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martes, 5 de agosto de 2014

Naturaleza de las comunicaciones


Naturaleza de las comunicaciones 


Comunicaciones groseras, frívolas, formales o instructivas.


133. Hemos dicho que todo efecto que revela en su causa un acto de libre voluntad, por insignificante que sea este acto, acusa por esto mismo una causa inteligente. De este modo, un simple movimiento de una mesa que responde a nuestro pensamiento, o presenta un carácter intencional, puede considerarse como una manifestación inteligente. Si el resultado se limitara a esto solo, tendría para nosotros un interés muy secundario; sin embargo, algo sería ya el habernos dado una prueba de que hay en estos fenómenos otra cosa más que una acción puramente material; pero la utilidad práctica que sacaríamos de eso sería para nosotros nula, o al menos muy restringida; otra cosa sucede cuando esta inteligencia adquiere un desarrollo que permite un cambio regular y seguido de pensamientos; entonces ya no son simples manifestaciones inteligentes, sino verdaderas comunicaciones. Los medios de que disponemos hoy día permiten el obtenerlas tan extensas, tan explícitas y tan rápidas como las que nos comunicamos con los hombres. Si nos penetramos bien, según la Escala Espírita (El Libro de los Espíritus, núm. 100), de la variedad infinita que existe entre los Espíritus, bajo el doble aspecto de la inteligencia y de la moralidad, se concebirá fácilmente la diferencia que debe haber en sus comunicaciones; en las que debe reflejarse la elevación o la bajeza de sus ideas, su saber y su ignorancia, sus vicios y sus virtudes; en una palabra no deben parecerse las unas a las otras, ni más ni menos que las de los hombres, desde el salvaje al europeo más ilustrado. Todos los matices que presentan pueden agruparse en cuatro categorías principales; según sus caracteres más marcados, son, pues, groseras, frívolas, formales e instructivas.134. Las comunicaciones groseras son aquellas que se traducen por expresiones que hieren la decencia. No pueden emanar sino de Espíritus de baja clase, manchados todavía con todas las impurezas de la materia, y no difieren en nada de las que podían dar los hombres viciosos y groseros. Repugnan a toda persona que tiene la menor delicadeza de sentimientos; porque son, según el carácter de los Espíritus: triviales, deshonestas, obscenas, insolentes, vanidosas, malévolas y aun impías.

135. Las comunicaciones frívolas emanan de los Espíritus ligeros, burlones y traviesos, más maliciosos que malvados, y no dan ninguna importancia a lo que dicen. Como no tienen nada de indecentes, gustan a ciertas personas que se divierten con ellas y encuentran placer en estos entretenimientos fútiles en que se habla mucho para no decir nada. Estos Espíritus dicen de vez en cuando agudezas espirituales y satíricas, y en medio de sus chistes vulgares dicen algunas veces duras verdades que tocan casi siempre en el blanco. Estos Espíritus ligeros pululan alrededor de nosotros y aprovechan todas las ocasiones para mezclarse en las comunicaciones; la verdad es el menor de sus cuidados; por eso tienen el pernicioso placer de mixtificar a aquellos que tienen la debilidad y algunas veces la presunción de creerlos bajo su palabra. Las personas que se complacen con esta clase de comunicaciones dan, naturalmente, acceso a los Espíritus ligeros y mentirosos; los Espíritus formales se alejan de ellos como sucede entre nosotros, que los hombres formales se alejan de las reuniones de los atolondrados.

136. Las comunicaciones formales son graves en cuanto al objeto y a la manera como se hacen. Toda comunicación que excluye la frivolidad y la grosería, y que tiene un fin útil, aunque fuese de interés privado, es por lo mismo formal; pero no por esto está siempre exenta de errores. Los Espíritus formales no todos tienen igual ilustración. Hay muchas cosas que ellos ignoran y sobre las cuales pueden engañarse de buena fe; por eso los Espíritus verdaderamente superiores nos aconsejan sin cesar, que sometamos todas las comunicaciones al examen de la razón y de la más severa lógica. El preciso, pues, distinguir las comunicaciones verdaderamente formales de las falsas formales, y esto no es siempre fácil, porque es a favor de la misma gravedad del lenguaje, ciertos Espíritus presuntuosos o falsos sabios procuran hacer prevalecer las ideas más falsas y los sistemas más absurdos; y para hacerse más verídicos y darse más importancia no tienen escrúpulo en adornarse con los nombres más respetables y más venerados. Ese es uno de los grandes escollos de la ciencia práctica; volveremos a tratar de ello más adelante, con toda la extensión que necesita un objeto tan importante, al mismo tiempo que daremos a conocer los medios de precaverse contra el peligro de las falsas comunicaciones.

