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martes, 12 de mayo de 2015

El dolor moral



            INTELIGENCIA E INSTINTO
               

RAMAS DE LA CIENCIA SURGIDAS EN EL SIGLO XX PERMITEN UN NUEVO ENTENDIMIENTO EN CUANTO A LA FRONTERA EXISTENTE ENTRE INTELIGENCIA E INSTINTO 

El tema de la Inteligencia y el Instinto es desarrollado en la Codificación,de la cuestión 71 a la 75 de El Libro de los Espíritus, y con más detalle en el item 11 al 19 del Capítulo III de  La Génesis. Por falta de espacio en un artículo de esta naturaleza, no transcribimos las cuestiones, las respuestas de los Espíritus y el razonamiento del Codificador, ni se tejerán comentarios a ellos. Una clara comprensión de nuestro trabajo, sin embargo, no prescinde de tal estudio, motivo por el cual incentivamos a nuestro amable lector para que no las deje de estudiar antes de proseguir.
El cuadro actual de conocimiento en el estudio del comportamiento animal es fruto de la maduración de los abordajes de la ciencia, que surgieron en las décadas 20 y 30 del pasado siglo XX, cuales son respectivamente, la Psicología Asociativa y la Etología. La primera tuvo inicio en los EUA, con la participación de psicólogos y con enfoque en los comportamientos de animales testados en experimentos de laboratorio, asociando tales comportamientos al aprendizaje. La segunda, en Europa, con la participación de zoologos y con un enfoque en los comportamientos especie-específicos de ejemplares observados en su hábitat natural, asociando tales comportamientos a instintos innatos o heredados geneticamente. Durante cierto tiempo hubo un feroz debate entre los estudiosos partidarios de los dos abordajes, debate este que fue conocido en inglés como     " the nature X nurture controversy" ( la controversia naturalezaXcreación). Hoy en día, sin embargo, prevalece la noción de que el comportamiento animal debe ser visto siempre según sus dos componentes, el instintivo y el aprendido, que aparecen, uno y otro, en mayor o menor grado, conforme a la circunstancia que se presente.
 Antes de proseguir con nuestro estudio, conviene notar que ninguno de los dos abordajes al estudio del comportamiento animal que dieron origen al actual estadio de conocimiento científico, habian surgido por causa de la Codificación. En consecuencia de este hecho, todo lo que vamos a hablar sobre comportamiento animal de aquí en adelante, son elementos de observación de los que Allan Kardec no dispuso cuando escribió en la Codificación sobre inteligencia e instinto.

“Todo acto maquinal es instintivo ... Al acto instintivo le falta el caracter 
del acto inteligente ...” 
(GE III, 12)

Los términos comportamiento instintivo o  comportamiento innato son usados para designar los comportamientos que los etologistas entienden como heredados y controlados geneticamente, o que nosotros, espíritas, entenderíamos como patrimonio del alma. Es caracterizado un comportamiento instintivo cuando animales de una misma especie siguen todos la misma secuencia de acciones  bajo las mismas condiciones ambientales. Comportamientos instintivos que pueden ser de tres clases: Taxias, que son movimientos automáticos de un organismo, cuando se les aproxima un estímulo o se les aparta de él, como ocurre con las termitas en relación a la luz; reflejos, que son respuestas involuntarias de un organismo frente a un estímulo, como retraer la mano de un animal cuando con ella toca un objeto caliente, y patrones fijos de acción (PFA) o instintos propiamente dichos, que son patrones complejos del comportamiento, generalmente inflexibles y que envuelven todo el cuerpo del animal, pudiendo necesitar de un estímulo externo para ser despedidos. Ejemplos sencillos son los nidos de aves alimentando bocas abiertas,( no necesariamente pollitos), reacción de miedo a predadores y la respuesta de fuga o ataque de un animal frente a la agresión. Un ejemplo más complejo son los millares de movimientos que una araña repite casi sin alteración, cada vez que teje sus telas de apariencia siempre igual.

