- hay que incluir en primer término la peste, el hambre, las inundaciones, los fenómenos atmosféricos que des truyen los frutos de la tierra. 


"Sin Caridad no hay salvación"
Pero ¿acaso no ha encontrado el hombre en la ciencia, en los trabajos de mejoramiento de los suelos, en el perfeccionamiento agrícola, en la rotación de cultivos y las obras de irrigación, así como en el estudio de las condiciones higiénicas, los medios de neutralizar, o por lo menos atenuar, muchos desastres? Algunas comarcas asoladas otrora por terribles calamidades, ¿no se preservan hoy? ¿Qué no hará, pues, el hombre en pro de su bienestar material cuando aprenda a sacar partido de todos los recursos de su inteligencia, y cuando al cuidado de su conservación persona sepa asociar el sentimiento de una verdadera caridad hacia sus semejantes?



Amar no es desear. Es comprender siempre, dar de si mismo, renunciar a los propios caprichos y sacrificarse para que la luz divina del verdadero amor resplandezca.
- Regina de Souza 


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lunes, 28 de noviembre de 2011

Locura y obsesión

Manuel Philomeno de Miranda


Desde la espiritualidad, nos advierten que el siglo en que estamos, será el siglo de las enfermedades mentales.

El espíritu Manuel Philomeno de Miranda, a través de la psicografía de Divaldo Pereira Franco, psicografó en junio de 1986, la obra "Locura y Obsesión". 

Juan Antonio Durante, el traductor de la obra al castellano, nos la presenta con las siguientes palabras: 

"Cuando leímos por primera vez este libro, sentimos que el mismo poseía un contenido tal de conocimientos y vivencias, que se hacía necesario vertirlo al español, a fin de que un mayor número de personas, espíritas o no, pudiesen beneficiarse con todo el cuadal que él encierra."

Animo a los lectores a perseverar y superar la poca costumbre que aún tenemos con los términos técnicos, provenientes de la medicina, utilizados en los capítulos iniciales. Yo os confieso que gracias a una compañera médica, del centro espírita Cemyd, me estoy esfuerzando por aceptar términos y conceptos cientificos, aún sin compreenderlos totalmente. Considero que el rechazo a este tipo de expresiones puede conducirnos a la pérdida de la oportunidad de escuchar bellas conferencias, leer buena literatura, etc. 

Desde entonces, cuando encuentro un término médico, lo leo y sigo adelante, pero no permito que mi cérebro se quede ahí bloqueado. La vida es progreso, ya llegaré a comprender estos conceptos, algún día.

El libro relata las actividades socorristas realizadas por Dr. Bezerra de Menezes, en compañía de Manuel Philomeno de Miranda, en "Nucleos de fe", donde son practicados diferentes cultos animistas. Exacto, lo habéis entendido bien. La trama no se desarrolla en un centro espírita.

Este libro, con sus muchos ensinamientos, al margen de la propia temática abordada tan actual, con las enfermedades mentales, viene a traernos un mensaje de fraternidad, de unión, de vivir y dejar vivir, de no violencia, de abandono de los prejuicios que venimos cultivando en nuestro interior por tantos años. Viene a recordarnos que el intercambio espiritual no es algo exclusivo de los espíritas.

En palabras de Bezerra de Menezes: " Se discute mucho y se realiza poco. Se pierde un precioso tiempo en verbalismo inoperante, en detrimento de la iluminación y del esclarecimiento de las conciencias. Los grupos se fracionan vencidos por las vanidades culturales y las pasiones personales, en perjuicio de la solidaridad muy pregonada y poco vivida... Sin embargo, eso no significa censura por nuestra parte. Citamos esto, sólo para ilustrar, ya que en cuanto muchos discuten cómo distribuir los víveres en banquetes fastuosos y en una época de hambre, millares mueren por total escases de alimientos. Es lo que sucede en este sector espiritual."

Y prosigue: "En cuanto no luzca la verdad en más amplios círculos de liberación espiritual, valoricemos el esfuerzo de abnegados trabajadores del amor, en la ampliación de los horizontes de la salud, de la paz y de la fraternidad entre los hombres, donde quiera que se encuentren".