137. Las comunicaciones instructivas son las comunicaciones formales que tienen por principal objeto alguna enseñanza dada por los Espíritus sobre las ciencias, la moral, la filosofía, etc. Son más o menos profundas, según el grado de elevación o de desmaterialización del Espíritu. Para sacar de estas comunicaciones un fruto real, es preciso que se regularicen y se continúen con perseverancia. Los Espíritus formales se interesan por aquellos que quieren instruirse y los secundan, mientras que dejan a los Espíritus ligeros el cuidado de divertir a los que sólo ven en estas manifestaciones una distracción pasajera. Por la regularidad y la frecuencia de estas comunicaciones es como se puede apreciar el valor moral e intelectual de los Espíritus con los cuales uno se comunica, y el grado de confianza que merecen. Si la experiencia es necesaria para juzgar a los hombres, mayor se necesita para juzgar a los Espíritus. Dando a estas comunicaciones la calificación de instructivas, nosotros las suponemos verdaderas, porque lo que no fuese verdadero no podría ser instructivo, aunque se dijera con el lenguaje más imponente. No podríamos, pues, colocar en esta categoría ciertas enseñanzas, que no tienen de formal sino la forma, a menudo pomposa y enfática, con ayuda de la cual los Espíritus más presuntuosos que sabios, que las dictan, pretenden hacer ilusión; pero estos Espíritus, no pudiendo suplir el fondo que no tienen, no podrían sostener mucho tiempo su papel; pronto descubren su flanco débil, por poco que continúen sus comunicaciones o se sepa acosarlos hasta sus últimos atrincheramientos.

138. Los medios de comunicación son muy variados. Los Espíritus obran sobre nuestros órganos y sobre todos nuestros sentidos; pueden manifestarse a la vista en las apariciones, al tacto por impresiones tangibles, ocultas o visibles, al oído por ruidos, al olfato por olores sin causa conocida. Este último modo de manifestarse, aunque muy real, es sin contradicción el más incierto por las numerosas causas que pueden inducir en error, por lo que no nos ocuparemos de ello. Lo que debemos examinar con cuidado son los diversos medios de obtener comunicaciones, es decir, un cambio regular y continuado de pensamientos. Estos medios son: los golpes, la palabra y la escritura. Los desarrollaremos en capítulos especiales.


Allan Kardec
Extraído del libro "El libro de los médiums"


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Mensaje para este día

...La tristeza es mensajera del sufrimiento.
No te aferres a ella, ni permitas que te contaminen sus miasmas.
Es cierto que no todos los días son claros o abundantes en alegría. Hay ocasiones en que el sufrimiento pareciera dominar el paisaje de tu activi­dad. 
Mientras tanto, luego de analizar las dificul­tades y experimentar los dolores, haz brillar el sol en tu interior para ahuyentar la tristeza de tu mente, a fin de que superes con más facilidad los acontecimientos que te ponen a prueba.
El cultivo de la tristeza da acceso a diversas enfermedades de la mente, de la emoción y del cuerpo.

Joanna de Ângelis / Divaldo P. Franco - Libro Vida feliz – Editora LEAL 
Creación: Fátima Oliveira

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              COMUNICADO MEDIÚMNICO

Lo cierto  es que te llenaste de amargura, al recordar tus amores que seguían las alamedas de la desencarnación, en el momento del impacto emocional que te marco el ser… Nada más comprensible y natural, cuando no te encuentras familiarizado con la certeza de que muerte es vida que se expresa en un nueva dimensión, recibiendo en su capacidad los que concluirán su practica en los campos del mundo material.

Salvo los casos en que la criatura, atormentada por múltiples e infortunados motivos, es llevada a la provocación de la muerte del propio cuerpo, los que se sumergen en las aguas del rio de la muerte, lo lograran en razón de las leyes del merito que las benefició con la necesaria y merecida liberación de las coyunturas carnales. Así, será siempre de buena sugerencia que no te irrites en la angustiosa ansiedad por partir también. No te rebeles contra las Divinas Leyes que te mantienen aun en el suelo de la Tierra.

