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martes, 29 de noviembre de 2011

Combustión Humana


¿ Es posible la Combustión Humana espontánea ?



Michael Faherty, de 76 años, desencarnó en su casa en Galway el día 22 de diciembre de 2010. El cuerpo carbonizado fue encontrado con la cabeza girada  para la chimenea. El médico juez de instrucción Ciaran McLoughlin, de West Galway, Irlanda, afianzo que Faherty fue víctima de una “auto combustión humana”. “El incendio fue totalmente investigado  y la conclusión es de que el hecho se encaja en la categoría  de “Combustión humana espontanea, para la cual no hay una explicación adecuada” (1)  McLoughlin explico que esa era la primera vez en 25 años  de su carrera que dio un parecer de combustión espontanea.
Larry Arnold, un experto  en auto combustión humana, sugirió  que el fenómeno resulta de una nueva partícula subatómica llamada “pyroton” que, según el, interactúa con las células para crear una micro-explosión. Más no existe ninguna evidencia científica probando la existencia de tal particular.

La primera combustión humana espontanea conocida fue divulgada por el anatomista dinamarqués Thomas Bartholin, en 1663, cuando describió como una mujer en Paris “fue reducida a cenizas  y humo” mientras dormía. El colchón de paja  donde ella estaba echada  no fue dañado por el fuego. , En 1763, Jonas Dupont presentó, en Lyon, una tesis de doctorado: de incendios corporales humanossponraneis; el fue el primero en tratar el asunto oficialmente.
En el siglo XIX, Charles Dickens despertó gran interés en el asunto,  usándolo para matar a un personaje de su novela “La Casa Abandonada ("Bleak House"). Krook, el personaje alcohólatra  (compartía la creencia común en esa época de que la combustión humana  espontanea era causada por las cantidades excesivas de alcohol en el cuerpo. (2) Surgieron algunas críticas acusando a Dickens de divulgar supersticiones, más el escritor respondió a los ataques citando sus fuentes de investigación  sobre la auto combustión humana – especialmente el caso de la Condesa Cornelia de Bandi, de Cesena, Italia, ocurrido en 1731 – y el de Nicole Millet.
Estrictamente hablando, nadie ha probado o refutado de manera concluyente la combustión humana espontánea y concreta. Por tanto, estamos distantes de un fenómeno  paranormal no mencionado en la literatura consagrada por las explicaciones espiritas y que han desafiado a la inteligencia de los investigadores. El hecho  es uno de los  más complejos fenómenos estudiados por la parapsicología y, sin duda, de los más difíciles de ser comprobados  y sobre el cual  muchos científicos prefieren mantener silencio. La definición puede parecer un tanto vacía, más la verdad es que poco  o nada se sabe sobre el acontecimiento – como se inicia, como termina o por qué ocurre.
Lo intrigante de la cuestión es: ¿los cuerpos físicos pueden ser  consumidos espontáneamente por el fuego? Muchas personas acreditan  que la auto combustión humana sea un hecho real, más la mayoría de los científicos no están convencidos  a pesar de las evidencias por las innumerables imágenes fotográficas existentes. Para algunos, la combustión espontanea ocurre cuando una persona rompe en llama por causa de  una reacción química interna  aparentemente no provocada por una fuente externa de calor (ignición). ". “En diciembre de 1966, el cuerpo del Dr. J. Irving Bentley, de 92 años, fue descubierto en Pensilvania,  al lado del medidor de electricidad de su casa. En realidad, apenas parte de la pierna de el  y un pie,  aun con la zapatilla, fueron hallados, el resto de su cuerpo se habían convertido en cenizas.” (3)
¿Cómo esclarecer  que un hombre se pegue fuego – sin ningún origen aparente de chispa o llama – quemado completamente el propio cuerpo, sin esparcir las llamas para ningún objeto próximo? El caso  del Dr. Bentley, y ciento de otros casos semejantes, quedaron conocidos  como  casos de “combustión humana  espontanea” Bentley,, aunque el y otras víctimas del fenómeno habían sufrido combustión casi total, los alrededores de donde se encontraban, o las propias ropas, muchas veces no sufrían daño alguno. (4)