El término comportamiento aprendido es usado para designar alteraciones en el comportamiento, como resultado de esperiencias vividas. Las modalidades existentes son las siguientes: estampagen, que es un comportamiento que posee un componente innato y aprendido y es adquirido en un periodo específico y limitado de tiempo en la vida del organismo. Patitos recién nacidos, por ejemplo, identificarán como a "su madre"(protectora) y semejante ( otro indivíduo de la especie a la que pertenecen), un objeto de razonable tamaño que se mueva y emita sonidos, desde que este fue la primera cosa que vieron al lado, al momento de nacer o poco después. De ahí en adelante seguirán el objeto donde este vaya. El estampado persiste toda la vida del indivíduo. Ese comportamiento se llama de estampado porque equivale a una estampa grabada para siempre en el indivíduo. Solamente especies menos evolucionadas están sujetas al estampado; habituación, que es una reducción en una respuesta anteriormente presentada cuando ninguna recompensa o castigo se sigue. Si un barullo extraño fuese oído por un perro de guarda, este entra en alerta. Si ese mismo barullo vuelve a ocurrir sistemáticamente en la misma hora y en las mismas circunstancias, dentro de cierto tiempo el perro se habituará al barullo y ya no entrará más en alerta; condicionamiento clásico, que consiste en asociar una respuesta ya existente a un estímulo nuevo o sustituto. Es una forma importante de alterar un Patrón Fijo de Acción (Instinto), de modo que el animal se puede adecuar con más precisión a las circunstancias ambientales. Si el dueño del animal hace un sonido antes de servir la ración al animal, este se condicionará a salivar cada vez que oiga tocar esa señal, pues tendrá condicionada la oferta de su ración al estímulo de oír la señal, que en principio, nada tiene que ver con la alimentación; condicionamiento instrumental o aprendizaje por tentativa y error, que consiste en modificar una respuesta pre-existente a un estímulo o crear nuevas respuestas. Ocurre por ejemplo, cuando el animal aprende qué comidas son sabrosas y cuales no lo son. Test de laboratorio comunes para avalar la capacidad que un animal tiene de aprender por tentativa y error, son laberintos que el animal debe recorrer para recibir una recompensa, usualmente una comida gustosa. Una vez resuelto el laberinto, el animal generalmente memoriza la solución y pasa a ir directo a la meta, demostrando que aprendió una secuencia lógica y visual, es aprendido por "Insight" o discriminación, que es un tipo de comportamiento que, indudablemente, requiere inteligencia, pues el animal debe analizar la situación, examinar cuales son los elementos de que dispone y crear una solución enteramente nueva para alcanzar su meta. Se verifica que, por ejemplo, cuando un chimpancé hace un montón de cajas para utilizar como escalera, para obtener un premio en comida, colgado fuera de su alcance, sin nunca haber visto antes esa solución. O aún, cuando un cuervo de Nueva Caledonia dobla un pedazo de metal con su pico para alcanzar la comida del fondo de un tubo despues de haber observado a un cuervo mayor que se posesionó del único pedazo curvado de metal que había disponible y haber conseguido con el mismo, alcanzar la misma meta.

“ La inteligencia se revela por actos voluntarios, reflexionados, premeditados, combinados, de acuerdo con la oportunidad de las circunstancias" (GE III,12).
Ahora que conocemos los términos correctos para identificar los diversos tipos de comportamiento animal, es importante conocer que el comportamiento animal en cada circunstancia puede ser un conjunto de varios de esos tipos, cada uno de ellos participando en mayor o menor grado.

