SUFRIMIENTOS EN LA MEDIUMNIDAD
Dicen algunos observadores precipitados y tal vez inconscientes, que las tareas mediúmnicas de socorro a los desencarnados, cristalizan psicosis en los médiums.
Afirman varios estudiosos que las operaciones desobsesivas libertan a los enfermos desencarnados y encarcelan en enfermedades peligrosas a los intermediarios.
Señalan diversos aprendices del Mensaje Espírita que los médiums operantes en el intercambio con desencarnados en estado lamentable, conservan inconvenientes y sensibles desequilibrios que los tornan extraños.
Mientras tanto, sabemos que no tienen razón los que así piensan, quien así procede.
El médium espiritista tiene conocimiento, a través de la doctrina que profesa, de los antídotos y de los medicamentos que necesita para la manuntención del propio equilibrio.
No hay duda de que existen médiums, en todas las dependencias humanas, con desaliño mental evidente y en razón de ello, también en las células espiritistas de socorro, ellos aparecen, sin embargo, en la condición de enfermos en tratamientos especiales y demorados. Ya vinieron en tormentos y se mantienen sin ningún esfuerzo de renovación interior.
El Espiritismo es, antes que nada, hogar escuela, hospital escuela, santuario escuela para aprendizaje, salud y elevación espiritual.
Es necesario, por lo tanto, que el sensitivo se habilite para las tareas que le corresponden, a través de ejercicios morales de resultados positivos , estudio metódico y constante, servicios de amor, a fin de libertarse de las viejas ataduras con los espíritus infelices que permanecen ligados a sus paisajes mentales en vampirismo insidioso y naturalmente, a pesar de estar entre enfermos y necesitados, conduzca el tesoro de la oportunidad libertadora, en la mediumnidad socorrista.
Divaldo P. Franco.
Espiritu Juana de Angelis.
*********************************
TEMOR A LA MUERTE.
- Si tienes la conciencia tranquila, no hay nada que temer, procuremos todos aprovechar mientras estemos aquí, ser mejores personas y evolucionar, que al fin y al cabo es lo más importante y lo único que nos llevaremos de esta vida, nuestra evolución y la pureza de nuestra alma.
Angeles C. M.
*****************
Saludo matinal
Queridos amigos, hola buenos días, todos nos equivocamos, nadie
puede decir que alguna vez no lo haya hecho, pero una cosa es
bien verdad, que todos buscamos nuestro progreso, y para ello, el
que seamos humildes es esencial, porque el orgullo a veces no nos
deja ver que erramos, queremos tener por encima de todo, y de
todos, la razón, y sabemos muy bien que la razón solo tiene un
camino, y que por encima de todo ella prevalece.
El progreso es la aspiración por lo mejor, por lo bello, por el bien, es la prueba de la existencia en
nosotros de un principio superior, de alguna cosa grandiosa, casi divina, que nos encamina para
destinos más altos, que nos empuja siempre para adelante, en los dominios del pensamiento y de la
conciencia.
Es esa fuerza intima y maravillosa que distingue al hombre del animal, el sagrado rey del mundo,
dominador de la materia.
Desde el punto de vista social, el progreso es el camino para un estado de cosas cada vez más de acuerdo
con la justicia y con la razón, es la aplicación, en el seno de las sociedades humanas, de las leyes, de
los principios susceptibles de realizar en ellas la mayor suma de orden, de bienestar, de libertad, de
fraternidad, de aproximarnos cada día lo más posible al estado de perfección. León Denis nos dice
que esto es ¡el progreso!
Hay hombres que consideran el progreso como una ley fatal, inevitable, como una de las leyes ciegas de
la naturaleza. El hombre, dicen, progresa en virtud de la misma fuerza que lo hace la simiente, lanzada
en un terreno favorable, transformarse en un roble.
El hombre sin duda es un ser progresista, perfectible por naturaleza, eso es innegable. Su misión
en la Tierra es progresar, es su mayor deber, es ahí donde esta la fuente de su grandeza, de su poder.
Sin embargo, ante todo, el hombre es libre, libre y responsable de sus actos . el hombre, físicamente,
materialmente, es como una planta que se desenvuelve naturalmente, en virtud de las leyes universales,
sin embargo, intelectualmente y moralmente, el se crea por sí mismo.
Es por una larga serie de esfuerzos, de trabajos y de búsquedas que el se torna en lo que es, es por sus
relaciones con sus semejantes que el crea el orden social completo.
Su elevación, es, por tanto, su propia obra y es por eso, por lo que el pude mostrar orgulloso.
Es a través de las vicisitudes sin numero, de alternativas de triunfo o de sufrimiento, es sobre un camino
desigual donde las caídas son tan numerosas en cuanto a las ascensiones, en la cual encontramos, a
cada paso, de sus pies sangrientos.