Cierta vez, la TV Globo mostró a un “señor que durmió dos días sucesivos y al despertar noto en su cuerpo quemaduras espontaneas profundas  y su mano derecha completamente carbonizada, la cual tuvo que ser amputada. Un médico y un científico abordados al respecto de ese hecho  tampoco supieron explicarlo. Más  como es de practico, bautizar el fenómeno: “Combustión espontanea del cuerpo humano”, (5)
Allan Kardec elucida los fenómenos (anímicos) de efectos físicos (ruidos, golpes, lanzamientos de objetos, transportes, la quema o combustión espontanea de [ropas, colchones, muebles], psicometría (percepción de hechos a partir  de objetos) etc. (6) las manifestaciones  físicas estuvieron relacionadas al propio surgimiento de la Doctrina Espirita, en el siglo XIX, cuando el profesor Rivail tuvo u atención despierta para las llamadas mesas giratorias y pasó a estudiarlas conforme consigna El libro de los Espíritus en la Introducción al Estudio de la Doctrina Espirita.  Los fenómenos espiritas de ese género, de modo general, las manifestaciones físicas espontaneas objetivaban llamar la atención de Kardec y convencerlo de la presencia  de una fuerza superior  a la del hombre. (7) todavía, se resalta que el maestro de Lyon nada investigo y ni los espíritus informaron sobre el fenómeno de muertes por la combustión humana.
“Existe, sin embargo, la facultad, la cual utilizaba Daniel Dunglas Home, que producía fenómenos de combustión espontanea, más que no era  auto combustión que no lo quemaba. En una experiencia memorable ante al Emperador Napoleón III, antes de Allan Kardec, en el mes de abril de 1852, invitado a las Tulherias po aquel, dio las mayores demostraciones de mediúmnidad,  porque al Emperador le gustaba la prestidigitación (ilusionismo)  y aseguraba que los  fenómenos  producidos por Daniel y por otros, eran  de ilusionismo, de malabarismo. Entre las manifestaciones notables que Daniel produjo en aquella noche, una fue tomar de una hoja de papel, estrujarla , lanzándola a las llamas del fuego diciendo: “No te quemes” . – y la hoja de papel permaneció intacta. El se apartó algunos metros, y ordenó: “Te puedes quemar” .  – y ella ardió. Constatamos que el, había  impregnado de energía  anti combustible y, al darle la orden, la energía desgastada, no aisló el papel.  Normalmente, esa facultad es expiatoria, para llamar la atención para la realidad de nuestros actos, ya que somos autores de nuestros destinos.” (8)
¿Cuál es la causa de los fenómenos de efectos físicos? ¿Cuál  es su origen y su finalidad? Cuestiones que pasaron a ocupar el pensamiento del Profesor lionés, que comenzó a estudiarlos, llevándolo a las pesquisas y al trabajo de recopilación y organización de la Codificación Espirita, surgiendo para el mundo los cinco libros que edito usando el criptónimo de Allan Kardec.
Por si acaso, osamos proponer una explicación posible para el fenómeno peculiar que consume a una persona por una llama que parece venir de su propio cuerpo y transformarla  en poco más que un montón de huesos ennegrecidos y polvo.
Creemos que es un proceso expiatorio que alcanzan a algunos seres humanos que invariablemente  practicaron actos impiadosos en el pasado, quizás en los  escenarios de la Inquisición medieval, personas esas que incineraron impiadosamente a los herejes vivos en los troncos del odio, razón por la cual y bajo el látigo de la Ley de Acción y Reacción cargan  las matrices que liberan la materialidad de tan dantesco fenómeno.
Se espera que un día el misterio pueda ser esclarecido más bien, pues la auto combustión de cuerpos representa  uno de los más complejos y atemorizantes acontecimientos paranormales de la historia humana.

Jorge Hessen

" Dos asas conducirán al espíritu humano a la presencia de Dios: una se llama amor y la otra, sabiduría." .
(Emmanuel)



( Ver el blog  inquietudesespiritas.blogspot.com )

Ley de destrucción



CAPÍTULO VI – V. LEY DE DESTRUCCIÓN
Destrucción necesaria y destrucción abusiva



728. La destrucción ¿es una ley de la Naturaleza?


Precisa que todo se destruya para renacer y regenerarse. Porque lo que llamáis destrucción no es sino una transformación, que se propone por objeto renovar y mejorar a los seres vivientes.