“Por otra parte, es frecuente  que el instinto y la inteligencia se revelen simultáneamente en el mismo acto" (GE III, 13)
Cuando un castor construye una barrera, por ejemplo, asume que la solución de construir la barrera sea un patrón fijo de acción o instinto. Está en la memoria genética de su especie, según los científicos, o en la memoria anímica de la especie, según una visión espírita, que la construcción de esas barreras es una forma de garantizar la formación de un lago de profundidad conveniente para que él pueda construir su morada al abrigo de los predadores y pueda tener una reserva de alimentos accesible durante el invierno, cuando la superficie del lago está congelada. Entre tanto, la constatación de si el lago precisa o no, ser profundizado y la forma de construir las barreras, es necesaria, así como la elección de material del que se irá a utilizar para tal fin, son todos comportamientos aprendidos, parte por tentativa y error, cuando ya esté solo en la fase adulta, pero en parte, ciertamente, bajo orientación de su madre cuando era más jóven.
Otro ejemplo, además del del castor, es el de las aves que construyen nidos, siempre se adaptan a los materiales encontrados en los lugares para donde se mudan y las características de esos lugares. La mayoría de las interacciones posibles en determinado ambiente es por demás, compleja para que los instintos fijos de ellas se incumban. La participación del comportamiento aprendido, tanto en la forma de tentativa y error, como en la forma de aprendizaje por "insight", es por tanto muy importante para animales que se cambian de uno a otro ambiente.
Al contrario de los instintos, que son consolidados en la especie y pasados entre las generaciones, los comportamientos aprendidos requieren para su fijación, la manutención por largos periodos, de las circunstancias que les permiten y que provocan su aparición. Es así como las comunidades de determinada especie que migraron hace siglos de una para otra región, van, poco a poco, constituyendo una nueva especie, con instintos modificados en función de la adaptación a nuevas condiciones. La modificación de los instintos a partir del comportamiento aprendido, tras la consolidación de ese último, sugiere, para los científicos, que hubo un cambio genético en la especie y, para nosotros, espíritas, que más de un aprendizaje fue adicionado a su patrimonio anímico.
 Como vemos, la frontera que separa la inteligencia del instinto es bastante ténue. No solo porque varios comportamientos qe eran tenidos como instintivos, hoy son dichos inteligentes como por el caso, constatado por los estudiosos, de que los comportamientos aprendidos por tentativa y error y por "insight", que requieren inteligencia para suceder, pueden al cabo de varias generaciones, ser consolidados como instintos. El instinto, por tanto, o por lo menos, la parte de él conquistada tras la definición de la individualidad, puede ser visto como una especie de inteligencia fósil enterrada en las profundas capas de la mente
Joao Cabral-
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          Acción de los espíritus en los 
fenómenos de la naturaleza 
     
Allan Kardec 



Los grandes fenómenos de la Naturaleza, los que se consideran como una perturbación de los elementos, ¿se deben a causas fortuitas o tienen un objeto providencial? 
– Todo tiene una razón de ser y nada acontece sin permiso de Dios. 

– ¿Estos fenómenos tienen siempre al hombre por objeto? 
– A veces tienen una razón directa de ser para el hombre, pero, con frecuencia no tienen otro objeto que el restablecimiento del equilibrio y de la armonía de las fuerzas físicas de la Naturaleza. 

– Concebimos perfectamente que la voluntad de Dios sea la causa primera en esto como en todas las cosas; pero, como sabemos que los Espíritus tienen acción sobre la materia y que son agentes de la voluntad de Dios, preguntamos: ¿algunos de ellos ejercen una influencia determinada en los elementos para agitarlos, calmarlos o dirigirlos? 
– Pero es evidente que no puede ser de otro modo. Dios no se consagra a una acción directa sobre la materia, pues tiene sus eficaces agentes en todos los grados de la escala de los mundos. 

537 – La mitología de los antiguos está completamente fundada en las ideas espíritas, con la diferencia de que veían a los Espíritus como divinidades, pues, ellos nos representan a esos dioses o Espíritus con atribuciones especiales, de modo, que unos estaban encargados de los vientos, otros del rayo, éstos de presidir la vegetación, etc.; ¿está destituida de fundamento esta creencia? 
– Está tan poco destituida de fundamento, que está aún muy por debajo de la verdad. 

– ¿Por la misma razón podría, pues, haber Espíritus que habitan en el interior de la Tierra y presiden los fenómenos geológicos? 
– Esos Espíritus no habitan realmente en la Tierra, sino que presiden y dirigen según sus 
atribuciones. Algún día tendréis la explicación de todos esos fenómenos y los comprenderéis mejor. 

538 – ¿Los Espíritus que presiden los fenómenos de la Naturaleza forman una categoría especial en el mundo espírita? ¿Son seres especiales o Espíritus que estuvieron encarnados como nosotros? 
– Que lo serán o que lo fueron. 

– ¿Esos Espíritus pertenecen a los órdenes superiores o inferiores de la jerarquía espírita? 
– Eso depende de que sus funciones sean más o menos materiales o inteligentes. Algunos mandan, otros ejecutan. Los que ejecutan las cosas materiales son siempre de un orden inferior así entre los Espíritus, como entre los hombres. 

