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lunes, 5 de mayo de 2014

Jesucristo y la Reencarnación


¿ Jesús Cristo conocía la Reencarnación?.-

Antes de entrar en este asunto , partimos de la premisa de que Cristo, tal como ya hemos afirmado anteriormente, es el mas evolucionado Ser de Luz que ha encarnado jamás en la Tierra, ( considerando que no es el mismo Dios, sino un Hijo de Dios, muy cercano al Padre), y sus enseñanzas y ejemplos, recogidos en parte en los Evangélios, en esencia, son enseñanzas de Amor para redimir y guiar a la humanidad en la medida que las conozca y las practique.
La cuestión es que, generalmente, estas enseñanzas se suelen encontrar leyendo “entre líneas” y se pueden interpretar después libremente, según dicte a cada uno lo mas profundo de su conciencia e inteligeencia; sin embargo otras veces estas enseñanzas aparecen en boca de Jesús con tanta claridad, que el darles otra interpretación diferente a lo que dijo textualmente, no es sino desvirtuarlas, y no cabe una interpretación simbólica o significativa ,sino literal de las mismas.
Desde un punto de vista humano y cristiano, es de considerar que todos tenemos el mismo derecho moral y que podemos tener tanta capacidad analítica como pueda ser la de los traductores eclesiásticos y los teólogos, que se atribuyen esa capacidad en exclusiva para hacer su particular lectura e interpretación de los Evangelios, según convenga, que siempre es según la doctrina oficial de sus iglesias y que después imponen a los “fieles”, a los que solo cabe pronunciar “amén”.
Lógicamente, esta capacidad, libertad y derecho que todos tenemos de poder leer e interpretar las llamadas Sagradas Escrituras, no es con la vana pretensión de monopolizar ninguna verdad absoluta, sino que las particulares conclusiones e interpretaciones de cada uno, forman parte de la Verdad personal e íntima de cada cual, en aras de la libertad.
Una vez hechas estas consideraciones, desde mi particular punto de vista paso a
exponer mi criterio en este tema, que coincide plenamente con los criterios que sustenta el Espiritismo, con los cuales me identifico y hago míos. A pesar de las interpretaciones, normas y doctrinas salidas de los Concilios y teologías existentes, las Iglesias Cristianas no han podido tergiversar totalmente la profunda realidad de la Reencarnación, cuya idea está manifestada y reconocida por Jesús y reflejada en ciertos pasajes del Evangelio aunque se empeñen en darles otras interpretaciones..