       Los desastres acontecidos  en el planeta durante este primer periodo del siglo XX1, unos ocasionados por las fuerzas de la  naturaleza, como son:  tsunamis, terremotos,inundaciones y huracanes y otras calamidades creadas   por el hombre, entre ellas: guerras, hambrunas, esclavitud y pobreza  son temas que nos inquietan a todos los seres sensibles  que habitamos el planeta Tierra . Tal razón, nos indujo a escribir dos notas sobre el tema en referencia.  

    El primer tema  que presentamos aquí pretende dar una idea general sobre la opinión de los espíritus superiores sobre la recurrencia de cataclismos en nuestro mundo y como los colocan dentro de una de las leyes de la naturaleza: la  LEY DE DESTRUCCIÓN. La segunda nota es una continuación de la primera y trata sobre que debemos hacer los “Espiritistas ante los Desastres”. Ambos escritos se concatenan entre sí.  

     Al circunscribirnos al asunto que nos concierne en esta nota y con el fin de  comprender mejor la constante secuela  de desastres en el mundo,  creímos  necesario  recurrir a la  fuente, a la palabra orientadora de los espíritus y a su opinión sobre porque ocurren tantas calamidades en nuestro orbe.

     En consecuencia, acudimos al Libro de los Espíritus de Allan Kardec,  que en su Libro Tercero- Leyes Morales Cap. Vl, le asigna el número cinco V , bajo el título de LEY DE DESTRUCCIÓN y la clasifican como una de las leyes  naturales o divinas  que rigen el universo.

     Al respecto, en el Cap.l del Libro de los Espíritus, dedicado a la LEY DIVINA O NATURAL, los espíritus ofrecen unas cuantas respuestas sobre este asunto. Afirman,por ejemplo que  la ley natural es la ley de Dios.  Es la única verdadera para la felicidad del hombre. Le indica lo que debe hacer o no hacer, y sólo es desdichado porque de ella se aparta . Es eterna e inmutable, como Dios mismo (#615). Todas las leyes de la Naturaleza son leyes divinas, puesto que Dios es el autor de la totalidad de las cosas. El sabio estudia las leyes de la materia, el hombre de bien estudia las del alma y la practica (#617). Entre las leyes divinas, unas regulan el movimiento y las relaciones de la materia inerte. Son las leyes físicas. Su estudio es del dominio de la ciencia. Otras conciernen, en especial, al hombre en sí mismo, así como en sus relaciones con Dios y con sus semejantes. Comprenden las reglas de la vida de cuerpo tanto como las de la vida del alma. Éstas son las leyes morales. (#617a.)

1. ¿Con qué objeto castiga Dios a la humanidad con calamidades destructoras?

     Para que progrese más rápido. ¿No hemos dicho ya que la destrucción es necesaria para la regeneración moral de los Espíritus, que adquieren en cada nueva vida un grado más de perfección? Hay que ver el final para evaluar los resultados. Vosotros los juzgáis sólo desde vuestro punto de vista personal, y los llamáis plagas debido al perjuicio que os ocasionan. Pero tales trastornos son a menudo necesarios para acelerar el advenimiento de un orden de cosas mejor, trayendo en unos pocos años lo que hubiera demandado muchos siglos para producirse. (véase respuesta núm.100)

738. ¿No podía Dios valerse, para el mejoramiento de la humanidad, de otros medios que no fuesen calamidades destructoras?
     Sí, y a diario los emplea, puesto que ha otorgado a cada cual los medios de progresar mediante el conocimiento del bien y del mal. El hombre es el que no los aprovecha. Es menester, pues, que se le castigue en su orgullo y se le haga sentir su fragilidad.

Nota- Esta respuesta plantea de una manera muy clara el problema de los “saltos” en la Naturaleza, al que nos referimos en nota anterior. El “salto cualitativo” a que alude la dialéctica marxista, y que en opinión de algunos contradice el orden evolutivo de la Doctrina Espírita, es la exacta expresión de ese tipo de “trastornos” que apresuran el desarrollo. Conforme se advertirá, el Espiritismo reconoce la existencia y la necesidad de tales “trastornos”, pero integrados dentro del proceso general de la evolución, no admitiéndolos como una ruptura de dicho proceso. [N. de J. H. Pires.]


738 a. Pero en medio de esos flagelos el hombre de bien perece lo mismo que el perverso. ¿Es eso justo?

En el transcurso de su existencia, el hombre lo relaciona todo con su cuerpo. Mas después de la muerte piensa de un modo distinto. Como hemos dicho ya: la vida del cuerpo significa poco. Un siglo de vuestro mundo equivale a un relámpago en la eternidad.

