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sábado, 8 de enero de 2011

Visión espírita del Aborto


En la actualidad es justificado casi en todo el mundo, el aborto. Eminentes sacerdotes de la Medicina ganan lugares sensacionalistas en los periódicos del mundo; durante la vigencia de las leyes que legalizan el aborto en diversos países civilizados de la tierra.

En Francia se presentó un proyecto en el Senado, para la interrupción legal de la gestación hasta diez semanas después de la concepción, fue aplaudido en la Cámara de los Diputados y contó con el entusiasmo de hombres y mujeres ilustres, revocando la Ley de 1920 que lo condenaba, favoreciendo el infanticidio.

Es necesario llegar a los corazones de las madres y esclarecerlas, sobre todo a aquellas que como solución, piensan en el aborto, estas se encaminan hacia graves y desdichados compromisos por falta de advertencia oportuna y de segura directriz, con el fin de que perseveren en el áspero y recto cumplimiento de los deberes relacionados consigo mismos; en la sociedad y con la vida.

Aunque se aplauda el error porque este reciba el transitorio aval de los hombres, mancillamos la dignidad individual y deshonramos la inteligencia y la cultura de la Humanidad.

No hay nada que justifique el aborto, es un cobarde proceso de que se utilizan los espíritus débiles para desligarse de la responsabilidad, incidiendo en grave delito del que no se podrán exonerar con facilidad.

Defensores insensatos del aborto delictivo acostumbran alegar que en los primeros meses nada existe, olvidando que, en verdad, el tiempo de la fecundación es de suma importancia... La vida humana, en proceso de crecimiento, merece el más alto respeto, desde que, con la sucesión de los días, el feto estará transformado en el hombre o en la mujer que tiene derecho a la oportunidad de la experiencia carnal, por impositivo divino.

A nadie le es concedida la facultad de interrumpir el fenómeno de la vida, sin asumir penoso compromiso del cual no se liberara sin pesado agrávame...

La medida de la legalización del aborto, una vez aceptada evita l muerte de muchas mujeres temerosas que, negándose a la maternidad, se entregan a manos inescrupulosas y caracteres sórdidos, que actúan sin los cuidados necesarios para la preservación de la salud y de la vida.

La vida es patrimonio divino que no puede ser ligeramente malbaratado. Toda acción que se practica genera naturales reacciones que gravitan en torno a su autor.

Existen entidades espirituales que en el pasado adquirieron débitos con la ley universal en el área del renacimiento. Hoy desean un hijo que no consiguen tener.

Son individuos que en las vidas pasadas crearon expresivas dificultades para la Reencarnación de otros, sembrando un Karma que ahora recogen.

Hay madres que odian el hecho de estar embarazadas. Sea por las circunstancias dolorosas que motivaron el embarazo, sea por la dificultad de relacionarse con el esposo o aun por la situación de penuria socio-económica e imaginando la gravedad de la situación desde lo más complejos hasta la más simple vanidad, el hecho es que la situación existe con relativa frecuencia

Al igual que nosotros tememos muchas veces a la muerte, los espíritus, en muchas circunstancias temen abandonar una situación que se les figura estable, para sumergirse nuevamente en la materia, aprisionando o anestesiando sus conquistas pasadas. En otras palabras, miedo a nacer.

Hay abortos provocados por el espíritu que va a nacer, y que en nada interviene los progenitores. Son el la mayoría de las ocasiones, Espíritus que necesitan renacer con severas limitaciones físicas, fruto de alteraciones expresivas en su constitución periespiritual se atemorizan ante una perspectiva que cuesta aceptar. Los Mentores Espirituales les esclarecen que la exteriorización deformante al nivel del cuerpo físico facilita la eliminación de las anomalías a nivel periespiritual, siempre que se acompañe de una postura mental saludable, los recelos y las reacciones muchas veces ocurren.

Otros, tienen intensa luchas intimas, por la razón de que se niegan a renacer en el hogar asignado por el sentimiento de antipatía con relación a alguno de los miembros del mismo.

La ligación familiar frecuentemente es el escenario de los reajustes del pasado. El desafecto necesita ser perdonado y adormecido el recuerdo de este, es la condición predispuesta para la cirugía psíquica que eliminara el absceso del odio.

