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jueves, 19 de febrero de 2015

Anomalías congénitas

MEDITACIÓN SOBRE EL TRATAMIENTO DE LAS MOLESTIAS MENTALES SEGÚN PROPUESTAS ESPIRITAS. Hace 60 años, la absorbente “psiquiatrización” de la terapéutica de las enfermedades mentales fue robustecida con el advenimiento de las primeras drogas fácilmente absorbida en el Sistema Nervioso Central, sin embargo su uso se tornó abusivo e indiscriminado, cristalizando la dolencia mental crónica e incapacitada. Más recientemente, todavía y felizmente otras terapias han surgido a ejemplo de la arte terapia y otras técnicas expresivas, todas consideradas intervenciones admirables dentro de ese nuevo “enfoque” más humano. Hay gran contingente de expresión, viabilizados por actividades vinculadas a la música y al teatro, trabajando la ampliación de la comunicación con el mundo interno y externo. La metodología, en cuanto a la manifestación creativa del ser humano en su lucha interior, ha sido rescatada aunque practica terapéutica en la asistencia en la salud mental y se destina tanto para trastornos neuróticos como psicóticos. En el anfiteatro de la psiquiatría, pesquisidores más atrevidos ya incluían algunas dolencias de orígenes nerviosos y mentales, siendo inducidas por la influencia de seres extracorpóreos (espíritus); no en tanto, los convencionalismos de la época evitaron que las pesquisas con esa parcialidad espiritual avanzasen. A pesar de los pocos informes científicos, hay muchas evidencias de que el proceso obsesivo o la imantación e interposición del magnetismo deletéreo desempeña una acción terrible en la fisiopatogenia de las enfermedades en el cuerpo físico y espiritual, y, algunas veces, evolucionando con cuadros gravísimos. La acción obsesiva espiritual, bajo cualquier ocurrencia que se exprima, es molestia muchas veces de largo camino, exigiendo terapéutica especializada, de segura aplicación y de resultados que no se hacen sentir inmediatamente. La actuación mental y magnética del obsesor sobre el cerebro, si no fueran retiradas en tiempo hábil, dará, básicamente, en resultado, la consternación de aquel órgano, tanto más intenso cuanto más periodo se encuentra bajo la influencia destructora de aquellos fluidos. Para los tratamientos de orden psíquico y mental es importante la formulación quimioterapia (sedativos, antidepresivos y medicamentos de acción central. consideramos la importancia de los electrochoques) aunque muy raramente, apenas en los casos de difícil remisión (casos catatónicos) o de orden extremo resistente a la quimioterapia; la psicoterapia – según las técnicas usuales, de escuela del terapeuta (aliada, siempre que es posible, a la noción de la reencarnación); el psicoanálisis profundo – (calcada, siempre que es posible, en la pluralidad de las existencias); y, como vimos arriba, la terapia ocupacional – manteniendo al paciente ocupado en trabajos que lo atraiga y que sea de su interés, de modo de poder mantenerlo apastado de sus pensamientos enfermos; la ludo terapia – divertimientos sanos y cultivo de deportes (gimnasia, natación, y otros tipos de ejercicios); la musicoterapia – en el sentido musical tal vez sea lo último a lo que el enfermo mental pierde y debe ser cultivado con cariño; la reeducación – a través de contactos con asistentes sociales y palestras educativas. Aun, bajo el punto de vista de las alternativas médicas, resaltamos la importancia de la homeopatía, acupuntura y todos los esfuerzos en el sentido de llevar al individuo a una búsqueda objetiva ante la vida, sin culpas, sin cobros, valorizando su autoestima, el pensamiento positivo y la fuerza de la voluntad. Los espiritas sensatos deben respetar las orientaciones de los profesionales del área de la salud, evitando equívocos como: Hacer diagnósticos, cambiar o suspender medicamentos y, a veces, tornar el cuadro de los pacientes más graves que verdaderamente lo son. Por otro lado cabria a los médicos, el tratar a sus pacientes, admitiendo la hipótesis de influencia espiritual, aunque no