"Un siglo de vuestro mundo equivale a un relámpago en la eternidad".


En consecuencia, los sufrimientos que se prolongan durante lo que vosotros llamáis algunos meses o unos cuantos días, no son nada. Se trata para vosotros de una enseñanza, y que os será de provecho en lo por venir. El mundo real es el de los Espíritus, preexistente y sobreviviente a todo . 


   Los espíritus son los seres inteligentes de la creación que pueblan el espacio. Son las almas de los que han vivido en la Tierra y en otros mundos. Representan las potencias de la naturaleza. Dios se vale de ellos para realizar sus miras providenciales.

   Ellos son los hijos de Dios y constituyen el objeto de toda su solicitud. Los cuerpos no son sino disfraces bajo los cuales aparecen aquéllos en el mundo. En medio de las grandes calamidades que diezman a los hombres los Espíritus vienen a ser como un ejército que, durante la guerra, ve sus ropas gastadas, desgarradas o perdidas. El general se preocupa más por sus soldados que por los uniformes de éstos.

738 b.  Pero las víctimas de esas calamidades no por ello dejan de ser tales. - 


Si se considera la vida conforme a lo que es, y cuán poca cosa significa con relación a lo infinito, se le concedería menos importancia. Esas víctimas tendrán en una existencia ulterior amplia compensación a sus padecimientos, si saben sobrellevarlos sin protesta.


 Ya sea que la muerte llegue debido a una calamidad o por una causa ordinaria, nos es necesario morir cuando la hora de partir ha llegado. La única diferencia estriba en que en aquellos casos se marchan un gran número de personas al mismo tiempo.



Si pudiéramos elevarnos con el pensamiento, de manera de obtener una vista panorámica de la humanidad entera, esos flagelos tan terribles no nos parecerían otra cosa que tempestades pasajeras en el destino del mundo.


 739. Las catástrofes destructoras, ¿reportan alguna utilidad desde el punto de vista físico, a pesar de los males que ocasionan?

En efecto, modifican a veces el estado de una región. Pero frecuentemente el bien que de ellas dimana sólo es apreciado por las generaciones ulteriores.
   
 740. Las plagas ¿no serían asimismo para el hombre pruebas morales que lo enfrentan con las más duras necesidades?


 Las plagas son pruebas que ofrecen al ser humano ocasión de ejercer su inteligencia y poner de relieve su paciencia y resignación a la voluntad de Dios, colocándolo en situación de manifestar sus sentimientos de abnegación, desinterés y amor al prójimo, si no está él dominado por el egoísmo.



741. ¿Es dado al hombre conjurar las calamidades que le afligen? -


    En cierto modo, sí, pero no como por regla general se entiende. Muchas calamidades son consecuencia de su propia imprevisión. A medida que va adquiriendo conocimientos y experiencia puede conjurarlas, eso es, prevenirlas, si sabe descubrir sus causas. Pero, entre los males que afligen a la humanidad los hay de un carácter general, que están en los designios de la Providencia, y cuyo efecto cada individuo sufre en mayor o menor grado. A ese tipo de calamidades el hombre sólo puede oponer su resignación a la voluntad de Dios, e incluso dichos males se ven a menudo agravados por su despreocupación.

Entre los flagelos destructores –naturales e independientes del hombre- hay que incluir en primer término la peste, el hambre, las inundaciones, los fenómenos atmosféricos que des truyen los frutos de la tierra. 


"Sin Caridad no hay salvación"
Pero ¿acaso no ha encontrado el hombre en la ciencia, en los trabajos de mejoramiento de los suelos, en el perfeccionamiento agrícola, en la rotación de cultivos y las obras de irrigación, así como en el estudio de las condiciones higiénicas, los medios de neutralizar, o por lo menos atenuar, muchos desastres? Algunas comarcas asoladas otrora por terribles calamidades, ¿no se preservan hoy? ¿Qué no hará, pues, el hombre en pro de su bienestar material cuando aprenda a sacar partido de todos los recursos de su inteligencia, y cuando al cuidado de su conservación persona sepa asociar el sentimiento de una verdadera caridad hacia sus semejantes?



Amar no es desear. Es comprender siempre, dar de si mismo, renunciar a los propios caprichos y sacrificarse para que la luz divina del verdadero amor resplandezca.
- Regina de Souza 


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