539 – Para la producción de ciertos fenómenos, las tempestades, por ejemplo, ¿actúa solo un Espíritu o se reúnen en masa? 
– En innumerables masas. 

540 – Los Espíritus que ejercen acción en los fenómenos de la Naturaleza, ¿actúan con conocimiento de causa, en virtud de su libre albedrío, o por un impulso instintivo e irreflexivo? 
– Algunos sí, otros no. Pongamos una comparación: Imagina esas miríadas de animales que, poco a poco, hacen surgir del mar las islas y los archipiélagos; ¿crees que no hay en ello un fin providencial y que semejante transformación de la superficie del globo no es necesaria a la armonía general? Aquellos, empero, no son más que animales del ínfimo grado que realizan tales cosas, proveyendo a sus necesidades y sin sospechar que son instrumentos de Dios. Pues bien; de la misma manera son útiles al conjunto los Espíritus atrasados. Mientras se ensayan para la vida y antes de tener plena conciencia de sus actos y de su libre albedrío, actúan en ciertos fenómenos de los cuales son agentes inconscientes; primero ejecutan y más tarde cuando su inteligencia esté más desarrollada, ordenarán y dirigirán las cosas del mundo material. Más tarde aún, podrán dirigir las cosas del mundo moral. Así todo sirve, todo se coordina en la Naturaleza, desde el átomo primitivo hasta el arcángel, que a su vez ha empezado por el átomo. Admirable ley de armonía cuyo conjunto no puede apreciar vuestro Espíritu limitado. 

Extraído del “Libro de los espíritus” 
Allan Kardec

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                                         El Dolor Moral 
  
