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viernes, 2 de enero de 2015

La mesa y el pan




Cuando dejemos  la Tierra ¿Acuden a veces nuestros parientes y amigos a recibirnos? 

- Sí, se presentan ante el alma a la que profesan afecto, la felicitan  como si estuviera de  vuelta de un  viaje del que ha escapado a los peligros del camino, y le ayudan a desprenderse de los Lazos corporales. Es un favor  que se otorga a los Espíritus buenos  cuando aquellos que los han amado vienen  a su encuentro,  mientras el que esta mancillado permanece en  aislamiento, o sólo le rodean Espíritus semejantes a él;  esto último constituye un castigo. *
EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS
ALLAN KARDEC
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¿ TIENE USTED MEDIUMNIDAD ?

¿ Usted escucha voces?, ¿ Ve cosas ?; ¡ No se preocupe; es solo una facultad psíquica que está entrando en acción!; en otras palabras, ¡ Usted es médium !. En realidad todos somos potencialmente médiums. Algunos lo son de forma ostensible; otros ocasionalmente manifiestan signos de mediumnidad, algunos otros pueden desarrollarla, mientras que ciertas personas nunca la experimentan. Sin embargo, la mediumnidad es difamada, mal dirigida y utilizada erróneamente; frecuentemente rechazada; a menudo temida y rara vez comprendida o aceptada como una facultad natural.

Todo ser humano tiene esta potencialidad latente; ¡por lo tanto, no es un privilegio que se otorga tan sólo unos pocos elegidos! Nunca deberíamos someternos a alguien que diga que él o ella es un Médium o piensen que la persona es mejor o más elevada que ninguna otra, aunque a algunos Médiums les gusta hacer creer que son superiores o están por encima de la persona común. La verdad es que, por el contrario, una facultad mediúmnica ostensible denota la existencia de una persona a quien se le ha ofrecido la oportunidad de reparar muchos errores del pasado. Por medio de la adecuada educación de esta facultad, seguida de un posterior buen uso, es posible conseguir una buena cantidad de “méritos” espirituales especiales que permitirán a la persona llevar una existencia más feliz y productiva, ahora y en el futuro. Continuara..

GUIA MEDIUNIDAD
Janet duncan
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Autor: J. Herculano Pires
      Kardec explicó el problema de la mesa en las sesiones espiritas con su habitual naturalidad: es el mueble más cómodo para sentarnos a su alrededor. Apartaba así cualquier resquicio de misticismo  y magia, de rito y sacramento en el acto mediúmnico. No obstante, hay quien considere ese acto puramente místico y mágico, recordando la evocación y la oración. No nos sentamos en torno de la mesa apenas para conversar o escribir, también para alimentarnos. La alimentación que obtenemos en la mesa espirita no es material, sino espiritual. La evocación no es un rito, sino una invitación.
Antes de sentarse a la mesa las invitaciones ya fueron hechas, pues basta pensar en un espíritu para evocarlo. Él atiende o no a  nuestra invitación, pues es libre y no esta sometido a ningún poder humano. Más el pan que ponemos sobre la mesa es el pan espiritual de la oración, que será partido y servido a la hora de la adoctrinación.
      Nos cuenta el Evangelio de Lucas el episodio conmovedor de los discípulos en la carretera de Emaus. Después de la resurrección de Jesús, Cleófas y un compañero iban, al atardecer, para esa aldea, apartándose del escenario angustioso de Jerusalén. Un extraño los alcanzó y acompañó, conversando sobre la muerte y la resurrección de Jesús. Se detuvieron en un albergue para alimentarse. Y se sentaron a la mesa con aquel extraño. Más, en el momento en que él partió el pan, los discípulos lo conocieron: era el Maestro resucitado. Más seguidamente el Señor desapareció y en la mesa sólo quedaron ellos. Es fácil imaginarse el asombro de los discípulos. El vacío de la mesa y el silencio del anochecer, que ya comenzaba deben haberles parecido mucho más llenos de rumores y alegrías que las mesas de los banquetes festivos del mundo.
      Es precisamente lo que pasa en la mesa sencilla, sin aparatos, de una verdadera sesión mediúmnica. El color del mantel poco importa. El color blanco no interesa más al acto mediúmnico que el rojo o el negro. La pureza exigida es apenas la de las intenciones. Los comensales están alrededor y no son conocidos. Surgen del camino, en la penumbra del crepúsculo, como extraños. Más en el momento de partir el pan ellos se revelan. Hecha la oración simple de inicio e las tareas podemos ver,por la manera de ellos partir el pan, quienes son. Iniciamos entonces la conversación necesaria y luego después ellos desaparecen así como aparecieron, retornando a lo invisible, en el seno de la noche.