Animo a todos aquellos amigos, del ideal espírita a leer y reflexionar a cerca de este interesante libro, lleno de conceptos que nos auxiliaran, en nuestra caminada de ascensión espiritual. 
- Luciana Reis -
"En cualquier circunstancia, recuerda que Dios no nos abandona. En cada nuevo día, entrégate a Dios y Dios te sustentará." 
- Regina de Souza -
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domingo, 27 de noviembre de 2011

El valor de la oración



      Allan Kardec en el Libro de los Espíritus, en la pregunta 638, interroga a los Espíritus: “¿Agrada a Dios la Oración ? Respuesta: La oración es siempre agradable a Dios, cuando es dictada por el corazón, pues para él, la intención lo es todo. Así, preferible le es que sea del interior a la oración leída, por muy bella que sea si fuera leída sólo con los labios y no sentida con el corazón. Le agrada la oración cuando es dicha con fe, con fervor y sinceridad. Pero, no creáis que lo toque la del hombre fútil, orgulloso y egoísta, a menos que signifique, de su parte, un acto de sincero arrepentimiento y de verdadera humildad, pues, no siendo así nada tendrá valor.” Oración es sentimiento. Podemos con las palabras, expresar lo que está en nuestro interior.
     Richard Simonetti el conceptuado Escritor Espírita nos habla de dos tipos de oraciones: La oración horizontal y la oración vertical. La primera tiene bastante significación con las oraciones proferidas en algunas denominaciones religiosas, que son volcadas, exclusivamente, por promesas de ventajas en la vida material, con exorcismos, curas, ceremonias, culto a las imágenes, buscando el dinero del religioso. 


     Y la oración vertical está directamente envuelta con lo mejor del sentimiento de humildad y de sinceridad de quien ora para el prójimo y para Dios.
     Así, lo que importa, en la oración, no es su duración, la repetición, o ritual, la sofisticación de las expresiones, lo fundamental es la presencia del sentimiento y de la sinceridad.


      Lo esencial no es orar mucho, sólo orar bien. Esas personas suponen que todo mérito está en el tamaño de la oración y cierran los ojos para sus propios defectos. Hacen de la oración una ocupación, un empleo, nunca sin embargo, un estudio de sí mismas. La ineficacia, en tales casos, no es del remedio y sí de la manera como la aplican.


     Aquellos que colocan en la oración los ingredientes de la bondad y de la simplicidad y profunda voluntad de ayudar al prójimo, dispuestos a reconocer sus maldades con el propósito de la renovación, tienen sus dificultades disueltas por los manantiales de bendiciones que se derraman sobre sus cabezas emanadas del Creador.


     En la oración podemos: Pedir, Alabar y Agradecer. Cuando pedimos directamente a Dios sin el pago a alguien que sea intermediario, con el fervor del corazón y de acuerdo con nuestro merecimiento, por cierto que siempre recibimos. Cuando alabamos la obra Divina, las leyes que rigen la vida y el universo entramos en armonía con el Cosmos. Por último, cuando agradecemos estamos colocándonos en la condición de hijos que tenemos la obligación de colaborar con el progreso material y espiritual de nuestra casa planetaria.
  
    Finalmente, tener fe es guardar en el corazón la luminosa seguridad en Dios, seguridad que superó el ámbito de la creencia religiosa y haciendo el corazón reposar en una energía constante de realización en la vida y en el bien. ¡Piense en esto!


João Batista Cabral - Presidente da ADE-SE. 
Publicado en el periódico Cinform de  Aracaju en el dia 06.04.2009 con edicción de 22.000 ejemplares



Fracaso?. No crea en derrotas. Acuérdese de que por la bendición de Dios, usted está ahora en su mejor tiempo- el tiempo de HOY, en el cual usted puede sonreir y recomenzar , renovarse y seguir en medio de recursos inmensos.
- Andre Luiz a través de Chico Xavier

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sábado, 26 de noviembre de 2011