No hemos de olvidar, que aunque ocurran reencarnaciones compulsorias, necesarias para aquellos cuyo primitivismo psíquico no permite su participación en la elección de las pruebas o expiaciones, normalmente el libre albedrío es preservado. Todos nosotros seres humanos tenemos la posibilidad de escoger, acertar, errar, avanzar o rechazar el progreso. La libertad que ya conquistamos en millares de encarnaciones nos faculta la enseñanza de decidir. Decidir, aunque cargando, con el peso de las consecuencias.

En los casos que la gestación ya esta en curso, y el fluido vital del embrión en desarrollo se funde con el cuerpo periespiritual en proceso de miniaturaciòn, la súbita e intensa revuelta del espíritu puede determinar la ruptura definitiva de las ligaciones dejando al futuro feto sin el espíritu. Se in viabiliza la gestación por falta de modelo organizador biológico. Esto es un aborto espontáneo, aunque provocado por el rechazo sistemático, energético e inmaduro del espíritu. Pierde el mismo así, una gran oportunidad para superarse a si mismo y avanzar aceleradamente rumbo a la felicidad.

El Espíritu que ya vivió aquí en la tierra numerosas veces, trae gravado energéticamente en núcleos de potenciación los registros de sus adquisiciones anteriores y su destinos. Al unirse al óvulo, reflejara en el mismo el patrón energético de su nivel evolutivo. Con la frecuencia de onda resultante, el Óvulo atraerá a los genes, contenidos en el espermatozoide, los cuales tendrán las predisposiciones consecuentes. El merecimiento del Espíritu es el que determinara su inmunidad, para las malformaciones congénitas.

Los amigos espirituales, nos esclarecen que solo los padres preparados para ello, tendrán hijos con malformaciones congénitas. Son muchos los padres que solicitaron esta oportunidad, por su nivel evolutivo avanzado, por el simple hecho de ayudar a alguien que necesitaba pasar por la prueba de deficiencia como consecuencia de los actos del pasado. Otros, no tan esclarecidos, alertados por los benefactores y amigos del plano extra- físico del hecho que iría a ocurrir por los débitos comunes en que se envolvieron con aquel que ahora vuelve a su convivencia como hijo.

Todos son trabajados por la espiritualidad a nivel inconsciente, principalmente durante el sueño físico.

La expulsión de la entidad reencarnante solo determinara la gravedad de los débitos delante de la Ley Universal. Cuando hay necesidad, por razones Karmitas, de que la familia viva la difícil situación de tener un hijo deficiente físico o mental, solo una actitud podrá facilitar la asistencia espiritual más amplia: la aceptación del hecho. Los llamados abortos profilácticos o preventivos en la situación enfocada aquí, desde que la gestación sea biológicamente viable, agrava profundamente la ya difícil situación del trío familiar.

Cuando el embarazo es consecuente de un acto de violencia física, se levanta una gran discusión sobre la legitimidad del aborto.

No hay actos perversos que hayan sido planeados por la espiritualidad Superior. Seria una idea totalmente equivocada el aceptar que alguien debe reencarnar a fin de ser violado. La concepción del Dios castigador y vengativo ya no cabe más en el diccionario de los religiosos esclarecidos sobre la vida espiritual. Dios es fuente inagotable de Amor. Es la ley mayor que a todo preside, Ley coordinadora de las leyes naturales.

Todos al reencarnar traemos nuestro pasado impreso indeleblemente en si mismo, poseemos en nuestro pasaporte numerosos matasellos de las posadas donde estuvimos en el pasado. Hoy la suma de estas experiencias se traducen en manantial energético que irradia constantemente de nuestro interior para la superficie.

La joven violada que hoy se presenta de forma diferente, trae en su pasado profundas marcas de actitudes perjudiciales a hermanos suyos, grabadas en si misma, algunas fueron verdaderas emboscadas, buscando alcanzar de manera dolorosa la intimidad sexual de la criatura. Otras fueron ejecutadas directas por la autoridad de que eran investidas, de crímenes en este área. Son múltiples las situaciones generadoras de desarmonia energética que ahora pulsa constantemente en los archivos vibratorios de nuestro personaje en cuestión.

La joven violada, vestida en cándida muchacha, no traduce los archivos del pasado, pero en momento dado podrá ser atraída por circunstancia similar a aquella que ella perpetro en otras eras.

El trabajo constante de la familia en términos de educación y amor, y el esfuerzo personal de la criatura, podrá apartar la situación a que se sujeta. No existe la fatalidad. Existe apenas la tendencia, y la predisposición, a la cual siempre estará dependiendo de la mayor o menor facilitación de los envueltos en el proceso.