comprobada, académicamente, pedir ayuda a las casas espiritas que ejercen sus actividades con objetivos serios, siguiendo los postulados de Cristo y los preceptos de la Doctrina espirita. A pesar, de todos los esfuerzos, a veces, es difícil hacer un diagnostico diferencial especifico, considerando que las señales y síntomas son idénticos, tanto en la locura, propiamente dicha, con lesiones cerebrales, como en los procesos obsesivos, donde hay gran perturbación en la transmisión del pensamiento. El tratamiento espiritual, ofrecido en la Casa espirita bien orientada, no dispensa el tratamiento médico. El pronóstico, de modo general, podrá ser bueno o ruin considerando todos los factores implicados, especialmente, el interés del obsesado en profundas transformaciones íntimas y la buena voluntad de la familia en darle toda la asistencia posible bajo todos los aspectos. El espiritismo y la medicina, en el futuro, podrán entenderse no contradiciéndose, todavía unidas, marchando conectadas, procurando todos los expedientes disponibles en el sentido de atenuar la agonia del enfermo. En el caso contrario, la medicina nadará en un mar de dudas, mientras espera que la demencia esté amarrada, únicamente, en el universo cerebral. La ciencia precisa distinguir las causas físicas de las causas morales, para poder aplicar a las molestias los medios correlativos. Por tanto, una excelente propuesta para el tratamiento de los portadores de dolencias psíquicas es la participación en reuniones de desobsesión. En el caso del obsesor (encarnado o desencarnado), el tendrá la oportunidad de comparecer a la reunión, donde deberá ser recibido con mucho amor, visando el esclarecimiento por medio de la adoctrinación, con el fin de que pueda comprender los errores del hermano y así encontrar fuerzas para perdonar. Jorge Hessen ***************************
¿Pueden los Espíritus guiar a los hombres en las investigaciones científicas y en los descubrimientos? “La ciencia es obra del talento. Sólo debe adquirirse por medio del trabajo, puesto que solamente mediante el trabajo el hombre avanza en su camino. ¿Qué mérito tendría él si le bastara con interrogar a los Espíritus para saberlo todo? A ese precio, cualquier tonto podría convertirse en sabio. Lo mismo sucede con las invenciones y los descubrimientos de la industria. Además, debemos hacer otra consideración: cada cosa debe venir a su tiempo y cuando las ideas están maduras para recibirla. Si el hombre tuviera ese poder, trastornaría el orden de las cosas y haría que los frutos nacieran antes de la estación apropiada. “Dios ha dicho al hombre: Extraerás tu alimento de la tierra con el sudor de tu frente. Admirable imagen que describe cuál es la situación en que él se encuentra en la Tierra. Debe progresar en todo mediante el esfuerzo del trabajo. Si se le dieran las cosas completamente resueltas, ¿para qué le serviría la inteligencia? Sería como un estudiante a quien otro realizara su tarea.” El sabio y el inventor, ¿nunca son asistidos por los Espíritus en sus investigaciones? “¡Oh! Eso es muy diferente. Cuando llega el tiempo de un descubrimiento, los Espíritus encargados de dirigir su marcha buscan al hombre capaz de llevarla a buen término, y le inspiran las ideas necesarias para lograrlo. De ese modo, le dejan todo el mérito,pues es preciso que él mismo elabore esas ideas y las ponga en ejecución. Lo mismo sucede con todas las grandes realizaciones de la inteligencia humana. Los Espíritus dejan a cada hombre en su propia esfera. Así, al que sólo es capaz de trabajar la tierra no lo convertirán en depositario de los secretos de Dios. No obstante,saben cómo sacar de la oscuridad a aquel que es capaz de secundar sus designios. Por consiguiente, no dejéis que la curiosidad o la ambición os arrastren a un camino que no corresponda a los objetivos del espiritismo, y que os conduciría a padecer los más ridículos engaños.” EL LIBRO DE LOS MEDIUMS ALLAN KARDEC. ********************************