Concepto dela Mediumnidad

José Herculano Pires

    Médium quiere decir medianero, intermediario. La mediúmnidad es la facultad humana, natural, por la cual se establecen las relaciones entre hombres y espíritus. No es un poder oculto que se pueda desarrollar a través de prácticas rituales o por el poder misterioso de un iniciado o de un gurú. 
     La Mediúmnidad pertenece al campo de la comunicación. Se desarrolla naturalmente en las personas de mayor sensibilidad para la captación mental y sensorial de cosas y hechos del mundo espiritual que nos cerca y nos afecta con sus vibraciones psíquicas y afectivas. De la misma manera que la inteligencia y las demás facultades humanas, la Mediúmnidad se desarrolla en el proceso de relación. 
      Generalmente su desarrollo es cíclico, o sea, se procesa por etapas sucesivas, en forma de espiral. Los niños la poseen, por así decir, a flor de piel, pero resguardada por la influencia benéfica y controladora de los espíritus protectores, que las religiones llaman ángeles de la guarda. En esa fase infantil las manifestaciones mediúmnicas son más de carácter anímico; el niño proyecta su alma en las cosas y en los seres que lo rodean, reciben las intuiciones orientadoras de sus protectores, a veces ven y anuncian la presencia de espíritus y no raras veces transmiten avisos y recados de los espíritus a los familiares, de manera positiva y directa o de manera simbólica e indirecta. Cuando pasan de los siete u ocho años se integran mejor en el condicionamiento de la vida terrena, desconectándose progresivamente de las relaciones espirituales y dando más importancia a las relaciones humanas. El espíritu se ajusta en su escafandra para enfrentar los problemas del mundo. Se cierra el primer ciclo mediúmnico, para a continuación abrirse el segundo. Se considera entonces que el niño no tiene mediúmnidad, la fase anterior es achacada a  la imaginación y a la fabulación infantil.

     Es generalmente en la adolescencia, a partir de los doce o trece años, que se inicia el segundo ciclo. En el primer ciclo sólo se debe intervenir en el proceso mediúmnico con plegarias y pases, para ablandar las excitaciones naturales del niño, casi siempre cargadas de reminiscencias extrañas del pasado carnal o espiritual. En la adolescencia su cuerpo ya maduró lo suficiente para que las manifestaciones mediúmnicas se hagan más intensas y positivas. Es tiempo de encaminarla con informaciones más precisas sobre el problema mediúmnico. No se debe intentar su desarrollo en sesiones, a menos que se trate de un caso obsesivo. Pero aún en ese caso es necesario tener cuidado para orientar al adolescente sin excitar su imaginación, acostumbrándolo al proceso natural regido por las leyes del crecimiento. El pase, la oración y las reuniones para estudio doctrinario son los medios de ayudar al proceso sin forzarlo, dándole la orientación necesaria. Ciertos adolescentes se integran rápida y naturalmente en la nueva situación y se preparan en serio para la actividad mediúmnica. Otros rechazan la mediúmnidad y buscan volverse sólo hacia los sueños juveniles. Es la hora de las actividades lúdicas, de los juegos y deportes, del estudio y la adquisición de conocimientos generales, de la integración más completa a la realidad terrena. No se les debe forzar, sólo estimularlos en lo referente a las enseñanzas espíritas. Su mente se abre hacia el contacto más profundo y constante con la vida del mundo. Pero él ya trae en la conciencia las directrices propias de su vida, que se manifestarán más o menos nítidas en sus tendencias y en sus anhelos. Forzarlo a continuar un rumbo que rechaza es cometer una violencia de graves consecuencias futuras. Los ejemplos de los familiares influyen más en sus opciones que las enseñanzas y las exhortaciones orales. Él toma cuenta de sí mismo y reafirma su personalidad. Es preciso respetarlo y ayudarlo con amor y comprensión. En el caso de las manifestaciones espontáneas de la mediúmnidad es conveniente reducirlas al círculo privado de la familia o de un grupo de amigos en las instituciones juveniles, hasta que su mediúmnidad se defina, imponiéndose por sí misma.