Cuando realizamos la primera parte del "Dolor Moral", pensamos en hacer un trabajo simple, fácil de entender, al respecto del dolor o padecimiento que sufre el espíritu durante los procesos reencarnatorios y los entretelones que se gestan en la vida espiritual.
Fácil? No es la palabra adecuada, pues estamos tratando de acercarnos y observar, los procesos de sufrimientos en estados, donde aún no comprendemos a ciencia cierta como se producen desde el espíritu, puesto que éste no está compuesto por células visibles y predecibles dentro del marco de la ciencia médica.  La literatura Espírita habla del dolor, del padecimiento de las almas y el de los espíritus en estado de erraticidad.
En la primera parte, manifestamos que estamos sujetos a leyes divinas y que las mismas interactúan en los procesos de la vida, de los actos y de sus consecuencias morales.
Entender al mundo espiritual, entender la monumental obra del arquitecto del universo y sus leyes, no es tarea sencilla, aun así las luces que nos brindan  infinidades  de hermanos, nos van dando algunas luces para entrever lo que allí pasa. Millones de seres inteligentes, encarnan  y desencarnan, cada uno con su prueba, misión o expiación a este mundo y a diario. La codificación realizada por Allan Kardec, establece en un trabajo colosal, la veracidad de estos hechos.
Ya, conocedores  de las grandes luchas que debe enfrentar el Espíritu para su evolución, no puede sustraerse al sometimiento de  padecimientos o dolores  morales, pues comprende su realidad, esta vivo y consciente de sus actos, los cuales determinan nuestro progreso espiritual. Empezamos a comprender el bien del mal, lo necesario de lo superfluo, y nuevo sentimientos se despiertan dentro de nuestras almas.
En un segundo paso, comienza a entender que la conciencia es  la que le dicta los parámetros de los actos, positivos o negativos, y comprende que es la palabra de Dios. Ve la unión que existe entre todas las cosas. Ve que cada acto hacia su hermano espiritual, tiene, insoslayablemente una repercusión que repercutirá en el futuro de su destino. Comprende que el Dolor Moral, es el que equilibra las acciones.
La materia es el vehículo del Espíritu, el móvil que hace visible sus actos  en la tierra, sus inclinaciones, tendencias y obra conforme a su progreso espiritual. Aun así, la densa materia no nos deja recordar los actos de existencias pasadas, y dolores indecibles, no tiene una explicación aparente y por ende especificamos:
Cuando estamos dentro de nuestro propio dolor no somos conscientes del todo de nuestro entorno y como lo podemos afectar, ya sea con nuestros pensamientos negativos, de tristeza y dolor, así como afectamos nuestro propio organismo, ya que al estar con el alma tan decaída, dejamos entrar y salir distinto sentir que nos afecta a nosotros y a nuestro prójimo.  Los pensamientos nuestros  y de todos están en el ambiente.  Recordemos cuando muchas veces escuchamos: “Se podía sentir el ambiente pesado que había”. Imaginemos esto, pero con cada persona, en  cada lugar de trabajo, hogar, o sitio de convivencia, con cada pueblo, luego cada país, continente.  Ahora imaginemos lo que será a nivel de todo nuestro planeta. Entonces cómo estará esta atmosfera que nos rodea?  No sólo es la capa de ozono, también es la espiritual la que tenemos responsabilidad de sanear, comenzando por la nuestra, desde dentro nuestro. Forma clara de limpiar esta atmósfera es la oración sincera, la meditación, el pensamiento que construye, no destruye.
 “Aspirando las nuevas corrientes de aire, observaba la indefinible diferencia. El oxígeno parecía impregnado de magnetismo poco agradable. Comprendí, una vez más, la sublimidad de la oración y del servicio de la Espiritualidad superior, en lo íntimo de las personas. La oración, la meditación elevada, el pensamiento edificante, refunden la atmósfera, purificándola.”
 “El pensamiento elevado santifica la atmósfera del entorno y posee propiedades eléctricas que el hombre común está lejos de imaginar.”  Tomado de: Misioneros de la luz.  La Vida en el Mundo Espiritual.  Por el Espíritu André Luiz.  Médium: Francisco Cándido Xavier
 Ese dolor moral nos lleva a que nuestro pensamiento se vaya para cualquier lado, pues nos centramos en lo que nos ocurre, sólo eso nos importa, nos olvidamos de quienes nos rodean y hasta de nosotros mismos, nos comportamos egoístamente, a pesar de sentir tal sufrimiento.  Algunos le llaman depresión, pero cuantas caras tiene!  Puede ser la pérdida de un ser querido, un problema personal, una decepción, perder nuestro trabajo, sufrimiento físico, no saber cómo sobrellevar las pruebas a las que nos hemos expuesto en esta existencia, o no saber si estamos haciendo las cosas como deben hacerse. Es difícil salir de ese estado, pero no imposible, por que vivir con el dolor si podemos remediarlo? Entonces  buscamos una luz que nos guíe. Pedir ayuda al Padre es básico, enviará en nuestro auxilio más hermanos que nos brindarán, si lo aceptamos, paz, sosiego, y hasta iluminación para nuestro mejor proceder.
¿Por qué se nos hace tan difícil decir una frase tan simple como “Padre mío ayúdame”?  El fardo de nuestro mismo peso nos oprime y no nos deja movernos.  Junto  esa carga, o parte de ella están nuestros obsesores que aprovechan esa rendijita que hemos abierto para entrar, y los dejamos que nos insinúen aún más cosas que nos llevan hacia abajo.  Por algo siempre se nos habla en el espiritismo de lucha, progreso.