ANOMALÍAS CONGÉNITAS Bethany Jordán, una joven de la ciudad inglesa de Stourbridge, sufre del síndrome de Ivermark, caracterizado, también, por problemas cardiovasculares que es un síndrome patológico de etiología desconocida. (1) Jordán nació con algunos de sus órganos invertidos, eso mismo! El hígado, el intestino y el bazo posicionados a tras para el frente. El fenómeno fue descubierto en examen de ultrasonido mientras ella aun estaba en el útero de Lisa su madre. En la época, los médicos dijeron que Jordán tenía pocas oportunidades de sobrevivir al parto. La niña Bathany, más allá de tener los órganos mal posicionados, también nació con otros problemas de salud, como los dos pulmones que convergían en un formato, apenas, del pulmón izquierdo, y un agujero en el corazón. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al constatar que la niña sobreviviera hasta completar los seis años de edad. El hecho nos induce a la reflexión sobre el periespíritu, a la Ley de Causa y Efecto, reencarnación, suicidio, entre otros temas que la Doctrina Espirita nos presenta. Antes de renacer, examinando nuestras propias necesidades de perfeccionamiento moral, muchas veces, rogamos la limitación psicomotora en la nueva experiencia física, para que esa condición nos induzca a la elevación de sentimientos. Pedimos a los Benefactores la enfermedad de larga duración, capaz de educarnos los impulsos; esa o aquella lesión física que nos ejercite la disciplina; determinada mutilación que nos inhiba el arrastramiento a la agresividad exagerada. Es la lógica de la justicia de la Reencarnación, lo que nos remite a analizar las patologías por el Principio de Causa y Efecto. En verdad, ya vivimos, aquí en la Tierra, innumerables veces y trajimos gravados los registros de nuestras adquisiciones anteriores y desatinos, como fulcros energéticos en núcleos de potenciación, y, en la ligación del periespíritu al ovulo, reflejamos, en esa célula femenina de reproducción, el nivel de nuestro proceso evolutivo. Nuestro estado moral es el que determinará los renacimiento con anomalías congénitas o no. A partir de la fecundación del ovulo, bajo el comando de la ley, el espíritu que reencarna imprime, a través de la acción del periespíritu, la integración de su propia herencia espiritual con el legado genético de los genitores. La formación del respectivo DNA individualizado – compuesto de genes dominantes y recesivos – conducido por las sagradas Leyes de la Hereditariedad, provenientes del Creador, configurará el nuevo cuerpo físico de aquel particular espíritu inmortal, que “renacerá” conforme el programa, previamente, establecido y subordinado, inicialmente y voluntariamente a factores como familia, raza, etnia, nacionalidad, predisposiciones para determinados estados de salud o dolencia – física o espiritual – y otras innumerables especialidades individuales. El maestro Chico Xavier opino cierta vez: “sobre las reencarnaciones más difíciles, recordando que, muchas veces, encontramos determinados casos de suicidio, y, algunas veces, el suicidio acompañado de homicidio, obligando al autor a una angustiante complejo de culpa llevado para más allá de esta vida y, después, ese trauma de culpa renaciendo con el, a través de la reencarnación.” (2) El médium de Pedro Leopoldo explica lo siguiente: “Muchas veces, hemos encontrado hermanos nuestros suicidas que dispararon un tiro contra el corazón y que vuelven con una cardiopatía congénita o con determinados fenómenos que la medicina clásica dentro de la llamada Tetralogía de Fallow; nosotros vemos a compañeros que quisieron morir por el ahorcamiento y que vuelven con la Paraplejia Infantil; vemos muchos de aquellos que prefirieron que prefirieron el veneno y que vuelven con malformaciones congénitas; otros personas que violentaron el propio vientre y que vuelven, con las mismas tendencias y que, algunas veces, acaban desencarnando con el llamado infarto mesentérico. Vemos, por ejemplo, aquellos que prefirieron morir por el ahogamiento, en un acto de rebeldía contra las leyes de Dios y que vuelven con el llamado enfisema pulmonar. Vemos, aun, aquellos