     El tercer ciclo ocurre generalmente en el pasaje de la adolescencia hacia la juventud, entre los dieciocho y veinticinco años. Es el tiempo, en esa fase, de los estudios serios del Espiritismo y de la Mediúmnidad, así como de la práctica mediúmnica libre, en los centros y grupos espíritas. Si la mediúmnidad no se definió debidamente, no debemos preocuparnos. Hay procesos que tardan hasta cerca de los 30 años, de la madurez corporal, para la verdadera eclosión de la mediúmnidad. Basta mantenerlo en conexión con las actividades espíritas, sin forzarlo. Si no revela ninguna tendencia mediúmnica, lo mejor es darle sólo acceso a las actividades sociales o asistenciales. Las sesiones de educación mediúmnica (impropiamente llamadas de desarrollo) se destinan sólo a médiums ya caracterizados por manifestaciones espontáneas, por lo tanto ya desarrollados.

     Hay aún un cuarto ciclo, correspondiente a la mediúmnidad que sólo aparece después de la madurez, en la vejez o en su aproximación. Se trata de manifestaciones que se hacen posibles debido a la condiciones de la edad: debilitamiento físico, permitiendo una más fácil expansión de las energías perispiríticas; mayor introversión de la mente, con la disminución de las actividades de la vida práctica, estado de apatía neuropsíquica, provocado por los cambios orgánicos del envejecimiento. Esos factores permiten mayor desprendimiento del espíritu y su relacionamiento con entidades desencarnadas. Ese tipo de mediúmnidad tardía tiene poca duración, constituyendo una especie de preparación mediúmnica para la muerte. Se restringe a fenómenos de videncia, comunicación oral, intuición, percepción extra-sensorial y psicografia. Aunque sea una preparación, la muerte puede tardar varios años, durante los cuales el espíritu se adapta a los problemas espirituales con los que no se preocupó en el correr de la vida. Esos hechos comprueban el concepto de mediúmnidad como simple modalidad de relacionamiento hombre-espíritu. Kardec recuerda que el hecho del espíritu estar encarnado no lo priva de relacionarse con los espíritus libres, de la misma manera que un ciudadano encarcelado puede conversar con un ciudadano libre a través de las rejas. No se trata de las conocidas visiones de moribundos en el lecho mortuorio, sino el típico desarrollo tardío de la mediúmnidad que, por la completa integración del individuo en la vida carnal, imantado a los problemas del día a día, no consiguió aflorar. Su manifestación tardía acuerda el adagio de que los extremos se tocan. La vejez nos devuelve a la proximidad del mundo espiritual, en posición semejante a la de los niños.

     En verdad, la potencialidad mediúmnica nunca permanece letárgica. Por el contrario, ella se actualiza con más frecuencia de lo que suponemos, pasa de potencia a acto en diversos momentos de la vida, a través de presentimientos, previsiones de acontecimientos simples, como el encuentro de un amigo hace mucho tiempo ausente, percepciones extra-sensoriales que atribuimos a la imaginación o al recuerdo y así por el estilo. Vivimos mediúmnicamente, entre dos mundos y en relación permanente con entidades espirituales. Durante el sueño, como Kardec probó a través de investigaciones a lo largo de más de diez años, nos desprendemos del cuerpo que reposa y pasamos al plano espiritual. En los momentos de ausencia psíquica de distracción, de ensoñación, nos distanciamos del cuerpo rápidamente y a él retornamos como el pájaro que vuela de vuelta al nido. La Psicología busca explicar esos lapsos fisiológicamente, pero las reacciones orgánicas a que atribuye el hecho no son causa y sí efecto de un acto mediúmnico de alejamiento del espíritu. Los estudios de Hipnotismo comprueban eso, mostrando que la hipnosis interfiere constantemente en nuestra vigilia, haciéndonos dormir de pie y soñar despiertos, como generalmente se dice. La búsqueda científica de una esencia orgánica de la mediúmnidad nunca dio ni dará resultados. Porque la mediúmnidad tiene su esencia en la libertad del espíritu.