 Con este cuadro ese sentir llega a quienes nos rodean, viene el mal humor, la amargura, la dejadez, el desánimo…la soledad,  y la falta de esperanza.  ¡Qué sediento está el mundo de amor!  Tantos hermanos necesitados de ese calor humano tal vez de un espaldarazo a tiempo que nos diga… ¡Dale!  Un esfuerzo más,  verás que no es vano.  ¿No te das cuenta que tu mismo te has enterrado, y tu mismo tienes que Salir?  Cuántos hermanos llegan así al mundo espiritual y tienen que ser cuidados y tratados a este respecto!
 Sin embargo, pensar que la vida se resume en lágrimas y desconsuelo, es menospreciar el amor de Nuestro Padre Celestial. No nacimos para sufrir, el sufrimiento es el producto de nuestros actos y conforme a leyes divinas, cosechamos lo que sembramos, es decir que el siembre tormentas, cosechara tempestades.
 Esta es la parte visible de algunos seres encarnados, y sin temor observamos que el sufrimiento dentro de la encarnación, no lo detiene la muerte física.
 En sesiones mediúmnicas, se manifiestan seres con grandes sufrimientos, producto de lo expuesto y sin cesar se trabaja para poder estrechar los vínculos entre los seres de los dos mundos, tratando de llevar un rayo de Luz y comprensión. Los guías espirituales, poseedores de luz y amor infinitos, se transforman en los emisarios del Maestro de las almas, Jesús de Nazaret, que se transformó en el ejemplo a seguir con verdaderos actos de caridad incondicional que sublimizan el alma y nos elevan a estadios mejores.
 Cerramos este humilde trabajo con una lectura tomada del libro “El Evangelio Según el Espiritismo”
 EL MAL Y EL REMEDIO
 19. Vuestra Tierra, ¿es acaso un lugar de alegría o un paraíso de delicias? ¿Ya no resuena en vuestros oídos la voz del profeta? ¿No pregonó él que habría llanto y crujido de dientes, para los que nacieran en este valle de dolores? ¡Vosotros que vinisteis a vivir en ella, esperad lágrimas ardientes y penas amargas, y cuanto más agudos y profundos sean vuestros dolores, mirad al cielo y bendecid al Señor por haber querido probaros!... ¡Oh hombres! Entonces, ¿no reconoceréis el poder de vuestro Maestro, sino cuando haya curado las llagas de vuestro cuerpo y coronado vuestros días de beatitud y de alegría? Así, pues, ¿no reconoceréis su amor sino cuando hubiere adornado vuestro cuerpo con todas las glorias y le haya dado su resplandor y su blancura? Imitad a aquél que os fue dado como ejemplo: llegado al último grado de la abyección y de la miseria, tendido en un estercolero, dijo a Dios: “¡Señor conocí todas las alegrías de la opulencia y me redujiste a la miseria más profunda; gracias, gracias, oh Dios, por querer probar bien a vuestro servidor!” ¿Hasta cuándo vuestras miradas se detendrán en los horizontes marcados por la muerte? ¿Cuándo querrá vuestra alma, en fin, soltarse más allá de los límites de una tumba? Pero si debieseis llorar y sufrir toda una vida, ¿qué sería eso al lado de la eternidad de gloria reservada al que haya sufrido la prueba con fe, amor y resignación? Buscad, pues, consuelos a vuestros males en el futuro que Dios os prepara, y la causa de ellos en el pasado; y vosotros los que más sufrís, consideraos los bienaventurados de la Tierra. En estado de desencarnados, cuando planeabais en el espacio, elegisteis vuestra prueba, porque os creísteis bastante fuertes para soportarla; ¿por qué reclamar ahora? Vosotros que pedisteis la fortuna y la gloria, era para sostener la lucha de la tentación y vencerla.
 Vosotros que pedisteis luchar de cuerpo y alma contra el mal moral y físico, fue porque sabíais que cuanto más fuerte sería la prueba, más gloriosa sería la victoria y que si salieseis de ella triunfantes, aun cuando vuestra carne se hubiese lanzado en el muladar, a su muerte dejaría escapar un alma resplandeciente de blancura, y purificada por el bautismo de la expiación y el sufrimiento.
 ¿Qué remedios recomendar a los que están atacados de obsesiones crueles y de males lacerantes? Sólo uno es infalible: la fe, elevar la mirada al cielo. Si en el acceso de sufrimientos, vuestra voz canta al Señor, el ángel de vuestra cabecera os enseñará con su mano la señal de salvación y el lugar que debéis ocupar un día... La fe es el remedio cierto del sufrimiento; ella muestra siempre los horizontes del infinito, ante los cuales se borran esos pocos días sombríos del presente. No nos preguntéis más, cual remedio es preciso emplear para curar tal úlcera o tal llaga, tal tentación o tal prueba; recordad que el que cree es fuerte por el remedio de la fe, y el que duda un segundo de su eficacia, es castigado en el mismo instante por la dolorosas angustias de la aflicción.
 El Señor marcó con su sello a todos los que creen en él. Cristo os dijo que con la fe se transportan montañas, y yo os digo que el que sufre y tenga su fe por sostén, será colocado bajo su égida y no sufrirá más; los momentos de los más fuertes dolores serán para él las primeras notas de alegría en la eternidad. Su alma se desprenderá de tal forma de su cuerpo que, mientras éste se contuerce bajo las convulsiones, ella planeará en las regiones celestes cantando con los ángeles los himnos de reconocimiento y de gloria al Señor. ¡Felices los que sufren y los que lloran! Que sus almas se alegren porque serán bendecidas por Dios.” (SAN AGUSTÍN, París, 1863).   (énfasis nuestro)
Tomado de: El Evangelio Según el Espiritismo, por Allan Kardec.
 “Sólo el estudio del Espiritismo nos hará grandes en medio del dolor, porque sabiendo que vivimos eternamente, haremos lo posible para ser hoy mejores que ayer y ser mañana grandes benefactores de la humanidad.  (Amalia Domingo Soler,Hechos que Prueban).
 Que lo podamos conseguir… la ayuda la tenemos!
(Moderadores Luz Espiritual)
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ADELANTE