Puedo afirmar que la pregunta de este enunciado, solo tiene una respuesta rotunda: En efecto, Jesús conocía perfectamente este concepto, aunque no precisamente bajo este mismo nombre por el que modernamente lo conocemos nosotros.
Jesús dijo: “En verdad os digo que si no volvieseis y os hicieseis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos”(Matéo-18). Esto lo han querido interpretar como que Jesús propone al hombre adulto que se vuelva inocente e ingenuo como un niño, o sea que parece ser que no se puede ser persona adulta y madura para entrar en el Cielo, sino que hay que volverse infantil, en el sentido de ingenuidad, candidez o ignorancia .
Si se analizan literalmente las palabras “volviereis” e “hiciereis”, vemos que en realidad la única forma de volver a ser niño y de hacerse como un niño, es precisamente volviendo a ser un niño, y para eso es preciso volver a poder “partir de cero” nuevamente, o sea, nacer nuevamente como persona..
En otro pasaje evangélico, dice Nicodemo : “¿Cómo puede el hombre volver a nacer siendo viejo?; ¿acaso puede entrar de nuevo en el seno de su madre y volver a nacer?”; Jesús le responde: “En verdad te digo que quien no naciese del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de los Cielos. Lo que nace de la carne, carne es, pero lo que nace del Espíritu es Espíritu. No te maravilles porque te haya dicho que es necesario nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de donde viene ni a donde vá; así es todo nacido del Espíritu”(Juan, 2-3).. Nicodemo, a pesar de su condición de Maestro del Templo de Jerusalén, no comprendía esta enseñanza de Jesús, pues aunque esta idéa era bastante popular entre los judíos, estaba velada dentro de la religión Mosaíca oficialmente establecida ; pero Jesús desde luego sí acredita en muchos momentos que conocía esta Verdad oculta que parece ser que asumió durante su periodo juvenil de formación en la escuela de los Esenios . Estos eran una Secta oculta, de carácter iniciático, que se agrupaban en colonias desde las riberas del Mar Muerto hasta el valle del Nilo. Vivían en comunidad y ejercían Ciencias, como la Medicina y la enseñanza del Universo y de la Vida que impartían a un limitado grupo de alumnos o iniciados. Sostenían una doctrina similar a la de Pitágoras enseñando la preexistencia del alma y las vidas sucesivas.
Pero volviendo al pasaje de Nicodemo, vemos como Jesús le dice que no se asombre ante su afirmación de que es necesario nacer de nuevo, y compara el devenir del Espíritu a través de su paso por múltiples vidas, con el viento libre que sopla donde y cuando quiere, y nadie sabe de donde viene o a donde irá.
En Juan III-3, insiste de nuevo: “ En verdad, si un hombre no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios”, lo cual viene a querer decir, que si no es a través de las experiecias aprendidas en vidas sucesivas, no podemos llegar a evolucionar espiritualmente hacia el Padre.
En Mateo Cap. 17, 10-13 dice lo siguiente: “Le preguntaron los discípulos a Jesús diciendo :¿Cómo dicen los Escribas que primero ha de venir Elías ?. El les dijo: “Cierto que Elias viniendo primero restablecerá todas las cosas; sin embargo yo os digo que Elías ha venido ya y no le reconocieron, antes hicieron de él cuanto quisieron. Entonces los discípulos entendieron que hablaba de Juan el Bautista”.
Este pasaje es de una evidencia pasmosa e incontestable, porque además de poner en labios de Jesús la afirmación taxativa de que Elías ya había venido anteriormente y no le habían reconocido, aun añade el evangelista Mateo a modo de explicación, que los discípulos comprendieron que Jesús se estaba refiriendo a que Elías ya había venido en la persona de Juan el Bautista.
La palabra “Reencarnación” no se nombra en absoluto, simplemente porque para esta idea no existía este término, pero evidentemente la idea a que se refería Jesús y el evangelista, es la misma que hoy denominamos como reencarnación..
En el Evangelio de S.Juan se relata que fue enviada una comisión del Sanedrín para preguntar a Juan el Bautista si él era el Mesías o Elías ; este detalle también evidencia que la idea de la reencarnación era conocida y aceptada entre aquél pueblo.
Nuevamente en Mateo Cap. 16, 13-14, se cita : “Al llegar Jesús a la región de Cesaréa de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?; ellos contestaron: unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o alguno de los Profetas”. Resulta asombroso ver lo muy asumido que tenían este concepto los contemporáneos de Jesús y por tanto, Él mismo también lo afirmó, tal como sugieren estos pasajes.
Del mismo modo, era conocedor de profundos conocimientos espirituales, esotéricos, filosóficos y de las leyes humanas , Naturales y Espirituales.
Por último , paso a señalar que esta idea que conocía y admitía Jesús y tanta gente del pueblo judío, ya venía siendo señalada desde antíguo, pues ellos, que se regían por el Antíguo Testamento, en Isaias Cap XVI vers. 10 dice: “Aquellos de nuestro pueblo que hicisteis morir vivirán de nuevo”. Evidentemente el Profeta se refiere a que vivirán de nuevo aquí en la Tierra, porque si se hubiese referido a vivir la vida espiritual, hubiese dicho: “ Viven aún , en vez de “ vivirán de nuevo” o “ Viven aún y no volverán”.

- José Luis Martín-
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Cada alma recibe un cuerpo de acuerdo con sus merecimientos y sus previas acciones”
  • Orígenes –
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MATAR POR BENEVOLÊNCIA  
Francisco Cándido Xavier


Antes de nuestra reunión pública, amigos de Guanabara nos mostraron dos reportajes recientemente lanzados sobre la eutanasia. Éramos  un grupo de hermanos  debatiendo asuntos de la actualidad y el problema propuesto  despertó nuestra atención. Después de variadas opiniones en la conversación en curso, el horario  nos llamó para las tareas de la noche.
Abierta nuestra reunión de estudios, El Evangelio Según el espiritismo, con sorpresa para todos, nos ofreció el ítem 28 del capítulo V, sobre la cuestión de la muerte aplicada en nombre de la benevolencia humana.
Diversos compañeros comentaron la lección, después de que Emmanuel, nuestro benefactor espiritual querido, al que compareció la pagina Eutanasia y Vida.