     Llegado a este punto podemos colocar el problema en términos más precisos: la mediúmnidad es la manifestación del espíritu a través del cuerpo. En el acto mediúmnico se manifiesta tanto el espíritu del médium como el espíritu al cual él atiende y sirve. Los problemas mediúmnicos consisten, por lo tanto, simplemente en disciplinar las relaciones espíritu-cuerpo. Es lo que llamamos educación mediúmnica. En la medida en que el médium aprende, como espíritu, a controlar su libertad y a seleccionar sus relaciones espirituales, su mediúmnidad se perfecciona y se hace segura. Así el buen médium es aquel que mantiene su equilibrio psicofísico y procede en la vida de tal manera que crea para sí mismo un ambiente espiritual de moralidad, amor y respeto por el prójimo. La mayor dificultad del médium está en hacer comprender que, para eso, no necesita hacerse santo, sino sólo un hombre de bien. Los objetivos de santidad perseguidos por las religiones, a través de los milenios, generó en el mundo una expectativa incomoda para todos los que se dedican a los problemas espirituales. Nadie se hace santo a través de la sofocación de los poderes vitales del hombre y la adopción de un comportamiento social de apariencia piadosa. El resultado de eso es el fingimiento, la hipocresía que Jesús condenó incesantemente en los fariseos, una actitud permanente de condescendencia y bondad que no corresponde a las condiciones íntimas de la criatura. El médium debe ser espontáneo, natural, una criatura humana normal, que no tiene motivos para juzgarse superior a los demás. Todo fingimiento y todo artificio en las relaciones sociales llevan a los individuos a la falsedad y a la farsa. La llamada reforma-íntima esquematizada y forzada no modifica a nadie, sólo artificializa engañosamente a los que la siguen. Los cambios interiores de la criatura transcurren de sus experiencias en la existencia, experiencias vitales y concienciales que producen cambios profundos en la visión íntima del mundo y de la vida.

     Esa colocación de los problemas mediúmnicos sugiere un concepto de la mediúmnidad que nos lleva a las propias raíces del Espiritismo. La Mediúmnidad nos aparece como el fundamento de toda la realidad. El momento del fiat lux, de la Creación del Cosmos, es un acto mediúmnico. Cuando el espíritu estructura la materia para manifestarse en la Creación, construye el elemento intermediario entre él y la realidad sensible o material. La materia se hace el médium del espíritu. Así, la vida es una permanente manifestación mediúmnica del espíritu que, por ella, se proyecta y se manifiesta en el plano sensible o material. El inteligible, que es el espíritu, el principio inteligente del Universo, da su mensaje inteligente a través de las infinitas formas de la Naturaleza, desde los reinos mineral, vegetal y animal, hasta el reino hominal, donde la mediúmnidad se define en plenitud. La responsabilidad del Hombre, de la Criatura Humana, expresión más elevada del Médium, adquiere dimensiones cósmicas. Él es el producto multimilenar de la evolución universal y carga en su mediúmnidad individual el pesado deber de contribuir para que la Humanidad realice su destino cósmico. La comprensión de este problema es indispensable para que los médiums aprendan a velar por sus facultades.

Tomado del libro MEDIÚMNIDAD de José Herculano Pires
Traducción al español: Oscar Cervantes Velásquez


(Ver  inquietudesespiritas.blogspot.com )