La ley de gravedad existe. No es buena ni mala. Simplemente existe. Si tiramos una piedra para lo alto y quedamos aguardando su impacto bajo la línea de caída, fatalmente seremos alcanzados. No se trata de castigo divino, la ley de gravedad es una Ley Universal que cumple automáticamente su función. Lo mismo ocurre con la ley de acción y reacción, es la ley de sintonía energética.

Si ya hubiéramos tirado la piedra para lo alto, solo nos resta abrir el paraguas de la caridad y de la postura ética para reducir el impacto de la energía que movemos en el pasado.

Una vez la violencia ocurre y la gestación se presenta como sorpresa desagradable ¿cómo orientar a la victima?.
Generalmente , el ser que se sumerge en la victima es alguien que vibra en la misma faja vibratoria. Es un Espíritu que por odio se imanta magnéticamente al aura de la joven de hoy pidiéndole cuentas por los sufrimientos que en el pasado ella le causara, se ve preso a mallas energéticas del organismo biológico que se forma. El proceso obsesivo

La victima del estupro, podrá tener a su lado la luz de alguien que podrá venir a ser su apoyo y su consuelo en la vejez.

La interrupción de la gestación por estupro, es siempre una actitud arbitraria y que solo ampliara el sufrimiento de los familiares. Si la joven fuera emocionalmente incapaz de atender a los requisitos de la maternidad, la adopción, preferentemente por personas de vínculos próximos, deberá ser el medio indicado; El tiempo se encargara de cicatrizar las heridas del alma.

Cuando el embarazo pone en peligro la salud de la madre ¿hay crimen en sacrificarse la vida del feto para salvar a la madre?.

Y Kardec pregunto a los Espíritus, y ellos en la pregunta 359 del Libro de los Espíritus responden: Preferible es que se sacrifique al ser que aun no existe a sacrificar al que ya existe.

No hay radicalismo de forma absoluta, en lo que se refiere a la no aceptación del aborto por los espíritus Superiores, en el caso del peligro materno.

La completa ignorancia de la ley de gravedad, y su comprensión no exime a aquel que tira un peso para lo alto, de recibir el impacto del mismo sobre su cabeza. De una forma o de otra, las consecuencias ocurren por la razón simple de la existencia de las leyes naturales.

Para muchos profesionales, solo existe la vida biológica. El desconocimiento de la existencia del espíritu, su sobre vivencia, la comunicabilidad y reencarnación es desconocida en el medio medico. Por falta de informaciones, juzgan ser la ciencia del espíritu, apenas una religión más dogmática llena de misterios y rituales.

Al desconocer las razones transcendentales que hacen a alguien renacer en este o aquel medio, en esta o aquella condición orgánica, parece lógico evitar que un sufridor o deficiente sea impedido a existir. Es una realidad, una visión parcial y distorsionada de los fenómenos de la vida. Sucede que el desconocimiento de la ciencia del espíritu, lleva muchas veces a una percepción meramente orgánica.

Medir el debito de un medico delante de las leyes naturales, es extremadamente difícil. Los médicos son asistidos espiritualmente e intuidos constantemente en el ejercicio profesional. Cabe a cada uno, abrir o cerrar los canales anímicos para merecer recibir los influjos energéticos saludables. Si caen en frecuentes equívocos héticos, sin duda el patrón vibratorio es el que les está permitiendo el acceso a las orientaciones espirituales. Por lo tanto asumen cuotas de participación en los males producidos.

El gran móvil de la responsabilidad, es sin duda el factor de la intencionalidad. Muchas veces por factores de interés material son llevados los médicos profesionales a tomar decisiones fáciles y rápidas, aunque destructivas, abortar. En estos casos la situación se agrava considerablemente, del punto de vista extrafisico.

Son indudablemente excluidos de responsabilidad, aquellos que en el cumplimiento sagrado de sus labores hipocráticas, ejecutan el aborto en la intuición de preservar la vida de la gestante.

Son muchos los sufrimientos que los abortistas profesionales atraen para si, ligados a la futura paternidad y maternidad, podrán ocurrir en todos los niveles de situaciones por la atracción automática con las victimas del pasado.