EUTANASIA Y VIDA  Emmanuel
Amigos de la Tierra preguntan frecuentemente por la opinión de los compañeros desencarnados, con respecto a la eutanasia.  y acrecientan que filósofos y científicos diversos adhieren hoy la idea   de apoyar legalmente la muerte administrada,  o sea por imposición de recursos medicamentosos  o por abandono del tratamiento.
Se declaran muchos de ellos doloridos ante los problemas de las criaturas que surgen desfiguradas en la cuna, o frente a los portadores de enfermedades supuestamente irreversibles, muchas veces en estado de coma  en los recintos  de asistencia intensiva. Algunos llegan a indagar  si los pequeñitos excepcionales deben ser considerados seres humanos y si existe piedad en retrasar las limitaciones de los enfermos interpretados  como criaturas semimuertas, insensibles a cualquier reacción.
Entretanto, imaginan eso por la escasez de los recursos  de espiritualidad de que disponen para dilatar la visión espiritual  para más allá del estado físico.
Es preciso recordar que, en materia de deformación, los complejos de culpa determinan  inimaginables alteraciones en el cuerpo espiritual.
El hombre ve únicamente el carro orgánico en el que el espíritu viaja en el espacio y en el tiempo, buscando la evolución propia, más habitualmente no considera los retoques de mejoramiento  o las dilapidaciones  que el pasajero va imprimiendo  en sí mismo, para efecto de evaluación de mérito  y desmerito, cuando se le promueva el desembarque en la estación de destino.
A la vista de eso, el hombre común no conoce la cara psicológica de nuestros hermanos suicidas y homicidas conscientes, o la de aquellos otros que conscientemente se hacen  pesadillas o flagelos de colectividades enteras. Debidamente reencarnados, en tareas de reajuste, no muestran sino el cuadro aflictivo que crearon para si mismos, una vez que todo espíritu desciende de las propias obras y revela consigo aquello que hizo de si mismo.
¡Delante de las criaturas en prueba  o de los hermanos enfermos, imaginados irrecuperables, medita y auxílialos!
Nadie, por ahora, en las áreas del mundo físico, puede calcular la importancia de algunos momentos o de algunos días para el espíritu temporalmente internado en un cuerpo  enfermo o deforme.
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Ante todos aquellos que se acercan a la desencarnación, compadécete y ayudalos cuanto puedas.
Recuerda que la ciencia humana es siempre un acto admirable, en transformación constante, aunque respetable por los beneficios que presta. No en tanto, no te olvides que la vida es siempre  formación divina, y por esto mismo, en cualquier parte será siempre un acto permanente de amor.

PIEDAD ASESINA
 J. Herculano Pires (Hermano Saulo

La eutanasia es una cuestión de lógica. Si partimos de la premisa de que la muerte es el fin, llegamos naturalmente a la conclusión de que matar  a un enfermo  incurable   o a un niño es un acto de piedad.  Más si partimos de la premisa  de que la muerte es apenas el fin de una existencia, nuestra piedad ser asesina. Una premisa falsa  nos lleva a un raciocinio criminal.

Para raciocinar de una forma cierta disponer de datos ciertos sobre el problema  que enfrentamos. El materialismo solo conoce el cuerpo  y no toma en cuenta la existencia del alma.  Ignora por completo  el sentido de la vida. Su raciocinio sobre la eutanasia se funda en la ignorancia.
El espiritualista  sabe que el alma sobrevive al cuerpo, más no todo espiritualista conoce el proceso de la vida. su raciocinio sobre la eutanasia puede llevarlo a un sofisma . Más el espirita sabe que la vida es un proceso  de evolución y que cada existencia corpórea es el resultado de las fases anteriores de ese proceso. El espirita  dispone de datos seguros y precisos sobre el fenómeno biológico  de la muerte.
Esos datos, obtenidos en las experiencias científicas del espiritismo, están siendo hoy  confirmados por las pesquisas parapsicológicas y físicas sobre el trance de la muerte. Basta el descubrimiento del cuerpo bioplasmico por los físicos y biólogos para advertir los espíritus sistemáticos de que pueden estar engañados.
Los inquisidores medievales  quemaban a los supuestos herejes en nombre de la caridad, para librarlos del fuego eterno del infierno. Los materialistas actuales pretenden abreviar la muerte en nombre de la racional piedad. Ellas por ellas, tenemos el dogmatismo de la ignorancia tripudiando sobre los derechos de la vida.
El mensaje de Emmanuel es una advertencia a la razón esclarecida  y debe ser meditada en todos sus términos. No basta leerla, es preciso estudiarla.

Articulo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970

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Cosme Mariño
MI FINALIDAD

 “Esto me propongo. Respecto de los grados de verdad que tengan las doctrinas que he sustentado en mi vida, espero tranquilo el fallo que esta misma humanidad dará en un porvenir que no lo veo muy remoto, a juzgar por los grandes progresos realizados para la demostración científica de nuestra inmortalidad.
Para esto se necesita tiempo, a fin de que la luz de la verdad penetre en todas las conciencias y los que con tanta anticipación nos condenan, cometen pecado de orgullo e ignorancia y por lo mismo se exponen a que algún día tengan que bajar la vista avergonzados, al pensar que sólo han servido, en la existencia, de rémora al progreso de la verdad en el mundo.”
Cosme Mariño
  Memorias de un hombre mediocre - Prefacio – 1918)

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