que dispararon tiros contra el propio cráneo y vuelven con fenómenos dolorosos, como, por ejemplo, la idiocia, cuando el proyectil alcanza la hipófisis, todas esas consecuencias, porque estamos en nuestro cuerpo físico, más subordinados a nuestro cuerpo espiritual. Entonces, principalmente los fenómenos provenientes del suicidio, por un tiro en l cráneo, son muy dolorosos, porque vemos sordez, ceguera, mudez, y vemos ese sufrimiento en criaturas también, lo que nos figura incompatibles con la misericordia de Dios, porque nosotros sabemos que Dios no quiere el dolor. (3) Los investigadores, que reducen los fenómenos de la vida al exclusivo universo de la materia densa, insisten en explicar la vida como una compleja reacción química, y nada más que eso, están prestos a penetrar en sus profundos misterios y propiciar su creación por la mano del hombre, así como, hasta hoy, cree ser el pensamiento mera excreción del cerebro y que todas las funciones psíquicas mueren con el cuerpo físico. Los fenómenos vitales, no pueden ser atribuidos a la exclusiva acción mecánica de la hereditariedad genética, en el comando del montaje de los tres billones de dos nucleótidos que constituyen los grados del DNA humano. Infelizmente, “no hay aun lugar para el espíritu en la ciencia de la investigación académica, empírico-inductiva, la cual, por eso, continua tomando como causa lo que es efecto, haciendo de las leyes de la hereditariedad genética las únicas presentes al acto de la vida, jueces exclusivos e inconscientes del futuro patrimonio apolíneo y saludable, o deforme y enfermizo del ser humano, apenas concediendo algunas influencias a los efectos ambientales y al psicosomatismo, aunque cerebral, calcados en las predisposiciones genéticas.”(4) Las matrices de las molestias tienen sus raíces en la estructura periespiritual. Aunque esté aparentemente saludable, una persona puede traer en sus Centro Vitales (chacras para los hindús), disfunciones latentes, adquiridas en esta u otras vidas, que, más temprano o más tarde, vendrán a la superficie en el cuerpo físico, bajo la forma de dolencias más o menos graves, conforme la extensión de la lesión y la posición mental del deudor. Somos herederos de nuestras acciones pretéritas, tanto buenas como malas. El “Carma” (5) o “cuenta del destino creada por nosotros mismos” está impreso en el cuerpo psicosomático.” (6) Esos registros fluyen por el cuerpo físico y culminan por determinar el equilibrio o el desequilibrio de los campos vitales y físicos. “Solo el reconocimiento – que un día llegará – de la primacía del espíritu sobre la materia, asociada esa primacía al principio reencarnacionista, esto es, a la integración de la herencia espiritual a la hereditariedad genética, comandada por el espíritu, vía periespíritu, regida por la Ley de Causa y Efecto, es que permitirá que se identifiquen, en el espíritu inmortal, las causas verdaderas de los desequilibrios que aparecen en el cuerpo físico, que para él es, bajo el nombre de dolencias, se incluyen los disturbios de la psiquis humana.” (7) Cuando sean descubiertas las tecnologías mucho más sofisticadas, que nos posibiliten un examen profundo de la estructura funcional del periespíritu, la medicina se transformará, radicalmente. Los hospitales poseyendo instrumentos de altísima resolución, mucho más allá de los que existen hoy, los diagnósticos serán, inequívocamente, precisos, lo que posibilitará la cura real de las dolencias. Los profesionales de la salud rebajaran mucho más de forma preventiva, evitando, así, por ejemplo, las intervenciones quirúrgicas alargadas, invasivas, realizadas, abusivamente, en los días de hoy. Los médicos tendrán oportunidad de conocer, con detalles, la estructura tridimensional del cuerpo periespiritual, comprendiendo mejor el modo como se embrocan las complejas estructuras del psicosoma, en las llamadas sinergias, para auxiliar mejor en la terapia y manutención de la salud mental-física- espiritual de sus pacientes. - Jorge Hessen - ************************************