Urge pues que sembremos el esclarecimiento dado por la ciencia del espíritu buscando la profilaxis del sufrimiento de muchas criaturas, encarnadas y desencarnadas. Debemos atender a la vida bajo cualquier modalidad con que se manifieste.

En lo que respecta a la puerta libertadora de la reencarnación, elevémoslo, mediante la concesión de la oportunidad de los Espíritus que nos buscan, confiando en Dios, el Autor de la Creación, manteniendo la certeza de que si las aves del cielo y las flores del campo, reciben cariñoso cuidado, más valen los hombres, no estando, por tanto, a merced del abandono o de la ausencia de los socorros divinos

Todo hijo es empréstito sagrado que debe ser valorizado y mejorado por el cincel del amor de los padres, para oportuna devolución al Genitor Celeste,

No transfieras tu elevación espiritual a través de la criminal acción del aborto, aunque las dificultades y aflicciones sean el pavimento por donde marchan tus pies...

Toda ascensión impone el encargo del sacrificio. La cima de la escalada, sin embargo, responde con paz y belleza a los obstáculos de la jornada. Llegaremos a la honra de la paz, después de la conciencia liberada de los débitos y las culpas.

¡ Matar nunca!. “Soledad y amargura” son medidas disciplinantes para lograr resultados eficientes en el amor y el deber.

La verdadera desgracia es la fortuna, el poder, la fuerza, pues todos los que ejercen su difícil mayordomía naufragan lamentablemente, sucumbiendo en sus cadenas, encarcelados.
Todos estamos destinados a sublime Luz. La vida es el más precioso tesoro que se conoce. No siendo el hombre su autor, no le compete, interrumpirla a su gusto.

Las criaturas no elaboran la vida; actúan como co-creadores en la Obra de Nuestro Padre. Asumir el compromiso de interceptar, interrumpir, destruir lo que no se puede hacer o rectificar; es grave y pesado delito. Por tal razón, nadie puede erigirse en árbitro de la existencia, decidiendo quien debe o no vivir, proseguir o iniciar el compromiso carnal. Carece de las condiciones mínimas exigibles para efectuar un análisis profundo, ante la acción abortiva.

Empeñar todos los recursos hasta el final a fin de preservar, asistir, conceder medios para la vida, es un deber impostergable de todos, y mucho más de aquellos que se comprometen a través del sacerdocio medico a ejecutar el arte de curar.

Vivir es un premio divino que ninguna persona puede desconsiderar impunemente. Aun cuando las circunstancias se presenten adversas y la criatura sufre continuos reveses, la vida es una bendición. Razones poderosas así determinan que ocurra.

Si la piedad pretende colaborar, que haga uso de los recursos que mantienen la existencia, no de aquellos que la interrumpen.

De la misma forma, la maternidad se subalterna a factores que no pueden ser defraudados. “El hombre inescrupuloso, el padre irresponsable que fecunda y abandona, no escapara a la conciencia, ni huirá de la Divina Vigilancia. Nadie defrauda los dones de la vida sin verse obligado a una penosa rehabilitación.

El justificativo de que la mujer abandonada no debe cargar sola el peso del hijo por nacer, no es correcto. El dilapidador de su esperanza, de su paz, no conseguirá huir de la Justicia de Dios, tampoco ella podrá huir, si cae en el crimen. No socorre quien yerra, ocultando su error, incidiendo en el crimen y generando mayores desventuras...
Las enseñanzas espiritas – siempre se encuadran en las leyes naturales y jamás se apartan de la razón, del buen sentido, de la lógica.

A través de la oración, el espíritu se eleva a Dios y la Divinidad lo estimula con la inspiración superior.

EL CASO DE CECILIA.-

Cecilia era una enfermera de un Hospital muy importante, ella se entregaba con dedicación ejemplar a su trabajo, ella irradiaba simpatía con los enfermos.