Cuando pienses en los entes amados, traspasados, ámalos con tu oración y preséntalos con las más vividas, tiernas y nobles memorias, con las cuales conseguirás llevarles ramilletes de tu ternura con el perfume de tu nostalgia iluminada por la fe en los designios del Creador. Es válido que, ahora, cuando el tiempo avanza, mostrándote los diversos sectores de servicios que puedes ejecutar, en el bien, que los ejecutes, entonces, dedicando a ellos, tus fallecidos que viven, lo mejor de tus empeños fraternales.

Hazte amigo de alguien, sin exigir nada a cambio; se responsable por el pan diario de un niño, con alegría; atiende a un enfermo con sencilla fruta o con la refrescante presencia de la oración, sin temores innecesarios; visita un hospital cualquiera, en un día u hora en que puedas, haciendo la alegría de los que están sin nadie, en sufrimiento, día a día; lleva una sonrisa fraterna y sincera a un presidiario, para que sienta el perdón de Dios por medio de tu acción; compra un medicamento para alguien que no lo pueda adquirir, aunque de él carezca, cubre un cuerpo tiritante de frio con la ropa o la protección sin utilidad en tus cajones.

Haz estas cosas en alabanza a ellos, a tus fallecidos queridos. Aprovisionando tantas bendiciones en tu corazón, en nombre de tus amores, con toda certeza te prepararas muy bien para que los embates del mundo no te entristezcan, no te destruyan en la amargura, tampoco te dejen descorazonado delante de las más diversas o conflictivas situaciones. Así, entonces, veras el tiempo pasar sin apartarte del trabajo del bien, viviendo en abundancia, valiéndote de las oportunidades valiosas de la existencia corporal, hasta que adquieras, igualmente, a lo largo de los días, el merito para volver al clima de tus vinculados amados, con paz y alegría, por el deber cumplido, en las regiones del Mas Allá.

Camilo


Médium Raúl Teixeira 07.07.1988, en la sociedad Espirita Fraternidad- Niterói -RJ

Publicada en la periódico Mundo Espírita de noviembre de 1988.
Traducido por Jacob