      ¿Cómo pueden los cristianos de todas las denominaciones censurar este simple banquete y atribuirlo a influencias diabólicas?  ¿Cómo pueden decir que todo eso no pasa de ser una ilusión, locura o mistificación? ¿Nunca leyeron, ni mismo por acaso, el tópico sobre los dones espirituales en la I Epístola de Paulo a los Corintios? ¿No vieron que el apóstol confirma la simbología conmoverte del Camino de Emaus, relatando las sesiones mediúmnicas de la era apostólica? Si quisiéramos deformar y ridiculizar la práctica espirita, basta exigir el mantel blanco en la mesa, vestir a los médiums de ropas blancas y rituales, obligarlos a formar la corriente de manos agarradas y otras muchas tonterías de esa especie. Es lo que hacen los espíritus mistificadores, a través de dirigentes supersticiosos y crédulos.
  Para comer el pan de la verdad sólo necesitamos de los dientes y del buen sentido. Por eso el comensal de la estrada de Emaus simplemente desapareció después de partir el pan. Todas las añadiduras de técnicas inventadas por hombres vanidosos, de disciplinas rígidas a la hora de la sesión, de palabras mágicas y gestos misteriosos no pasa de cizaña en la cosecha. La práctica espirita debe ser racional y simple, pues toda escenificación y aparataje sólo sirve para estimular mistificaciones.
 Hay personas que desean hacer sesiones a plena luz del día, por entender que la penumbra habitual da motivo a desconfianza y representa una modalidad de formalismo. Más la penumbra es necesaria para la buena concentración de los médiums y de los asistentes. La iluminación normal de la sala provoca distracciones, penetra en las pálabras y rompe el ambiente de recogimiento.  Claro que no se debe hacer una oscuridad excesiva y mucho menos completa, más la penumbra del ambiente no es un aparato formal, es una exigencia natural de la concentración serena. Además de esas razones evidentes, conviene recordar que el exceso de luz ejerce influencia INHIBITORIA sobre los médiums y la EMANACIÓN FLUÍDICA DEL ECTOPLASMA. En todas las reuniones mediúmnicas el ectoplasma se libera para ayudar a las uniones periespirituales entre médiums y espíritus. Tenemos que saber distinguir entre lo necesario y lo superfluo,  entre lo conveniente y lo inconveniente, sin hacer concesiones a la ignorancia o a la desconfianza de los que no entienden del asunto.
  El problema de la CONCENTRACIÓN MENTAL es también uno de los menos comprendido. La concentración de los pensamientos en una reunión mediúmnica no corresponde al tipo de concentración individual de una persona en un determinado problema a resolver o en un estudio a hacer. Se trata de una concentración colectiva de pensamientos hacia un mismo fin. Cuando todos piensan en Dios o en Jesús, todos los pensamientos se concentran en una sola idea. La palabra concentración sugiere un esfuerzo mental continuo para mantener el pensamiento fijo en una imagen. Eso perjudicaría los trabajos mediúmnicos, creando un ambiente de tensión mental exhaustiva. No es de tensión y de esfuerzo cansino de lo que se necesita, sino de aflojamiento y despreocupación. Todos deben volcar su pensamiento hacia un blanco superior, generalmente hacia Jesús (pues pensar en Dios es más difícil) y todos deben mantener la idea de Jesús en la mente, sin esfuerzo o preocupación, como quien recuerda con cariño a un amigo distante. Ese estado mental de recuerdo, no de una imagen o figura de Jesús, sino de su persona, de sus actos, de sus enseñanzas y de lo que él representa para nosotros, debe ser mantenido durante el transcurrir de la sesión. Cuando se note que el pensamiento se desvía hacia otros rumbos, lo que es natural, se debe hacer que retorne suavemente a la idea centralizadora. El ambiente de una sesión es tanto más favorable cuanto menos tensiones y preocupaciones existan en la reunión. Las evocaciones mentales de asistentes y médiums, solicitando la manifestación de entes queridos o de espíritus amigos SON PERJUDICIALES, pues rompen y llenan el ambiente mental de la sesión. Pensar en un espíritu es evocarlo, como enseña Kardec.  Quien va a una sesión con la esperanza de recibir una comunicación de este o de aquel espíritu, YA LO EVOCÓ. Él atenderá si le fuera posible. Más durante la sesión sólo se debe pensar en el blanco escogido. Creándose en el ambiente un clima tranquilo y confiado, se puede esperar la posibilidad de los mejores resultados.