viernes, 25 de noviembre de 2011

LA DECADENCIA INTELECTUAL DE LOS TIEMPOS MODERNOS



   Pasan sobre los corazones atribulados de la Tierra amargas aprensiones con respecto  al fatalismo de la guerra.
    E infelizmente, nadie podrá calcular la extensión de los movimientos que se preparan objetivando la lucha del porvenir.
   La Europa actual parece guardar  “el liderazgo” de la cultura de los pueblos.
    Todavía, es fácil establecer un estudio analítico de su situación moderna, de pura decadencia intelectual después de las catástrofes de 1914 – 1918.
    Las dictaduras europeas reviven en la actualidad la época napolitana en la patria francesa cuando, según Chateaubriand, todo respiraba el señor, homenajeaba al señor y vivía para el señor.
      En el Viejo Mundo, en todos los países que lo constituyen, se vive  por el gobiernos y por más nada.
    El libro, la escuela, la oficina, el club son los núcleos de recepción del pensamiento de los mayores dictadores que el mundo ha conocido.
     La prensa maniatada por las medidas diacónanos no puede crear el cooperativismo intelectual de las clases  y de las administraciones, obligada a vivir  la fase absoluta de la unión  a lo programas que sobrevivieron a la gran guerra; no puede producir  la gran guerra; no puede producir  expresiones que cubren la solución de los enigmas de estos nuevos tiempos, cohibidos o trabajados  por leyes vejatorias y humillantes y vemos por el mundo entero la invasión de las fuerza perversas de la conciencia humana.
    Jornales integrados de las doctrinas más  absurdas, falsa educación por la radio que complica sobremanera la situación y los libros de la guerra, la literatura belica, inflada de demagogias y de estandartes, de símbolos y de banderas incentivando el separatismo.
    Cualquier etudio de esos asuntos podrá verificar la verdad de nuestras afirmaciones.
     Los hombres, en esta fase de preparaciones armamentistas viven una época de profunda pobreza intelectual.
   El porvenir ha de hablar a la posteridad de esas cosas, sin necesitar que encarezcamos esas realidades  a vuestros ojos.
    El mundo  llego a una fase evolutiva en la que es preciso encarar de frente la cuestión de la fraternidad humana para resolverla con justicia.
    Los gobiernos fuertes, factores de la decadencia espiritual de los pueblos que guardaban consigo la vanguardia evolutiva del mundo, no pueden  traer una solución satisfactoria a los problemas  profundos que os interesan.
    Se nos figura que la función de las dictaduras e preparar las reacciones  incendiarias de las colectividades.
    Lo que el planeta necesita  es crearse una nueva forma de justicia económica entre los pueblos.
   Que se adopten medidas conciliadoras para esa situación de pauperismo y de alto imperialismo de las naciones.
  Los que estudian la política internacional pueden resolver  en gran parte  de los fenómenos que convulsionan todos los países, analizando la llamada cuestión  de las materias primas.
   Materias primas quiere decir colonias.
   Colonias quiere decir – posibilidades de vida y de expansión.
  Es verdad que en la España actual, ante todo, reside  el imperativo del dolor, redimiendo grandes culpables de antaño, constituyendo esa dolorosa situación, uno de los cuadros más terribles de las pruebas colectivas, más no solo de las ideologías extremistas allí se combaten, presagiando un nuevo organismo político para el mundo.
  Uno de los directores de un manicomio español aseveraba hace poco tiempo que más de 400 personas en un año habían procurado refugio, como locos, en ese sitio de locos, en virtud de las necesidades imperiosas del hambre.
   España es pobre en tierras.
   De cien hectáreas de terreno, tal vez solamente treinta podran ofrecer campo propicio a la agricultura.
   No solo la vieja península se debate en esas necesidades tan duras.
   China no está soportando  el aumento continuo de su población.
   Japón viene fortificándose para poder nutrir a su pueblo.
   Alemania reclama sus antiguas posesiones.
  Polonia  estudia un proyecto para colocar en África  o en América más de 10.000.000  de criaturas que sus posibilidades económicas no está comportando-.
   En esos aluviones de protestas se oyen los jingles de las armas y mejor seria  que el hombre volviese su mirada para el campo fraterno, antes de la destrucción que se fuera a consumar.
  Sería mucho mejor estudiar la cuestión cariñosamente, analizándose los códigos de las medidas inmigratorias que las naciones   no se dejasen dominar tanto por los erupciones  del nacionalismo, intentando establecer un plano de concesiones racionales y resolviendo la cuestión del troca de productos entre los países, solucionando el enigma de la repartición que la economía política no pudo conseguir hasta hoy, no obstante su perfección técnica en el circulo de la dirección de las posibilidades productoras.
   Lo que verificamos es que sin la práctica de la fraternidad verdadera todos esos movimientos pro-paz son  escenarios diplomáticos sin un fondo práctico a pesar de sus intenciones respetables. Más… el mundo no se halla para la rebelión de las leyes misericordiosas de lo Alto y estas, en el momento oportuno, sabrán oponer un dique  a la chacina y al arrasamiento.
    Confiemos en ellas, porque los códigos humanos serán siempre documentos transitorios como el papel en el que son archivados, mientras no se asocien parágrafo por parágrafo el Evangelio de Jesús
Fco. Cándido Xavier.- ( Acción Vida y Luz ) 

"La verdad no se deja engañar; conoce perfectamente a los que de ella se vuelven dignos. No juzga por las apariencias; sondea lo íntimo penetra  en el fondo de los corazones, revelándose a los de de hecho la buscan y quieren."
-Regina Lucía de Souza-

( Visitar el blog elespiritadealbacete.blogspot.com )

jueves, 24 de noviembre de 2011

Recuerdos de vidas pasadas y obsesión

El autor


¿ Cómo se puede distinguir un caso de recuerdos de vidas pasadas, de otro de Obsesión o Posesión?.