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              LA VIOLENCIA

La violencia en los tiempos actuales está a la orden del día, raro es el hombre que cuando es contrariado, no responde a través de la violencia.
Violencia es todo aquello que hiere el equilibrio, es todo aquello que atenta contra las Leyes Divinas; es desamor.
Los tóxicos, vicios, disturbios de toda orden, son violencias practicadas contra la salud del cuerpo y del espíritu.
Hay varios tipos de violencia.
La más brutal es la llamada violencia física. Es la más animalesca de todas, reveladora de los bajos patrones vibratorios de quien la practica.
En ella están encuadrados los casos de asesinato, apaleamiento, tortura, estupro, secuestro, lesiones corporales, etc.
La tan hablada polución es también una violencia, es un atentado contra las condiciones de vida, de salud y casi siempre resultado de la ganancia de las criaturas que desconocen las responsabilidades a que serán llamadas en el futuro. Algunos, por materialismo, ni siquiera creen que exista un futuro más allá del mañana.
Las personas son agredidas por el tono abusivo, como el resultado del deseo desequilibrado de hacer propaganda de alguna cosa, sea por interés político e incluso religioso, o sea por la simple falta de educación, de comprensión de lo que es la convivencia social o por pura estupidez.
Las criaturas son agredidas por la polución, sea de chimeneas, donde la ganancia monetaria impide la colocación de filtros propios y existentes en el mercado, sea por los tubos de escape de los vehículos fabricados sin los cuidados necesarios (siempre el lucro en primer lugar), sea por la falta de regularización del motor que el propietario tampoco manda regular para no gastar dinero.
También son os agredidos por asaltos, robos, abusos de autoridad, etc.
Es agresión por todos los lados y de todas las formas; una verdadera locura.
Constantemente preguntan cuál es la razón de que hoy existan más viciosos que antiguamente, si es consecuencia de una regresión moral de la humanidad.
En primer lugar es necesario esclarecer que nadie va hacia atrás en la evolución. El vicioso de hoy, era vicioso en encarnaciones anteriores. Siempre existieron medios de intoxicación viciosos, el alcohol, por ejemplo, es conocido desde la más remota antigüedad. Hojas, simientes y otros medios que tal vez se hayan perdido en el tiempo, siempre sirvieron para buscar el entorpecimiento que es un medio de fuga de la realidad.
Quien fuma marihuana hoy, tal vez fumase opio en China en el pasado. Así sucesivamente.
La tendencia hacia el vicio surge en las primeras reencarnaciones y no ahora, después de haber alcanzado un estado más avanzado.
Lo mismo ocurre con las taras, la falta de honestidad, la maldad, la maledicencia, etc.
Nadie perfectamente equilibrado queda deteriorado instantáneamente, ninguna persona absolutamente honesta se transforma en ladrón, ninguna buena persona se convierte en malvada, así como ninguna que realmente posee fe puede perderla.
Nadie, repito, nadie puede retroceder en la evolución. El ciudadano del ejemplo pasó la vida sin la oportunidad de demostrar su deficiencia moral, y en la primera oportunidad surgida falló, u, otra hipótesis bien probable, pasó la vida luchando contra sus tendencias, procurando librarse de su deficiencia pero, por culpa de su flaqueza, no resistió más y acabo fracasando.
La principal razón de esta situación es el hecho de que nuestro planeta se encuentra en fase de transición, de mundo de pruebas y expiaciones, se encamina a la categoría de mundo de regeneración, donde esos problemas serán muy disminuidos y encaminados a la extinción por la predominancia del bien.
Para los espíritus que constituyen la población del planeta, esta modificación de categoría, importan en la necesidad de mejorar sus patrones vibratorios para los nuevos límites o no podrán continuar reencarnando en la Tierra, siendo encaminados para mundos inferiores.
Este cambio exige dos providencias de la espiritualidad mayor. La primera es asignar la reencarnación de espíritus encargados de mejorar el conocimiento humano, preparando las condiciones de vida mejores del futuro. Esta mejoría también alcanza el lado moral y religioso. Por otro lado, por Misericordia Divina, es dada una oportunidad más a aquellos que se encuentran en la lista de ser expulsados. Es dada la oportunidad de recuperación que, infelizmente, la gran mayoría no aprovecha y vuelve a practicar el crimen, el vicio, la inmoralidad.
Es justamente esa aglomeración de espíritus desequilibrados en el campo material que nos da la impresión de que la maldad aumentó en el planeta. Es tan solo el hecho de que ahora hacen maldades en el campo físico en la presencia de todos, antes hacían el mal en el campo espiritual, obsesando, provocando el mal, provocando el desequilibrio incluso más intensamente de lo que pueden hacerlo ahora, solo que no eran vistos tan fácilmente.
Pero hay otro tipo de violencia para la cual no siempre hay dirigidas las miradas.
La llamada violencia verbal, en la cual están incluidas la calumnia, la difamación y la injuria, esto todos lo saben. Pero no queda solo en esto.