Un doctor se enamoro de ella, soltero y sonriente, ella no lo encontraba propiamente guapo, más si de una elegancia de actitudes que la hacían pulsar rápido sus vasos sanguíneos.
Después de algún tiempo se volvió claro para ambos que se querían. Francisco no deseaba unirse definitivamente a alguien, pero se apasiono por Cecilia como un adolescente.
Ambos con aproximadamente treinta años, no admitían el casamiento como plan de vida y optaron por relacionarse de forma intima sin los inconvenientes de compromisos legales.
Cuando menos lo esperaban, les toca a la puerta, una visita inesperada, fruto de la unión estable que ambos mantenían. Alguien que, sin hacerse anunciar de forma perceptible a la conciencia de ambos, llegaba para consolidar aquella unión.
Para Cecilia, acostumbrada en su profesión a lidiar con gestantes, no fue difícil percibir su estado. No descuido los métodos anticonceptivos, caprichosa como era, se sorprendía con la constatación:
Estaba embarazada.
Hacemos un corte temporal en la historia, y vemos catorce años después, ambos preocupados con Gustavo, hijo del ya matrimonio. A pesar de haber tenido una infancia aparentemente tranquila, con una educación esmerada, súbitamente como por encanto, el niño se vuelve agresivo con los padres. Se considera rechazado.
Conflicto de adolescente decían ambos. En realidad aquella faja de edad era desencadenadora de problemas que yacían subyacentes y aguardaban la época propicia para explotar.
Después de algunos meses de cansados diálogos con el niño que resultaron infructuosos, resolvieron buscar auxilio profesional.
Pidieron ayuda a un conocido investigador del área, el Doctor Fernández, un parapsicólogo Brasileño, para él la reencarnación era un fenómeno absolutamente comprobado por la regresión de la memoria y otros métodos de investigación.
El doctor Fernández, después de las presentaciones, y contactos individuales con cada miembro de la familia, dio inicio a las sesiones de regresión de la memoria.
El niño comenzó a relatar en sus regresiones de memoria periodos de la pre-adolescencia anotados después de la conversación gravada.
Poco o casi nada se obtuvo en las primeras sesiones. A medida que se profundizaba en las investigaciones de los archivos del inconsciente se buscaban las edades menores del muchacho. Al llegar a la fase intra-uterina, en el segundo mes de gestación, inducido magnéticamente por el profesor... el joven se puso agitado y llorando constantemente.
¡Mi madre y mi padre no me quieren! Decía asumiendo, una cara mezcla de sufrimiento e indignado.
¿Por qué dice eso Gustavo?
Preguntaba el profesor Fernández, con voz calmada y suave, aunque con cierta energía.
-Ellos están tristes porque yo estoy aquí (intra – útero) No me quieren.
-Gustavo quédate tranquilo que te vamos a ayudar. Tu padre y tu madre te quieren.
-¡No! Ellos no me quieren, ellos no me quieren! Llorando copiosamente. Fernández decidió llamarlo a la conciencia nuevamente, pues el muchacho estaba completamente transformado. Habían transcurrido casi dos horas en la sesión de esa tarde. Le aplico sobre la región cardiaca, pases magnéticos, en cuanto mentalmente absorbía de la reserva cósmica las energías revitalizantes que pasaban por sus manos en dirección al joven.
Gustavo se calmo. Fernández estaba próximo a la raíz del problema, piezas importantes se fueron poniendo en aquel rompe- cabezas tornándolo más comprensible.
La mayas de la red energética se alargaban y dejaban escapar los núcleos de memoria para la superficie...
-¡Mi padre y mi madre me odian!. Sus manos se crispaban, su rostro se retorcía en una mezcla de diversos sentimientos que se exteriorizaban en su fisonomía.
¿Por qué Gustavo?. ¡Ellos me quieren matar!... Decía sollozando y repetía incontables veces.
¿Ellos quien, Gustavo?. Mi padre y mi madre dicen que me van a matar.
De nuevo el Doctor, llama al muchacho a la conciencia, nuevamente le aplica energizaciòn adecuada y después lo calma definitivamente, se despide. Al día siguiente llamaría a los padres para una larga conversación.
Los padres comparecieron ansiosos al lugar de trabajo del profesor Fernández. Ya avisados de nuevos progresos en la elucidación del caso, fueron tomados de sorpresa por las expresiones fuertes de Gustavo, oídas en la grabadora.
Después de escuchar atentamente se miraron por unos momentos. Cecilia tomo la iniciativa dirigiéndose al marido. ¿Cómo podríamos esperar que un embrión de dos meses fuese a sentir nuestras inseguridades?. ¡Usted sabe que el sistema nervioso central, no tiene mielinizaciòn desenvuelta en esta edad. El cerebro en esta fase, histológicamente, no tiene estructura adecuada para este tipo de captación!. ¡Esto es increíble!...