Es de subrayar que la Posesión, se refiere al grado mayor de obsesión o de influencia espiritual negativa , pero la realidad de la misma nada tiene que ver con las posesiones de los demonios de las religiones.


   A veces puede parecer difícil diferenciar entre el caso de un Espíritu que estando encarnado como Ser humano, manifiesta por cualquier medio recuerdos de vidas anteriores en donde aparece con otra personalidad o personalidades si son varias las existencias humanas recordadas, y el caso diferente de un Espíritu desencarnado que se manifiesta a través de una mediumnidad, suplantando del todo o en parte al Espíritu del propio médium de un modo habitual y hasta constante.  En este último caso  sería un caso de obsesión en su más alto grado de intensidad, o sea, lo que se llama posesión.

La reencarnación y la posesión son las explicaciones alternativas para todos aquellos casos en que una personalidad aparece para ocupar o asumir la de otro sujeto.


Hay que señalar que entre los casos de Obsesión, Subyugación y Posesión,   y los casos de Reencarnación existe una diferencia importante, y es que en los de Reencarnación, el Espíritu siempre es el mismo Ser que para regresar a este mundo desde el plano espiritual, lo hace cada vez  en una nueva personalidad humana, tomando cada vez un cuerpo físico diferente del anterior, con el cual podrá relacionarse y evolucionar durante su vida en la Tierra. En esta clase de manifestaciones las personalidades que aparecen lo hacen sucesivamente y siempre, en un tiempo pasado, en diferentes épocas, sin mezclarse unas con otras , ni con la actual de la persona que recuerda sus vidas pasadas, mientras que en la Obsesión, del grado que sea, el obsesor manifiesta una personalidad humana diferente que se suele mezclar y solapar con la de la víctima en el presente confundiéndose con ella.    
En los casos de Obsesión más complicados a veces son varios los obsesores asediantes pues raramente actúa un solo espíritu obsesor.
El cuerpo físico del obsesado , como el de todo ser humano, fue diseñado y forjado  solo para él, y planificado para vivir una vida humana más o menos larga o corta en este mundo. Sin embargo en los casos de Obsesión y Posesión  se observa cómo la personalidad o personalidades extrañas del Espíritu manifestante nada tiene que ver con la de la persona poseida ..
La diferencia entre los auténticos casos de reencarnación y los de posesión, también estriba en que en la reencarnación, el sujeto recuerda alguna existencia humana anterior, permaneciendo consciente de su personalidad presente, mientras que en el “poseido” no se manifiesta una personalidad en tiempo pasado, sino que lo hacen una o varias personalidades a la vez, en un tiempo presente y sin la consciencia personal de la víctima.
La posesión, que es un grado muy fuerte de obsesión, acontece cuando un Ser desencarnado, por cuestiones de venganza hacia la persona poseída o hacia otras personas cercanas a la misma, es capaz de desplazar a la víctima espiritual de su propio cuerpo físico por tener mayor poder psíquico que él, y se manifiesta a través de éste cuerpo de forma violenta y compulsiva, buscando dañarle psíquica y físicamente.
Los llamados “Exorcismos” funcionan en cuanto que el Ente invasor llegue a creer y a temer la eficacia del ritual religioso que se le aplique para echarlo; si no es así, el fracaso de estos rituales suele ser total. Lo único que puede hacer a un Espíritu obsesor dejar en paz a su víctima, es el adoctrinamiento moral por alguien espiritualmente superior a él, que le ayude a razonar y lo sensibilice del error que comete con su acción malévola, enseñándole como el camino del arrepentimiento y de la práctica del bien, es indispensable para alcanzar finalmente su propia felicidad.
- José Luis -

Las enfermedades mentales deben ser atribución de los filósofos y no de los médicos, porque ellas son enfermedades del alma”.
- Kant -

(Ver inquietudesespiritas.blogspot.com )