La palabrota, que viene siendo usada desenfrenadamente, apareciendo incluso en las letras de canciones populares, en las entrevistas de televisión, en las radios, en los periódicos, en fin, por todos sitios, es también una violencia.
La palabra mal usada perjudica el ambiente, atrayendo espíritus impuros y maliciosos.
La pornografía contamina tanto o más que el alcohol, es una violencia contra los principios de la moral evangélica, contra la educación. Es una falta de respeto.
Pero, además de esos tipos de violencia que podemos clasificar como físicas y verbales, hay otro tipo, poco hablado y sin embargo muy practicado. Se trata de lo que podemos llamar como violencia mental, causa primera de todas las otras.
Cuando pensamos emitimos ondas, emanaciones mentales, que van a impregnar nos solo nuestro periespiritu, sino también el ambiente y a las otras personas.
En “Evolución en dos Mundos”, escrito por el espíritu André Luiz, aprendemos que somos Co- Creadores.
Nosotros creamos a través de nuestra fuerza mental.
Enseña André Luiz, que la inteligencia humana utiliza el fluido cósmico para la Co-Creación, que él llama de Co-Creación en plano menor.
Dice que el pensamiento puede crear ambientes y ejemplifica con el Umbral al que llama: “lugares tenebrosos para la purgación infernal, generados por las mentes desequilibradas o criminales en los círculos inferiores y abismales”.
Son los pensamientos de desamor quienes crean esos ambientes.
Necesitamos aprender a crear lugares calmados, tranquilos y felices, mentalizando pensamientos armónicos, equilibrados.
Caso contrario, no habrá como huir, seremos co-responsables del desequilibrio resultante.
Casi todas las criaturas creen que basta controlar las acciones y las palabras, dando baza, a través del pensamiento a todas sus tendencias negativas.
Verdaderamente, a todos nos gustaría tener más elevación de la que poseemos, es el viejo complejo de culpa afligiendo nuestra conciencia.
Entonces, procuramos esconder de los que nos rodean nuestras deficiencias y pensamos: no voy hacer esto porque alguien puede verme y va a quedar feo (pero nuestro parecer no era este, sino que era bonito), no voy a decir eso porque alguien pude oírme y quedaría feo, van a descubrir que yo no soy un espíritu adelantado, tal como intento parecer.
De esta forma controlamos nuestras acciones y nuestras palabras, para que no descubran que somos espíritus todavía en un estado precario de evolución.
Pero, ¿y el pensamiento? Ahora, el pensamiento, si yo no lo cuento nadie lo va a saber. Y ahí es que está el mayor engaño. A través del pensamiento, algunos hacen miserias, ofenden, violentan y cometen los actos más horribles creyendo que nunca nadie lo va a saber.
Jesús ya nos había alertado para el hecho de: “nada hay encubierto que no haya de revelarse, ni oculto que no se haya de saber”, Mateo 10:26. La explicación a esas palabras está en el poder mental de Co-Crear.
Nuestros pensamientos se transforman en imágenes, ambientes, lugares, etc. Son perfectamente visibles a los espíritus.
Aquel que lee en el periódico que un marginado fue muerto y piensa, con alivio, uno menos... está apoyando la violencia y contribuyendo para que ella prosiga e incluso aumente en el planeta.
Es también un gran acto de desamor.
Verdaderamente, no hay mucha diferencia entre quien hace, quien manda y quien se alegra con el hecho.
Son raras las personas que nunca vibraron a favor de la violencia. Estamos entrenados intensamente para ello desde pequeños. La vibración del niño que ve al bueno golpeando o incluso matando al bandido es un excelente entrenamiento para vibrar violencia.
¿Quién no vio nunca, sea en el cinema o en la televisión, al espectador participar de la matanza de la cuadrilla o vibrar con los puñetazos que revientan la cara del bandido? Es el entrenamiento para la práctica de la venganza, ¿Quién sabe si no es el estímulo para que, en un futuro, aquel niño que grita de entusiasmo y aplaude la escena participe de un grupo de exterminio?
De esta forma se crea en nuestro mundo el ambiente propicio para la proliferación de todos los actos insanos.
Por ello, empezamos afirmando que la violencia es el resultado del campo vibratorio del planeta.
Este, a su vez, es el resultado del pensamiento de la humanidad.
Para cambiar es necesario el esfuerzo de cada uno de nosotros. Controlar nuestros pensamientos, evitar desequilibrios, producir amor.
Es difícil para espíritus de nuestro nivel evolutivo, pero el estudio del Evangelio y la práctica de la oración ayudan mucho a conseguirlo.
Que cada uno haga su parte, sin esperar nada de los demás, ni usar a los otros como disculpa, sin quejarse.
El Espiritismo enseña que nada ocurre sin una razón. Hay una Justicia Divina.
Hace falta oración por parte de la humanidad.
Hablamos de la oración verdadera, hecha con amor en el corazón y no de la simple recitación de palabras decoradas, sin ningún sentimiento y, a veces, incluso sin vincularse en lo que se está diciendo, sin concentración, con el pensamiento lejos o los ojos abiertos prestando atención en otras cosas.
Sólo la oración con intenso amor, vibrando armoniosamente es capaz de combatir la violencia mental, fuerza creadora de todas las otras formas de violencia, de todo desequilibrio existente en el planeta.

( Aportación de Juan Carlos Mariani )
Extraído del Libro “Ya estaba Escrito” Helio Rocha da Silveira Pinto