29 de agosto de 2005. Una tormenta tropical de escala 5 alcanza la costa sudeste de Estados Unidos de América.

Los vientos del huracán, que recibió el nombre de Catrina, alcanzaron 280 kilómetros por hora, y devastaron la histórica ciudad de Nueva Orleans.

Más de un millón de personas fueron evacuadas. Seiscientas mil casas, la gran mayoría de personas pobres, fueron destruidas.

Uno de los huracanes más destructivos que alcanzó a los Estados Unidos, dejó alrededor de mil trescientos muertos.

Muchos relatos se mezclan al del señor J.R., habitante de 65 años de edad, sin automóvil, tarjeta de crédito o dinero ahorrado.

Escuchó en la radio, tres días antes, que la tormenta se acercaba, y que se recomendaba firmemente la evacuación.

Pero, sin tener a donde ir, y con la esposa en una silla de ruedas, salir era casi imposible.

El Sr. J.R. decide permanecer y enfrentar a la tormenta, como lo había hecho antes. Con un stock de comida y agua, la familia se sentía preparada.

Sin embargo, el lunes, la ruptura de los diques inundó en pocas horas aquella área, una de las regiones más bajas de Nueva Orleans.

La subida rápida del agua hizo con que J.R. quitara a su mujer de la silla de ruedas, pero su considerable metro y noventa no fue suficiente para evitar la tragedia.

Escapando de sus brazos, su amada murió sumergida.

*   *   *

¿Cómo seguir adelante después de sucesos como este?

¿Cómo manejar las tragedias del cotidiano, sin desanimarnos  y desistir?

Seguramente, uno deberá encontrar su manera, sus cimientos, pero posiblemente todos pasarán, aunque sin notarse, por uno mayor: la confianza en Dios.

No hablamos de ese dios, con d minúscula, que creamos a lo largo del tiempo, a nuestra imagen y semejanza.

No, ese dios está desgastado, cansado, y tal vez en sus últimos días...

Nos referimos a la Inteligencia Suprema, el Creador, omnipresente, bueno y justo.

Nos referimos al Dios de las Leyes perfectas, que no se venga, que no se toma por la ira en ninguna circunstancia, y que ama a todas Sus criaturas, sin preterir a nadie.

Y en este amor supremo, que aún escapa a nuestra comprensión, están designios, experiencias, enseñanzas que, de cuando en cuando, aún nos cuesta entender.

Esta inteligencia controla todo. Nada sucede sin que Él y Sus leyes lo permitan.

Dios no Se olvida, no deja nada de lado, no privilegia a nadie.

Él nos da lo que necesitamos en este o en aquel momento, para que continuemos nuestro crecimiento moral e intelectual rumbo a la felicidad.

Sus designios de vez en cuando aún nos dejan perplejos, pero si Le damos  una oportunidad, una oportunidad solamente, vislumbraremos sus razones más adelante.

Veremos que Él solo atendía a nuestra necesidad íntima, como un Padre amoroso que siempre hace lo que hay de mejor al hijo, aunque este aún no comprenda Sus acciones.

*   *   *

Adelante... Hay que seguir adelante.

Estancados en el ahora, sin horizonte, perdemos la razón de seguir, de continuar.

No desanimes... Da una oportunidad más a la vida y verás que ella y el Creador te reservan días mejores...

Confía... Y sigue siempre... Adelante.

Redacción del Momento Espírita.

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