  No hay reglas específicas y formales para la realización de las sesiones espiritas. Entre la oración de inicio y la de cierre se desarrollan las manifestaciones mediúmnicas, bajo la orientación y muchas veces la interferencia de espíritus dirigentes. El sistema autoritario, en que el director determina a los médiums recibir las comunicaciones, una por vez, proviene de la recomendación del apóstol Paulo a la comunidad de Corinto. En las reuniones de Kardec, mismo en las psicográficas, había amplia libertad, permitiendo las comunicaciones entre espíritus comunicantes, a veces a través de varios médiums. León Denis usaba libertad en sus sesiones. Compete a los espíritus protectores determinar cuales son los espíritus que deben comunicarse y cuales los médiums que están en condiciones de recibirlos. El director o dirigente humano de la sesión tiene la función de mantenerla equilibrada, orientar y dirigir los trabajos e intervenir, cuando sea necesario, en las adoctrinaciones  y en el reajustamiento de la concentración. Si hay muchos médiums activos en la mesa, hay naturalmente la posibilidad de atender a mayor número de espíritus comunicantes, a través de varios adoctrinadores. Lo que importa en la adoctrinación no es el mucho hablar, sino el hablar con propiedad y con amor, procurando alcanzar la consciencia y el sentimiento del espíritu.  Cuando se va aproximando el fin del horario destinado a la sesión, el director avisa, para que los médium lo ayuden en el control de la reunión. Las comunicaciones de espíritus violentos, deseosos de alborotar los trabajos, exigen actitud enérgica para que sean contenidos y apartados. Energía serena sin agresividad, mas con firmezaNo se debe olvidar que se trata de entidades sufridoras, necesitadas de amparo y orientación. No es la fuerza la que actúa contra el espíritu, ni la elevación de voz, sino la intención de ayudarlo, el deseo sincero de hacerlo mejorar y hacerlo nuestro compañero.
Porque esa disposición nos da la autoridad moral sobre los espíritus inferiores. Es importante que no falte en nuestra mesa espirita el pan de la oración y la luz del amor. Basta casi siempre una sola palabra de amor sincero para calmar al espíritu más violento. El amor brota de la comprensión humana, de nuestra capacidad de colocarnos en pensamiento en el lugar y la situación de la criatura que se lleno de odio y violencia en existencias brutales en que el amor no floreció en su corazón.
      Una sesión espirita es un acto de amor. No es una ceremonia destinada a la finalidad egoísta de librarnos de espíritus parásitos, atraídos y alimentados por nosotros mismos, sino el objetivo de llevar ayuda espiritual a los que padecen. El espiritismo nos enseña, como enseñó Jesús, que somos todos hermanos y compañeros, creados por Dios para el mismo destino de trascendencia, de elevación espiritual. Ese es el pensamiento central de la comprensión espirita y precisamos darle eficacia, traducirlo en acción.
      Tratamos aquí de la sesión mediúmnica común, no de la sesión especifica de desobsesion. La sesión rutinaria de los Centros es la que se realiza todas las semanas, en días y horas fijadas, disponiendo de frecuencia regular. Hay quien discorda de esos trabajos públicos, alegando las exigencias de Kardec en la Sociedad Parisiense, cuando no permitía en las sesiones a personas que no tuviesen algún conocimiento doctrinario. La medida de Kardec era justa y necesaria, en una fase en que el Espiritismo nacía, bajo un alarido universal de protestas y amenazas.