¿Cómo puede suceder esto, Dtor Fernández?
No es el tejido nervioso quien registra estas informaciones, más es nuestro cuerpo extra-Físico. Más allá de nuestra organización biológica, de estructura molecular y donde las funciones se procesan a nivel bioquímica, hay una estructura extra- física, de naturaleza energética y que sobrevive a la muerte biológica. Esta estructura es quien capta estas informaciones.
La mente es extra- física y sobrevive después de la muerte biológica.
¡Hábleme de lo que les ocurrió!
Cecilia empezó la narración, diciendo que durante horas seguidas, su esposo y ella cambiaron ideas y propuestas, en el sentido de librarse del embrión. Aunque un cierto sentimiento de vanidad los acometiese, por el hecho de constatar la posibilidad de ser padres, los inconvenientes parecían, ser mayores. El desconocimiento de la reencarnación, les hizo ver el feto como un complejo biológico.
Fue el asunto más frecuente de sus horas en común. Durante algunas semanas , el feto fue magnetizado con la energía prevenidas del dialogo abortivo.
Después de estudiar numerosas posibilidades y alternativas optaron por viajar a una ciudad próxima. Allá un colega del marido los atendería y aria el aborto. Partieron un jueves por la noche, viajaban tarde, en virtud de los compromisos en el hospital.
Al día siguiente el doctor Fernández volvió al pasado a Gustavo, pues desistió seguir escuchándolos para no sugestionarse con los nuevos datos que le impedirían concretar el aborto.
Fernández volvió al trabajo con Gustavo, que parecía muy colaborador. Bajo sugestión magnética, colocado en los tres meses de gestación. Sorprendió al profesor:
¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Carcajeaba ruidosamente. ¿Ellos no pueden más?
¿Ellos quien?
¡Mi padre y mi madre!.¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!.
¿No pueden el que?... ¡ No pueden matarme!
Se reía histéricamente, una risa no de alegría más una risa sádica e irónica. A pesar de intentar el dialogo, el muchacho permanecía repetidamente riendo, de forma agresiva y el investigador hubo de traerlo bien a la conciencia, lo calmo de la forma que habitualmente lo hacia.
Ya iba adelantada la jornada cuando surgió el accidente. Su padre freno bruscamente al ver un animal en la carretera, luego una curva a la izquierda. El coche se deslizo en el asfalto mojado y resbalo por un barranco próximo. Socorridos rápidamente fueron trasladados por un solicito camionero que transportaba verduras en dirección a la capital. En el Hospital, su padre permanecía inconsciente, y obnibulado mentalmente permaneció en la UCI, en observación por cuarenta y ocho horas siendo después transferido para una habitación.
¿Dónde esta mi esposa?. No se preocupe, vi en los documentos que el Sr. Es medico. Ella esta bien, aunque con yeso.
¿Fractura?... Fémur, pero no se preocupe. La ortopedia ya la atendió y está bajo control.
¿Algo más?. .. Hay sospecha de edema cerebral en función de los vómitos que ella está teniendo. Creo que deberá hacer algunos exámenes.
¡Descríbame mejor esos vómitos!... ¿Es ella su asistente?
El sintió una onda de rubor facial y se coloco a la ofensiva.
¡No! Mi esposa esta embarazada.
El joven medico no pretendía ser descortés, luego todo volvió a la tranquilidad. No había como volver a tras, los hechos eran conocidos, el embarazo había sido hecho publico y hasta en el historial del hospital había una recomendación no radiografiar; gestación.
El viaje ocurrió en sentido contrario. Volvieron a la ciudad y se casaron.
Gustavo fue tratado según las técnicas que eliminaban la resonancia con el pasado.
La relación con los padres volvió a la normalidad.
En el hecho relatado no hubo aborto aunque si la intención de hacerlo y esta produjo significativas influencias sobre el psiquismo del ser en vías de renacer.

Sabemos, por contactos mediumnicos que en numerosos casos, las ligaciones energéticas entre el espíritu y las moléculas del embrión pueden ser hasta rotas por el deseo persistente de la madre en eliminarlo.

Diversos espíritus psicológicamente, hicieron dolorosos relatos sobre la situación que vivieron.

Amemos la vida, rechacemos todo lo que la destruya, porque sin darnos cuenta, la mayoría de las veces nos convertimos en pasto de las sombras al no aceptar las consecuencias de nuestros actos, revelándonos y negándonos no conseguiremos nada más que agravar las cosas.



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Trabajo realizado por (Merchita)
Miembro colaborador del centro espirita:
Amor fraterno



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