El progreso es como el océano, tiene sus flujos y sus reflujos altas y bajas, las cuales abrazan a veces
periodos seculares.
Sus incontables olas chocan contra las rocas y los escollos, nos golpean y después se extienden
sobre inmensas superficies donde jamás habían penetrado; luego se retiran, se apartan y, en su
movimiento apuesto, dejan descubiertas varias playas. Todavia retornan un día, más formidables,
invadiendo nuevos espacios y conquistando nuevos terrenos.
La historia nos hace recordar esas grandes fases del progreso. Los mares altos son Grecia y Roma,
la Reforma, la revolución. Los reflujos terribles y las mareas bajas son la invasión de los barbaros, la
tenebrosa Edad Medía, los Imperios llenos de sombra y de corrupción, que procedieron a la aurora de 1789.
En la hora que estamos, una nueva ascensión se prepara para nuestro pueblo, la ola se cierne ante
nuestros ojos.
Que pueda ella elevarse bien alto y barrer ante si todos los fantasmas del pasado: preconceptos, ignorancia y fanatismo, que aun se oponen a su paso.
Por lo tanto debemos procurar escuchar la voz interior que todo tenemos , tanto los más ignorantes
como los más esclarecidos, diciéndonos: Elevémonos por el trabajo, por el estudio y por la práctica del
bien. Es ahí la revelación por excelencia y, mejor que las enseñanzas del dogma, es ella quien nos
hace saber que nuestro papel en el mundo es trabajar por nuestra perfección y la de el de la humanidad
. Desenvolver nuestras facultades intelectuales y nuestras cualidades morales, trabajando para colocar
en la Tierra el reino de la justicia, de la paz y de la fraternidad, marchando juntos para ese fin
distante, para ese ideal: la perfección.
Esta es la verdadera religión, es la única de acuerdo con las leyes universales, la religión del progreso, la religión de la Humanidad!
Amigos os deseo a todos un feliz día, con mucho amor y cariño vuestra amiga Merchita
**************************************
MI PRIMERA SESIÓN DE ESCRITURA AUTOMÁTICA
CUANDO MI GUÍA VINO POR PRIMERA VEZ.
Ya sabía que tenía un guía, pero aún desconocía su identidad. Desde mi ingreso al Círculo
Espírita Allan Kardec, es decir hace un año, todavía no había asistido a una sesión, esta
fue la primera y ciertamente la que quedará grabada para siempre en mi memoria. Me
acuerdo de haber tenido miedo antes de que comenzara, miedo a lo desconocido, a
lo que iba a descubrir y a aprender. También temía mucho, pues sabía que él
vendría para revelárseme, pero también estaba muy excitada e impaciente.
Por fin voy a saber, pero sobre todo voy a asistir a una sesión, ¡mi primera sesión! Antes
de que él diera su mensaje dirigido a mí, se manifestaron otros tres guías y yo sabía que
ninguno era él. Cuando a través la mano del médium, mi guía me expresó todo su amor,
supe que era él mucho antes de leer su mensaje. Mi corazón se había puesto a latir muy
fuerte y muy rápido, yo sabía que estaba allí, no sentía su presencia, pero mi intuición
me decía que no estaba lejos y que ese mensaje era para mí. Y qué felicidad cuando la
escritura estuvo terminada y fue descifrada (como la velocidad de escritura es muy rápida
, a veces es difícil descifrar el mensaje) qué alegría cuando pude ponerle un nombre al que
me guiaba y saber más sobre él y quizás sobre mí. En su mensaje, yo me reconocía, me
encontraba, él me daba consejos y venía a recordarme lo que yo había elegido antes de
regresar. Su mensaje era sólo amor, alegría de poder dirigirse a mí. Estábamos reunidos de
nuevo y su felicidad era
igualmente la mía. Él me transportaba y me daba aún más deseos de dar, de perseverar, de
no desviarme de mi camino, un camino que yo había elegido y que había deseado.
También es importante precisar que mi arrobamiento por haber recibido a mi guía por
primera vez, fue también el de todos los que me rodeaban durante aquella sesión, y
todavía más para el médium, sin quien la sesión no hubiera podido tener lugar.
Le agradezco infinitamente habernos permitido esta alegría, a mi guía y a mí, habernos
comunicado más allá de la materia, haber intercambiado, haberme hecho vivir
esta aventura extraordinaria, fuera de lo normal, esta aventura llena de verdad. No sé
si hoy tengo más facilidad para dirigirme a mi guía, ahora que conozco su identidad, pero
puedo decir que su llegada, su contacto, me reportó un bienestar, una apertura más
importante en mi vida espírita, una felicidad que forzosamente no había encontrado en
otra parte y que aún no había vivido.
Le Journal Spirite nº 83
***************************************