 Hoy estamos a más de siglo y medio de esa fase y el Espiritismo sólo es combatido por personas sistemáticas o ignorantes. La mayoría absoluta de las personas que procuran las sesiones es necesitada, tratándose generalmente de médiums en franco desenvolvimiento de sus facultades. Negarles acceso a las sesiones sería como negar a un sediento el acceso a una fuente. La Mediumnidad no de desenvuelve por acaso y mucho menos bajo el poder mágico de la vara de Moisés, que sacó agua de la roca. En general, el desenvolvimiento mediúmnico comienza por DIVERSAS PERTURBACIONES y por PROCESOS OBSESIVOS. No se puede querer que una persona en estado de alteración PSÍQUICA vaya primero a estudiar una doctrina a través de cursos demorados para después someterse  a los métodos de cura. Por eso, en las instituciones bien dirigidas las sesiones mediúmnicas normales no se restringen a la práctica mediúmnica. Se inician los trabajos con lecturas de las obras de la Codificación. Seguidamente, hay una exposición doctrinaria que prepara a los frecuentadores para los trabajos prácticos. Los médiums en desenvolvimiento reciben los mensajes y enseñanzas doctrinarias dosificados apropiadamente y, seguidamente, participan del trabajo mediúmnico. Eso concurre hacia una comprensión simultánea de la doctrina, de su naturaleza espiritual, de su moral y de sus relaciones directas y necesarias de teoría y práctica en Espiritismo. Las críticas a ese método se refieren a la duración de las sesiones. Más es evidente que la preparación de las materias permite reducir la parte oral a los límites necesarios. El aprovechamiento verificado en los Grupos y Centros que usan ese método probarán su validez. En los Centros que realizan varias sesiones por semana, la división de la materia puede ser hecha con más amplitud, en las varias sesiones. Eso no impide que, además de ese proceso sinérgico o gestáltico, en que el iniciante adquiere desde luego una visión global de la doctrina y de su práctica, el Centro mantenga, cuando posible, un curso especial de doctrina en otro día y horario.
  Cuando sea posible, es conveniente intercalar los PASES después de la adoctrinación. Si eso prolonga demasiado la sesión, se puede establecer una sesión especial para los pases, siempre iniciada con una exposición sobre el asunto.
 La ventaja de hacer todo en secuencia, en una única sesión, es la de dar al iniciante, en dosis apropiadas y en la secuencia natural del tiempo, en la práctica, la comprensión de la unidad del problema espirita. Esa comprensión, infelizmente, falta hasta mismo a veteranos del trabajo espirita, en virtud de la dispersión y hasta mismo de la restricción de las prácticas tradicionales apenas a un aspecto de la doctrina. Claro es que el problema de la DESOBSESIÓN, en casos graves, no puede ser tratado en sesiones de esa naturaleza. Para eso, los Centros bien orientados disponen de SESIONES ESPECIALES, privadas, con médiums y adoctrinadores capacitados, y, siempre que sea posible, con la participación de médicos espiritas conocidos por su desinterés profesional en casos de orden doctrinario. Colocamos estas cuestiones con base en la experiencia propia y del conjunto, observadas atentamente en el transcurrir de los años de trabajo y estudio incesantes. Cuando el sistema es bien aplicado, contando con elementos humanos dedicados, los resultados son siempre sorprendentes. No se trata de una innovación, sino apenas de una conjugación de prácticas tradicionales que, reunidas y articuladas, producen más y mejor.        
En lo tocante a la Mediumnidad es necesario el más riguroso criterio kardecista, basados en los libros específicos e Kardec: Instrucciones Prácticas sobre Manifestaciones Espiritas y El Libro de los Médiums. Esa es la base necesaria e insustituible del estudio y de la enseñanza de la mediumnidad. Libros como En Lo Invisible, de León Denis, y los libros de orientación mediúmnica de André Luiz y Emmanuel, pueden también ser utilizados como subsidiarios, más jamás colocarlos como obras básicas de la doctrina.
 Sin ese criterio, muchos Centros y Grupos, y hasta mismo grandes instituciones, caerían en un plano de misticismo eclesiero y de autoritarismo sacerdotal que desfiguran y ridiculizarían al Espiritismo. Precisamos comprender que lidiamos con una doctrina revolucionaria, que debe modificar la rutina espiritual de la Tierra, abriéndole las perspectivas de una nueva concepción del espíritu. Sin eso, nuestra mesa sólo tendrá pan marchito y envejecido.
 Traducido del libro “MEDIUMNIDAD (Vida y Comunicación)
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    Reflexiones de Merchita
   Queridos amigos, todos cuando partimos del otro lado de la vida, para acá, traemos una maleta cargada de enseres y con croquis para elaborar nuestro cometido. Es curioso que cuando nos vamos nada nos podemos llevar materialmente, pero si espiritualmente, esa maleta que nos sirvió para venir, y traer nuestros enseres espirituales, la utilizamos igualmente, para llevárnoslos, pues nunca son los mismos, por muy poco que hayamos cambiado, siempre algo nuevo portamos sea bueno o malo.
El dolor físico, es algo que todos experimentamos, algún dolor de cabeza, alguna tara física, como por ejemplo, muchos nacen ciegos materialmente, y eso les sirve para iluminar su espíritu que  ante la tara, se esfuerza por entender y comprender la vida y a las personas, a través del instinto de los lazos invisibles que agudizan más los sentidos.
Es por eso que nadie debe renegar de los males sino intentar afrontarlos con valentía, y hacer todo lo posible, si está en nuestras manos remediarlos.
. Como hijos de Dios  y herederos de los siglos, conquistamos  valores, de experiencia en experiencia, de milenio a milenio. No hay favoritismos  en el templo Universal de Dios, y todas las fuerzas de la Creación se perfeccionan en el infinito. Somos creación del Autor Divino y debemos perfeccionarnos integralmente.  Dios estableció como ley Universal  que sea la perfección, obra del cooperativismo entre El y nosotros, sus hijos.
 Desde la amiba  en la fría agua del mar, hasta el hombre, venimos luchando, aprendiendo y seleccionando  invariablemente. Las páginas de   la sabiduría hinduista son escritos  de ayer  y la Buena Nueva de Jesucristo  es materia de hoy, comparados a los milenios vividos por nosotros, en la jornada progresiva.
El hombre posee un cerebro que se divide en tres regiones  distintas. En la primera, están los impulsos automáticos, simbolizando el sumario vivo de los servicios  realizados; en la segunda situamos  las conquistas actuales, donde se yerguen y se consolidan las cualidades nobles  que se edifican; la tercera está las nociones superiores, indicando las culminaciones que tiene  que alcanzar. En la primera mora el habito  y el automatismo, en la segunda el esfuerzo y la voluntad y en la última demoran el ideal y la meta superior a ser alcanzada.
Estos departamentos son, el subconsciente el consciente  y el súper consciente. Como vemos, poseemos en nosotros mismos, el pasado, el presente y el futuro. Todo el campo nervioso de la criatura constituye  la representación  de las potencias periespirituales, lentamente conquistadas  por el ser, a través de milenios y milenio.
El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en tránsito de la animalidad primitiva hacia la espiritualidad humana. El hombre actual representa la humanidad  victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria.
El hombre en su estado actual no tiene la suficiente luz para descender con provecho a todos los ángulos del abismo de los orígenes, tal facultad  la adquirirá  más tarde, cuando su alma esté limpia de todo resquicio de sombra. No hay total olvido  en la Corteza Terrestre, ni restauración inmediata  de la memoria  en las zonas de la existencia, que siguen , naturales, al campo de la actividad física, todos los hombres conservan tendencias  y facultades  que casi equivalen a efectivo recuerdo del pasado; y no todos, al atravesar el sepulcro, pueden readquirir , repentinamente, el patrimonio  de sus reminiscencias.  Quien se materializa, en el campo, de la materia densa, no puede volver  a encender, de pronto, la luz de la memoria.
Interpretando de una manera simple las tres regiones  de vida cerebral  nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo carnal, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen campos de fijación de la mente encarnada  o desencarnada. La demora excesiva en uno de esos planos, con las acciones  que le son consecuentes, determina el destino del cosmos individual. La criatura estacionada en la región  de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega de modo absoluto, al esfuerzo maquinal, sin consultar el pasado y sin organización de bases para el futuro, mecaniza la existencia, destituyéndola de luz edificante. Para que la mente prosiga en dirección de lo alto, es necesario que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior de idealismo elevado; a través de esa fuente ella puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro edificante.
Jesús nos recomendó el amor a los enemigos y la oración por los que nos persiguen y calumnian. Llegará el día, en que el amor, la fraternidad y la comprensión, definiendo estados del espíritu serán tan importantes para la mente encarnada como el pan, el agua, el remedio; es cuestión de tiempo. Aunque a veces parezca lo contrario, la mente humana de manera general, asciende para el conocimiento superior, a pesar que, a veces, parezca lo contrario.
Amigos, tengamos fe y confiemos nuestros cuidados al Señor, pero no dejemos nunca de en todo cometido hacer nuestra parte, porque  “a Dios rogando pero con el mazo dando”. 
Un fuerte abrazo de Merchita
Extraído del libro “En un Mundo Mayor” de Francisco Cándido Xavier

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